El expediente x de la moda: algunos de los objetos m¨¢s feos del a?o son los m¨¢s vendidos
Chaquetas que parecen batas, pijamas que son disfraces y zapatillas ortop¨¦dicas. 2014 nos deja un pu?ado de s¨²perventas de dudoso gusto
No es fe¨ªsmo, porque no es pretendidamente feo. Tampoco es bonito, porque no est¨¢ hecho para favorecer o, al menos, para favorecer seg¨²n los c¨¢nones actuales. Pero ciertas tendencias de este a?o han venido a demostrar que la moda no tiene por qu¨¦ ser bella.
Hay muchos factores, algunos patentes, otros inescrutables, que deben converger para que una tendencia se convierta en tendencia. Uno de ellos tiene que ver con el logo y, por extensi¨®n, con su correlativo: ese estampado absolutamente reconocible y asociable a una firma concreta que logra que muchos aficionados a la moda de...
No es fe¨ªsmo, porque no es pretendidamente feo. Tampoco es bonito, porque no est¨¢ hecho para favorecer o, al menos, para favorecer seg¨²n los c¨¢nones actuales. Pero ciertas tendencias de este a?o han venido a demostrar que la moda no tiene por qu¨¦ ser bella.
Hay muchos factores, algunos patentes, otros inescrutables, que deben converger para que una tendencia se convierta en tendencia. Uno de ellos tiene que ver con el logo y, por extensi¨®n, con su correlativo: ese estampado absolutamente reconocible y asociable a una firma concreta que logra que muchos aficionados a la moda deseen poseer el producto en cuesti¨®n para marcar su condici¨®n de fashionistas. Otro de ellos tiene que ver con la cantidad de celebrities que se ¡°endorsan¡± la prenda: dime qui¨¦n, qu¨¦ y cu¨¢ntas (sobre todo cu¨¢ntas) lo llevan y te dir¨¦, en gen¨¦rico, el n¨²mero de unidades que se han vendido.
Los medios, obviamente, tambi¨¦n cuentan, y las mil y una nomenclaturas inventadas para segmentar al p¨²blico y su armario hacen que los lectores crean fielmente que dicha categor¨ªa est¨¢ ah¨ª, que es palpable, y quieran seguirla. Por eso este ha sido el a?o del normcore, una palabra que apelando a una presunta (y extra?¨ªsima) normalidad est¨¦tica ha logrado que objetos tan peregrinos y tan poco usuales en la actualidad como las chanclas de piscina o los forros polares hagan caja.
Pero tambi¨¦n ha sido el a?o de lo ¡°raro¡±. De las combinaciones consideradas de mal gusto (calcetines y sandalias), de las prendas poco estimadas (ch¨¢ndal) y la logoman¨ªa en versi¨®n maximalista de marcas como Hood By Air. 2013 termin¨® con un indicio de lo que iba a deparar 2014: las chaquetas azules decoradas con estrellas de Saint Laurent Par¨ªs, esas que parec¨ªan estar m¨¢s cerca de la bata que del abrigo, se agotaron de forma sorprendente. Eran, quiz¨¢s, la prenda m¨¢s dif¨ªcil y peor combinable de la colecci¨®n. Y volaron.
No es de extra?ar que este a?o nos haya dejado varios superventas poco predecibles. Si nos hubieran dicho hace unos meses que ¨ªbamos a desearlos (y hasta a comprarlos) nos habr¨ªamos re¨ªdo carcajadas. Pero ese es, en definitiva, el poder de la moda, convertir el rechazo inicial en deseo final y la prenda controvertida en objeto de culto. No todos los a?os iba a triunfar el estilo lady o el minimalismo sofisticado. Por suerte.
1. Fast food de lujo:
Anna Dello Russo con total look fast food de Moschino
Cordon Press
Pocas veces los primeros pasos de un nuevo director creativo obtienen tanto eco comercial. Menos si lo hace bajo el paraguas de una firma que no pasaba su mejor momento de popularidad. Pero si estos son los tiempos de Miley, Minaj y compa?¨ªa, son tambi¨¦n los tiempos de Jeremy Scott, uno de los creativos que mejor maneja las combinaciones entre lujo y cultura popular. Cuando en febrero de 2014 present¨® su colecci¨®n de oto?o, la respuesta medi¨¢tica fue inmediata, Mcdonalds se convirti¨® en el eje de su propuesta y en uno de los emblemas est¨¦ticos m¨¢s potentes del a?o. Un ejercicio warholiano de rentabilidad inmediata, pues algunas de las piezas empezaron a comercializarse a las pocas semanas de su presentaci¨®n. Antes de que terminara febrero las mochilas y las fundas de iphone con el logo de la cadena de comida r¨¢pida se hab¨ªan agotado. Despu¨¦s llegar¨ªan bolsos en distintos tama?os y fomas. Y camisetas. De los sesenta euros de la funda a los casi mil del bolso ¡°chanelizado¡±. Todos agotados, y todos con su correspondiente mcdonalizaci¨®n de colores y estampados.
