El ¡®boom¡¯ de las bodas chinas
Casi 27 millones de chinos se casan cada a?o, frente a los, por ejemplo, 168.834 matrimonios celebrados en Espa?a durante 2012. China es el mercado m¨¢s goloso del mundo dentro del sector de moda nupcial.
Pocas cosas son tan baratas en China como casarse. Bastan nueve yuanes (1,1 euros) para conseguir el certificado en una oficina del Registro Civil. No hay ceremonia, solo un funcionario que recibe la documentaci¨®n y pone el sello en el cuadernillo. Es un tr¨¢mite r¨¢pido y econ¨®mico. Sin embargo, los chinos de las ciudades se cuentan ya entre quienes m¨¢s gastan para celebrar su uni¨®n sentimental.
Yang Li y Xi Linming son un buen ejemplo. Tras un noviazgo de seis a?os, ¨¦l decidi¨® dar el paso. ?Esper¨¦ a tener una posici¨®n estable para poder comprar un apartamento y un coche. Reserv¨¦ mes...
Pocas cosas son tan baratas en China como casarse. Bastan nueve yuanes (1,1 euros) para conseguir el certificado en una oficina del Registro Civil. No hay ceremonia, solo un funcionario que recibe la documentaci¨®n y pone el sello en el cuadernillo. Es un tr¨¢mite r¨¢pido y econ¨®mico. Sin embargo, los chinos de las ciudades se cuentan ya entre quienes m¨¢s gastan para celebrar su uni¨®n sentimental.
Yang Li y Xi Linming son un buen ejemplo. Tras un noviazgo de seis a?os, ¨¦l decidi¨® dar el paso. ?Esper¨¦ a tener una posici¨®n estable para poder comprar un apartamento y un coche. Reserv¨¦ mesa en un restaurante franc¨¦s de Shangh¨¢i para que la noche de San Valent¨ªn preparasen algo especial?, recuerda Xi, nueve a?os mayor que Yang, originario de Pek¨ªn y auditor en una multinacional estadounidense. En un reservado, con m¨²sica ambiental y un ramo de rosas, Xi se arrodill¨® y abri¨® un estuche con el cl¨¢sico diamante solitario engarzado en un anillo de platino. La creaci¨®n, obra de la joyer¨ªa de Hong Kong Chow Tai Fook ¨Cmuy popular en China¨C, hab¨ªa costado m¨¢s de 1.500 euros, pero iba a ser la factura menos abultada. En total, el joven calcula que han gastado unos 31.000 euros en el enlace. Sin duda, una suma astron¨®mica para una pareja de clase media que ingresa 22.500 euros anuales. Pero en un pa¨ªs en el que el estatus se demuestra a trav¨¦s de una gran ceremonia, no queda alternativa. ?Quer¨ªamos hacer algo sencillo, pero la presi¨®n social es muy fuerte?. Teniendo en cuenta que el a?o pasado en el gigante asi¨¢tico se celebraron 13,23 millones de uniones ¨Cun 1,6% m¨¢s que en 2011¨C y que tanto la clase media como la adinerada crecen r¨¢pidamente al calor del desarrollo econ¨®mico, el negocio resulta muy apetitoso. Seg¨²n diferentes fuentes, este a?o podr¨ªa rozar los 61.500 millones de euros.
No existen cifras oficiales sobre el mercado de la moda nupcial, pero basta con un vistazo a la China Wedding Expo, que se celebra dos veces al a?o en uno de los recintos feriales m¨¢s grandes de Shangh¨¢i, para certificar que su volumen es m¨¢s que importante. No en vano, en la mayor feria del sector se dan cita casi un millar de expositores: desde pasteler¨ªas hasta empresas de alquiler de yates.
?El contraste generacional y geogr¨¢fico es enorme. Lo que triunfa en Shangh¨¢i puede no tener cabida en la provincia de Hunan?, explica Yu Xiaolong, asesor de la agencia matrimonial online Baihe. ?En general, las bodas chinas se pueden clasificar en dos tipos: la tradicional y la que sigue los pasos de las ceremonias occidentales?. Las primeras se celebran, sobre todo, en zonas rurales y entre gente de mayor edad, y las segundas tienen m¨¢s tir¨®n en las ciudades y entre los j¨®venes. ?Mientras un enlace tradicional puede costar poco m¨¢s de 1.200 euros, en las grandes urbes se ven todo tipo de excentricidades?, a?ade.?
