Kanye West contra el mundo
?La mayor estrella del rock?, como ¨¦l mismo se define, acaba de convertir a sus ¨ªdolos en el ¡®punching ball¡¯ de sus frustraciones: insultos, delirios de grandeza y una advertencia.
Kanye West siempre parece enfadado, pone carusa cuando est¨¢ mimoso y a sus 36 a?os le entran unas rabietas que ni a los ni?os con la verdura. Empez¨® produciendo a otros artistas; m¨¢s tarde se estren¨® en solitario y ha conseguido casi todo, incluso dieciocho premios Grammy. Todo, menos el respeto que cree merecer en su verdadera pasi¨®n: el dise?o de moda. Se ofende con facilidad cuando las revistas especializadas no le hacen la pelota y no entiende c¨®mo la industria de los trapos no es capaz de tomarle en serio. Qu¨¦ osados, se lamenta. Y en vez de aprender y ganarse ...
Kanye West siempre parece enfadado, pone carusa cuando est¨¢ mimoso y a sus 36 a?os le entran unas rabietas que ni a los ni?os con la verdura. Empez¨® produciendo a otros artistas; m¨¢s tarde se estren¨® en solitario y ha conseguido casi todo, incluso dieciocho premios Grammy. Todo, menos el respeto que cree merecer en su verdadera pasi¨®n: el dise?o de moda. Se ofende con facilidad cuando las revistas especializadas no le hacen la pelota y no entiende c¨®mo la industria de los trapos no es capaz de tomarle en serio. Qu¨¦ osados, se lamenta. Y en vez de aprender y ganarse el reconocimiento con las orejas gachas, prefiere tirar a matar. Ha rajado contra Slimane, se ha metido con Lady Gaga y ha abofeteado a Fendi, la firma que le permiti¨® hacer pr¨¢cticas en sus talleres. Y todo esto en solo una hora, en el programa de m¨¢s audiencia de la emisora BBC Radio 1.
La semana pasada el cantante concedi¨® una entrevista al DJ y presentador Zane Lowe, y el dise?ador rapero aprovech¨® la ocasi¨®n para desahogarse. "Fuimos yo y Virgil (Abloh) quienes dise?amos los leggings de piel hace seis a?os, y Fendi dijo 'no'. No dejamos de ofrecerles nuevos dise?os y siempre los rechazaban. Y dime, ?cu¨¢ntos hijos de puta has visto con leggings de piel?", dijo en alusi¨®n a una tendencia cuya autor¨ªa se atribuye. Su man¨ªa persecutoria llega incluso a una de las figuras indiscutibles de la moda actual: "Cuando veo a Hedi Slimane es como, vale, as¨ª es como conquisto el mundo. S¨ª, tiene unos bonitos vaqueros de 5.000 d¨®lares, algo por aqu¨ª y por all¨¢, y unas cuantas mierdas m¨¢s. Pero nosotros hacemos cultura, el rap es el nuevo rock and roll. Somos las nuevas estrellas del rock, y yo soy la m¨¢s importante de todas".
Despu¨¦s de varias colaboraciones con Nike, Louis Vuitton y Giuseppe Zanotti, en octubre de 2011 el artista present¨® su primera colecci¨®n en la semana de la moda de Par¨ªs. Las cr¨ªticas fueron demoledoras. "Intruso" y "aprendiz" fueron algunos de los calificativos m¨¢s suaves que recibi¨® por parte de los periodistas, un ba?o de realidad que recuerda al que vivi¨® Lindsay Lohan cuando present¨® su colaboraci¨®n para Ungaro. "West apu?al¨® el m¨ªtico vestido de bandas de Herv¨¦ L¨¦ger", apuntaba Christina Benkley en The Wall Street Journal. A Eric Wilson de The New York Times le pareci¨® "turbador" que presentara abrigos de pelo y tanto cuero para una colecci¨®n de primavera. Pero la m¨¢s atinada fue Lisa Armstrong, de The Daily Telegraph: "Es como si Karl Lagerfeld probara suerte en el hip-hop, un absurdo". En marzo del a?o pasado West volvi¨® a atracar Par¨ªs con su segunda y ¨²ltima propuesta. Esta vez las opiniones fueron menos virulentas, una especie de progresa adecuadamente.
En la entrevista de BBC Radio 1 se habl¨® poco de m¨²sica y mucho de la cosmovisi¨®n del dise?ador rapero, pero alguien se acord¨® de Lady Gaga: "M¨ªrala, directora creativa de Polaroid. ?Y qu¨¦ narices sabe ella de c¨¢maras?". Lo mismo que West de cortar vestidos, se dir¨¢n algunos. O por lo menos ese desconocimiento lo dejaba claro en su canci¨®n Niggas in Paris: What¡¯s Gucci, my nigga? What¡¯s Louis, my killa? / What¡¯s drugs, my dealer? What¡¯s that jacket, Margiela? Pero sus declaraciones a Zane Lowe parecen un cumplea?os comparado con la pelea que acaba de librar en Twitter con el humorista Jimmy Kimmel despu¨¦s de que este hiciera una parodia sobre la entrevista.
No es la primera vez que West se enzarza en batallas prescindibles. Hace un mes volvi¨® a armar un esc¨¢ndalo al aceptar casi tres millones de d¨®lares por actuar en la boda del nieto del presidente de Kazajist¨¢n. Y todo porque el pa¨ªs de Borat lleva a?os en el punto de mira de las organizaciones internacionales como consencuencia de la aversi¨®n de su m¨¢ximo dirigente a celebrar elecciones y exotismos semejantes. Luego hay quienes se extra?an de que Barack Obama le llamara "idiota" al rapero el pasado agosto. Est¨¢ claro que no ha aprendido nada desde la humillaci¨®n p¨²blica a Taylor Swift en los MTV Video Awards.
Lejos de someterse a un examen de conciencia, hay quienes aseguran que ya planea su pr¨®ximo asalto. Desde hace unas semanas LinkedIn ofrece dos puestos de trabajo en el nuevo "proyecto de moda de Kanye West", y al prestigioso dise?ador gr¨¢fico Peter Saville se le ha escapado que anda preparando el nuevo logotipo del artista. Adem¨¢s, una fuente an¨®nima ha asegurado a la edici¨®n brit¨¢nica de Vogue que el director creativo de la supuesta nueva firma ser¨ªa el malogrado Christophe Decarnin, exresponsable de las colecciones de Balmain. Ya sea en la moda o en la m¨²sica, seguro que cualquier aventura profesional resulta m¨¢s edificante que perseverar en convertirse en una parodia de s¨ª mismo.
Kanye West desaf¨ªa a la industria de la moda, de la m¨²sica¡
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