Lo ¨²ltimo de Taylor Swift: ?hito musical o timo del a?o?
La prensa anglosajona ha recibido el disco como un triunfo paradigm¨¢tico. La cr¨ªtica espa?ola, en cambio, no ¡®compra¡¯ y tacha a la cantante de copiona, sosa y timorata.
?Ha hecho Taylor Swift un ¡°cambio de paradigma¡± como dice Time?, ?Est¨¢ ¡°Ms. Swift en la cumbre¡±, como escribe el New York Times? A punto de terminar el mes ya conocido como swiftober y cuando acaba de estrenarse 1989, el ¨²ltimo disco de la cantante, se puede dec...
?Ha hecho Taylor Swift un ¡°cambio de paradigma¡± como dice Time?, ?Est¨¢ ¡°Ms. Swift en la cumbre¡±, como escribe el New York Times? A punto de terminar el mes ya conocido como swiftober y cuando acaba de estrenarse 1989, el ¨²ltimo disco de la cantante, se puede decir que la prensa internacional no mostraba tanta unanimidad desde¡el disco de Beyonc¨¦.
La cantante ya provocaba una enorme fascinaci¨®n medi¨¢tica (ah¨ª estuvo su conflicto con Kanye West, de la que opin¨® hasta Barack Obama), pero, con sus citas rom¨¢nticas, narradas en clave en sus canciones, su origen country sin pedigr¨ª ¨Cse mud¨® a Nashville desde Pensilvania y, con padres dedicados a las altas finanzas y no precisamente a tocar el banjo, era ajena a esa tradici¨®n¨C Swift no hab¨ªa conseguido de lleno entrar en el reducido grupo de artistas pop cuyos lanzamientos se analizan como hitos culturales. Hasta ahora.
1989, del que se espera que venda un mill¨®n de copias en su primera semana, est¨¢ siendo saludado con salvas desde Billboard, que celebra la influencia de la compositora brit¨¢nica Imogen Heap, a The Guardian, que asegura que sus tonos ochenteros lo colocan en l¨ªnea con Random Access Memories, de Daft Punk y la banda sonora de Drive. La edici¨®n estadounidense Rolling Stone tambi¨¦n tira por ah¨ª comparando a Swift con el Prince de la era de Purple Rain.
El flirteo de cierta parte del contingente indie con la autora de Shake it off? empez¨® con su anterior disco, Red, que ya marcaba su divorcio casi definitivo con el country. Lena Dunham le dio su plena aprobaci¨®n en Twitter ¨Cahora ambas son ¨ªntimas, la cantante le da cr¨¦dito a la directora de Girls por su despertar al feminismo y ambas comparten a Jack Antonoff, novio de Dunham y uno de los principales colaboradores de Swift?¨C, Pop Matters lo coloc¨® por encima de los ¨¢lbumes de Swans, Grizzly Bear y Fiona Apple en su ranking del a?o y detectaba trazos de Mazzy Starr en su canci¨®n Sad Beautiful Tragic. Es posible que a la propia Swift, que en We¡¯re Never Ever Getting Back Together hablaba de ese ex novio hipster con discos ¡°mucho m¨¢s cool que el suyo¡±, le preocupase ganarse el respeto de ese grupo demogr¨¢fico pero ahora eso es tan s¨®lo un efecto secundario de su nuevo negociado, que viene a ser la dominaci¨®n mundial.
?Realmente es tan bueno 1989 como asegura la cr¨ªtica anglosajona? A ratos. Algunos temas, como la infecciosa Welcome to New York han recibido cr¨ªticas mayoritariamente negativas pero no por ello ha dejado de sobreanalizarse a nivel pol¨ªtico-filos¨®fico (han tachado a esa canci¨®n, oda a la nueva ciudad adoptiva de Swift, de himno a la gentrificaci¨®n). Tambi¨¦n de Wildest Dreams se dice que es un pastiche y una mala imitaci¨®n de Lana del Rey. Pero en su pa¨ªs de origen es dif¨ªcil encontrar a alguien que no se rinda al single Shake it off o a Out of the Woods, su primera colaboraci¨®n con Antonoff, que tiene una geneaolog¨ªa pop que va de Roxette a Chvrches.
