La ¡®Anna Wintour de Oriente Medio¡¯ es esta princesa que pide moda ¡®recatada¡¯
?C¨®mo ha conseguido Deena Al Juhani Abdulaziz ser la primera princesa real al frente de una revista de moda? As¨ª es la mujer que solo ha dirigido el nuevo ¡®Vogue Arabia¡¯ dos n¨²meros.
(Actualizaci¨®n 13 de abril de 2017: Business of Fashion confirmaba, con la princesa como propia fuente, que Deena Al Juhani Abdulaziz ha sido despedida de Vogue Arabia tras ser editora jefe en solo dos n¨²meros)
Una es de Catar;la otra, de Arabia Saud¨ª. A priori poco tendr¨ªan en com¨²n, pero ambas mujeres parecen demostrar que en Oriente Pr¨®ximo?el negocio del lujo es una cuesti¨®n de familias reales. Si la catar¨ª, con la ex jequesa ...
(Actualizaci¨®n 13 de abril de 2017: Business of Fashion confirmaba, con la princesa como propia fuente, que Deena Al Juhani Abdulaziz ha sido despedida de Vogue Arabia tras ser editora jefe en solo dos n¨²meros)
Una es de Catar;la otra, de Arabia Saud¨ª. A priori poco tendr¨ªan en com¨²n, pero ambas mujeres parecen demostrar que en Oriente Pr¨®ximo?el negocio del lujo es una cuesti¨®n de familias reales. Si la catar¨ª, con la ex jequesa Seikha Mozah bint Nasser al frente, es due?a de firmas como Valentino o Balmain, la saudita tiene desde hace unos meses a una de sus princesas al frente de Vogue Arabia.
Hace tan solo unos d¨ªas Deena Al Juhani Abdulaziz, a la que ya han bautizado como la ¡°Anna Wintour de Oriente Medio¡±, dejaba constancia en Instagram de la fiesta que celebraron el 7 de abril por todo lo alto en Doha con motivo del lanzamiento de la revista. El evento ha coincidido con el primer n¨²mero impreso, protagonizado por una controvertida Gigi Hadid cubierta por un velo. Su web, en cambio, tiene m¨¢s recorrido: Vogue Arabia lleva en curso desde noviembre, tan solo unos meses despu¨¦s de que saltara la noticia sobre su nuevo nombramiento como editora-en-jefe.
Deena Al Juhani est¨¢ muy, muy lejos de ser una reci¨¦n llegada al sector. Su entendimiento innato por la visi¨®n occidental y oriental de la moda la ha llevado a triunfar en el retail del lujo gracias a su tienda llamada D¡¯NA. Con base desde 2006 en Riad, capital de Arabia Saud¨ª, se expandi¨® a Doha (Catar) con otro local hace unos cuatro a?os. Dio el salto al e-commerce con el lanzamiento de la tienda online el a?o pasado, coincidiendo con su d¨¦cimo aniversario. Concebida casi m¨¢s como un restringido club de miembros que como una boutique, el m¨¦rito de esta concept store pasa por introducir dise?adores brit¨¢nicos como Mary Katrantzou o Erdem entre la selecta clientela ¨¢rabe (adapt¨¢ndose siempre los pedidos a sus peticiones) y de persuadir a otros creadores como Diane Von Furstenberg para alargar bajos y subir escotes, m¨¢s acorde a las prendas modestas que marca la Sharia. La propia Katrantzou ha dicho que cuando est¨¢ dise?ando siempre piensa en Deena ¡°como el arquetipo de mujer moderna¡±. El de Deena?es uno de los rostros m¨¢s habituales de las semanas de la moda, ya que no es raro verla en desfiles de otros nombres por los que fue de las primeras en apostar, como Roksanda, Osman, Prabal Gurung o Jason Wu, pasando por Martin Margiela o Veronique Branquinho.
La visi¨®n tan amplia que Deena Al-Juhani posee de Oriente y Occidente se debe a su propia vida. Naci¨® en California hace 42 a?os y pas¨® toda su vida a caballo entre Oriente Pr¨®ximo?y Estados Unidos. Su padre, un economista destacable, daba clases entre las universidades de Ann Arbor (M¨ªchigan) y Boulder (Colorado). Al ver que la carrera de traducci¨®n de su hija no iba a ninguna parte, decidi¨® apostar por el proyecto que ella ten¨ªa en mente?e invertir en su negocio: ¡°Tuve una conversaci¨®n con mi familia y me dijeron ¡®?por qu¨¦ no lo haces? Te vamos a apoyar. Tendr¨¢s ¨¦xito¡¯. Cr¨¦eme si te digo que no ten¨ªa ning¨²n plan de negocio. Para m¨ª era un ¡®Simplemente lo voy a hacer¡¯. Y fue exactamente lo que hice¡±, explic¨® a The Cut. En julio del a?o pasado renunci¨® a D¡¯NA (dif¨ªcil compatibilizarlo con un puesto de directora de revista) y vendi¨® sus acciones a su socio.
