El pol¨¦mico aterrizaje de la talla XXXS
La firma estadounidense J. Crew abre la veda y crea un tallaje equivalente a la talla 26 espa?ola. Su decisi¨®n reaviva el debate sobre la falta de realidad en las tiendas y su sistema m¨¦trico.
El debate lleva abierto a?os y sin signos de cambio: una mujer puede encajar en la talla 36 de determinada firma, cruzar la calle, entrar en otra gran cadena de moda, y comprobar c¨®mo la 36 es irrisoria y solo 'entra' en unos pantalones de la talla 40. Es el fen¨®meno del vanity sizing o inflaci¨®n de talla, una maldici¨®n hist¨®rica de las firmas de moda, empe?adas en que el mismo n¨²mero de talla sea para cuerpos cada vez m¨¢s peque?os seg¨²n pasan los a?os. Al bochorno de la falta de unificaci¨®n (una iniciativa que se aprob¨® a niv...
El debate lleva abierto a?os y sin signos de cambio: una mujer puede encajar en la talla 36 de determinada firma, cruzar la calle, entrar en otra gran cadena de moda, y comprobar c¨®mo la 36 es irrisoria y solo 'entra' en unos pantalones de la talla 40. Es el fen¨®meno del vanity sizing o inflaci¨®n de talla, una maldici¨®n hist¨®rica de las firmas de moda, empe?adas en que el mismo n¨²mero de talla sea para cuerpos cada vez m¨¢s peque?os seg¨²n pasan los a?os. Al bochorno de la falta de unificaci¨®n (una iniciativa que se aprob¨® a nivel europeo en 2007 y que todav¨ªa sigue sin cumplirse) ahora se abre un nuevo cap¨ªtulo en esa caja de pandora que implica asignar un n¨²mero a los cuerpos femeninos. La firma estadounidense J. Crew acaba de estrenar la talla XXXS, le¨¢se 000 o, seg¨²n indican en su propio conversor de tallas (la siguiente imagen), una 26 espa?ola. Una medida que ha revivido el debate de los peligros de la thinspiration y sobre si existe la necesidad de introducir una nueva talla para recordar al resto del mundo que no entra en los par¨¢metros de lo que se considera estar delgado. "?Por qu¨¦ esta compa?¨ªa se empe?a en combatir la realidad invent¨¢ndose n¨²meros y a?adiendo m¨¢s X a su gu¨ªa de tallas que una pel¨ªcula porno?" lamentaban al respecto desde Capitol Hill Style, uno de los primeros blogs en denunciar la aparici¨®n de esta nueva talla.
En la gu¨ªa online de tallas de J. Crew aseguran que su XXXS equivale a una talla 26 espa?ola.
J. Crew
Que las firmas de ropa ampl¨ªen su espectro de tallas no deber¨ªa ser motivo de pol¨¦mica. J. Crew, por ejemplo, comercializa hasta la talla 50 (XXL) y nadie hab¨ªa puesto el grito en el cielo por ello. El problema, seg¨²n defienden desde el sector m¨¢s cr¨ªtico, es reducir todav¨ªa m¨¢s tus tallas cuando de por s¨ª ya se abastece a ese sector de la poblaci¨®n con cuerpos m¨¢s menudos. Vamos, que J. Crew ya ten¨ªa secci¨®n Petite con tallas de la 28 a la 32 espa?ola (XS y XXS) y quiz¨¢ no hab¨ªa necesidad de fabricar para cuerpos todav¨ªa m¨¢s peque?os.
Sin tallas homog¨¦neas
"Pues claro que es perjudicial crear una talla equivalente a la XXXS" lamenta Marta Voltas, directora de la Asociaci¨®n contra la Anorexia y la Bul¨ªmia (Acab) y la Fundaci¨®n Imagen y Autoestima. Voltas recuerda que a nivel espa?ol tambi¨¦n reina todo este desprop¨®sito en torno a las tallas de ropa, una falta de criterio ¨²nico debido "al d¨¦ficit de compromiso de la Administraci¨®n". En 2006, el Ministerio de Sanidad propugn¨® un pacto de autorregulaci¨®n con los fabricantes y la industria de la moda para crear un sistema homog¨¦neo de tallas. En 2007 se firm¨® el acuerdo, donde el Ministerio daba a un tiempo para que se pusieran de acuerdo. Entre sus puntos de partida: que los maniqu¨ªs tuviesen un m¨ªnimo de talla 38 y que la talla 46 no se considerase 'especial'. El pacto sigue sin formalizarse. "Ten¨ªan de pr¨®rroga hasta 2011, pero la autorregulaci¨®n no ha funcionado. La incursi¨®n del e-commerce y la venta por internet podr¨ªan haber acelerado el cambio, pero ha sido una oportunidad perdida. Las empresas buscan el m¨¢ximo rendimiento y saben que lo conseguir¨¢n en mercado aspiracionales, con gente joven y delgada. Su soluci¨®n ha sido segmentar el mercado, por eso Zara no vende las mismas tallas aqu¨ª que en Alemania", explica.
