Fin de la saga Crep¨²sculo: ?Y ahora qu¨¦?

A partir del pr¨®ximo d¨ªa 16, cuando las salas de cine vuelvan a encender las luces tras proyectar Amanecer (Parte 2), las l¨¢grimas del p¨²blico sentado en las butacas ser¨¢n distintas a todas las que han vertido hasta entonces. Lo quieran o no, se acab¨® lo que se daba.

Ese viernes miles de fans asistir¨¢n al esperado final cinematogr¨¢fico de la saga Crep¨²sculo, la famosa serie vamp¨ªrica basada en los libros de Stephenie Meyer, para decir adi¨®s a los personajes que desde hace cuatro a?os, ocho si la fiebre se despert¨® con la publicaci¨®n de la primera novela, han...

A partir del pr¨®ximo d¨ªa 16, cuando las salas de cine vuelvan a encender las luces tras proyectar Amanecer (Parte 2), las l¨¢grimas del p¨²blico sentado en las butacas ser¨¢n distintas a todas las que han vertido hasta entonces. Lo quieran o no, se acab¨® lo que se daba.

Ese viernes miles de fans asistir¨¢n al esperado final cinematogr¨¢fico de la saga Crep¨²sculo, la famosa serie vamp¨ªrica basada en los libros de Stephenie Meyer, para decir adi¨®s a los personajes que desde hace cuatro a?os, ocho si la fiebre se despert¨® con la publicaci¨®n de la primera novela, han marcado su vida. S¨ª, marcado, que como asegura el famoso refr¨¢n, o al menos una versi¨®n adaptada para la ocasi¨®n del mismo, dime de qu¨¦ eres fan y te dir¨¦ qui¨¦n eres.

No es novedad que un fen¨®meno fan defina a toda una generaci¨®n. Por poner solo unos ejemplos, antes de que los crepusculeros dominaran el mundo las "tokiohoteleras" ya gritaron desconsoladas cuando sus ¨ªdolos se dejaban caer por su ciudad, los "harrypoterianos" hicieron cola de madrugada para comprar las nuevas novelas, las "takethateras" lloraron desconsoladas porque no consiguieron ver a sus ¨ªdolos en el aeropuerto despu¨¦s de hacer pellas en el instituto y las fan¨¢ticas de los Beatles se desmayaron con solo verlos asomarse a una ventana en un hotel.

Hasta en el siglo XIX las histerias colectivas se llevaban, que como aseguran algunos historiadores, por aquel entonces el pianista y compositor Franz Liszt ya ten¨ªa que sortear la ropa que le tiraban al escenario sus admiradoras. Nada comparado, eso s¨ª, con la intensidad de las seguidoras de Justin Bieber, las Believers, que profesan tal devoci¨®n por su ¨ªdolo que algunas de ellas, despu¨¦s de una macabra broma en la que a trav¨¦s de Twitter se aseguraba que el cantante ten¨ªa c¨¢ncer, se raparon la cabeza al cero en se?al de solidaridad.

?Es normal este comportamiento? Seg¨²n Melinda Beck, columnista de salud en el Wall Street Journal, s¨ª, ya que como explicaba en un art¨ªculo publicado a mediados de este a?o, un estudio llevado a cabo en la Universidad McGill de Montreal dirigido por el neur¨®logo Daniel Levitin demostraba que exponer a un sujeto a aquello de lo que se declaraba fan incondicional estimulaba la liberaci¨®n de la dopamina, un neurotransmisor relacionado con el placer y la adicci¨®n que provoca en el cerebro las mismas sensaciones que ganar una partida para un jugador compulsivo.

Eso explica que a veces fiebres en teor¨ªa adolescentes como la de Crep¨²sculo contagie a adultos como Raquel W. Polo, empresaria de 42 a?os due?a de un estudio gr¨¢fico que confiesa sin complejos su pasi¨®n por la historia de amor entre Edward y Bella. ¡°Pero la de los libros, porque de la Bella que sale en las pel¨ªculas Edward no se enamorar¨ªa. A¨²n as¨ª soy la primera que compra los DVD y compra las entradas para el d¨ªa del estreno. De hecho, tengo preparada una marat¨®n con mis amigas para ver todas las pel¨ªculas seguidas antes de ir al cine a ver la ¨²ltima, aunque nos pasaremos las horas comentando la cara de sufrimiento de ¨¦l y lo mal que nos cae ella¡±.

Respecto al comportamiento de las fans m¨¢s j¨®venes de Crep¨²sculo, Raquel, que ha compartido con ellas eventos como el encuentro con fans que mantuvieron en 2009 los actores Robert Pattinson, Kirsten Stewart y Taylor Lautner en el Palacio de Vistalegre, tampoco cree que haya cambiado demasiado con los a?os. ¡°Intentan llegar a sus ¨ªdolos, estar cerca de ellos, salt¨¢ndose lo que sea, pero igual que yo cuando ten¨ªa 17 a?os e iba a ver a Spandau Ballet en concierto. Quiz¨¢s lo ¨²nico que me sorprende ahora es que hacen acampadas de tres d¨ªas acompa?adas de sus madres, algo que yo solo har¨ªa si me prometiera una cena con Pattinson. Las m¨¢s mayores somos muy del vampiro. Las jovencitas se quedan m¨¢s con el hombre lobo. Supongo que ah¨ª s¨ª que se nota la diferencia generacional¡±.

Por eso Raquel no estar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 15 cuando el tr¨ªo protagonista vuelva a Madrid para presentar la pel¨ªcula en una premiere que promete ser multitudinaria tanto por la? ocasi¨®n de ver por ¨²ltima vez en vivo a los actores de la saga como por el morbo de comprobar en directo qu¨¦ tal se llevan Pattinson y Stewart despu¨¦s de la sonada infidelidad de ella, una traici¨®n que llen¨® tabloides para enfado de las comunidades de fans que, tom¨¢ndoselo como algo personal, ped¨ªan desesperados a la prensa que dejaran tranquilos a la otrora pareja. Las cosas, magia de la promoci¨®n, perecen ahora m¨¢s calmadas.

¡°Somos uno de los pocos pa¨ªses que visitar¨¢n y ser¨¢ una gran forma de despedir la saga¡±, explica Igor Ibeas, Director General Adjunto de Aurum Producciones, distribuidora de la pel¨ªcula a nivel mundial, que asegura tambi¨¦n estar apenado por la llegada del final. ¡°Llevamos m¨¢s de seis a?os trabajando con estas pel¨ªculas que nos han tenido muy ocupados y han exigido mucho de nosotros, pero las alegr¨ªas superan con creces el esfuerzo¡±.