El ¡®Varelismo¡¯, la religi¨®n de Letizia
Felipe Varela ser¨¢ el encargado de vestirla para la proclamaci¨®n. Letizia es fiel a su dise?ador de cabecera, al que lleg¨® tras el consejo de la Reina de buscarse un modisto de confianza.
Entrar en la tienda online de Felipe Varela es ver a Letizia Ortiz: ausencia casi total de estampados en los trajes, vestidos entallados por debajo de la rodilla, encaje, chaquetas entalladas en la cintura¡han pasado casi once a?os desde que la ahora Reina de Espa?a se presentara en su primer acto oficial junto a la Casa Real. Ahora ser¨ªa impensable verla con aquel traje de pantal¨®n blanco de Armani que luci¨® el d¨ªa de su pedida de mano. Hace mucho que no lleva cortes tan rectos, ni chaquetas tan largas. Letizia, est¨¦ticamente hablando, es otra persona. Alguien a quien los medios internacion...
Entrar en la tienda online de Felipe Varela es ver a Letizia Ortiz: ausencia casi total de estampados en los trajes, vestidos entallados por debajo de la rodilla, encaje, chaquetas entalladas en la cintura¡han pasado casi once a?os desde que la ahora Reina de Espa?a se presentara en su primer acto oficial junto a la Casa Real. Ahora ser¨ªa impensable verla con aquel traje de pantal¨®n blanco de Armani que luci¨® el d¨ªa de su pedida de mano. Hace mucho que no lleva cortes tan rectos, ni chaquetas tan largas. Letizia, est¨¦ticamente hablando, es otra persona. Alguien a quien los medios internacionales denominan "el nuevo icono" (Huffington post), "la rival del Kate Middleton" (Los ?ngeles Times) o "la reina de la moda" (The Times). Y se lo debe a su modisto de cabecera.
Cuentan que el mismo d¨ªa del compromiso oficial, Letizia se fij¨® en el traje gris que llevaba la Infanta Elena. Y, siguiendo la sugerencia de la Reina Sof¨ªa, que le aconsej¨® tener un dise?ador de confianza para los actos importantes, se decant¨® por Varela. Aunque hab¨ªa vestido a la monarqu¨ªa en algunos actos oficiales y su nombre sol¨ªa sonar al lado del de varias actrices en las entregas de premios, su nombre era semidesconocido para el gran p¨²blico. Pero lo cierto es que en Espa?a existe toda una tradici¨®n de modistos poco medi¨¢ticos que visten por encargo a mujeres importantes en fiestas y eventos relevantes. Ah¨ª est¨¢, por ejemplo, Alejandro de Miguel, el sastre de la Reina Sof¨ªa, del que apenas se habla en los circuitos m¨¢s comunes y cuyo trabajo, sin embargo, est¨¢ presente en los medios casi cada d¨ªa.
Fue la Reina Sof¨ªa quien sugiri¨® a Letizia que deb¨ªa contar con un modisto de confianza.
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Aunque Varela lleg¨® a desfilar en la pasarela Cibeles, pronto se dio cuenta de que su negocio y su clientela ten¨ªan otro perfil. Lo suyo no eran las tendencias ni el pr¨ºt-¨¤-porter, sino las prendas atemporales realizadas por encargo o casi artesanalmente. En 2002 dej¨® la semana de la moda madrile?a y se centr¨® en su tienda-taller de la madrile?a calle Ortega y Gasset para hacer lo que mejor sab¨ªa hacer: dise?ar trajes sofisticados para una clientela adinerada, en su mayor¨ªa mujeres de negocios, que busca lucir impecable sin preocuparse por la moda del momento.
Desde que volviera de realizar sus estudios de dise?o en Par¨ªs y montara esta empresa familiar a mediados de los noventa (sus hermanos se encargan de las labores empresariales y de comunicaci¨®n), este dise?ador madrile?o se ha caracterizado por la discreci¨®n. No s¨®lo en lo que concierne a su persona, tambi¨¦n en lo respecta a sus dise?os: si antes de ser la mano derecha de Letizia apenas conced¨ªa entrevistas, ahora es materialmente imposible obtener una declaraci¨®n. Y si antes no hac¨ªa concesiones a las tendencias del momento y se manten¨ªa fiel a su estilo, ahora sus creaciones se basan, casi enteramente, en las demandas de su musa. Ella, adem¨¢s de inspirarle a la hora de definir su trabajo, es el mejor reclamo publicitario que un creador nacional podr¨ªa so?ar.