La suya fue una pasi¨®n temprana por la moda. Su primer contacto fue a trav¨¦s del Tatler ingl¨¦s y despu¨¦s de Vogue, del que se empap¨® p¨¢gina a p¨¢gina con cada n¨²mero que llevaba a Riad: ¡°La mayor¨ªa de mis amigos no ten¨ªan necesidad de hablar sobre Nan Kempner o Christian Lacroix, as¨ª que destaqu¨¦ siendo diferente¡±. Esa obsesi¨®n por la industria deriv¨® en el sue?o frustrado de convertirse en estilista editorial a lo Polly Mellen, una de las editoras con las que colabor¨® m¨¢s estrechamente el m¨ªtico fot¨®grafo Richard Avedon. Sin embargo, ¡°ese trabajo no exist¨ªa en Oriente Pr¨®ximo, y no era realista para m¨ª mudarme a tiempo completo a los Estados Unidos para convertirme en estilista¡±. Lo m¨¢s cerca que estuvo fue intentar que la contratasen como becaria en una tienda de Riad, pero no la cogieron por estar ¡°demasiado cualificada¡±. D¡¯NA fue el siguiente paso (y trampol¨ªn definitivo) que la catapultar¨ªa a la direcci¨®n de Vogue Arabia.
Adem¨¢s de ser la primera princesa en dirigir una cabecera de moda, fue?tambi¨¦n la primera retailer de Oriente Pr¨®ximo?en conseguir que su tienda apareciese en Farfetch.com. De hecho, ella misma antepone su trabajo a su condici¨®n: ¡°No soy de familia real por nacimiento y no es mi lugar representar a la familia. Era plebeya antes de convertirme en alteza, y quiero ser conocida por lo que hago, no por un t¨ªtulo¡±, dejaba claro en una entrevista para The Telegraph. Entr¨® a formar parte de la familia real en 1998, cuando se cas¨® vestida de Ala?a con el sult¨¢n bin Fahad bin Nasser, con el que tiene tres hijos. Estuvieron un tiempo viviendo en Nueva York, hasta que se mud¨® a Riad.
Su estilo
El de Deena Al-Juhani anda m¨¢s cerca del estilo de Rania de Jordania que al de la ex jequesa Seikah Mozah, pero quiz¨¢ sea la ¡®royal¡¯ de Oriente ?m¨¢s atrevida. No es raro verla con piercings (en clave de lujo, con diamantes), que combina con un arriesgado pixie, muy en la l¨ªnea del m¨ªtico corte de pelo que el estilista Garren le hizo a Linda Evangelista (de la que ?muy fan junto a nombres como el de Christy Turlington. Lo demuestra su cuenta de Instagram).
En cuanto a la ropa, no tiene problemas en mostrar, siempre con pudor,?ciertas partes de su cuerpo como los pies, brazos (y ligeramente, el escote) ni de marcar un poco de cintura. Aunque las abayas le hacen sentir ¡°como Grace Kelly¡±, nunca las lleva en Occidente, ni tampoco el hiyab: ¡°Vestimos para otras mujeres y cuando hay hombres presentes en los eventos, por supuesto que vestimos algo m¨¢s conservador. Se trata de un nivel de confort y contexto. Hay algunas cosas que llevas y que no llevas, del mismo modo que jam¨¢s vestir¨ªas?medias al palacio de Buckingham¡± declaraba para el diario brit¨¢nico.
Como el de cualquier it-girl presente en las semanas de la moda, su estilo se ha ido depurando con el tiempo. Pero en buena medida se debe tambi¨¦n a la forma de vestir de su propia madre: ¡°se parece a Anouk Aim¨¦e y es la quintaesencia de la mujer de Yves Saint Laurent de los a?os 70. Sol¨ªamos ir a los desfiles de alta costura, de Valentino a Chanel¡±.
Su objetivo con Vogue Arabia
En un panorama en el que cabeceras como Elle Oriental, Marie Claire y Harper¡¯s Bazaar Arabia est¨¢n bien establecidas, la intenci¨®n de Deena Al-Juhani no es ni mucho menos el de tomar una postura pol¨ªtica?(a pesar de la politizaci¨®n de Vogue USA, las pol¨ªticas de inmigraci¨®n de Trump o la situaci¨®n que tiene la mujer en su propio pa¨ªs). Y desde luego, va mucho m¨¢s all¨¢ de ser ¡°una carta de amor a Arabia¡±. Su intenci¨®n pasa por arrojar un poco de luz al importante papel que ha tenido la clientela musulmana en la moda: ¡°Los ¨¢rabes han sido responsables de que sobreviviera el negocio de la alta costura desde finales de los a?os 60 hasta hoy. Me gustar¨ªa entender por qu¨¦ se nos infravalora y se nos ve como personas que solo gastan su dinero. No olvides que entendemos de lujo casi m¨¢s que cualquiera sobre la Tierra. Hemos estado aqu¨ª mucho antes de que los rusos o los chinos entrasen en escena¡±, comentaba en otra entrevista para el New York Times.
El lanzamiento de Vogue Arabia llega como respuesta a un fen¨®meno que crece como la espuma: en 2013 los musulmanes gastaron 266 millones de d¨®lares en ropa y calzado (m¨¢s que Jap¨®n e Italia juntos), y se prev¨¦ que hacia?2019 alcance los 484 billones de d¨®lares.?Cada vez m¨¢s marcas del lujo se suben a este cohete con colecciones de ropa modesta (como las abayas de Dolce & Gabbanna, las colecciones c¨¢psula de Uniqlo), presentando desfiles en sus ciudades emblem¨¢ticas (como Chanel), o haciendo subir a la pasarela modelos con pa?uelo?como Halima Aden.?Tambi¨¦n tienen su propio Net-a-porter, llamado The Modist.