¡®El colapso¡¯ tiene raz¨®n: as¨ª se est¨¢n preparando los multimillonarios para el fin de la civilizaci¨®n
La crisis del coronavirus ha disparado la oferta y demanda de b¨²nkeres pensados para afrontar el apocalipsis, con los adinerados gur¨²s de Silicon Valley como principales instigadores.
¨C ?Hola?
¨C Por fin, se?or DeMarest. Esc¨²cheme bien. Tiene que estar en el aer¨®dromo de Saint-R¨¦my en 16 minutos.
¨C ?C¨®mo?, ?qu¨¦?, ?y qu¨¦ hora es?
¨C Las 8:34. Llevamos tres horas intentando contactar con usted y su esposa para evacuarlos.
En el tercer episodio de la celebrad¨ªsima serie francesa El colapso, un multimillonario protagoniza una carrera contra reloj para coger un exclusivo avi¨®n en el que huir de la quiebra de la civilizaci¨®n tal y como la conocemos. El cap¨ªtulo muestra el instinto de supervivencia y la...
¨C ?Hola?
¨C Por fin, se?or DeMarest. Esc¨²cheme bien. Tiene que estar en el aer¨®dromo de Saint-R¨¦my en 16 minutos.
¨C ?C¨®mo?, ?qu¨¦?, ?y qu¨¦ hora es?
¨C Las 8:34. Llevamos tres horas intentando contactar con usted y su esposa para evacuarlos.
En el tercer episodio de la celebrad¨ªsima serie francesa El colapso, un multimillonario protagoniza una carrera contra reloj para coger un exclusivo avi¨®n en el que huir de la quiebra de la civilizaci¨®n tal y como la conocemos. El cap¨ªtulo muestra el instinto de supervivencia y la falta de escr¨²pulos de este miembro de ese afortunado 1% de la humanidad, una reflexi¨®n que la ficci¨®n ampl¨ªa en la s¨¦ptima entrega al narrar la angustiosa odisea de una mujer, ministra para m¨¢s se?as, tratando de llegar a una isla en la que obtener refugio. Pese a ser una serie dist¨®pica, su aproximaci¨®n al comportamiento de las ¨¦lites en un potencial colapso de la civilizaci¨®n dista de la pura ciencia-ficci¨®n. La crisis del coronavirus, unida a la amenaza del terrorismo y el cambio clim¨¢tico, ha potenciado el miedo de las clases privilegiadas y cada vez son m¨¢s quienes apuestan por estar listos ante un posible apocalipsis, dispar¨¢ndose la demanda de b¨²nkeres y refugios. Desde Silicon Valley a Wall Street pasando por Marbella, as¨ª se est¨¢n preparando los ricos para el fin del mundo.
¡°Esto es como un seguro de vida o un seguro de coche, esperas no tener que utilizarlos nunca, pero s¨ª tienes que hacerlo, son muy valiosos¡±. Con estas palabras trata de racionalizar su red de refugios subterr¨¢neos Dance Vicino, director ejecutivo de The Vivos Group, una de las compa?¨ªas punteras del sector y que ¨¦l prefiere calificar como un ¡°¨¦pico proyecto humanitario de supervivencia¡±. A trav¨¦s del correo electr¨®nico, Vicino confirma a S Moda el boom por este tipo de servicios, aumentando las ventas hasta un 400% de forma anual. Medios como Los Angeles Times corroboran que las consultas y ventas de refugios en Estados Unidos se han disparado desde el comienzo de la crisis sanitaria: ¡°?Desinfectante de manos? Seguro. ?M¨¢scaras faciales? Est¨¢ bien. Pero a medida que se propaga el coronavirus, los ricos est¨¢n invirtiendo de una manera mucho m¨¢s extrema para evitar la enfermedad: b¨²nkeres¡±.
