Eva Chow, la organizadora de fiestas m¨¢s influyente de Los ?ngeles
Sus fiestas son legendarias. De DiCaprio a Obama, esta rica coreana se codea con todos. Considerada la reina de la cultura de Los ?ngeles, ella es el alma de la gala LACMA Art + Film.
Tiene un curioso efecto intimidante. La gala Art + Film que acoge cada a?o el Museo de Arte del Condado de Los ?ngeles (LACMA, por sus siglas en ingl¨¦s) es la cita m¨¢s importante de la agenda social y cultural de la Costa Oeste. Solo aqu¨ª la alfombra roja encuentra su extensi¨®n natural en una obra de arte: Urban Light, de Chris Burden. La instalaci¨®n de 202 farolas vintage se convierte durante unas horas en el lugar favorito de invitados (cerca de 600) para ver, saludar, posar, desfilar y, sobre todo, dejarse fotografiar antes de llegar al pa...
Tiene un curioso efecto intimidante. La gala Art + Film que acoge cada a?o el Museo de Arte del Condado de Los ?ngeles (LACMA, por sus siglas en ingl¨¦s) es la cita m¨¢s importante de la agenda social y cultural de la Costa Oeste. Solo aqu¨ª la alfombra roja encuentra su extensi¨®n natural en una obra de arte: Urban Light, de Chris Burden. La instalaci¨®n de 202 farolas vintage se convierte durante unas horas en el lugar favorito de invitados (cerca de 600) para ver, saludar, posar, desfilar y, sobre todo, dejarse fotografiar antes de llegar al pabell¨®n ef¨ªmero construido para acoger el evento. Para un hombre t¨ªmido como Alessandro Michele, director creativo de Gucci (patrocinador oficial de la velada), ese corto periplo resulta abrumador. Quiz¨¢ su madre trabajara en la industria del cine en la edad dorada de Cinecitt¨¤ (fue asistente en la oficina que ten¨ªa MGM en Roma), pero ?esto no es algo a lo que est¨¦ acostumbrado?, murmuraba el creador a su entrada. Todo lo contrario de lo que le sucede a Eva Chow, quien copreside la gala junto a Leonardo DiCaprio. Aunque no es ?un personaje p¨²blico?, para ella moverse entre artistas, cineastas y creativos s¨ª es el pan nuestro de todos los d¨ªas. Si la cita del Metropolitan ?se llama MET Ball, pero es claramente la fiesta de Anna Wintour?, como ha escrito Anna Friedman en The New York Times, el acto ben¨¦fico del LACMA es la noche de Eva.
Resulta dif¨ªcil definir la profesi¨®n de esta multimillonaria, que es miembro del patronato del museo. ?Socialit¨¦? ?Relaciones p¨²blicas? Cualquiera de estas etiquetas se queda corta. Sus fiestas son legendarias. Eva es quiz¨¢ la persona con mayor poder de convocatoria de todo L. ?. Si ella dice ven, la ¨¦lite angelina acude en tropel. ?Qui¨¦n si no habr¨ªa convencido a Leonardo DiCaprio para que copresida la gala? ?Me pareci¨® la mejor opci¨®n. No solo es uno de los actores m¨¢s importantes de nuestro tiempo, Leo es generoso y participa activamente en la promoci¨®n de la comunidad art¨ªstica?, dice. Por su casa han pasado todos, literalmente. Kanye West, Al Pacino, Drew Barrymore, Sean Penn y el propio Obama. Cuando el presidente viaja a Los ?ngeles para recaudar fondos, desayuna con los Chow. Quiz¨¢ porque, como dice el diario Die Welt, a diferencia del resto de millonarios de la zona, Eva reina ?sin el manierismo de Beverly Hills ni la psicosis de Hollywood?.
El sol y la cultura brillan en la costa oeste. ?Michael Govan [director del LACMA desde 2006] me pregunt¨®: ¡°?C¨®mo podemos conseguir m¨¢s visibilidad y m¨¢s apoyo para nuestro departamento de cine?¡±; as¨ª que puse a funcionar mis habilidades de anfitriona?, cuenta Eva, que lleva nueve a?os entregada al proyecto sin condiciones. ?Era extra?o que en Los ?ngeles, que es la meca de la industria del entretenimiento, no hubiera un museo que dedicara, por ejemplo, parte de sus fondos a la restauraci¨®n de cintas?.
?Toda gran ciudad tiene su momento. En los 60 fue Londres; en los 80, Nueva York; y ahora por fin le ha tocado a Los ?ngeles?, contin¨²a. ?Durante a?os esper¨¦ que esta ciudad fuera importante. Renunci¨¦. Me fui antes de que sucediera, en 1974. Ver c¨®mo se ha transformado es incre¨ªble?, coment¨® James Turrell durante la ceremonia. El artista de Pasadena fue uno de los homenajeados de la ¨²ltima edici¨®n. ?La noche de la gala se mezclan artistas de todo tipo y se crea una atm¨®sfera muy especial?, asegura la mecenas coreana. ?Ser creativo es un camino dif¨ªcil?, valora. ?Es una cuesti¨®n de energ¨ªa. Tener talento es algo noble, un privilegio que hay que compartir. Las personas que tienen ese don poseen una luz especial. Reunir a tantos individuos as¨ª en una misma sala es fascinante. Me siento afortunada de tener a toda esta gente alrededor?.
