La rebeli¨®n contra Ellen DeGeneres: la lesbiana m¨¢s famosa de Hollywood no escapa a la rendici¨®n de cuentas
El programa de la presentadora, referente en las ma?anas televisivas en Estados Unidos, est¨¢ bajo investigaci¨®n tras las denuncias de varios empleados. Un episodio que se une a la larga lista de acusaciones que piden desenmascarar a la humorista.
En Relatable, su primer mon¨®logo en 15 a?os y por el que Netflix le pag¨® 17 millones de euros, Ellen DeGeneres evidencia la obsesi¨®n que la ha acompa?ado a lo largo de toda su carrera. ¡°Todos somos iguales y todos somos cercanos¡±, sostiene sin ruborizarse la presentadora de Luisiana, convencida de que el hecho de que a ella tambi¨¦n le d¨¦ rabia que los camareros no apunten por escrito su comanda puede hacer que hasta una peluquera de Queens se identifique con alguien que el pasado a?o se embols¨® m¨¢s de 75 millones de euros. Quien sustituyera a Oprah Winfrey en el coraz...
En Relatable, su primer mon¨®logo en 15 a?os y por el que Netflix le pag¨® 17 millones de euros, Ellen DeGeneres evidencia la obsesi¨®n que la ha acompa?ado a lo largo de toda su carrera. ¡°Todos somos iguales y todos somos cercanos¡±, sostiene sin ruborizarse la presentadora de Luisiana, convencida de que el hecho de que a ella tambi¨¦n le d¨¦ rabia que los camareros no apunten por escrito su comanda puede hacer que hasta una peluquera de Queens se identifique con alguien que el pasado a?o se embols¨® m¨¢s de 75 millones de euros. Quien sustituyera a Oprah Winfrey en el coraz¨®n de los hogares de Estados Unidos con su programa de televisi¨®n matutino (The Ellen Show) y se erigiera en la voz medi¨¢tica por excelencia del colectivo LGTBI, se ha labrado su estatus de t¨®tem presumiendo de una proximidad sin parang¨®n en la industria. Con sus bailes improvisados, sus sustos a los famosos o sus acciones ben¨¦ficas, Ellen ha forjado un imperio basado en la encarnaci¨®n medi¨¢tica de la bondad que, a ra¨ªz de las ¨²ltimas revelaciones de quienes lo forjaron, no es m¨¢s que un castillo de naipes.
WarnerMedia, productora del programa de Ellen DeGeneres, ha puesto en marcha una investigaci¨®n sobre la supuesta cultura t¨®xica que reina en los despachos del formato, seg¨²n la informaci¨®n publicada por Variety. Decenas de empleados pasados y actuales han remitido quejas las ¨²ltimas semanas sobre diferentes episodios de intimidaci¨®n, menosprecio y acoso vividos en el entorno laboral; tolerados o promovidos por sus responsables. Las pesquisas suponen un nuevo golpe a la reputaci¨®n de la presentadora que ha hecho del ¡°Be kind¡± (S¨¦ amable) su leitmotiv vital e incluso comercial, y ponen en tela de juicio las palabras que le dedic¨® el mism¨ªsimo Barack Obama al entregarle la Medalla de la Libertad ¨Cel mayor honor civil que puede recibir un ciudadano en Estados Unidos¨C en 2016: ¡°Una y otra vez, Ellen DeGeneres nos ha demostrado que un solo individuo puede hacer del mundo un lugar m¨¢s divertido, m¨¢s abierto y m¨¢s cari?oso¡±.
¡°Es bonito que te digan ¡®Hola¡¯ antes de empezar el programa. Ella no lo hizo¡±. Fue el pasado febrero cuando Nikkie de Jagger, bloguera de belleza holandesa conocida por su cuenta de Instagram NikkieTutorials, se atrevi¨® a censurar p¨²blicamente el comportamiento de la presentadora durante su visita al programa. A la confesi¨®n de la instagramer, que tild¨® a DeGeneres de ¡°fr¨ªa y distante¡±, le sigui¨® despu¨¦s un tuit del c¨®mico Kevin T. Porter en el que invitaba a sus seguidores a compartir sus historias sobre la que denomin¨® como una de ¡°las personas m¨¢s malvadas sobre la tierra¡±. La conversi¨®n cont¨® con miles de r¨¦plicas que dibujan una Ellen dictatorial que controla hasta los almuerzos de su equipo, obliga a cualquier interlocutor a masticar chicle antes de hablar con ella por su ¡°nariz sensible¡± y les niega el saludo a los trabajadores del programa.
En su camino para convertirse en una de las personas m¨¢s queridas de Estados Unidos, DeGeneres tambi¨¦n ha sido acusada de equidistante en un periodo de alt¨ªsima crispaci¨®n pol¨ªtica. No solo por su negativa a utilizar su programa como altavoz de sus cr¨ªticas al presidente Trump (¡°No soy una comediante pol¨ªtica¡±), sino por dejarse ver en p¨²blico con figuras tan controvertidas como el expresidente George W. Bush, con el que mantiene una estrecha amistad. Una confraternizaci¨®n censurada incluso por celebrities como Susan Sarandon y Mark Ruffalo, que declar¨® en Twitter que ¡°hasta que Bush sea llevado ante la justicia por los cr¨ªmenes de guerra de Irak no podemos ni comenzar a hablar de la amabilidad solicitada por DeGeneres¡±.
