Las fotos de Lady Di en toples o c¨®mo ¡®?Hola!¡¯ las compr¨® por 200 millones de pesetas para no publicarlas
Aunque el semanario nunca ha reconocido la historia, s¨ª lo hizo uno de los fot¨®grafos y las im¨¢genes no han visto la luz 26 a?os despu¨¦s.
Hubo un tiempo en el que los paparazzi vivieron una era dorada. C¨¢mara en mano, segu¨ªan meticulosamente las agendas de los famosos para aparecer sin previo aviso donde las celebridades se dirig¨ªan y capturar instant¨¢neas ¨²nicas. Estas im¨¢genes tomadas sin el consentimiento de los involucrados se vend¨ªan luego por cifras jugosas, en funci¨®n del inter¨¦s del personaje y del suceso, a revistas de todo el mundo. Se estima que la fotograf¨ªa m¨¢s cara jam¨¢s pagada fue la de Britney Spears rap¨¢ndose la cabeza en 2007. Medio mill¨®n de d¨®lares se embols¨® el responsable de la toma.
Unos cuantos a?o...
Hubo un tiempo en el que los paparazzi vivieron una era dorada. C¨¢mara en mano, segu¨ªan meticulosamente las agendas de los famosos para aparecer sin previo aviso donde las celebridades se dirig¨ªan y capturar instant¨¢neas ¨²nicas. Estas im¨¢genes tomadas sin el consentimiento de los involucrados se vend¨ªan luego por cifras jugosas, en funci¨®n del inter¨¦s del personaje y del suceso, a revistas de todo el mundo. Se estima que la fotograf¨ªa m¨¢s cara jam¨¢s pagada fue la de Britney Spears rap¨¢ndose la cabeza en 2007. Medio mill¨®n de d¨®lares se embols¨® el responsable de la toma.
Unos cuantos a?os antes, sin embargo, se pag¨® mucho m¨¢s por un conjunto de fotograf¨ªas de Lady Di. Lo extra?o: que el dinero se gast¨® para que no vieran la luz. Todo ocurri¨® cuando, ya separada del pr¨ªncipe Carlos de Inglaterra, Diana de Gales viaj¨® a Mijas, M¨¢laga, a pasar unos d¨ªas con dos amigas en 1994. All¨ª, dos fot¨®grafos espa?oles capturaron a la princesa de Gales con el pecho al desnudo. Seg¨²n recogi¨® El Pa¨ªs ese mismo a?o,?la agencia Europa Press ofreci¨® las im¨¢genes a la prensa inglesa por un mill¨®n de libras (unos doscientos millones de pesetas) por una exclusiva mundial y la mitad por la exclusiva en el Reino Unido. Diana, claro, estaba furiosa.
Tambi¨¦n el palacio de Buckingham, residencia de la familia real brit¨¢nica, que pese al cese en la relaci¨®n entre el heredero de la corona y la princesa ped¨ªan respeto a su privacidad. ?No estamos preparados para discutir fotograf¨ªas que no hemos visto, pero, obviamente, a nadie le gusta que le tomen fotograf¨ªas que sean una intromisi¨®n de la intimidad, y ello incluye a la princesa de Gales?, puntualiz¨® un portavoz.
Sin embargo, la revista ?Hola! lleg¨® al rescate.?Una nota de Europa Press la tarde del 4 de mayo anunciaba que el semanario hab¨ªa adquirido los derechos mundiales de las fotos mediante un acuerdo editorial. En ¨¦l, se compromet¨ªa?con Europa Press Reportajes y la agencia Ares a encargarles una serie de reportajes que les compensase econ¨®micamente el valor de las im¨¢genes de Lady Di. Se podr¨ªa pensar que ?Hola! se hab¨ªa hecho con la imagen del momento y el ¨¦xito estaba al caer. Pero el Daily Mail hab¨ªa ya anunciado, la ma?ana de ese 4 de mayo, la intenci¨®n de la revista de comprar los negativos para destruirlos y salvar a la princesa.
Ni en ese momento ni ahora ha sido posible conseguir confirmaci¨®n de este supuesto por parte de ?Hola!. Tambi¨¦n es cierto que, 26 a?os despu¨¦s, esas fotos siguen sin ver la luz. Quien s¨ª confirm¨® el suceso fue, en 2017, Diego Arrabal, uno de los fot¨®grafos responsables de sorprender a la princesa tomando el sol. Lo hizo en una entrevista con la revista Mujer Hoy en el marco del 20 aniversario de la muerte de Lady Di.