Uno de los bolsos frosties de Anya hindmarch
Cordon Press
Algo similar, aunque en un grado mucho menor, sucedi¨® con los bolsos de la brit¨¢nica Anya Hindmarch, que imitan cajas de cereales. En su infirme anual a web multimarca Lyst los sit¨²a como uno de los grandes best sellers junto a las creaciones de Scott.
2. Zapatos ¡®demasiado¡¯ c¨®modos
Antes eran parada obligada para turistas (con look de turista). Ahora las tiendas de Birckentock son el templo de los adictos a la moda
Cordon Press
Desde que se crearon en la d¨¦cada de los sesenta como una alternativa funcional (y casi ortop¨¦dica) para pies lesionados, las Birkenstock han ido entrando y saliendo del panorama de las tendencias cada d¨¦cada. En los noventa, las convergencias entre el minimalismo y el grunge supusieron su vuelta aunque el verano de 2014, el verano del normcore, las ha convertido en el superventas definitivo. Han subido sus precios, han lanzado modelos en mil colores y estampados y han agotado su modelo m¨¢s ¡°normal¡±; el Arizona, con dos hebillas de color marr¨®n terroso. Poco depu¨¦s de que aterrizaran en editoriales y en los pies de las celebrities, las ventas de las Birckentock aumentaron nada menos que un 95% en Asos y otro tanto en Amazon. No es el calzado m¨¢s favorecedor, pero eso ya se ha visto que es siempre lo de menos.
3. Entre el pijama y el disfraz de tigre
S¨ª, es Miley Cyrus vestida con un onesie que imita un unicornio
Cordon Press
O lo que es lo mismo, el onesie, ese mono con cremallera que no necesariamente se lleva en el sal¨®n de casa, y que adopta est¨¦ticas tan improbables como la piel de un tigre o la vestimenta papal. Cara Delevingne, Harry Styles y otros famosos amigos del disfraz lo pusieron de moda a principios de a?o. Editd, la consultora que aporta datos sobre el estado de las tendencias masivas lo sit¨²a como una de las piezas del a?o, aunque apunta a su desaparici¨®n inmediata; en su informe sobre el comercio durante el Black Friday el onesie aparece entre los objetos m¨¢s vendidos, pero tambi¨¦n entre los m¨¢s descontados. Estaba claro que algo tan extremo no pod¨ªa durar. Volver¨¢ a quedar relegado a los percheros que nadie mira, pero fue divertido mientras dur¨®.
4. Tricotado navide?o
El grupo de metal Megadeth uniformado con jerseys navide?os.
Cordon Press
Desde hace algunos a?os, los jerseys con sobredosis de imaginario navide?o se han convertido en imprescindibles de diciembre a enero. Renos, copos de nieve, arbolitos, lazos y hasta calaveras. Todo a la vez. Un repaso a las prendas m¨¢s vendidas en Amazon revela un buen pu?ado de modelos que van desde el sempiterno Rudolf al mu?eco de nieve caricaturizado. Y si el a?o pasado los grupos de heavy metal lo incluyeron entre su merchandising, este Shinesty, una peque?a empresa que se enorgullece comercializar "los jerseys navide?os m¨¢s feos del mundo"? ha agotado existencias. La Navidad tiene estas cosas, que se lo digan a los vendedores de pelucas de la Plaza Mayor.
5. Del establo a la oficina
Bill Cunningham es fan de las botas L.L. Bean. ?l puede
Cordon Press
L.L. Bean es una empresa americana fundada hace un siglo por un pescador. Su gran ¨¦xito fueron las botas Duck (pato), bicolores, de pl¨¢stico y cuero y con una suela ergon¨®mica y antideslizante. Todo muy funcional, dado que este calzado fue concebido para las labores agr¨ªcolas. Hasta hoy. Businessweek se hac¨ªa eco recientemente del boom comercial que han sufrido dichas botas este invierno. La empresa ha cuatripilicado su volumen de ventas en los ¨²ltimos cuatro a?os. En 2014, han despachado casi medio mill¨®n, y no precisamente para granjeros u otros profesionales rurales, sino para urbanitas que han puesto de excusa el fri¨® para resucitar el en¨¦simo objeto campestre y convertirlo en tendencia.