Esta corriente, denominada como survivalismo, ha dejado atr¨¢s los arquetipos de fan¨¢ticos religiosos o exc¨¦ntricos ermita?os para trasladarse a los despachos m¨¢s poderosos de Silicon Valley o Wall Street. CEO tecnol¨®gicos e inversores han decidido prepararse activamente para una hecatombe del sistema, quiz¨¢ alentados por las recientes im¨¢genes de peleas en supermercados por rollos de papel higi¨¦nico antes de la cuarentena. El cofundador de LinkedIn Reid Hoffman asegur¨® en The New Yorker que estima que el 50% de los multimillonarios de Silicon Valley ya ten¨ªan preparado alg¨²n b¨²nker o escondite alrededor del mundo por si se desatara el apocalipsis y afirm¨® que ¡°comprar una casa en Nueva Zelanda es algo as¨ª como ¡®gui?o, gui?o¡¯, no hace falta decir nada m¨¢s¡±.
Vicino confirma que el p¨²blico interesado en Vivos cada vez tiene m¨¢s capacidad econ¨®mica y en los ¨²ltimos meses han valorado la construcci¨®n de un resort con apartamentos subterr¨¢neos de lujo en Marbella. Este complejo estar¨¢ compuesto por residencias de unos 200 metros cuadrados y contar¨¢ con sistema de filtraci¨®n de aire, piscina, gimnasio y hasta un cine para poder ver Mad Max o Hijos de los hombres mientras el mundo se cae en pedazos. Actualmente ya cuentan con cientos de refugios en lugares como Alemania o Dakota del Sur, Estado en el que han construido una comunidad del tama?o de Manhattan. ¡°Muchos Gobiernos del mundo tienen enormes b¨²nkeres militarizados para sus oficiales y para sus ¨¦lites, pero no para el resto de nosotros. Ellos no tienen un plan para salvarte si comienza la extinci¨®n. ?Vivos s¨ª lo tiene!¡±, clama. El precio de cada unidad, sin equipar o amueblar, ronda los 30.000 euros, m¨¢s otros mil cada a?o en concepto de alquiler.
El influyente inversor tecnol¨®gico y cofundador de PayPal Peter Thiel es uno de los principales instigadores de esta corriente profil¨¢ctica nacida en Silicon Valley. El alem¨¢n, que ha apoyado p¨²blicamente a Donald Trump y que destruy¨® un medio (la web Gawker) como venganza por un art¨ªculo que afirmaba que era homosexual, compr¨® un terreno de 200 hect¨¢reas para su refugio apocal¨ªptico en Nueva Zelanda, pa¨ªs que considera ¡°una utop¨ªa¡±: ¡°El que se alinea mejor con mi visi¨®n del futuro¡±, dijo. Thiel consigui¨® en apenas dos semanas la ciudadan¨ªa neozelandesa y muchos otros han tratado de seguir sus pasos. En los dos d¨ªas posteriores a las elecciones presidenciales de 2016 que dieron la victoria al imprevisible Donald Trump, las consultas de estadounidenses sobre c¨®mo conseguir la nacionalidad kiwi aumentaron un 14% con respecto al mismo periodo del a?o anterior. Se registraron m¨¢s de 13.000 peticiones.
Aunque due?os de una riqueza tan inmensa que cualquier inversi¨®n ¨Cpor loca que pueda parecer¨C resulta insignificante en la cuenta de resultados, quiz¨¢ los motivos detr¨¢s de esta creciente paranoia no respondan ¨²nicamente a una cuesti¨®n meramente preventiva o recreativa. John W. Hoopes, profesor de Antropolog¨ªa de la Universidad de Kansas, asegura en The New York Times que el ¨¦xito de la corriente responde a la ¡°fantas¨ªa hipermasculina¡± de que solo se salvar¨¢n del peligro inminente unos pocos elegidos junto a sus familias. ¡°El miedo vende mejor que el sexo. Si puedes hacer que la gente tenga miedo, puedes venderle todo tipo de cosas y eso incluye los b¨²nkeres¡±, concluye. Vicino parece abonado a esa estrategia de marketing. ¡°La gente siente que el infierno est¨¢ llegando, desde Corea del Norte y el Medio Este hasta una potencial III Guerra Mundial con Rusia y China¡±, sostiene, avanzando tambi¨¦n futuras ¡°plagas, asteroides o el total colapso econ¨®mico¡±.