En el amor, como en los negocios. Durante los ¨²ltimos 23 a?os (desde que se cas¨® en 1992), su nombre ha ido casi siempre unido a la coletilla ?mujer de?. Su marido es el empresario Michael Chow: una aut¨¦ntica estrella de la restauraci¨®n en Estados Unidos y Reino Unido, propietario de la cadena de lujo Mr. Chow (punto de encuentro de estrellas y paparazis, que ya en los 80 ten¨ªa clientes asiduos como Andy Warhol y Jean-Michel Basquiat); actor e hijo de uno de los int¨¦rpretes m¨¢s famosos de China; hermano de Tsai Chin, la dos veces chica Bond (Solo se vive dos veces, 1967, y Casino Royal, 2006); exmarido de la entonces modelo Grace Coddington (1968¨C1969); interiorista (ha dise?ado sus propios establecimientos, pero tambi¨¦n las boutiques de Giorgio Armani en Los ?ngeles y Las Vegas); artista y coleccionista de arte (en las paredes de sus locales, as¨ª como en su mansi¨®n de Holmby Hills, dise?ada a partir del modelo arquitect¨®nico del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sof¨ªa de Madrid, cuelgan obras de Allen Jones, Peter Blake, David Hockney o Julian Schnabel).
La vida de Eva sigue el gui¨®n del gran sue?o americano, aderezado con tintes (est¨¦ticos y fantasiosos) de leyenda oriental. Dice que con 11 a?os era la protegida de dos maestros de la acuarela coreana. Hasta que muri¨® su padre en 1974 y la familia se mud¨® a California. Quiso probar suerte como actriz y se present¨® a un casting, pero no la cogieron. Trabaj¨® de asistente en Hollywood y se hizo amiga de Bo Derek, quien la fich¨® como directora de producci¨®n de Tarz¨¢n, el hombre mono (1981). Despu¨¦s estudi¨® Moda ¨C?Quer¨ªa hacer algo m¨¢s creativo?¨C y, desde el sal¨®n de su casa, fund¨® su propia marca: Eva Chun, una l¨ªnea de trajes sastre en lujosos tejidos, con prendas de 700 a 3.000 d¨®lares. Pronto recibi¨® pedidos de compradores como Neiman Marcus, Barneys o Bergdorf Goodman, y construy¨® un peque?o imperio que facturaba millones a principios de los 90. Entre sus clientas, hab¨ªa actrices como Melanie Griffith o Kathleen Turner. Pero en 1991 conoci¨® a Michael Chow en una fiesta de Versace; y en 1994, tras el nacimiento de su hija, Asia, decidi¨® cerrar la empresa. ?Se arrepiente? ?Cada d¨ªa?, reconoce. ?Dise?ar es un regalo?.
Radiograf¨ªa de un armario contempor¨¢neo. ?Arte, m¨²sica y moda son esenciales en mi manera de ver y vivir la vida?. Echa de menos la individualidad de los 80. ?Hoy la moda es m¨¢s una cuesti¨®n de marca?, lamenta. ?Hedi Slimane, quien es un gran amigo m¨ªo, es una de las mentes m¨¢s chic que he conocido. Una persona que siempre ha estado muy por delante de los dem¨¢s, captando lo que otros no ve¨ªan. Riccardo Tisci, tambi¨¦n un buen colega, es una persona fuerte y carism¨¢tica. Albert Elbaz, a quien adoro, es un verdadero couturier, un creador moderno a la vieja usanza que me fascina. Azzedine Ala?a es otro que me encanta. Todos estos dise?adores han entendido su momento y su lugar antes que los dem¨¢s?. Como Alessandro Michele en Gucci, una ense?a en la que reconoce autenticidad. ?Tiene un m¨¦rito notable. La casa italiana est¨¢ detr¨¢s de muchas iniciativas que buscan respaldar el arte?, comenta.
?La repercusi¨®n de un movimiento es enorme cuando ni siquiera apreciamos su influencia?, razona. ?La d¨¦cada de los 30 fue un per¨ªodo muy importante de la est¨¦tica y del arte. Es una de las principales fuentes de inspiraci¨®n. Volvemos a ella constantemente?, contin¨²a. En una de las mu?ecas, lleva un brazalete de plata antiguo que el orfebre franc¨¦s Jean Despr¨¦s dise?¨® en aquellos a?os. ?Colecciono joyas art d¨¦co desde los a?os 80. Siempre que descubro una pieza ¨²nica intento hacerme con ella?.
Su pasi¨®n es tan firme como su ¨¦tica de trabajo. ?De ni?a aprend¨ª que el ¨¦xito exige disciplina y trabajo duro?, asegura. ?Somos un equipo creativo?, dice al hablar de su vida junto a Michael; ?profesionalmente es importante saber qu¨¦ puntos fuertes tiene cada uno en la pareja para reforzarlos?. Llevan juntos m¨¢s de 20 a?os, ?digamos que hemos tenido tiempo para poner esta lecci¨®n en pr¨¢ctica?.