En las im¨¢genes de Leon Wong, la localizaci¨®n es tan importante como la emoci¨®n de la pareja y los invitados.
Leon Wong
Dos de las extravagancias que se han impuesto tienen que ver con el estilo de las fotos nupciales. Lo explica Robin Chen, director en Shangh¨¢i de I Do, una de las cadenas de fotograf¨ªa de boda m¨¢s prestigiosas del pa¨ªs: ?Antes se buscaba una est¨¦tica europea muy barroca. Luego se popularizaron los estilos de Corea del Sur y de Jap¨®n, m¨¢s divertidos. Y ahora la gente quiere diferenciarse con instant¨¢neas bajo el agua, retratos en los que ¨¦l viste la ropa de ella y viceversa, y desnudos o semidesnudos?. Im¨¢genes con las que los novios quieren captar ?la belleza del cuerpo en la juventud? y que van desde posados con flores o velos en zonas estrat¨¦gicas hasta fotos m¨¢s expl¨ªcitas que han provocado gran revuelo.
Muchas parejas, adem¨¢s, quieren viajar. ?Hacer la sesi¨®n de fotos en cualquier lugar de China que no sea el de origen cuesta unos 2.500 euros por semana, pero los destinos internacionales pueden alcanzar los 12.000 euros?, apunta Chen. Claro que quienes quieran sentirse como en la campi?a francesa siempre pueden asistir a los decorados de bodegas locales como Changyu, que tiene un ch?teau en los alrededores de Pek¨ªn.
Cuando mis padres se casaron, en los 50, al marido le bastaba con tener una cama para que le concedieran la mano de la chica?, recuerda Liu Liping, una abuela que ahora busca emparejar a su nieta. ?La apertura del pa¨ªs al mundo, en los 80, hizo que la familia de la novia comenzase a pedir m¨¢s: el hombre deb¨ªa tener una bicicleta y dar como dote un reloj, una radio y una m¨¢quina de coser. Ahora pocos se conforman si el novio no tiene una casa y un coche?.
Seg¨²n un informe realizado en 2012 por Baihe, junto con la Asociaci¨®n de Trabajadores Sociales de China, el 57% de las mujeres cree que encontrar el marido adecuado es m¨¢s importante que tener una carrera profesional propia. Pero a la mayor¨ªa de los j¨®venes urbanitas les falta tiempo para relacionarse. Por eso, muchas mujeres como la abuela Liu se dan cita los fines de semana en el Parque del Pueblo de Shangh¨¢i para intercambiar los curr¨ªculos de sus nietos o hijos, en los que no pueden faltar la ocupaci¨®n y el salario. Una red social de celestinas a la vieja usanza. Al fin y al cabo, por mucho que cambie el pa¨ªs, la familia sigue teniendo voz y voto en la elecci¨®n de la media naranja. ?Y la boda tiene que ser por todo lo alto?, apostilla Liu.
?Empec¨¦ en el sector de fotograf¨ªa de boda en 2005. He realizado el ¨¢lbum nupcial de m¨¢s de 400 enlaces?, dice He Feng Weiweia, autor de esta foto.
Feng Weiweia
Sin duda, lo m¨¢s caro es el banquete. En cada regi¨®n la tradici¨®n es diferente, pero, por regla general, la uni¨®n es certificada frente a los familiares m¨¢s cercanos cuando los novios se dan de comer una sopa de fideos. Luego, en una caravana de coches, cuanto m¨¢s lujosos mejor, la comitiva llega al lugar del convite. En la puerta, los novios reciben a los invitados (rara vez menos de 200), que hacen entrega del hongbao (un sobre rojo con dinero en met¨¢lico). ?Es el momento en el que se lleva el primer vestido, generalmente uno de fiesta?, dice Yang. La novia se cambiar¨¢ de atuendo al menos dos veces. Utilizar¨¢ el cl¨¢sico vestido blanco virginal para la primera parte de la cena y otro rojo para cortar la tarta, beber de sus copas con los brazos entrelazados y brindar con cada uno de los invitados. ?Antes, el vestido de boda no era tan importante, incluso se pasaba de madres a hijas, pero ahora se ha convertido en otro objeto de deseo y en una pieza clave para diferenciarse?, asegura Ji Cheng, dise?adora de la marca china La Vie.
