?Qu¨¦ hay de cierto en el mito del voto ¡®centrista¡¯ de las mujeres?
En nuestro pa¨ªs hay 52 f¨¦minas por cada 48 hombres. La entrega de su papeleta tiene m¨¢s peso demogr¨¢fico y se le resiste a los partidos emergentes. Se dice que por ?aversi¨®n al riesgo?.
?Hoy, se?ores diputados, es peligroso conceder el voto a la mujer (¡). Si las mujeres espa?olas fuesen todas obreras, si hubiesen atravesado ya un periodo universitario y estuviesen liberadas en su conciencia, yo me levantar¨ªa hoy frente a toda la C¨¢mara para pedir el voto femenino. Pero en estas horas yo me levanto para decir lo contrario?.
Quien hablaba as¨ª era, precisamente, una mujer, Victoria Kent, la diputada del partido Radical-Socialista, en el hist¨®rico debate que la enfrent¨® a Clara Campoamor en 1931 sobre el sufragio femenino. Por suerte, Kent perdi¨® y Campoa...
?Hoy, se?ores diputados, es peligroso conceder el voto a la mujer (¡). Si las mujeres espa?olas fuesen todas obreras, si hubiesen atravesado ya un periodo universitario y estuviesen liberadas en su conciencia, yo me levantar¨ªa hoy frente a toda la C¨¢mara para pedir el voto femenino. Pero en estas horas yo me levanto para decir lo contrario?.
Quien hablaba as¨ª era, precisamente, una mujer, Victoria Kent, la diputada del partido Radical-Socialista, en el hist¨®rico debate que la enfrent¨® a Clara Campoamor en 1931 sobre el sufragio femenino. Por suerte, Kent perdi¨® y Campoamor gan¨® esa contienda, pero entre los liberales espa?oles arraig¨® una idea que a¨²n persiste: que las mujeres tienden a ser m¨¢s conservadoras. Una falacia, se?ala Silvia Claveria, analista del grupo Politikon, ya que de hecho las espa?olas siempre se sit¨²an varias d¨¦cimas m¨¢s a la izquierda que los hombres en las encuestas del CIS.
Lo que s¨ª se est¨¢ dando en el movedizo panorama electoral espa?ol es una significativa diferencia en el voto por g¨¦neros. A los dos partidos emergentes se les resisten las mujeres, sobre todo a Podemos. En el pasado 20-D, y seg¨²n la encuesta de recuerdo de voto del CIS, votaron a Ciudadanos el 13% de los hombres, frente a un 11% de las mujeres, y Podemos tuvo un 23,3% de voto masculino y tan solo un 17,1% de femenino: seis puntos que son un abismo en el empatado mapa actual. ?Qui¨¦n se beneficia? El PSOE, que sac¨® resultados mucho mejores entre ellas (el 21,4% de los votantes) que entre ellos (17,6%). Seg¨²n Claveria, esto se explica porque las mujeres tienen tradicionalmente mayor ?aversi¨®n al riesgo? y por tanto optan por marcas pol¨ªticas que ven como m¨¢s moderadas o m¨¢s consolidadas. Los votantes del PP tambi¨¦n est¨¢n equilibrados pr¨¢cticamente al 50% entre los dos g¨¦neros.
Aunque se ha hablado bastante del ¡®problema con las mujeres¡¯ que podr¨ªa tener Pablo Iglesias, lo cierto es que su alianza con Alberto Garz¨®n no lo ha terminado de solucionar. Seg¨²n el ¨²ltimo sondeo de clima social de Metroscopia, realizado ya tras el pacto de Unidos Podemos, los potenciales votantes de la coalici¨®n son un 57% hombres y un 43% mujeres: 17 puntos de diferencia. Puestos a buscar un motivo, la periodista y columnista de El Pa¨ªs Milagros P¨¦rez Oliva no entiende este d¨¦calage en Podemos, ya que, ?tanto a nivel de C¨ªrculos como de dirigentes, la participaci¨®n de las mujeres es muy evidente?, como en Ciudadanos. ?Ah¨ª puede influir el modelo de partido, casi una empresa de ejecutivos, y el hiperliderazgo de Albert Rivera, m¨¢s pr¨®ximo al del macho alfa que al modelo de la nueva masculinidad?, afirma.
La alianza del electorado femenino con el PSOE, que en el libro de radiograf¨ªa pol¨ªtica de Espa?a Arag¨®n es nuestro Ohio (Malpaso) comparaban con la de las estadounidenses y el Partido Dem¨®crata, tambi¨¦n podr¨ªa deberse a ?la pol¨ªtica de cuotas que practican desde los a?os 80 y los potentes lobbies de f¨¦minas dentro del partido?, seg¨²n Claveria, y a los frutos de la era zapaterista, a decir de P¨¦rez Oliva: ?Como partido socialdem¨®crata, sufre una crisis de credibilidad por haber participado en la gesti¨®n econ¨®mica que ha propiciado los recortes y un aumento de las desigualdades, pero, en cambio, mantiene intacta su credibilidad en el terreno de los derechos civiles. Las leyes de igualdad y contra la violencia de g¨¦nero y los gobiernos paritarios est¨¢n claramente en el haber del PSOE?.
De Austria a EE UU
La supuesta tendencia femenina a la moderaci¨®n no es una cosa espa?ola. En las pasadas elecciones austriacas, se adjudic¨® al voto femenino (y a los votantes con estudios superiores) el hecho de que finalmente y por un escas¨ªsimo margen se erigiese como presidente el ex l¨ªder del Partido Verde, Alexander Van der Bellen, en lugar del ultraderechista Norbert Hofer. Y en Estados Unidos, el electorado femenino podr¨ªa ser clave en la hipot¨¦tica derrota de Donald Trump, el candidato con mayor historial mis¨®gino que se recuerda en la pol¨ªtica reciente estadounidense. ?Si Trump finalmente pierde, habr¨¢ varios factores en su derrota, pero el voto femenino sin duda ser¨¢ muy importante?, resume Kelly Dittmar, polit¨®loga del Center for Women and Politics de la Universidad de Rugers. ?No solo por el sentido del voto, sino por la participaci¨®n. Por ejemplo, ning¨²n grupo vot¨® tanto en 2008 y 2012 como las mujeres afroamericanas, y estas se decantaron en un 96% por Barack Obama. Su apoyo ser¨¢ crucial para quien sea el candidato dem¨®crata este a?o?.
Algunos de estos an¨¢lisis se hacen en clave positiva: ah¨ª est¨¢n ellas, m¨¢s sensatas y templadas, centrando el mapa pol¨ªtico, se dice. No deja de ser una lectura tramposa y comparable a otros estereotipos de doble filo, como el de ser comprensivas y pactistas. ?El peligro es entender la aversi¨®n al riesgo como una cuesti¨®n biol¨®gica. No es eso, sino un producto de la socializaci¨®n: se ha educado a las mujeres para ser m¨¢s inseguras?, cree Claveria. Sobre el voto femenino, en realidad, solo hay una certeza: es mayoritario. Hay 52 mujeres por cada 48 hombres en Espa?a y eso, s¨ª o s¨ª, importar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 26.