?Elegir bien la fragancia de tu boda? ¡®S¨¬¡¯, por supuesto

S¨ª, quiero. Por mucho que se le haya perdido el miedo a la convivencia sin m¨¢s bendiciones, casarse sigue de moda. A medida que la crisis se despeja, crece el ¨¢nimo casamentero entre los espa?oles. En 2015 un total de 166.248 parejas contrajeron matrimonio a este lado de los Pirineos, un 2,3% m¨¢s que en 2014, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica. Solo dos a?os antes se hab¨ªan contabilizado 10.000 bodas menos.

Ahora bien, casarse no debe tomarse a la ligera....

S¨ª, quiero. Por mucho que se le haya perdido el miedo a la convivencia sin m¨¢s bendiciones, casarse sigue de moda. A medida que la crisis se despeja, crece el ¨¢nimo casamentero entre los espa?oles. En 2015 un total de 166.248 parejas contrajeron matrimonio a este lado de los Pirineos, un 2,3% m¨¢s que en 2014, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica. Solo dos a?os antes se hab¨ªan contabilizado 10.000 bodas menos.

Ahora bien, casarse no debe tomarse a la ligera. Y no ya por conceptos metaf¨ªsicos del tipo ¡®hasta que la muerte os separe¡¯, sino por lo que duele en el bolsillo. La Federaci¨®n de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI) cifra el coste medio de una boda para 100 comensales en 16.534 euros. A?ada otros 800 por la barra libre, el vestido de novia (raro que baje de los 500 euros y bastante m¨¢s frecuente que se dispare por encima de los 2.000), el del novio (desde 375 a 1.200 euros) y el fot¨®grafo (de 1.200 en adelante). Sumen tambi¨¦n el calzado, la lencer¨ªa, los anillos, maquillaje, peluquer¨ªa y el viaje de novios. En resumen, un dineral y un mont¨®n de horas y nervios invertidos en todos los preparativos.

En medio de tama?o zafarrancho la novia (y tampoco la madrina ni las damas de honor) no siempre repara en qu¨¦ fragancia va a llevar en tan se?alada fecha. ?La de diario y asociar el d¨ªa de tu boda a lo mismo que te pones para ir a la oficina? ?La que llevaba tu madre cuando se cas¨®, en el caso de no estar discontinuada? ?Una especial y muy significativa para esa fecha? Los psic¨®logos recomiendan esta tercera v¨ªa. El olor no se ve, pero genera sensaciones placenteras, tanto m¨¢s si se asocia a un estado an¨ªmico positivo. Y deja un mayor impacto en nuestra memoria (recordamos un 35% de lo que llega a nuestra pituitaria frente al 5% de lo que vemos). Incluso a?os despu¨¦s, un olor puede trasladarnos a un instante concreto de nuestra vida (?a que el olor de una goma de borrar te recuerda al pupitre del colegio?). As¨ª que imaginemos lo que puede ser evocar ese momento ante el altar (o ante el se?or juez) con un perfume llamado S¨¬. No habr¨¢ otra fecha donde un ¡®s¨ª¡¯ suene tan contundente como en una boda.

Y ¡®S¨¬¡¯ es el nombre propio de la ¨²ltima creaci¨®n olfativa de Giorgio Armani para mujer. Una fragancia que envuelve a una mujer firme, decidida y libre, porque nunca encajan mejor esos tres conceptos que camino al altar. ?C¨®mo traducirlo en las notas olfativas de un perfume? Con acordes de cassis, una variedad de grosella negra de olor ¨¢spero y enigm¨¢tico, vainilla, rosa de mayo, freesia y madera de s¨¢ndalo rubia. Para novias que prefieran las sensaciones m¨¢s sutiles, hay una versi¨®n de S¨¬ en eau de toilette, donde a los ingredientes anteriores se suman los acordes veraniegos de la pera y los c¨ªtricos (bergamota de Italia, mandarina y esencia de neroli). En ambos casos el frasco parece concebido para encarnar la magia de ese d¨ªa: el tap¨®n, con forma ascendente, se remata con un anillo dorado. Sin duda, una fragancia que parece dise?ada para hacer imborrable una jornada ya de por s¨ª dif¨ªcil de olvidar.

* Cons¨ªgue una muestra de S¨ª, de Giorgio Armani, imprimiendo este cup¨®n.