?Las fotos se realizaron el ¨²ltimo d¨ªa?, recordaba el profesional a la revista. ?Ella se iba en un vuelo a las cinco de la tarde y las fotos se hicieron a las 12 de la ma?ana. Estaba tomando el sol boca abajo, sin la parte de arriba del biquini para que no le quedaran marcas. Nunca hizo toples. En un momento determinado, ella se levant¨® para ir al ba?o y se cubri¨® con una toalla. All¨ª yo, que estaba a pocos metros de ella, le vi por un segundo los pechos, pero no pude fotografiarlo. Minutos despu¨¦s, volvi¨® de la habitaci¨®n, extendi¨® la toalla para tumbarse boca abajo y ah¨ª capt¨¦ esa imagen. La foto la hice con la toalla de fondo y ella de rodillas, de frente a m¨ª, con los dos pechos perfectamente visibles?.
Como rememora Arrabal, ¨¦l no era el ¨²nico fot¨®grafo apostado ah¨ª. Compet¨ªa con otros 50, pero ¨¦l era el ¨²nico que la ten¨ªa de frente. El otro fot¨®grafo que menciona El Pa¨ªs en su art¨ªculo, cuenta Arrabal, capt¨® solo un pecho desde un lateral, pero trabajaban para la misma agencia. ?l pose¨ªa la imagen m¨¢s codiciada. Preguntado por la compra por parte de ?Hola!, Arrabal lo confiesa tranquilamente. ?Se pag¨® un poco m¨¢s de un mill¨®n de euros. Es verdad que es la fotograf¨ªa por la que m¨¢s se ha pagado en la historia y, encima, nunca se lleg¨® a publicar?.
Arrabal entra en detalle sobre c¨®mo se realiz¨® esta compra, la m¨¢s cara y menos rentable (econ¨®micamente, no as¨ª en t¨¦rminos de reputaci¨®n) de la historia. ?Se hizo una peque?a subasta a nivel mundial. Vinieron directores de revistas de Alemania y de Australia para ver y pujar por las fotos. La mencionada revista puj¨® por esas fotos y se las llev¨®. Cuando se lleg¨® a un acuerdo, nos llam¨® el propietario de la publicaci¨®n y le dimos las diapositivas. ?l cogi¨® un cuenco, puso las diapositivas y les prendi¨® fuego, porque no quer¨ªa que en el futuro nadie jugara con ese material. Definitivamente, fue un golpe de efecto, porque la publicidad que se hizo ese medio al comprarlas para no publicarlas y proteger a Diana fue impagable?.
Arrabal s¨ª que pudo vender otras im¨¢genes, como la de Lady Di en albornoz en su terraza. Dos minutos antes, la hab¨ªa pillado desnuda. ?Llegamos y la vimos a dos metros. No estaba como en la foto, con albornoz, estaba desnuda. En ese momento yo ten¨ªa un objetivo muy grande y, como est¨¢bamos tan cerca, no pude fotografiarla. Tuve que esperar a que nos trajeran otro. En ese espacio de tiempo, ella se puso el albornoz y fueron las im¨¢genes que se publicaron en todo el mundo?.
Sobre el hecho de que ning¨²n medio brit¨¢nico pujase por m¨¢s dinero que ?Hola!, El Pa¨ªs en su art¨ªculo esgrime dos posibilidades. Por un lado, podr¨ªan querer respetar la intimidad que pidi¨® Diana de Gales tras abandonar la vida p¨²blica. Por otro, la raz¨®n podr¨ªa rastrearse en los anteriores esc¨¢ndalos de la prensa con relaci¨®n a Lady Di. Cuando el dominical londinense?Sunday Mirror?public¨® en su portada una instant¨¢nea de la princesa haciendo ejercicios en un gimnasio en noviembre de 1993, fue tal el esc¨¢ndalo que el Parlamento?debati¨® la amenaza de restricciones gubernamentales a la prensa como consecuencia de las violaciones de la privacidad real.
Sea como fuere, la verdad es que esas diapositivas ya no existen y las famosas im¨¢genes de la princesa m¨¢s viral de todos los tiempos, antes incluso de la democratizaci¨®n de Internet, con el torso al desnudo nunca ver¨¢n la luz.