La biblia del radicalismo libertario, que el propio Thiel ha calificado como el libro que m¨¢s le ha influenciado en su carrera, se llama El Individuo Soberano: C¨®mo sobrevivir y prosperar durante el colapso del Estado de Bienestar. Publicado en 1997 y escrito por James Dale Davidson y William Rees-Mogg, la obra ya se?ala a Nueva Zelanda como el refugio perfecto para vislumbrar el final de la civilizaci¨®n tal y como la conocemos. Seg¨²n defienden, Internet y la consolidaci¨®n de las criptomonedas pondr¨¢n fin en este milenio a los ¡°criminales Estados-naci¨®n¡± y una ¡°¨¦lite cognitiva¡± se elevar¨¢ por encima de la ¡°estafa democr¨¢tica¡±. Sin Gobiernos ni impuestos, claro. En declaraciones a Vanity Fair, un amigo cercano del gur¨² reconoce el deseo de este de ¡°comprar su propio pa¨ªs¡± y asegura haber ofrecido hasta cien mil millones de d¨®lares para hacerlo realidad. Sam Altman, otro megamillonario de Silicon Valley, confirm¨® que Thiel y ¨¦l ¡°hab¨ªan preparado un plan de escape al pa¨ªs¡± en caso de colapso mundial.
?Y por qu¨¦ crear la nueva humanidad en la terr¨ªcola Nueva Zelanda pudiendo hacerlo desde el planeta rojo? Precisamente, uno de los socios fundadores junto a Thiel en PayPal se ha erigido como otro de los superricos m¨¢s obsesionados por estar listo ante el juicio final. Elon Musk, CEO de Tesla, no solo ha vaticinado en varias ocasiones el fin del mundo, sino que puede presumir de haber creado todo un imperio empresarial para tratar de buscar una salida al posible apocalipsis. ¡°Es innegable que, desde el cambio clim¨¢tico (con el ¨¦nfasis de Tesla en reducir los combustibles f¨®siles) hasta la maligna inteligencia artificial (con Neuralink) y la amenaza de una guerra global que desate el caos (el plan de escape a Marte de Space X), Musk est¨¢ preparando a una parte de la humanidad para el cataclismo venidero, y tratando de evitarlo¡±, relata el periodista Jonathan Sieber despu¨¦s de asistir en 2018 a una conferencia del gur¨² tecnol¨®gico en el festival South by Southwest. El fundador de Facebook, Mark Zuckeberg, tampoco escapa a esta ut¨®pica inversi¨®n econ¨®mica y ya en 2016 varios medios publicaron que hab¨ªa construido un b¨²nker cercano a su mansi¨®n en Palo Alto, California.
Seg¨²n la p¨¢gina web Finder, hasta un 20% de los estadounidenses han realizado alg¨²n tipo de abastecimiento pensando en el fin del mundo. Vicino niega que la mayor parte de sus clientes pertenezcan a la ¨¦lite. ¡°Son gente bien educada e informada, de clase baja, media o alta, que tienen la responsabilidad de proteger a sus familias durante estos tiempos potencialmente catastr¨®ficos¡±, dejando claro que su objetivo es ofrecer escondites asequibles para todos. El tiempo de construcci¨®n de estos mayest¨¢ticos planes b puede variar desde los tres a los doce meses dependiendo de la localizaci¨®n y el tama?o y cuentan con al menos un a?o de autonom¨ªa energ¨¦tica sin tener que salir a la superficie. Esperemos que jam¨¢s se conviertan en el plan a.