Diez razones por las que merece la pena disfrazarse en Halloween
Ponerse un disfraz no es solo una cosa de ni?os. Seg¨²n los expertos, los adultos podemos experimentar grandes beneficios si decidimos salir de la rutina e interpretar un personaje por unas horas.
Cuando somos peque?os, si hay algo que nos encanta a todos es disfrazarnos. Ni siquiera es necesario que sea Halloween o Carnaval, cualquier tarde aburrida en casa se puede convertir en una celebraci¨®n si la transformamos en una fiesta de disfraces. Sin embargo, al entrar en la adolescencia, las inseguridades o verg¨¹enzas t¨ªpicas de la edad nos hacen un poco m¨¢s reticentes, por aquello del miedo a ¡°hacer el rid¨ªculo¡±. Por suerte, al seguir cumpliendo a?os y madurar, descubrimos que disfrazarse no es solo cosa de ni?os, y es que t...
Cuando somos peque?os, si hay algo que nos encanta a todos es disfrazarnos. Ni siquiera es necesario que sea Halloween o Carnaval, cualquier tarde aburrida en casa se puede convertir en una celebraci¨®n si la transformamos en una fiesta de disfraces. Sin embargo, al entrar en la adolescencia, las inseguridades o verg¨¹enzas t¨ªpicas de la edad nos hacen un poco m¨¢s reticentes, por aquello del miedo a ¡°hacer el rid¨ªculo¡±. Por suerte, al seguir cumpliendo a?os y madurar, descubrimos que disfrazarse no es solo cosa de ni?os, y es que tambi¨¦n puede aportarnos mucho a los mayores.
Si todav¨ªa piensas que lo de disfrazarte no es para ti, quiz¨¢s te convenga saber todos los beneficios que puede tener ser otro por un d¨ªa para nuestro bienestar ps¨ªquico y emocional:
1. Aumenta nuestra creatividad: A la hora de disfrazarse lo primero es pensar de qu¨¦ nos queremos disfrazar, qu¨¦ vamos a elegir para ello y despu¨¦s c¨®mo vamos a armar el disfraz, lo cual supone todo un ejercicio de creatividad, que resulta, por lo menos, refrescante en medio de nuestras tareas llenas de rutinas y responsabilidades. Por ello, aunque disfrazarse no es solo cosa de ni?os, ¡°lo cierto es que ayuda despertar a tu ni?o o ni?a interior y que elija ella quien quiere ser¡±, recuerda la coach Raquel Gargallo.
2. Cambiar los roles: Disfrazarnos en Halloween nos ayuda a darnos un respiro no solo de nuestra rutina, sino tambi¨¦n de nosotros mismos. Porque al fin y al cabo es objetivo de disfrazarse, es ser otro, al menos por una noche. Adem¨¢s, seg¨²n el psic¨®logo Xavier Sav¨ªn ¡°el dejar de ser nosotros mismos al 100%, para interpretar un papel, puede ayudarnos a exteriorizar sentimientos, pensamientos y posiciones que en el d¨ªa a d¨ªa controlamos y retraemos. Disfrazarse nos ayuda a conectar con nuestras emociones m¨¢s profundas, esas que muchas veces no dejamos que salgan a la luz y que en la piel de otro se liberan mejor¡±.
3. Una herramienta de seducci¨®n: Lo que nos diferencia de los ni?os en la elecci¨®n del disfraz, es que por norma general nosotros tenemos un toque m¨¢s p¨ªcaro a la hora de elegirlo. Y es que las m¨¢scaras siempre han sido un elemento especialmente ¨²til en los mecanismos de la seducci¨®n. ¡°Un disfraz puede ser un arma incre¨ªblemente potente para ligar, atrapar la mirada de alguien e incluso seducirle¡±, relata la coach. De hecho, aunque sea muy habitual aprovechar Carnaval o Halloween para ponerse especialmente sexy, lo cierto es que ni si quiera hace falta caer en estereotipos. ¡°Muchas veces la seducci¨®n no viene tanto del disfraz en s¨ª, como del personaje, ya que al mimetizarte con ¨¦l te llevas parte de su esencia, incluyendo su glamour o su misterio¡±.
