El sue?o americano de Kenzo
Los fundadores de la cadena Opening Ceremony, Humberto Leon y Carol Lim, son los gur¨²s de la moda neoyorquina. Su ¨²ltimo reto: reinventar Kenzo.
El ¨²ltimo desfile de Kenzo fue, sin duda, uno de los m¨¢s esperados (y tuiteados) de la Semana de la Moda de Par¨ªs. La expectaci¨®n hab¨ªa ido creciendo poco a poco desde julio, cuando el grupo franc¨¦s LVMH Mo?t Hennessy Louis Vuitton anunci¨® el fichaje de Humberto Leon y Carol Lim, responsables de la cadena de tiendas Opening Ceremony, como nuevos directores creativos de la maison francesa. El nombramiento no hab¨ªa dejado a nadie indiferente. ?M¨¢s all¨¢ de la conexi¨®n asi¨¢tica ¨CHumberto es parte chino, Carol es coreana y el dise?ador retirado de Kenzo, Takada, es japon¨¦s¨C no parec¨ªa ha...
El ¨²ltimo desfile de Kenzo fue, sin duda, uno de los m¨¢s esperados (y tuiteados) de la Semana de la Moda de Par¨ªs. La expectaci¨®n hab¨ªa ido creciendo poco a poco desde julio, cuando el grupo franc¨¦s LVMH Mo?t Hennessy Louis Vuitton anunci¨® el fichaje de Humberto Leon y Carol Lim, responsables de la cadena de tiendas Opening Ceremony, como nuevos directores creativos de la maison francesa. El nombramiento no hab¨ªa dejado a nadie indiferente. ?M¨¢s all¨¢ de la conexi¨®n asi¨¢tica ¨CHumberto es parte chino, Carol es coreana y el dise?ador retirado de Kenzo, Takada, es japon¨¦s¨C no parec¨ªa haber mucho en com¨²n entre la hist¨®rica firma y los neoyorquinos de moda, de 36 a?os?, apuntaba Suzy Menkes en The New York Times d¨ªas antes de su debut.
El movimiento era, cuanto menos, interesante. Estamos acostumbrados a ver c¨®mo los ayudantes reemplazan a los maestros, como ha ocurrido esta temporada con Olivier Rousteing en Balmain o con Bill Gaytten en John Galliano ¨C?no hay que menospreciar el poder de un humilde asistente!¨C. Sin embargo, otra cosa, muy distinta (e incluso ins¨®lita) es que dos nombres imprescindibles para entender el circuito de moda minorista hoy en Estados Unidos, como los fundadores de Opening Ceremony, reinen en el equipo creativo de una firma de lujo francesa.
La industria se est¨¢ transformando; de eso no hay ninguna duda. Los cambios de silla son cada vez m¨¢s frecuentes en las principales semanas de la moda, a uno y otro lado de la pasarela. Esta temporada hemos visto de nuevo a blogueros sentados en la primera fila ¨Ccomo Bryan Boy, Garance Dor¨¦ y Scott Schuman de The Sartorialist en D&G¨C e incluso organizando eventos ¨Ccomo la precoz Tavi Gevinson en Nueva York¨C; cantantes debutando con su propia colecci¨®n de ropa dentro del calendario oficial ¨Ccomo Kanye West en Par¨ªs¨C; y grandes minoristas con filosof¨ªa de merchandising made in USA tomando las riendas de una firma francesa. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando? ?Son formas distintas de trabajar?, explica Humberto Leon en exclusiva para S?Moda desde Par¨ªs. ?En nuestro caso, la idea es ofrecer una visi¨®n alternativa. No solo como dise?adores (e incluso mayoristas de nuestra propia colecci¨®n), sino tambi¨¦n como minoristas, lo que nos permite aplicar un enfoque m¨¢s global y trabajar a la vez distintos aspectos de la maison, no solo el desarollo creativo de la colecci¨®n. Un sistema que tiene sentido en Kenzo?¡ y que forma parte de la nueva pol¨ªtica del conglomerado de lujo LVMH ¨Cpropietario de la marca¨C, que est¨¢ dando un giro a la direcci¨®n de sus firmas, para rejuvenecerlas y adaptarlas a los nuevos tiempos.
