Estilo ¡®britpop¡¯: un cruce entre un ¡®mod¡¯ y un ¡®hooligan¡¯
As¨ª era el estilo del ¡®britpop¡¯. Las chaquetas de ch¨¢ndal se mezclaban con los trajes inspirados en The Jam. La moda de la ¨¦poca no era nada nuevo, pero juntaba dos conceptos muy distintos.
En 1995 Robbie Williams se cans¨® de ser el gordo que bailaba en Take That (frase cortes¨ªa de Noel Gallagher). Se despidi¨® de la banda, se decolor¨® el pelo y all¨¢ que se fue al festival de Glastonbury a alternar con Oasis, con Prodigy y cualquiera que le abriese las puertas de la camarilla britpop. Porque Robbie deseaba desesperadamente ser uno de ellos. Su plan empez¨® por procurarse el ...
En 1995 Robbie Williams se cans¨® de ser el gordo que bailaba en Take That (frase cortes¨ªa de Noel Gallagher). Se despidi¨® de la banda, se decolor¨® el pelo y all¨¢ que se fue al festival de Glastonbury a alternar con Oasis, con Prodigy y cualquiera que le abriese las puertas de la camarilla britpop. Porque Robbie deseaba desesperadamente ser uno de ellos. Su plan empez¨® por procurarse el disfraz apropiado: botella de Beck¡¯s en mano, chaqueta de ch¨¢ndal de Adidas y camiseta de Mickey Mouse. Un uniforme que finalmente le ayud¨® en los primeros pasos de su plan de sacudirse el tufillo de boy band de encima.
En el britpop importaba m¨¢s la imagen de lo que se reconoc¨ªa. No hay nada m¨¢s que recordar a Menswear, que se agenciaron una portada en el Melody Maker sin haber publicado un m¨ªsero single. Sus impecables trajes de mod hicieron todo el trabajo. De todos los h¨¦roes o antih¨¦roes de la ¨¦poca, quiz¨¢s s¨®lo los hermanos Gallagher admit¨ªan prestar atenci¨®n a los cortes de pelo y a los cuellos de las camisas. Pero aunque no lo dijesen a gritos, todos: Damon, Jarvis, Brett, se miraban muy mucho en el espejo.
Hace 20 a?os, mientras el grunge aullaba desde Seattle, los brit¨¢nicos viv¨ªan la euforia del Cool Britania. Camden era m¨¢s que un mugriento parque de atracciones para turistas y Londres se cre¨ªa (para variar) el centro del universo. Todo gracias a una panda de m¨²sicos arrogantes que no quer¨ªan cambiar el mundo, s¨®lo beb¨¦rselo o esnif¨¢rselo. En plena resaca de la cultura rave, Oasis, Blur, Pulp o Suede no propon¨ªan nada rompedor, pero supieron capturar el momento. Fueron el destello chulesco, socarr¨®n y hedonista de la Generaci¨®n X.
Damon Albarn en el FIB de 2003
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Musical y est¨¦ticamente, fue un gran y exitoso refrito. Un cruce entre un 'mod' y un 'hooligan' que desempolv¨® la Union Jack; que recuper¨® los s¨ªmbolos de identidad de la clase obrera brit¨¢nica y se arrodill¨® frente al altar de los Beatles, los Kinks y The Jam.
En la moda, como en todo, hubo diferentes escuelas. Noel y Liam Gallagher eran de peinado a lo Paul Weller, parka, gafas de John Lennon y zapatillas Adidas. Liam continua su inter¨¦s en la moda con su marca Pretty Green. Blur, sus archienemigos, prefer¨ªan las camisetas futboleras y los gui?os ska, como los polos Fred Perry y las chaquetas Harrington. Jarvis Cocker, con sus pantalones de pana, gafas baratas y jerseys apelotillados, se presentaba como el bibliotecario del clan. El figur¨ªn de Brett Anderson cultivaba una imagen l¨¢nguida de flequillo lamido, cazadora de cuero y estrechas camisas desabrochadas. Y Justin Frischman, l¨ªder de El¨¢stica y ex de Brett Anderson y Damon Albarn, no sal¨ªa del negro absoluto y botas Doctor Martens. Ella fue algo as¨ª como la Anita Pallenberg de los noventa, la catalizadora del movimiento. Coincid¨ªan en las referencias a las tribus urbanas brit¨¢nicas, el amor al poli¨¦ster y el uso de la iron¨ªa.
Hoy Damon Albarn compone ¨®peras, Alex James un granjero pijo, Justine Frischman una pintora abstracta y los Gallagher no se dirigen la palabra. Han pasado dos d¨¦cadas y ha llovido mucho desde entonces, pero los himnos de la ¨¦poca, como Supersonic y Rock and roll star de Oasis o Girls and Boys de Blur siguen conjurando perfectamente la arrogancia y la caducidad de la juventud. Ese momento en el que un chico se atusa el flequillo, se coloca la parka ?y sale de casa convencido de que la noche ser¨¢ suya.
Jarvis Cocker hace diez a?os
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