Por eso, el Gran Drag¨®n se ha convertido en un im¨¢n para las empresas del sector. En el segmento m¨¢s alto triunfan Tsai Meiyue, una dise?adora taiwanesa que vio el fil¨®n del mercado ya en 1996, y Vera Wang, estadounidense de origen chino bautizada como ?la reina del vestido de boda?. Hasta abril quienes quer¨ªan probarse sus dise?os deb¨ªan hacerlo en 90 minutos y previo pago de una tasa de 360 euros. Para implementar esta medida, Vera Wang adujo que sus modelos son copiados por piratas que luego venden los plagios online a una cent¨¦sima parte de su precio. Una b¨²squeda r¨¢pida en Taobao, el principal portal de comercio electr¨®nico minorista del gigante asi¨¢tico, produce 9.170 resultados con el nombre Vera Wang con precios inferiores a los 120 euros. Por supuesto, la mayor¨ªa de los productos son ilegales.
El due?o de una de estas tiendas fantasma, quien accedi¨® a hablar con S?Moda con la condici¨®n de que solo se mencione su apellido, Li, asegura que las prendas que vende son fieles a las originales en un 90% y que muchas se confeccionan en las mismas f¨¢bricas. Al fin y al cabo, se estima que casi el 90% de los vestidos nupciales se elaboran en China, uno de los pa¨ªses con la menor protecci¨®n de la propiedad intelectual.
El 57% de las chinas cree que encontrar el marido adecuado es m¨¢s importante que tener una carrera profesional
Leon Wong
No obstante, la venta por Internet tambi¨¦n ha dado alas a un creciente n¨²mero de dise?adores locales ¨Cque poco a poco se abren camino en este complejo mercado¨C. Y tambi¨¦n ha alimentado a estrellas como Guo Pei, quien aboga por volver a las ra¨ªces de los vestidos de dinast¨ªas pret¨¦ritas. Los suyos son dise?os coloridos y barrocos que juegan con el patr¨®n tradicional del?qipao?y que tienen cada vez m¨¢s aceptaci¨®n. Porque, aunque seg¨²n una encuesta realizada por una consultor¨ªa china el estilo m¨¢s popular entre las novias chinas sigue siendo el cl¨¢sico palabra de honor en tonos marfil, un 60% se muestra interesada en lucir tambi¨¦n otra prenda de estilo cl¨¢sico chino, en rojos y dorados.
?Antes, un vestido de boda era un lujo. Los precios eran muy altos y muchas novias prefer¨ªan alquilarlo. Pero esta tendencia est¨¢ cambiando. Hoy comprar un vestido para ese d¨ªa es el sue?o de cualquier chica que haya nacido despu¨¦s de 1980?, dice a S?Moda la dise?adora Lan Yu, quien en septiembre present¨® su colecci¨®n en Par¨ªs. En China la venta de estos dise?os se ha incrementado en un 80% al mes desde 2010; un crecimiento que, seg¨²n se?alan expertos en marketing online del sector, continuar¨¢ aumentando a una media del 63,5% al a?o de 2013 a 2017.
A pesar de las complicaciones inherentes al mercado chino, las grandes marcas internacionales tambi¨¦n quieren un bocado de este pastel. Como Tiffany¡¯s & Co., que ?en China centra su negocio en la venta de joyer¨ªa nupcial?, seg¨²n Elizabeth Haenle, organizadora de bodas en Pek¨ªn. O Pronovias, una de las que m¨¢s ¨¦xito est¨¢n cosechando. En 2012 la firma espa?ola comenz¨® a vender en Nanjing y disfruta de una excelente reputaci¨®n. De hecho, el a?o pasado dio la campanada cuando la campeona ol¨ªmpica de salto de trampol¨ªn, Guo Jingjing, toda una estrella en China, decidi¨® casarse vestida con uno de sus modelos, valorado en 22.000 euros. ?Sin duda, lo que m¨¢s estatus da ahora son los dise?adores extranjeros, que se adaptan bien a las necesidades chinas, pero cada vez tienen m¨¢s competencia local?, apunta la dise?adora Ji Cheng. ?Claro que el mercado es tan grande que hay espacio para todos?.
El trabajo del fot¨®grafo de bodas Leon Wong (habitual en las revistas m¨¢s prestigiosas del sector) se exhibi¨® durante la ceremonia inaugural de los Juegos Ol¨ªmpicos de 2008.
Leon Wong