Takada (72 a?os) dej¨® la compa?¨ªa en 1999; y ahora, con el italiano Antonio Marras tambi¨¦n fuera (despu¨¦s de una etapa de ocho a?os al frente del equipo creativo), hab¨ªa llegado el momento de inyectar sabia nueva, multiplicar el n¨²mero de fans y, de paso, aumentar las ventas. Era la estrategia l¨®gica. ?Se trata de apostar por la continuidad de la firma y escribir el siguiente episodio?, asegura Leon. ?De hecho, el maestro Takada ha sido una de nuestras principales fuentes de inspiraci¨®n a la hora de dise?ar esta colecci¨®n [que llegar¨¢ a las tiendas en febrero]. Hemos intentado imaginar qu¨¦ pensaba ¨¦l cuando lleg¨® a Par¨ªs en 1969?, explica. ?Y recuperar su esp¨ªritu de libertad?, a?ade Carol.
Ha llovido mucho desde los a?os 70, cuando los dise?adores japoneses desembarcaron en Par¨ªs. ?El escenario es distinto?, asegura la dise?adora de Opening Ceremony. ?Pero existen puntos de vista comunes, como el concepto del viaje ¨Cinherente a la obra de Kenzo¨C y la filosof¨ªa de street-wear nipona que defend¨ªa Takada?, recuerda Humberto. Y ah¨ª es, precisamente, donde Jap¨®n y Estados Unidos parecen encontrarse m¨¢s c¨®modos: en la defensa de la moda urbana. ?Carol y yo crecimos en la era preinternet, cuando para encontrar algo no bastaba con hacer clic con un rat¨®n delante de la pantalla de un ordenador. En los barrios perif¨¦ricos de California, la gente reivindicaba su individualidad. As¨ª nacieron las tribus urbanas¡ y el street-wear. Aquellos j¨®venes dieron forma a los b¨¢sicos de hoy¡ y demostraron que se puede crear estilo con prendas sencillas. Un concepto que forma parte de la cultura americana?, explica.
Para Carol y Humberto, amigos y socios desde que se conocieron en la Universidad de Berkeley, California, bucear en los archivos hist¨®ricos de Kenzo es un sue?o hecho realidad¡ y un reto en el que la palabra presi¨®n ¨Co pavor¨C a la cr¨ªtica no existe. ?Para nosotros Kenzo es una de esas pocas casas que todav¨ªa son intocables en Par¨ªs. Por eso, cuando nos ofrecieron el cargo, aceptamos sin dudarlo. Ni siquiera nos planteamos qu¨¦ otros dise?adores hab¨ªan sido tanteados durante el proceso de selecci¨®n?. Tampoco les asustaron los ajustad¨ªsimos plazos: apenas tuvieron tres semanas para dise?ar la colecci¨®n y presentarla en Par¨ªs ante la atenta mirada de prensa y compradores.
?C¨®mo vivieron el desfile en el backstage?
Humberto Leon: Fue una aut¨¦ntica fiesta. Est¨¢bamos muy emocionados. Nos contrataron a mediados de julio; de manera que tuvimos que trabajar r¨¢pido. Y ver por fin c¨®mo encajaban todas las piezas sobre la pasarela fue incre¨ªble.
Carol Lim: Ten¨ªamos ganas de mostrar c¨®mo hab¨ªamos traducido los c¨®digos de Kenzo al lenguaje de 2012. Su manera de mezclar materiales y tejidos, el algod¨®n, los acabados, las prendas reversibles, los colores¡ Todo lo que hab¨ªamos visto en los archivos de la firma estaba ah¨ª, pero sin nostalgia. Nuestra filosof¨ªa es mirar siempre hacia delante.
H.L.: De hecho, ten¨ªamos tantas ganas de celebrarlo que invitamos a todo el mundo a que entrara en el backstage: editores, estilistas¡
Mucho antes del debut parisino ¨Cantes incluso de fundar Opening Ceremony¨C, usted aprendi¨® algunas de las mejores lecciones de esta industria en Gap.
