El pol¨¦mico regreso de Amy Winehouse a los escenarios como holograma
Siete a?os despu¨¦s de la muerte de la artista, su padre, Mitch Winehouse, anuncia una gira de tres a?os basada en esta tecnolog¨ªa. Su controvertido historial medi¨¢tico a costa de la imagen de Amy no acompa?a.
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Si una idea rezumaba sobre Mitch Winehouse al ver el documental p¨®stumo sobre Amy?(2015), de Asif Kapadia, es que en la tr¨¢gica vida de la artista, la figura de su padre adquiriendo repentina presencia conforme su carrera iba despegando, resultaba, cuando menos, sospechosa. El mismo Mitch se daba por aludido tras ver la previa a su estreno e intent¨® sabotearla, a pesar de haberle brindado su apoyo inicial. Un comunicado y una entrevista con la periodista Emine Saner en el brit¨¢nico The Guardian le sirvieron para excusarse del retrato de padre ausente que m¨¢s tarde aconsejar¨ªa a su hija no rehabilitarse de su adicci¨®n a las drogas y al alcohol (as¨ª lo cant¨® Amy en Rehab) y que la empujar¨ªa a cumplir su agenda de conciertos a pesar de atravesar momentos de clara inestabilidad emocional.?¡°Es enga?oso y trata algunas cosas que no son verdad¡±, dec¨ªa. Pero su gusto por el foco se ha seguido haciendo evidente durante este tiempo. La publicaci¨®n de un libro dos a?os despu¨¦s del fallecimiento, Amy, my daughter (Harper Collins), y varias entrevistas que hacen las delicias del clickbait, en las que asegura que el fantasma de su hija se le aparece con frecuencia, como la que daba el pasado enero a?The Sun,?plantean si su empe?o por mantener viva su imagen va m¨¢s all¨¢ de lo estrictamente musical. ?La ¨²ltima? Anunciar que a partir de oto?o de 2019, un holograma de Amy Winehouse har¨¢ una gira mundial que se extender¨¢ durante tres a?os.
¡°Es un poco raro, lo entiendo¡±, dice en el v¨ªdeo que ha grabado para Reuters dando la noticia. En ¨¦l asegura que la recreaci¨®n digital de su hija aparecer¨¢ sobre el escenario junto con una banda que tocar¨¢ en directo y describe los detalles, como que el holograma entrar¨¢ y saldr¨¢ del escenario o que podr¨¢ dirigirse al p¨²blico para dar las gracias entre las 15 canciones que compondr¨¢n el repertorio. ?Creo que ella pensar¨ªa que es una idea genial (¡) S¨¦ que apoyar¨ªa cualquier cosa que hagamos?, apunta. Los beneficios, seg¨²n ha indicado, ir¨¢n destinados por completo a la Fundaci¨®n Amy Winehouse, que ayuda a j¨®venes a superar sus adicciones, a la que el otrora taxista ahora dedica su jornada por completo.
La idea ha sido recibida con recelo en redes sociales. En Twitter, mensajes que van desde el disgusto por el uso de esta tecnolog¨ªa tirando de memes inspirados por Star Wars, a?los que se preguntan por la necesidad de revivir a los artistas con esta t¨¦cnica, pasando por los de la negaci¨®n citando a la propia Amy (?no, no, no?) o los que directamente se?alan a las ansias de r¨¦dito de Winehouse padre (?Ni Yoko Ono le saca tanto jugo a la muerte de Lennon como Mitch Winehouse a Amy?). En medios patrios especializados en m¨²sica, como Jenesaispop, tambi¨¦n se han dirigido a ¨¦l: ?No, Mitch, no queremos gira con holograma de Amy Winehouse?.
La idea no es nueva y el modelo, en realidad, es el paso siguiente de una cultura del entretenimiento que explota hasta la saciedad la imagen de los artistas muertos en diferentes formas de espect¨¢culo. El holograma es otra de las variables en la que la tecnolog¨ªa accesible en 2018 hace acto de presencia para fascinaci¨®n o indignaci¨®n de muchos. Ya en 2012 el rapero Tupac se ¡®apareci¨®¡¯ en forma de holograma en Coachella para actuar en el escenario junto a Dr. Dre y Snoop Dogg, ante la sorpresa de los all¨ª presentes. En 2014 fue el turno para la ¡®actuaci¨®n¡¯ de Michael Jackson en los Billboard Music Awards y en 2016, el dueto v¨ªa holograma de Christina Aguilera con la difunta Whitney Houston para The Voice?se colaba viraliz¨¢ndose en Internet tras haber sido censurado por la familia de la artista fallecida por no parecerse a ella y ser de mala calidad.
La propia empresa que se encargar¨¢ de recrear a Amy, Hologram BASE, ya tiene puestas en marcha dos giras con la imagen de los artistas Maria Callas y Roy Orbison. Un modelo que crean combinando la imitaci¨®n de los movimientos del artista por parte de un actor y a?aden el sonido real de sus voces. En un art¨ªculo publicado en Vulture, escrito por Joseph Bien-Kan y titulado?El concierto del holograma de Roy Orbison no es tan espeluznante como piensas para tu decepci¨®n, el periodista lo cataloga como ?impresionante? y explica la sensaci¨®n: ?Roy Orbison parec¨ªa ¡ no vivo exactamente, pero s¨ª real?.
La pregunta es, ?de verdad Amy querr¨ªa esto? Lo ganado con la gira ser¨¢ en teor¨ªa destinado a una buena causa, s¨ª, y permitir¨¢ tambi¨¦n a los mit¨®manos (como ella misma era) disfrutar de la artista soul fallecida a los 27 con algo m¨¢s parecido a una actuaci¨®n suya que una reproducci¨®n de Youtube. Pero, precisamente, no hace falta m¨¢s que recurrir a la plataforma para comprobar que la ¨²ltima vez que se subi¨® a un escenario, en Belgrado (Serbia), Amy no quer¨ªa volver a cantar lo mismo. Seg¨²n se retrata en el documental de Kapadia, la idea de tener que defender de nuevo los temas de Back to Black (segundo y ¨²ltimo ¨¢lbum de estudio), nacidos del dolor de su primera ruptura con Blake Fielder-Civil, justo cuando parec¨ªa recuperarse y ten¨ªa una nueva relaci¨®n con Reig Traviss, la aturd¨ªan y podr¨ªan haberla empujado a su reca¨ªda definitiva. Quedar inmortalizada repitiendo en bucle la misma actuaci¨®n no parece, desde luego, su final m¨¢s deseable.