El auge de los ¡®gastronautas¡¯
J¨®venes, aventureros y tecnol¨®gicamente competentes. As¨ª son los gourmets 2.0 que est¨¢n transformando el panorama gastron¨®mico.
Hasta hace poco era f¨¢cil aguantar el tipo en una conversaci¨®n gastron¨®mica con gente m¨¢s o menos de tu edad. Bastaba con fardar sobre lo ricas que te salen las croquetas de boletos o de conocer la taberna donde sirven la mejor tortilla de Madrid. De cuando en cuando aparec¨ªa alguien que hab¨ªa estado en El Bulli pero t¨² pod¨ªas contraatacar ofreciendo la pista de ese colmado italiano con una burrata que se deshace con mirarla. Pan comido. Pero ¨²ltimamente, este tipo de charlas se han vuelto m¨¢s competitivas, con referencias a¨²n m¨¢s cr¨ªpticas.? ?Qu¨¦ no te has enterado...
Hasta hace poco era f¨¢cil aguantar el tipo en una conversaci¨®n gastron¨®mica con gente m¨¢s o menos de tu edad. Bastaba con fardar sobre lo ricas que te salen las croquetas de boletos o de conocer la taberna donde sirven la mejor tortilla de Madrid. De cuando en cuando aparec¨ªa alguien que hab¨ªa estado en El Bulli pero t¨² pod¨ªas contraatacar ofreciendo la pista de ese colmado italiano con una burrata que se deshace con mirarla. Pan comido. Pero ¨²ltimamente, este tipo de charlas se han vuelto m¨¢s competitivas, con referencias a¨²n m¨¢s cr¨ªpticas.? ?Qu¨¦ no te has enterado de esa cena que se celebra cada dos meses en el s¨®tano de un museo? ?Fuiste a Londres y no comiste en el coreano dentro de una peluquer¨ªa? ?No sabes de esa levadura para hacer tu propia masa de pizza?
Son indicios del auge de un nuevo tipo de gastr¨®nomo. Los gourmets 2.0 o gastronautas, como fueron bautizados por la prensa brit¨¢nica.? J¨®venes, obsesionados con las viandas y tecnol¨®gicamente competentes. Una nueva raza de enterados gastron¨®micos que no cuenta estrellas Michel¨ªn, no consulta las gu¨ªas del ocio ni venera a las divas de los fogones. Ellos encuentran cocinas ambulantes a trav¨¦s de twitter, se enteran de restaurantes clandestinos gracias a grupos de Facebook o saben qu¨¦ pedir en un chino de carta ininteligible gracias a su blogroll.? Algunos cocinan bien y a menudo, otros ni lo intentan porque prefieren? -y pueden permitirse- comer fuera de casa. Su credo se basa en la autenticidad (al menos en apariencia) y la gastronom¨ªa como aventura. En Londres, Los Angeles, Par¨ªs o Nueva York la tendencia foodie arrasa entre los hispters gracias al constante goteo de restaurantes underground o temporales, pero las redes sociales globalizan el fen¨®meno.
