Coco Brandolini: ?Claro que puedes trabajar en moda sin cientos de seguidores?
Descendiente de una de las familias m¨¢s poderosas de italia, Brandolini lleva a?os trabajando como consultora de las mejores marcas y es embajadora de Dolce & Gabbana. Charlamos con ella sobre las redes sociales, sus recuerdos de infancia junto a Valentino o el poder terap¨¦utico de la ropa.
La cuenta de Instagram de Coco Brandolini d¡¯Adda es privada. Eso la convierte autom¨¢ticamente en una rara avis de la moda, industria en la que no solo influencers, tambi¨¦n marcas, modelos, estilistas y editores presumen de mareantes cifras de seguidores y cierto esp¨ªritu exhibicionista. Sin ir m¨¢s lejos, su hermana menor, Bianca Brandolini, acumula medio mill¨®n de followers y utiliza la red social como una ventana a una vida de ensue?o ¨Cambas descienden de una de las familias m¨¢s poderosas de Italia¨C, as¨ª como una v¨ªa para colaborar con decenas de marcas de lujo.
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La cuenta de Instagram de Coco Brandolini d¡¯Adda es privada. Eso la convierte autom¨¢ticamente en una rara avis de la moda, industria en la que no solo influencers, tambi¨¦n marcas, modelos, estilistas y editores presumen de mareantes cifras de seguidores y cierto esp¨ªritu exhibicionista. Sin ir m¨¢s lejos, su hermana menor, Bianca Brandolini, acumula medio mill¨®n de followers y utiliza la red social como una ventana a una vida de ensue?o ¨Cambas descienden de una de las familias m¨¢s poderosas de Italia¨C, as¨ª como una v¨ªa para colaborar con decenas de marcas de lujo.
¡°Mantengo mi cuenta privada porque subo muchas fotos de mis hijas. Me gustan las redes sociales, pero prefiero guardar distancia. Me pone nerviosa que sea p¨²blico. Quiz¨¢ sea algo generacional, tengo 41 a?os y mi hermana, diez menos. Ella tiene que hacerlo por su trabajo, pero a m¨ª, de momento, nadie me lo ha pedido¡±, cuenta durante su visita a la madrile?a galer¨ªa Nicol¨¢s Cort¨¦s, que acoge la exposici¨®n The evolution of portraiture and fashion, en colaboraci¨®n con Dolce & Gabbana. Su discreci¨®n y negativa a convertirse en eso que hoy llaman l¨ªder de opini¨®n digital resulta a¨²n m¨¢s llamativa si se tiene en cuenta que trabaja como embajadora de la l¨ªnea de alta costura de la firma italiana. ¡°Claro que puedes trabajar en moda sin cientos de seguidores si de verdad trabajas (r¨ªe). Quiero decir, hacerse fotos es un trabajo, pero uno distinto al m¨ªo. En mi caso tengo una rutina y un horario, no voy a un evento y desaparezco seis meses¡±.
Deja claro as¨ª que la labor que desempe?a en la casa italiana va m¨¢s all¨¢ de lucir sus vestidos en importantes alfombras rojas como la de la gala MET, ejercer de relaciones p¨²blicas o incluso subirse a la pasarela en un par de ocasiones (¡°cuando desfil¨¦ en la alta costura me puse muy nerviosa, pero en la colecci¨®n de ready to wear me lo pas¨¦ muy bien. Puede ver c¨®mo Anna Wintour me sonre¨ªa y no me importar¨ªa hacerlo otra vez¡±, comenta sobre aquella experiencia). Cornelia Brandolini, a la que todos conocen y llaman con el diminutivo de Coco, lleva trabajando en la divisi¨®n de alta moda de la marca desde su lanzamiento. ¡°Conoc¨ª a Domenico Dolce por casualidad y me invit¨® a unirme al equipo de dise?o hace nueve a?os. Trabajando all¨ª empec¨¦ a probarme los vestidos y me dec¨ªa que los luc¨ªa muy bien, que era capaz de entenderlos. As¨ª fue c¨®mo comenz¨® mi labor de embajadora. Pero adem¨¢s de ponerme la ropa y hablar de ella, trabajo para crearla. Para m¨ª es un lujo unir esas dos facetas porque, aunque pueda sonar infantil, me siento feliz, muy feliz, cuando llevo puesta esa ropa¡±, asegura con una cercan¨ªa que resulta casi tan excepcional como su perfil bajo en internet.