?Y por aqu¨ª? En Espa?a, de momento, los cr¨ªticos se resisten a su encanto. Javier Bl¨¢nquez, cronista de El Mundo, Rockdelux y otros medios y autor de Loops. Una historia de la m¨²sica electr¨®nica, concede: ¡°A m¨ª Taylor Swift siempre me ha parecido interesante, lo cual no significa que sea capaz de soportar sus discos. Como arquetipo de popstar, se le notan todas las costuras. Es una especie de mu?eca Barbie perfecta que se comporta seg¨²n patrones de otra ¨¦poca, su personaje nunca provoca, excepto a sus exnovios. No me extra?a que el ¨²ltimo disco le flipe a su p¨²blico porque les da lo de siempre pero con m¨¢s atrevimiento, pero sigue siendo como ver los tiburones desde dentro de una jaula¡±.
Aunque Swift no alcanza ni probablemente alcanzar¨¢ nunca el nivel desinhibici¨®n sexual que se gasta ¨²ltimamente Beyonc¨¦ ¨Cen Drunk in Love habla de la postura conocida como ¡°tabla de surf¡±¨C, por lo general en 1989 hay una Taylor menos timorata. Ya no es la v¨ªctima pasiva de todos esos novios que la tratan fatal y hasta sabe reconocer cuando un tipo con ¡°esa cara¡± es ¡°su pr¨®ximo error¡±. Sin embargo, Bl¨¢nquez se?ala que hay una doble vara de medir entre las estrellas del pop: ¡°Cuando Britney Spears dio un giro salvaje con Blackout le llovieron cr¨ªticas de todo tipo. Le llamaron mala madre, zorra y borracha. Musicalmente era un disco m¨¢s atrevido que este, pero Spears desaf¨ªa a la moral conservadora mientras que Swift se adapta a ella¡±.
Xavi Sancho, redactor jefe de Icon que ha ejercido la cr¨ªtica musical en El Pa¨ªs, es igual de Taylor-esc¨¦ptico: ¡°Me da como pena todo. Para empezar, no est¨¢ bien hablar de tus ex en las canciones a no ser que seas Dylan o Carly Simon. Para eso ya est¨¢ whatsapp. Y respecto al hecho de que ahora sea tomada en serio, s¨®lo espero que a nadie le guste de forma ir¨®nica o que piense que as¨ª va a fastidiar a los hipsters porque los hipsters ya hace a?os que dejaron de ser relevantes. A diferencia de otras divas del pop, a la Swift se la puede valorar s¨®lo por su m¨²sica y eso es lo peor que le puede pasar a una diva. Hasta que haga playback no me la voy a creer¡±.
Juan Manuel Freire, de Rockdelux, Rolling Stone y El Peri¨®dico de Catalu?a, tampoco cree que Swift de el corte como diva: ¡°El disco me recuerda a los ¨²ltimos de Madonna, pill¨¢ndolo todo tarde y mal. No hay nada en todo 1989 que se pueda comparar a lo que ha hecho Ariana Grande con The Weekend¡±. Ra¨¹l de Tena, de Fantastic Plastic Magazine, se muestra un poco m¨¢s conciliador. Reconoce que ¡°Shake it off se pega cosa mala¡± y cree que la cantante ¡°ha demostrado que tiene m¨¢s sentido del humor que sus detractores, que se la toman demasiado en serio¡±, quiz¨¢ en referencia a la autoiron¨ªa que se gasta ¨²ltimamente en Twitter con su imagen de chica cursi y al anuncio de Pepsi con los gatitos, del que queremos pensar que se trata de una autoparodia.
Aun as¨ª, De Tena advierte que ¡°se pone serio¡± si le comparan a Swift con Beyonc¨¦: ¡°?Es 1989 un disco importante de pop? Lo es en la carrera de Taylor Swift, ya a millas de distancia de la imagen de ni?ata country. Pero, ?est¨¢ al nivel de Beyonc¨¦? Ni hablar. Lo que ha heho la Swift es ponerse al nivel de otras divas pop, rob¨¢ndoles el sonido de forma descarada, pero lo que hizo Beyonc¨¦ fue introducir en el rollo de diva pop todo un conjunto de sonidos que hasta entonces le eran ajenos, como el post-dubstep. Lo que ha hecho Beyonc¨¦ no lo va a superar nadie en mucho tiempo¡±. Parece que lo de ¡°Taylor Swift, artista seria¡±, aun no cuaja fuera de casa.