Presentaci¨®n de la colecci¨®n de oto?o invierno de J. Crew en Nueva York.
Getty
El descontrol de tallas lleva al trastorno
El estudio que la Feacab realiz¨® en 2010 dej¨® patente la huella emocional y el impacto en la autoestima que implica todo esto de marear con las tallas a los compradores: un 87% de los adultos encuestados en el Bar¨®metro sobre el impacto de las tallas de ropa en la poblaci¨®n espa?ola reconoci¨® que su medida variaba seg¨²n el modelo que se probaba y el 58% se sent¨ªa molesto, deprimido, preocupado y culpable cuando a la hora de comparar en distintas tiendas, su talla variaba seg¨²n el modelo. Los resultados con adolescentes todav¨ªa son m¨¢s alarmantes. Tal y como indica Volta, en 2012 la Acab repiti¨® el mismo bar¨®metro con 2.000 estudiantes catalanes y los resultados fueron similares, solo que los j¨®venes mostraban m¨¢s conductas de riesgo por el fiasco de las tallas. "Cuando ven que no entran en la que creen que es su talla, llegan a saltarse comidas o inducirse el v¨®mito. Todo esto puede derivar en una anorexia o en un descontrol de comidas que lleve a la obesidad", alerta Volta.
La enfermiza obsesi¨®n por la talla peque?a
Para la directora de la Acab existe un problema social en el que "el buscar la talla peque?a se ha convertido en una tendencia de compra, en una aut¨¦ntica obsesi¨®n".? Un error de base entre las compradoras, que ante la falta de unidad en el tallaje, andan perdidas y deprimidas sin saber si son la 36 de esa tienda o la 40 de la de delante. La periodista del Huffington Post brit¨¢nico Foz Meadows reabri¨® el debate hace unos meses, cuando rescat¨® de Pinterest dos im¨¢genes en las que se comprobaba c¨®mo mujeres con el mismo peso pueden tener cuerpos y tallas totalmente diferentes (siguente foto). El espectro, de hecho, pod¨ªa pasar de la talla 38 a la 44. Aunque la periodista apuntaba al IMC (?ndice de Masa Corporal) como culpable de muchos males en la autoestima femenina, tambi¨¦n destacaba que deb¨ªamos dejar de pensar en que determinada talla de ropa es lo saludable y el resto, sobrepeso.
La periodista Foz Meadows rescat¨® estas dos im¨¢genes de Pinterest para demostrar el poder de influencia de las tallas. La primera imagen son diferentes cuerpos que visten la talla media. La segunda, diferentes cuerpos para diferentes tallas.
"Me encantar¨ªa vivir en un mundo en el que un vestido se mida por su talla, pero a una mujer no. Una sociedad donde reconozcamos que comprar un vestido que te sienta bien se base en eso, en c¨®mo te queda, y no tener que embutirse en uno con el n¨²mero mas peque?o en su etiqueta. Sin embargo, vivimos en una sociedad en las que las medidas de las mujeres se publican en Wikipedia y cualquiera que no en encaje en esos d¨ªgitios se siente como deficiente", lamentaban en Capitol Hill Style respecto a todo el l¨ªo que ha montado el aterrizaje de la talla XXXS y alertaban de que "la decisi¨®n de J. Crew de expandir su tallaje hacia abajo alimenta la noci¨®n de que la talla de ropa es una letra escarlata". Una letra escarlata que, adem¨¢s, en la que nadie se pone de acuerdo sobre qu¨¦ tama?o de base debe tener.
?Tallas XXXS? Hubo un tiempo en el que la publicidad desterraba el estar delgado.