?Qu¨¦ debe hacer un famoso para que Trump le bloquee?
Esto es lo que han hecho la supermodelo Chrissy Teigen y otros para ser expulsados de la cuenta del presidente de EE UU.
Modelos. Escritores. Actrices. Empresarios. Veteranos de guerra. Deportistas. Y hasta un gato. Mientras que el ¡®Donald Trump pol¨ªtico¡¯ presume de conciencia discriminatoria por nacionalidad, g¨¦nero, religi¨®n o preferencia sexual, el ¡®Donald Trump tuitero¡¯ no distingue entre los miles de perfiles que pueblan la red social. Representantes de todas estas profesiones, an¨®nimos o c¨¦lebres, han sido bloqueados por el presidente de los Estados Unidos, antes y despu¨¦s de que este consiguiera poner sus codos sobre la mesa del Despacho Oval en la Casa Blanca. La ¨²ltima en ser merecedora...
Modelos. Escritores. Actrices. Empresarios. Veteranos de guerra. Deportistas. Y hasta un gato. Mientras que el ¡®Donald Trump pol¨ªtico¡¯ presume de conciencia discriminatoria por nacionalidad, g¨¦nero, religi¨®n o preferencia sexual, el ¡®Donald Trump tuitero¡¯ no distingue entre los miles de perfiles que pueblan la red social. Representantes de todas estas profesiones, an¨®nimos o c¨¦lebres, han sido bloqueados por el presidente de los Estados Unidos, antes y despu¨¦s de que este consiguiera poner sus codos sobre la mesa del Despacho Oval en la Casa Blanca. La ¨²ltima en ser merecedora de tal honor es la modelo y presentadora de televisi¨®n Chrissy Teigen, que despu¨¦s de mostrar durante nueve a?os, tuit a tuit, su desprecio p¨²blico, colm¨® el vaso ¨Ccon forma de timeline¨C del presidente. Otros como el escritor Stephen King tambi¨¦n fueron se?alados antes como seguidores no gratos y la lista de cr¨ªticos supera ya el medio centenar. ?Qu¨¦ hicieron para ser bloqueados?
¡°Jaja, no le gustas a nadie¡±, replic¨® Teigen ¨Cpareja del cantante John Legend¨C, a Donald Trump cuando este se quej¨® en su cuenta de Twitter de la poca protecci¨®n que, incluso por parte de los republicanos, gozaba su mandato. Eso provoc¨® un s¨²bito bloqueo que la modelo y sus seguidores consideraron como todo un premio, sancionando dicho anuncio con cerca de 800.000 ¡®Me gusta¡¯ en la red social. A la vista de todos qued¨® patente que si algo detesta el car¨¢cter narcisista del presidente es que cuestionen el afecto profesado hacia su persona por la sociedad o su impronta en la misma. Otro ejemplo: la afirmaci¨®n de una tuitera que aseguraba que el d¨ªa que Trump falleciera ¡°ser¨ªa olvidado¡± por el mundo, tambi¨¦n le hizo valedora del veto.
Los motivos que pueden desembocar en el bloqueo de Donald Trump son tan diversos y extravagantes como su propia figura pol¨ªtica. Entre los m¨¢s bizarros, el silenciamiento del perfil humor¨ªstico A Cat Named Bitches, despu¨¦s de publicar un v¨ªdeo en el que el felino jugaba con un mu?eco del magnate. Hacer bromas con su melena o comparar el bronceado de su piel con el de los Oompa Loompa de Charlie y la f¨¢brica de chocolate tambi¨¦n han ofende su ego virtual. Por arbitraria que pueda parecer esta situaci¨®n, pronto podr¨ªa suponer un fuerte quebradero de cabeza para el presidente. El pasado 12 de julio, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro vinculada a la Universidad de Columbia le demand¨® alegando que tales bloqueos contradicen el derecho de libertad de expresi¨®n recogida en la Constituci¨®n. Ampar¨¢ndose en las palabras del reci¨¦n dimitido secretario de prensa Sean Spicer, que defini¨® los tuits de Trump como ¡°comunicados oficiales¡±, el Knight First Amendment Institute sostiene que cualquier veto presidencial en Twitter debe declararse como inconstitucional.
Stephen King recibi¨® la noticia de su bloqueo con un sarc¨¢stico ¡°quiz¨¢ deber¨ªa suicidarme¡±. El maestro del g¨¦nero de terror hab¨ªa criticado de forma velada decisiones como la retirada del Acuerdo de Par¨ªs contra el cambio clim¨¢tico, pero los 140 caracteres que prendieron la mecha estaban dirigidos a su hija favorita. ¡°Si Ivanka Trump se hubiese criado en una granja, como algunos de nosotros, sabr¨ªa que su padre est¨¢ cosechando exactamente lo que ha sembrado¡±, afirm¨® el autor de novelas como El resplandor. Otra novelista best-seller y fiera activista anti-Trump, J.K. Rowling, sali¨® en auxilio de su colega ofreci¨¦ndose a mandarle por mensaje privado los tuits, ya que ella, segu¨ªa teniendo acceso a ellos. Por el momento.
De la caza de tuiteros no se salva nadie. Desde una ONG de veteranos de guerra hasta una legi¨®n de guionistas de comedia ¨Cel perfil m¨¢s repetido en la lista negra¨C, han vivido en sus timelines la furia del l¨ªder del mundo libre que, al menos en lo referido a las redes sociales, no hace honor a tal designaci¨®n. Los bloqueos de Trump a sus cr¨ªticos se han convertido en un fen¨®meno tan frecuente que dieron lugar a la web TrumpBlocks.me, creada por un antiguo editor de la revista Wired, en la que se recopilan todos los usuarios vetados por el presidente. Hasta 51 perfiles han sido certificados hasta ahora con la insignia ¡®Blocked by the President¡¯, en esta suerte de Sal¨®n de la Fama del antitrumpismo.
Para que conseguir que Trump te bloquee no hacen falta tirar de insultos o amenazas. A Holly O?Reilly, compositora musical nominada al Grammy y comprometida activista pol¨ªtica, le fue suficiente con un GIF del encuentro entre el presidente y el Papa Francisco ¨Cen el que este le dedicaba una mirada suspicaz¨C acompa?ado del texto: ¡°As¨ª es como te ve todo el mundo¡±. O?Reilly, en una tribuna publicada este junio en The Washington Post, explicaba que si no la desbloqueaba llevar¨ªa al presidente ante un juzgado. ¡°Cuando Trump silencia a la gente que est¨¢ en desacuerdo con ¨¦l, no solo decide ignorar nuestras voces, nos est¨¢ prohibiendo recibir mensajes oficiales. Ha cerrado la puerta de este consistorio virtual a todos excepto a aquellos que coinciden con ¨¦l y le dicen cosas agradables¡±. ?Qui¨¦nes ser¨¢n los pr¨®ximos en lograr el veto? Por candidatos, que no sea.