Formada en Ciencias Pol¨ªticas y Filosof¨ªa en Par¨ªs, Brandolini comenz¨® a trabajar en la industria por una mezcla de casualidad y pedigr¨ª. Su abuela, Cristiana, era hermana del legendario Gianni Agnelli, el hombre que reinvent¨® el imperio Fiat y el empresario italiano m¨¢s famoso y poderoso del siglo XX. Su madre, una princesa brasile?a llamada Georgina, ejerci¨® durante muchos a?os como jefa de relaciones p¨²blicas y musa de Valentino. ¡°Cuando era peque?a iba con ella a los fittings en Par¨ªs y era alucinante. Tengo el recuerdo de estar en el Ritz y ver a Cindy Crawford y al propio Valentino y no poder cre¨¦rmelo. ?l siempre fue muy cercano conmigo porque le encantaban los ni?os y porque ten¨ªa una relaci¨®n muy pr¨®xima a mi madre¡±, rememora.
Ese bagaje, as¨ª como la influencia de su abuela ¡°que ten¨ªa mucho gusto y cuidaba al mil¨ªmetro cada detalle, desde los muebles hasta la vajilla o las flores¡±, fueron ¡°entrenando el ojo¡± de una joven Coco despertando en ella un inter¨¦s? por la moda que se consolid¨® cuando viaj¨® a Nueva York para ser becaria de Oscar de la Renta. ¡°Toda mi trayectoria ha tenido que ver con la suerte. Con Oscar de la Renta fui para tres meses y durante el primero ya ten¨ªa claro que quer¨ªa dedicarme a esto. Al final me acabaron contratando seis a?os y fue una experiencia ¨²nica porque Oscar lideraba el equipo con una calidez y una humanidad que hac¨ªan que la gente se dedicara a ¨¦l no porque fuera quien nos pagaba, sino por devoci¨®n y amor¡±. Tambi¨¦n su incursi¨®n en Dolce & Gabbana se produjo de forma espont¨¢nea, asegura, despu¨¦s de haber pasado por los departamentos de dise?o y consultor¨ªa de firmas de moda de primer nivel como Nina Ricci, Alberta Ferretii o Bottega Veneta.
Habitual de la codiciada primera fila de los mejores desfiles, esta italiana nacida en Par¨ªs reconoce que las semanas de la moda digitales no son comparables a la emoci¨®n que reinaba en los shows antes de la pandemia. ¡°Desde casa puedes ver la ropa, el maquillaje, las modelos¡ pero no sentir el estr¨¦s, los aplausos o la emoci¨®n de vivirlo en directo. Es como un concierto, no es lo mismo verlo en persona que online. La fuerza de toda esa gente junta asistiendo al espect¨¢culo no es comparable, pero creo que volver¨¢¡±, afirma esperanzada.
Mientras tanto, Brandolini remarca el poder terap¨¦utico de la moda como herramienta para sobrellevar los tiempos oscuros que nos est¨¢ tocando vivir. ¡°Durante el confinamiento organizaba desfiles de mentira con mis hijas y nos pas¨¢bamos horas preparando la ropa, el maquillaje, la m¨²sica¡ Es un ejemplo muy simple de c¨®mo la moda nos puede ayudar. Creo que el arte cambia tu mente, te hace pensar en otras cosas, te ayuda a escapar¡ y para m¨ª la moda es una forma de arte¡±, afirma. Desde la planta de arriba de la galer¨ªa Nicol¨¢s Cort¨¦s los vestidos cedidos por Dolce & Gabbana, creaciones de alta costura influenciadas por los retratos de Fortuny, Raimundo de Madrazo, Zuloaga o Romero de Torres, refutan su teor¨ªa.