4. Tiempo para ti: Disfrazarnos supone dedicarnos, para variar, tiempo exclusivamente para nosotros mismos y para fijarnos en nuestra propia imagen. ¡°A diario vivimos volcados en mil tareas y en las personas que tenemos a nuestro alrededor y, sin querer, podemos descuidarnos a nosotros mismos¡±, apunta Xavier Sav¨ªn, que a?ade que ¡°disfrazarse es la excusa perfecta para centrarte en ti, al menos por unas horas¡±.
5. Una forma diferente de socializar: Los disfraces suelen ir vinculados a alguna fiesta o a alg¨²n plan en grupo, en el que incluso podemos conocer gente nueva. Por ello, seg¨²n Gargallo ¡°el escoger una ropa diferente a la tuya, una caracterizaci¨®n que ni siquiera te permite reconocerte o simplemente utilizar una peque?a m¨¢scara para hacerte el misterioso, son cambios que te dan fuerza y confianza para ser tu mismo y entablar conversaciones con otras personas de una manera m¨¢s natural, divertida o f¨¢cil¡±.
6. Aprender cosas nuevas: A la hora de disfrazarnos, quiz¨¢s hayamos escogido un personaje hist¨®rico o un personaje de ficci¨®n, cuyos or¨ªgenes nos despierten curiosidad. De esta forma, Sav¨ªn recuerda que disfrazarse tambi¨¦n implica aprendizaje, ¡°ya que al elegir un personaje en concreto ser¨¢ necesario documentarse y aprender sobre la ¨¦poca en la que vivi¨®¡±, y ya se sabe, el saber no ocupa lugar.
7. Risas y buen humor: El objetivo principal de ponerse un disfraz es re¨ªrse de todo y divertirse, lo que obviamente suele mejorar nuestro humor y nuestro estado de ¨¢nimo. En este sentido, tal y como detalla Raquel Gargallo, ¡°no hay que olvidar que el sentido del humor genera endorfinas, reduce el dolor y provoca que puedas ver soluciones, o relativices problemas¡±, de forma que ¡°crea la posibilidad de que seas capaz de enfrentarte con m¨¢s fuerza a las adversidades¡±.
8. Trabajar nuestra propia personalidad: La idea de ser otro por una noche, puede ayudarnos a tambi¨¦n a ser una mejor versi¨®n de nosotros mismos, por extra?o que nos parezca. ¡°La idea es que, al disfrazarnos no escogemos s¨®lo un vestuario, sino que adoptamos la postura y la actitud que consideramos propias del personaje y nos metemos en su piel, nos ponemos una m¨¢scara que nos ayuda trabajar y mejorar sobre aspectos de nuestra personalidad que nos gustar¨ªa fortalecer. En este caso el cerebro interpreta que, si mostramos una postura segura debe ser porque nos sentimos seguros y puede terminar influyendo sobre nuestras emociones y actitud. Es una especie de entrenamiento sobre c¨®mo queremos mostrarnos y ser percibidos por nuestro entorno¡±, explica Sav¨ªn a este respecto.
9. Mejora nuestra autoestima: Cuando nos disfrazamos solemos tener dos opciones, o que optemos por vernos atractivos y seductores, o especialmente c¨®micos y terror¨ªficos. Las dos opciones pueden ser positivas, la primera porque nos vemos favorecidos y la segunda porque nos ayuda a re¨ªrnos de nosotros mismos desde un punto de vista positivo. ¡°Por muy terror¨ªfico que vayas siempre te gusta mirarte y gustarte, llamar la atenci¨®n por tu espectacularidad, o tu originalidad, de ah¨ª que con un disfraz te permitas destacar cualidades de ti que en un d¨ªa normal no te atrever¨ªas a hacer¡±, considera Gargallo.
10. Aumenta la complicidad con los amigos o la pareja: En ocasiones el disfraz no es una iniciativa individual, sino de grupo. As¨ª, pensamos en ideas que nos ayuden a ir a juego bien sea en pareja o entre amigos, lo que supone hacer un trabajo divertido juntos y aportar ideas para mejorar nuestras din¨¢micas. ¡°La risa que se crea en situaciones divertidas como es el caso de disfrazarse, o por el mero hecho de romper las din¨¢micas y planes habituales, fomenta el optimismo y la complicidad entre las dos personas de la pareja o entre un grupo de amigos¡±, concluye Gargallo.