Cuidado, hombres, por Eva Hache
?En que momento decidieron dejar de ser molones? ?Lo normal es que ellos sean presumidos!
A la vista est¨¢ que los hombres se cuidan. De hecho, es bastante com¨²n escuchar o leer que ?ellos tambi¨¦n tienen derecho a cuidarse?. Claro que s¨ª. Tener un buen aspecto no es ya territorio exclusivo de las mujeres que, como todo el mundo sabe y para estar guapas, nos pasamos la vida loca retozando en piscinas de leche de burra.
Ellos tambi¨¦n quieren disfrutar del lujo de ponerse bellos y se han apuntado a la cosm¨¦tica, a la depilaci¨®n y al adorno. Si usted levanta ahora mismo la vista, ver¨¢ a alguno claramente cristianorronaldizado: repeinado, afeitado y con un pendiente m¨¢s o...
A la vista est¨¢ que los hombres se cuidan. De hecho, es bastante com¨²n escuchar o leer que ?ellos tambi¨¦n tienen derecho a cuidarse?. Claro que s¨ª. Tener un buen aspecto no es ya territorio exclusivo de las mujeres que, como todo el mundo sabe y para estar guapas, nos pasamos la vida loca retozando en piscinas de leche de burra.
Ellos tambi¨¦n quieren disfrutar del lujo de ponerse bellos y se han apuntado a la cosm¨¦tica, a la depilaci¨®n y al adorno. Si usted levanta ahora mismo la vista, ver¨¢ a alguno claramente cristianorronaldizado: repeinado, afeitado y con un pendiente m¨¢s o menos falso brillando alegremente en uno de sus suaves l¨®bulos.
Pero son cuidados con cuidado. Sin que se note mucho. Es cierto que algunos se han liado la manta, el turbante y la felpa de Mark Knopfler a la cabeza y se depilan las cejas sin importarles parecerse a Pamela Anderson el d¨ªa en que sorprendi¨® horrorizada a los conejos de Playboy devorando la bata de Hugh Hefner. S¨ª, a algunos se les ha ido la pinza de depilar, pero son minor¨ªa. Y es llamativo que la nomenclatura de los productos para ellos utilice t¨¦rminos distintos: ?gel?, ?b¨¢lsamo? o ?loci¨®n?. Y suelen llevar la coletilla ?for men? o ?pour homme?, porque al ser en lenguas extranjeras da m¨¢s sofisticaci¨®n y menos verg¨¹enza.
Un momento¡ ?Se cuidan pero les da verg¨¹enza? No veo por qu¨¦. Si observamos las tribus de parajes lejanos, donde la civilizaci¨®n llega a velocidades distintas, vemos a hombres extremadamente niquelados. Con locos peinados, maquillajes extremos o tatuajes complicad¨ªsimos. L¨®gicamente, semejante estilismo lleva su tiempo y no ser¨ªa posible realizarlo si esta gente tuviera que ir a la oficina por la ma?ana, ni siquiera aunque se acabaran de aplicar el r¨ªmel aprovechando los sem¨¢foros, pero r¨ªete t¨² de lo que tarda tu novia en salir un s¨¢bado de casa.
Me viene a la memoria aquella foto de Sting y un jefe ind¨ªgena en la que el cantante luc¨ªa una melena rala que le hac¨ªa parecer una vieja pelechando mientras que al de la tribu no le faltaba un perejil, incluido un dilatador de labio del tama?o de un CD con la obra completa de Police. Ganaba por goleada el rural. Y me pregunto: ?en qu¨¦ momento de la Historia el hombre decidi¨® dejar de ser mol¨®n? Los vikingos se cuidaban abundantes barbas, los maquillajes de los egipcios eran espectaculares, las realezas europeas se acicalaban y mucho, aunque fuera para esconder los piojos que correteaban debajo de pelucones empolvados. ?Lo normal es que los hombres sean presumidos! ?Por qu¨¦ entonces hubo una ¨¦poca en que mostraban sin preocuparse canalillos peludos? ?Qu¨¦ los llev¨®, sin ser osas amorosas, a lucir espaldas velludas como alfombras en descarado homenaje alfredolandista? ?Por qu¨¦ a los valientes no les quedaba otra que robar la crema de sus se?oras? ?Por no parecer nenazas?
Quiz¨¢ por eso lo primero que se comercializ¨® fue el aftershave. Un l¨ªquido para hombres muy hombres que se aplicaba a base de bofetones. Y de ah¨ª en adelante: implante capilar, cera caliente, intervenci¨®n quir¨²rgica. No hay dolor. Si escuece, cura.
Sufren sin miedo para estar guapos y es normal que se cuiden. Al fin y al cabo, el le¨®n, el macho, tiene m¨¢s melena. Y no la pava, el pavo real tiene mucha m¨¢s pluma.