Depop: el boom de la ¡®app¡¯ donde la generaci¨®n Z se hace millonaria

Si Sophia Amoruso hubiese nacido en los 2000 probablemente se hubiese forrado en Depop (y no en eBay). El 90% de los consumidores de esta app tiene menos de 26 a?os. Algunos, seg¨²n desvela el?Business Insider, han llegado a ganar 300.000 euros al a?o con ella. ?Existen usuarios que han sido capaces de comprarse casas y coches antes de haber pisado la universidad?, apunta la vicepresidenta de la app, Rachel Swidenbank en la publicaci¨®n. Hablamos ...

Si Sophia Amoruso hubiese nacido en los 2000 probablemente se hubiese forrado en Depop (y no en eBay). El 90% de los consumidores de esta app tiene menos de 26 a?os. Algunos, seg¨²n desvela el?Business Insider, han llegado a ganar 300.000 euros al a?o con ella. ?Existen usuarios que han sido capaces de comprarse casas y coches antes de haber pisado la universidad?, apunta la vicepresidenta de la app, Rachel Swidenbank en la publicaci¨®n. Hablamos de Depop,?la aplicaci¨®n italiana de compra y venta de prendas de ropa y accesorios que se cre¨® en 2011 en Mil¨¢n y que la generaci¨®n Z (la que ahora mismo de media tiene 17 a?os) ha popularizado de forma global con resultados muy lucrativos.

Depop es un mercadillo 2.0 que, b¨¢sicamente, ofrece a los usuarios la oportunidad de comprar y vender ropa: desde prendas vintage a colecciones limitadas de zapatillas o entradas de conciertos. A nivel visual funciona de manera muy similar a Instagram pero a su vez, ofrece la posibilidad de compra (con enunciados en los que priman los emojis, que para algo los consumidores son menores de 30) y venta a lo eBay. Con 13 millones de usuarios en m¨¢s de 147 pa¨ªses, entre ellos Espa?a, la compa?¨ªa ya cuenta con 150 trabajadores a jornada completa y ha recaudado unos 38 millones de euros en fondos de financiaci¨®n.

Depop funciona a la perfecci¨®n en una era en la que los consumidores se han dejado de obsesionar con estrenar ropa (nueva).?El inter¨¦s por la segunda mano crece de forma espectacular.?Seg¨²n un informe reciente de la plataforma?ThredUp ¨Cm¨¢ximo competidor global de Depop, otra app muy lucrativa en este ¨¢mbito¨C,?el mercado de ropa usada crecer¨¢ m¨¢s que la moda r¨¢pida.?Los n¨²meros (convertidos en cantos de sirena) auguran que el negocio de reventa textil (actualmente valorado en unos 21.312 millones de euros) alcanzar¨¢ un valor de 56.830 millones en 2028 (una cifra 1,5 veces mayor que el valor previsto del sector fast fashion, de 39.070 millones). Es un cambio de paradigma transversal, que va del low cost al vintage, de Zara a Prada. ?En 2022 el sector de segunda mano superar¨¢ tambi¨¦n al mercado del lujo?, vaticinaba a S Moda, Ashley Graham, de la compa?¨ªa de an¨¢lisis de datos Edited.

En este nuevo escenario, tal y como desvelaba esta publicaci¨®n, Depop no est¨¢ sola en las plataformas?online. De mercadillos de reventa digital como?Chicfy?o?Wallapop?a tutoriales de costura y remiendo (como los cursos de?Threadworks); pasando por plataformas interactivas para compartir e intercambiar ropa (como?The Nu.Wardrobe) a tiendas que eligen prendas en funci¨®n del n¨²mero de seguidores (como?The Resolution Store, que vende el armario de?influencers). El mercado de compra y venta es el futuro entre una generaci¨®n con mayor conciencia medioambiental respecto a los residuos y consumo ecosostenible.

En Business Insider, la vicepresidenta de Marketplace de esta app lo resume: ?esta compa?¨ªa es para la pr¨®xima generaci¨®n? . Desde ThredUp, tambi¨¦n insisten en esta voluntad de consumo sostenible: ?estos j¨®venes quieren cambiar su armario, pero lo quieren hacer sin da?ar el planeta?.

?Espa?a es uno de los mercados que m¨¢s importancia (83%) da a la sostenibilidad?, apuntaba recientemente a S Moda Fanny Moisant, cofundadora de la web estrella en la compra y venta de moda de lujo de segunda mano, con usuarios con una media de edad m¨¢s elevada,?Vestiaire Collective. Sin embargo, seg¨²n el mismo estudio de la empresa, solo el 29% ha o¨ªdo hablar de econom¨ªa circular (modelo que incluye reventa, reciclaje y upcycling).