Una de las experiencias gastron¨®micas de Creentia
"Siempre recurro a Twitter para elegir restaurante¡± comenta Juan Mayne, profesional de marketing. ¡°Antes de marcharme de vacaciones al valle del Jerte recopil¨¦ unas cuantas recomendaciones enviadas por mis contactos. Descubr¨ª sitios verdaderamente impresionantes que no aparecen en ninguna gu¨ªa. Uno de ellos era en un caser¨ªo perdido en el campo cerca de Plasencia.¡± Mayne es socio del restaurante madrile?o Punto MX y fue uno de los impulsores de La Cantina del Mar, un pop up de comida mexicana de fusi¨®n que naci¨® hace dos a?os en la capital y se dio a conocer a trav¨¦s de Facebook ¡°En las redes sociales encuentras a personas con intereses parecidos a los tuyos, que buscan productos de calidad y honestidad. Te f¨ªas de su criterio porque estableces una relaci¨®n m¨¢s personal que con un cr¨ªtico de un medio generalista¡±
Guy Fridja, abogado londinense de 34 a?os admite que no come fuera sin consultar las aplicaciones en su tel¨¦fono. ¡°Es un m¨¦todo con el que gano inmediatez porque normalmente no me da tiempo a buscar cr¨ªticas o leer blogs¡±, asegura.? Sus favoritas son Beanhunter para el mejor caf¨¦ en cualquier rinc¨®n del mundo o Young and Foodish, iniciativa del cr¨ªtico gastron¨®mico Daniel Young, dedicado a identificar la mejor comida reconfortante, como puede ser un buen plato de pasta.? ¡°Sigo a puestos de costillas, a cocineros o a restauradores como Russell Norman de Polpo o Will Beckett de Hawksmoor, que a su vez recomiendan sus sitios favoritos¡°. Su b¨²squeda se acota a establecimientos? econ¨®micos. ¡°La formalidad me incomoda. Prefiero un local con una decoraci¨®n discreta que dedique su presupuesto en poner ¨¦nfasis en buenas materias primas. Por otra parte,? los precios asequibles me permiten salir m¨¢s a menudo. Me gusta ir descubrir sitios nuevos y en Londres se inauguran restaurantes cada semana.? Acabamos de pasar una ¨¦poca de furor por la comida r¨¢pida estadounidense, pero me atrevo a predecir que en breve pegar¨¢n fuerte las sopas ramen¡±
Kirsten Dunst ?en busca de restaurante?
Getty
Las aventuras gastron¨¢uticas se han asentado c¨®modamente dentro de la oferta de ocio nocturno. Nada que ver con la comida accesorio, esa hamburguesa trasnochada como amortiguador para impedir el coma et¨ªlico. En los paladares o restaurantes-instalaci¨®n se vive un ambiente de copeo y adem¨¢s de comer, se bebe, se liga y se entablan conversaciones con desconocidos. En Los Angeles, por ejemplo, hay m¨¢s tortas para entrar en el restaurante casero (en breve abrir¨¢ como uno convencional)? Wolvesmouth digirido por Craig Thorton, que en cualquiera de los establecimientos m¨¢s t¨ªpicamente exclusivos de Hollywood.
Aunque la fiebre por comer? en el vegetariano de un templo hind¨², en un sal¨®n de t¨¦ escondido en un pub o en el apartamento? de un cocinero amateur pueda entenderse como una una forma m¨¢s de esnobismo, otras voces en cambio ligan la tendencia con la deselitizaci¨®n de la gastronom¨ªa: ¡°Las redes sociales han universalizado los paladares y democratizado el mundo gourmet. La gastronom¨ªa ha dejado de ser un c¨ªrculo cerrado y unidireccional¡± observa Marius de Robles, director del proyecto de experiencias gastron¨®micas Creentia, que se autodefine como ¡°un restaurante pop up de los sentidos¡± y que monta restaurantes ef¨ªmeros en Barcelona, Madrid y pr¨®ximamente Singapur. ¡°Vivimos en un momento que aunque lamentablemente se contrapone con la coyuntura econ¨®mica actual, es un amplio abanico para los inquietos que buscan cercan¨ªa con la gastronom¨ªa¡± contin¨²a ¡°Disponemos de vinos con una calidad-precio excepcional y que emergen de muchas D.O. desconocidas hace unos a?os, el boom del gintonic ha potencializado el mimo hacia el mundo del c¨®ctel, existen una cantidad de vinotecas, instituciones o espacios gastron¨®micos que hacen constantemente catas o degustaciones. Muchos mercados se est¨¢n abriendo y est¨¢n dejando de ser est¨¢ticos para ser mercados gastron¨®micos como pueden ser el de San Miguel o San Ant¨®n en Madrid. Existe una gran sensibilidad hacia cuidar la alimentaci¨®n a la vez que hacia experimentar nuevos sabores. Por otra parte, empresas de compra colectiva (cupones) est¨¢n acercando con grandes descuentos la posibilidad de disponer desde un viaje de enoturismo hasta tener un aceite Premium en tu despensa. Todo ha cambiado.¡±
?Y el cambio, guste o no, llega en 140 caracteres.