Bette Franke: ?Sentirte feliz con tu cuerpo es la ¨²nica manera de llevar un ba?ador con confianza?
Pocas son las tops que pueden alardear de haber burlado la fecha de caducidad ligada a la carrera de modelo. La holandesa Bette Franke es una de ellas.
Con unos labios magn¨¦ticos y unas piernas que dejan a la sombra las de Adriana Karembeu, esta holandesa ha doblegado a la industria¡ dos veces. De hecho, ha protagonizado uno de los regresos m¨¢s sonados del mundo de la moda ¨Cjunto al de la australiana Catherine McNeil¨C. En 2010, Bette Franke decidi¨® tomarse un respiro. ?Era lo que necesitaba en ese momento?, cuenta a esta revista desde su apartamento en Nueva York. En la primavera-verano de 2012, por sorpresa y desafiando el caprichoso modus operandi de una maquinaria en busca constante de nuevas caras, volvi¨® por todo lo alto. Solo seis mes...
Con unos labios magn¨¦ticos y unas piernas que dejan a la sombra las de Adriana Karembeu, esta holandesa ha doblegado a la industria¡ dos veces. De hecho, ha protagonizado uno de los regresos m¨¢s sonados del mundo de la moda ¨Cjunto al de la australiana Catherine McNeil¨C. En 2010, Bette Franke decidi¨® tomarse un respiro. ?Era lo que necesitaba en ese momento?, cuenta a esta revista desde su apartamento en Nueva York. En la primavera-verano de 2012, por sorpresa y desafiando el caprichoso modus operandi de una maquinaria en busca constante de nuevas caras, volvi¨® por todo lo alto. Solo seis meses despu¨¦s, en la temporada oto?o-invierno 2012/2013, esta veterana (con entonces 22 a?os) apareci¨® en nada m¨¢s y nada menos que 63 pasarelas y Fashion TV la incluy¨® en el top ten de las supermodelos. ?Ni mi agente ni yo esper¨¢bamos una vuelta tan ajetreada. Me lo tom¨¦ como un cumplido?. Hoy, Models.com la sit¨²a en el puesto 26 de su ranking.
Su ¨¦xito es, en palabras de Franke, ?una cuesti¨®n de car¨¢cter?. Holanda es una f¨¢brica de disciplinadas modelos polifac¨¦ticas. Doutzen Kroes, Lara Stone, Daphne Groeneveld, Saskia de Brauw¡ ?Somos unas currantes; no nos importa echar muchas horas?, defiende. ?El f¨ªsico no lo es todo. Una sesi¨®n de fotos es un trabajo en equipo. Hay que saber crear el ambiente adecuado para que todo funcione?, explica. Se sorprende al saber que hay quien pueda tener su p¨®ster colgado en la pared, y que las aspirantes a maniqu¨ª la admiran igual que ella admir¨® a Kate Moss. ??En serio? Es broma, ?no? Aunque, puestos a tener uno, no soy un mal ejemplo. Disfruto de la vida como es y no antepongo mi carrera a todo lo dem¨¢s. Supongo que soy un buen modelo de equilibrio?, dice con naturalidad.
Vestido de punto cubierto de lentejuelas de Jean Paul Gaultier (4.230?€), collar de maxieslabones de Swarovski Atelier by Christopher Kane (795?€) y cadena de oro amarillo de Lizzie Mandler (1.261?€ aprox.).
David Roemer
?El trabajo nunca ha sido mi prioridad?, repite. El pasado septiembre se salt¨® (de nuevo) la semana de la moda de Nueva York para casarse. ?Cuando empec¨¦, pensaba que esta industria se reduc¨ªa al dinero. Despu¨¦s, me di cuenta de que hay mucha pasi¨®n?, comenta, aunque ella no siempre la comparta. Franke reconoce que no le interesa la ropa cara ni los spas de lujo. ?Prefiero llevar tejanos y pasear en bici por Central Park?. De hecho, su vestido de novia lo hizo su hermana, porque ?no hay Oscar de la Renta que pueda competir con eso?.
No cree en dietas, sino en una alimentaci¨®n equilibrada y en ?saber qu¨¦ te metes en el cuerpo?. Como Karlie Kloss o Milla Jovovich, ella tambi¨¦n aport¨® una receta al libro de cocina Model Kitchen (2012): berenjenas a la parrilla con feta y menta. ?Se convirti¨® en el plato estrella de mi madre cuando mi hermana se hizo vegetariana?. Que su reina, M¨¢xima de Holanda, sea un icono de estilo le parece genial. ?Siempre se las apa?a para ir guapa, a pesar de tener que ajustarse al protocolo de palacio?. Defiende las arrugas y la moda del selfie sin maquillaje, aunque no condena el Photoshop cuando se usa ?para crear una imagen bonita, y no solo para retocarle el trasero a la modelo?. Apoya el matrimonio homosexual y colabora con Unicef. Y aunque sabe que la moda tiene poder para cambiar muchas cosas, no cree que sea su obligaci¨®n. ?El telemarketing tambi¨¦n mueve millones, y no por eso tiene que involucrarse en temas sociales o pol¨ªticos. La moda es un negocio?, sentencia.
Vestido de strass de Zuhair Murad (c.?p.?v.).
David Roemer
Vestido de pedrer¨ªa de Julien Macdonald (c.?p.?v.) y pendientes ba?ados en oro con cristales de Isabelle Michel (260?€).
David Roemer
Cuerpo de tul con cristales de Balmain (c.?p.?v.) y culotte de Irfe (c.?p.?v.). En la mano izquierda, pulsera de oro blanco y pav¨¦ de diamantes de Bulgari (c.?p.?v.)
David Roemer
Ba?ador de tiras de Herv¨¦ L¨¦ger (c.?p.?v.) y, anudada a la cintura, chaqueta plisada de Giorgio Armani (490?€); brazaletes de Alexander McQueen (c.?p.?v.) y, en ambas mu?ecas, pulseras de Herve Van Der Straeten (c.?p.?v.).
David Roemer
Cazadora de pit¨®n con destellos met¨¢licos de Roberto Cavalli (10.800 €), ba?ador de Andr¨¦s Sard¨¢ (190 €) y collar de Mawi (c. p. v.).
David Roemer
Parka metalizada (c.?p.?v.) y traje de ba?o de neopreno (c.?p.?v.), ambos de Emilio Pucci; y collar con perlas de Chanel (1.290?€).
David Roemer