Uno de los dise?os m¨¢s aplaudidos de Varela fue el que Letizia llev¨® a la boda de los Duques de Cambridge.
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Varela ha crecido como dise?ador desde que Letizia se topara en su camino. Sus prendas siempre se han caracterizado por tener un marcado estilo franc¨¦s. Las blusas recuerdan al Yves Saint Laurent de los 60 y el corte de sus chaquetas, entalladas en la cintura y ligeramente armadas en la parte superior evoca, salvando las distancias, al que fuera uno de sus maestros: Thierry Mugler. ?l siempre fue consciente de que su p¨²blico es otro, pero no le ha impedido traducir esa imagen de mujer poderosa que defini¨® a Mugler a l¨ªneas m¨¢s sobrias y cl¨¢sicas. Sin embargo, desde que la ahora ya casi Reina de Espa?a se convirti¨® en su mujer clienta, esas claves se han visto acentuadas. Probablemente, porque ella tuvo claro desde el principio qu¨¦ imagen quer¨ªa transmitir.
Fue muy consciente de su decisi¨®n al elegirle. Nunca quiso llamar la atenci¨®n pero tampoco pasar completamente desapercibida, por eso se ali¨® con un nombre desconocido para el gran p¨²blico pero familiar en el ¨¢mbito de la costura nacional. Y, sobre todo, busc¨® un estilo que pudiera definirla y con el que no hubiera lugar para el error.
Letizia en los Premios Nacionales de la Moda con blusa y falda de Felipe Varela.
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Si Isabel II busc¨® a Hardy Amies, un sastre masculino, para que sus trajes comunicaran poder y austeridad, Grace Kelly supo trasladar el glamour de Hollywood a palacio de la mano de Dior y ahora Kate Middleton quiere hacernos creer que podr¨ªa ser la chica de al lado vistiendo de McQueen, Topshop o Caroline Issa, Letizia quiso posicionarse entre los dos extremos: ni demasiada sofisticaci¨®n ni demasiada sobriedad. Cercana, pero a la vez guardando las distancias propias de su posici¨®n. Sabe jugar con la paleta crom¨¢tica y utilizar el rojo casi como un color corporativo, es perfectamente consciente de cu¨¢ndo tiene que dar que hablar haciendo concesiones a las tendencias del momento, los estampados y los cortes arriesgados. Pero, sobre todo, ha logrado, gracias a los trajes de chaqueta y a los vestidos a media pierna de Varela, no desvincularse totalmente de la imagen de mujer actual y trabajadora. Ya no lleva esos trajes blancos de Armani que se asocian directamente a las ejecutivas, pero ha sabido equilibrar a la trabajadora sofisticada con la princesa consorte.
Esa poderosa imagen que Letizia y Felipe Varela han sabido idear juntos ahora cruzar¨¢ verdaderamente las fronteras nacionales. Pese a haber sido rese?ada hasta la saciedad en los medios intercionales cuando ha acudido a bodas y eventos en el extranjero, el dise?ador madrile?o sigue siendo un desconocido fuera de Espa?a. Las cosas cambiar¨¢n en poco tiempo, y la gira internacional que los nuevos reyes llevar¨¢n a cabo ser¨¢ la prueba de fuego de Letizia y, por extensi¨®n, de Varela. Si la aprueba con nota, el creador duplicar¨¢ la extensi¨®n de su negocio. Como afirma el New York Times, "Letizia ahora no es s¨®lo reina, es una marca global".
Letizia, como no, de Varela en los ¨²ltimos Premios Pr¨ªncipe de Asturias.
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Para vestirse de largo tambi¨¦n conf¨ªa en Felipe Varela.
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