H.L.: Trabaj¨¦ en el gigante estadounidense en un momento muy dif¨ªcil, cuando la compa?¨ªa se enfrentaba a una de las peores etapas de su historia. Fue antes del a?o 2000. Aprend¨ª much¨ªsimo de merchandising; pero, sobre todo, empec¨¦ a creer en un producto, a apostar por ¨¦l e ir a por todas. Una vez m¨¢s, estamos hablando de la ¨¦poca preinternet, cuando las grandes cadenas de ropa ten¨ªan un punto de vista ¨²nico ¨Cque defend¨ªan a ciegas¨C y compraban millones de unidades de una prenda. Hab¨ªa algo especial, que hoy ha desaparecido por completo.
?Ha cambiado Internet la fe en la moda?
H.L.: La red ha globalizado el mundo¡ y las cadenas de ropa. Inglaterra, Espa?a, Estados Unidos¡ Antes los minoristas de cada pa¨ªs ten¨ªan su propio enfoque, ¨²nico y siempre m¨¢s interesante. Ahora ni siquiera existen fronteras. Un minorista llega a cualquier punto del mundo con un solo clic. Lo complicado hoy es pensar nuevas t¨¢cticas para personalizar una colecci¨®n¡ y diferenciar la oferta de una tienda en funci¨®n del mercado.
Opening Ceremony est¨¢ en Los ?ngeles, Nueva York, Tokio, Hong Kong¡ ?Cu¨¢les son los pr¨®ximos planes de expansi¨®n?
C.L.: Ir paso a paso, sin precipitarnos.
H.L.: Tenemos proyectos interesantes en Europa. Quiz¨¢ Par¨ªs¡ Y, por supuesto, apostar por nuestra colecci¨®n, que est¨¢ funcionando muy bien.
?Es China la pr¨®xima meca del lujo?
H.L.: En primer lugar, China es un gigante y, obviamente, tiene un gran potencial, por lo que es un mercado a tener en cuenta dentro de la industria del lujo. Pero es necesario ?educar? al consumidor, para que, adem¨¢s de las t¨ªpicas marcas de lujo, conozca otras, minoritarias y m¨¢s exclusivas. Y en segundo lugar, si tenemos en cuenta su capacidad de producci¨®n industrial, es cuesti¨®n de tiempo para que surja una hornada de dise?adores chinos¡ Piensa en todos los estudiantes chinos que hoy llenan las escuelas de moda m¨¢s prestigiosas.
?Que n¨²mero ocupan las colecciones de edici¨®n limitada en la lista de t¨¦cnicas para conseguir transmitir ese halo de exclusividad?
H.L.: Tanto a Carol como a m¨ª nos gusta trabajar con j¨®venes dise?adores y descubrir nuevos nombres para llevar a cabo proyectos m¨¢s especiales. Pero lo realmente interesante es establecer con ellos una relaci¨®n de colaboraci¨®n rec¨ªproca y simbi¨®tica, para que el crecimiento sea mutuo y todos salgamos beneficiados. Tambi¨¦n trabajamos con otros ?dise?adores? m¨¢s conocidos, a los que admiramos, como Chlo¨¦ Sevigny, que es, adem¨¢s, una musa de estilo, y con marcas que creemos que son aut¨¦nticas y nos permiten explorar nuevos ¨¢mbitos, ya sea Timberland, Reyn Spooner o firmas deportivas de skateboarding¡
?C¨®mo han cambiado las demandas de los consumidores en los ¨²ltimos 10 a?os?
C.L.:Ahora son m¨¢s inteligentes¡ y m¨¢s emocionales. Est¨¢ claro que siempre han buscado algo exclusivo, que les haga vibrar, pero ahora m¨¢s que nunca buscan dise?os con los que puedan establecer una conexi¨®n emocional. Para nosotros, esa es la aut¨¦ntica clave: dotar de valor emotivo al producto. Solo as¨ª consigues atraer la atenci¨®n de los consumidores. Tienes que lograr crear la necesidad de tener algo en ese preciso instante.
H.L.: Somos nuestros propios consumidores; y eso, sin duda, es una ventaja a tener en cuenta. Solo vendemos aquello que nosotros comprar¨ªamos.
C.L.: Lo confieso: entre las prendas que coleccion¨¢bamos cuando ¨ªbamos a la universidad hab¨ªa tambi¨¦n dise?os de Kenzo.
H.L.: Mucho antes de que nos ofrecieran el cargo, un periodista nos pregunt¨® en qu¨¦ firma nos gustar¨ªa trabajar, y Kenzo ya ocupaba entonces uno de los primeros puestos de esa lista imaginaria.