Ebriorexia: Dejar de comer para poder beber
Una comida baja en calor¨ªas, f¨¢rmacos laxantes y bebidas de alta graduaci¨®n. Es el men¨² de una enfermedad que podr¨ªa resumirse como la obsesi¨®n de adelgazar bebiendo alcohol.
A pesar de que la ebriorexia todav¨ªa no est¨¢ catalogada como tal en los manuales de diagn¨®stico, las estad¨ªsticas alertan de que este trastorno que combina la anorexia, la bulimia y el alcoholismo es cada vez m¨¢s habitual y sigue una pauta enfermiza: dejar de comer para compensar las calor¨ªas obtenidas tras el consumo de alcohol. Sandra Anguita, psic¨®loga de la cl¨ªnica especializada en adicciones Can Rosell¨®n, afirma que ¡°esta perjudicial pr¨¢ctica, adem¨¢s de generar desnutrici¨®n, puede producir intoxicaci¨®n por etanol, co...
A pesar de que la ebriorexia todav¨ªa no est¨¢ catalogada como tal en los manuales de diagn¨®stico, las estad¨ªsticas alertan de que este trastorno que combina la anorexia, la bulimia y el alcoholismo es cada vez m¨¢s habitual y sigue una pauta enfermiza: dejar de comer para compensar las calor¨ªas obtenidas tras el consumo de alcohol. Sandra Anguita, psic¨®loga de la cl¨ªnica especializada en adicciones Can Rosell¨®n, afirma que ¡°esta perjudicial pr¨¢ctica, adem¨¢s de generar desnutrici¨®n, puede producir intoxicaci¨®n por etanol, coma et¨ªlico y en el peor de los casos la muerte¡±. Y el verano, con la presi¨®n de ense?ar m¨¢s piel y el aumento de las horas de ocio, es una estaci¨®n peligrosa durante la que se multiplican los casos.?
Anguita se?ala que ¡°aunque socialmente se cree que su prevalencia es superior en mujeres cada vez hay m¨¢s varones. En los ¨²ltimos a?os nos encontramos con un aumento de la incidencia de trastornos alimentarios entre los chicos j¨®venes. En muchos de los que un principio ingresan con diagnostico de adicci¨®n a sustancias psicoactivas se descubre posteriormente un trastorno de ebriorexia¡±.
Por lo dem¨¢s, el perfil de los afectados es muy similar al de otras patolog¨ªas alimenticias. Se trata de personas j¨®venes, entre la adolescencia y la treintena, con estudios universitarios, obsesionados con adelgazar y f¨ªsicamente activos. Y con problemas de autocontrol por exceso o por defecto. Si interviene la bulimia, la ingesta de alcohol funciona como un acto compulsivo m¨¢s y vendr¨¢ seguido de conductas purgatorias ¨Cpuedo beber aunque engorde, luego vomitar¨¦¨C. Si es la anorexia la que opera, trastorno mental y adicci¨®n se combinan de forma perversa para esconder la causa de la delgadez extrema, socialmente mal vista, con el consumo de alcohol, socialmente aceptado: ¨CNo estoy a dieta ?qui¨¦n beber¨ªa copas estando a dieta?¨C.
Los s¨ªntomas de esta sofisticada triangulaci¨®n de enfermedades condensan lo peor de cada patolog¨ªa. Por un lado, la ingesta de alcohol es desmedida y en los casos m¨¢s extremos se dejan de ingerir alimentos s¨®lidos. Debido a la ausencia de calor¨ªas, los ebrior¨¦xicos sienten la falta de energ¨ªa y suelen darse atracones de comida. Y tras los atracones siempre llega la inducci¨®n del v¨®mito y sus efectos: rostros hinchados durante horas, ojos enrojecidos, p¨¦rdida de cabello y problemas dentales y en la piel. Pero el deterioro f¨ªsico y la debilidad corporal no son las ¨²nicas consecuencias y a medida que? la enfermedad avanza son habituales las conductas de aislamiento social y la agresividad.
Aunque no hay datos fiables, se cree que en Espa?a cerca de 400.000 personas utilizan el alcohol u otro tipo de sustancias adictivas para tratar de perder peso. Y adem¨¢s de las consecuencias f¨ªsicas y ps¨ªquicas que genera en quienes la padecen preocupan sus efectos sociales. Porque los expertos se refieren a la ebriorexia como una enfermedad cuya causa es la civilizaci¨®n moderna y aunque conjuga m¨²ltiples causas que van desde lo experiencial a lo biol¨®gico ¡°no hay que olvidar que, innegablemente los valores e im¨¢genes que transmiten los medios de comunicaci¨®n influyen en los comportamientos de las personas¡± admite la psic¨®loga.
Y en esta 'civilizaci¨®n moderna' el culto al cuerpo ha superado las l¨®gicas del bienestar para convertir la mera morfolog¨ªa en valor de ¨¦xito o fracaso. As¨ª la delgadez se celebra si no es extrema y se castiga si indica trastorno. Desde que comenz¨® a conocerse, la ebriorexia se ha asociado a comportamientos de celebrities que, como Victoria Beckham, exhiben una delgadez excesiva a pesar de tomar bebidas alcoh¨®licas en p¨²blico. No se ha confirmado s¨ª como se dijo en su momento la Posh intentaba combatir su delgadez bebiendo o las copas formaban parte de su programa de dieta alkalina ¨Cque no las proh¨ªbe¨C, pero su comportamiento tambi¨¦n se relacion¨® con la drunkorexia, como se conoce en pa¨ªses anglosajones. Del mismo modo, Lindsay Lohan, admiti¨® que sufr¨ªa anorexia y adicci¨®n al alcohol durante la etapa en la que la actriz estaba en los huesos. Porque se empieza por los laxantes pero la obsesi¨®n por adelgazar suele derivar en dependencia a sustancias que prometen conseguir en tiempo r¨¦cord lo que una vida de h¨¢bitos saludables garantizar¨ªa de por vida.
Desconocida en nuestro pa¨ªs pero muy visibilizada en otros, la ebriorexia, ha sido protagonista de espacios de televisi¨®n como True Life, de la MTV. Basta ver la llamada al programa, ¡°dos j¨®venes est¨¢n reemplazando alimentos por alcohol en un desesperado intento de sofocar sus inseguridades y mantenerse delgados¡±, para dimensionar la esquizofr¨¦nica paradoja del problema.