La reclusi¨®n por la crisis del coronavirus no hizo sino empeorar la imagen cercana de la humorista que marco un antes y un despu¨¦s en 1997 al convertirse en la primera protagonista lesbiana de una ficci¨®n de una cadena generalista en Estados Unidos. Lo hizo en su sitcom Ellen, en un episodio considerado ¡°un antes y un despu¨¦s en la cultura pop¡± y que estuvo a punto de dar al traste con su carrera, con varias firmas retirando sus anuncios del canal ABC y grupos cristianos pidiendo boicotear la serie que ser¨ªa cancelada un a?o despu¨¦s. ¡°Este v¨ªdeo acaba de llamarme pobre en cinco idiomas diferentes¡±, escribi¨® una de sus seguidoras en su tabl¨®n de Instagram cuando DeGeneres se lamentaba por el diluvio que hab¨ªa estropeado su d¨ªa, enfocando un jard¨ªn kilom¨¦trico y una piscina infinita. El ruido medi¨¢tico creci¨® cuando afirm¨®, sentada en mitad del sal¨®n de su mansi¨®n multimillonaria de las colinas de Los ?ngeles, que estar en cuarentena ¡°era como estar en la c¨¢rcel¡±, demostrando una falta de sensibilidad que ha dado lugar a la creaci¨®n del t¨¦rmino ¡®ostentafinamiento¡¯ (smugsolation).
En abril, la detenci¨®n de las grabaciones del talk-show en el plat¨® habitual provoc¨® la indignaci¨®n p¨²blica de m¨¢s de 30 trabajadores, que denunciaron en Variety haber sufrido un recorte del 60% de su salario sin comunicaci¨®n previa o inter¨¦s por su salud mental o f¨ªsica. El equipo se enter¨® por las redes sociales de que DeGeneres hab¨ªa preparado un nuevo set de grabaci¨®n en su propia casa, contratando a una empresa externa para la realizaci¨®n del mismo. Pese a la realidad de los hechos, la humorista declar¨® en antena que el ¨²nico motivo de su temprana vuelta a la parrilla era ¡°el bienestar de sus trabajadores¡±.
Esta es la etapa m¨¢s convulsa por la que atraviesa de The Ellen Show desde su estreno en 2003, un formato l¨ªder en su franja horaria y que ha ganado hasta 61 Premios Emmy. Las revelaciones de un reportaje de Buzzfeed News publicado en julio supusieron el golpe m¨¢s fuerte al programa. Diez empleados calificaron de ¡°cultura t¨®xica e intimidante¡± el ambiente de trabajo en el estudio, se?alando de forma directa a los productores ejecutivos del espacio, pero tambi¨¦n a DeGeneres por su desinter¨¦s por los hechos que ocurr¨ªan tras las c¨¢maras. Entre las acusaciones m¨¢s rotundas est¨¢n las de dos trabajadores que aseguran haber sido despedidos por haber acudido a un funeral o haber estado de baja m¨¦dica y la de un empleado afroamericano que corrobora haber tenido que soportar comentarios racistas. ¡°Toda esa mierda del ¡®S¨¦ amable¡¯ solo pasa cuando encienden las c¨¢maras, es todo por el espect¨¢culo¡±, sostiene una fuente an¨®nima. Los responsables del espacio emitieron un comunicado ¡°lamentando profundamente¡± las malas experiencias narradas en el art¨ªculo y manifestando su compromiso ¡°para hacerlo mejor¡± de aqu¨ª en adelante.
¡°Conforme hemos ido creciendo de manera exponencial, no he sido capaz de estar encima de todas las cosas y he delegado en otros trabajos que deber¨ªan haber hecho como ellos saben que a m¨ª me gusta. Claramente algunos no lo han hecho. Esto cambiar¨¢ a partir de ahora y me comprometo a asegurar que nada as¨ª vuelve a suceder¡±, asegura la presentadora en una reciente carta dirigida a su equipo y en la que evita pronunciarse ante las acusaciones que la se?alan directamente. Como hiciese Dory en Buscando a Nemo, el personaje al que dio voz y que la sac¨® de una depresi¨®n cuando los tel¨¦fonos dejaron de sonar tras su salida del armario, Ellen DeGeneres ha decidido ¡°seguir nadando¡±, pero su inmaculada figura parece da?ada de forma irreversible. Hace apenas 15 d¨ªas se hizo viral en Twitter el hashtag #RIPEllen, que muchos confundieron con un falso rumor sobre el fallecimiento de la presentadora pero que clamaba por el cierre fulminante del programa. Un final que, seg¨²n la revista Forbes, es inviable teniendo en cuenta los ingresos multimillonarios que la publicidad de su programa genera para la productora. Sin embargo, en un tiempo en el que la cultura de la cancelaci¨®n est¨¢ m¨¢s en boga que nunca, con cada nueva filtraci¨®n la risue?a y solidaria Ellen bordea su afiliaci¨®n al club de los reprobados.