Por qu¨¦ y c¨®mo Lana del Rey sigue representando la angustia adolescente contempor¨¢nea
El ensayo Diez maneras de amar a Lana del Rey: una investigaci¨®n POP analiza la carrera de una artista que despu¨¦s de diez a?os sigue vigente.
En Murcia, una profesora debe abandonar el aula durante unos minutos y da permiso a sus alumnos para que pongan m¨²sica mientras la esperan. Cuando regresa, ni hay alboroto, ni suena Bad Bunny: la voz de Lana del Rey los hipnotiza. En Espa?a, seg¨²n el INE, entre 2010 y 2019, el nombre ¡°Lana¡± ha sido cuatro veces m¨¢s popular que durante la d¨¦cada anterior. Esto es: de 85 ¡°Lanas¡±, unas 60 inscripciones ser¨ªan atribuibles a la cantante. Tambi¨¦n Yung Beef le ofrece un homenaje permanente: el nombre art¨ªstico de este trapero es un gui?o a la canci¨®n Young and beautiful.
Las an¨¦cdotas...
En Murcia, una profesora debe abandonar el aula durante unos minutos y da permiso a sus alumnos para que pongan m¨²sica mientras la esperan. Cuando regresa, ni hay alboroto, ni suena Bad Bunny: la voz de Lana del Rey los hipnotiza. En Espa?a, seg¨²n el INE, entre 2010 y 2019, el nombre ¡°Lana¡± ha sido cuatro veces m¨¢s popular que durante la d¨¦cada anterior. Esto es: de 85 ¡°Lanas¡±, unas 60 inscripciones ser¨ªan atribuibles a la cantante. Tambi¨¦n Yung Beef le ofrece un homenaje permanente: el nombre art¨ªstico de este trapero es un gui?o a la canci¨®n Young and beautiful.
Las an¨¦cdotas, pero tambi¨¦n las m¨¦tricas (Born to die aguant¨® m¨¢s de 400 semanas en la lista Billboard de los m¨¢s vendidos; pr¨¢cticamente cada semana desde hace diez a?os Lana aparece entre los 25 artistas m¨¢s escuchados en Spotify), ofrecen la dimensi¨®n global del fen¨®meno y el alcance masivo de su m¨²sica. Y, sin embargo, frente al brillo pulido y cristalino del resto de estrellas de su generaci¨®n ¡ªque siguen cauces convencionales incluso durante sus esc¨¢ndalos y tropiezos¡ª, Lana contin¨²a representando una anomal¨ªa o un enigma. Desde que decidiera dejar de ser Lizzie Grant, la neoyorquina ofrece a sus seguidores ¡ªy son tantos¡ª talento, complejidad, desconcierto y, a ratos, morbidez. Con su dulzura amenazante, Lana se ha levantado sobre los ¨²ltimos mitos rom¨¢nticos y ha logrado convertirse en uno de ellos. Como cualquier obra de arte valiosa, sus canciones, aparentemente narcisistas, dicen tanto sobre ella como sobre su p¨²blico, que las reproduce una y otra vez y comenta cosas como: ¡°Me hace sentir nostalgia por algo que ni siquiera he experimentado¡± (Nitikila Sood, 46890 likes, bajo Videogames, Youtube).
En septiembre de 2022, las revistas de tendencias estadounidenses difundieron, con una pizca de sorna, la noticia de que la Universidad de Nueva York estaba organizando un seminario sobre la carrera de Lana con el objetivo de que los alumnos pudieran ¡°pensar cr¨ªticamente sobre el icono al que admiran¡±. No es un asunto trivial, como sugirieron, pues a partir de Lana ¡ªy no tanto de Lady Gaga, por m¨¢s que triunfara en la MET Gala de 2019, de tem¨¢tica camp¡ª es posible enfrentar varios problemas fundamentales de la cultura contempor¨¢nea. El primero, por cierto, ser¨ªa el de la propia interpretaci¨®n, un proceso al que Lana siempre se ha resistido. Del lado de Susan Sontag ¡ªno pod¨ªa ser de otra manera en alguien que tambi¨¦n encarna lo camp¡ª, Lana suele rebelarse contra las interpretaciones que los cr¨ªticos ¡°imponen¡± a sus canciones y a sus poemas. ¡°El pop ¡ªescribi¨® Sontag¡ª es tan estridente como ?lo que es? que no puede interpretarse¡±. Si hici¨¦ramos caso a la fil¨®sofa ¡ªy, de paso, a Lana, que se considera transparente¡ª deber¨ªamos abandonar este texto: bastar¨ªa con escuchar unas cuantas canciones con algo de atenci¨®n para conocerlas ¡ªa las canciones y a su compositora¡ª en profundidad. Toda cr¨ªtica de arte se basa en la idea opuesta.
Luis Boullosa es un madrile?o que vive en una aldea de Pontevedra y que se dedica, precisamente, a la cr¨ªtica musical. Ha escrito Diez maneras de amar a Lana del Rey: una investigaci¨®n POP, y resta valor a lo que un artista pueda expresar sobre su obra: ¡°En ¨²ltimo t¨¦rmino, cuando la obra est¨¢ hecha, ata?e al mundo entero, y a partir de ese punto, en contra de la creencia general, es cuando la opini¨®n del artista deja de importar¡±. Entonces, ?es Lana consciente de lo misteriosa e indescifrable que resulta? ¡°Creo que es hiperconsciente ¡ªcontin¨²a Boullosa¡ª. Hay en ella una lucha hacia lo contrario, hacia la fluidez, que podr¨ªamos definir como ese momento en que la consciencia se retira y el arte brota de manera casi animal o vegetal. Sus ¨²ltimos discos son una progresiva disoluci¨®n de la forma hacia el sentido, y su manera, muy inteligente, de manejar su fama y relacionarse con los fans refleja ese mismo intento de retorno a la naturalidad¡±.
Diez maneras de amar a Lana del Rey es un ensayo denso sobre la esencia del POP, sobre el viaje hacia el Oeste de una camarera de 19 a?os en busca de atardeceres y palmeras de ne¨®n y, en definitiva, sobre todo aquello de lo que Lana es s¨ªntoma. La tesis principal es la siguiente: el POP surge en los cincuenta y es un movimiento de adolescentes que reaccionan a su aburrimiento casi metaf¨ªsico. Mediante el juego y los errores ¡ªsurge en una sociedad pr¨®spera: pudieron permit¨ªrselos¡ª, esos adolescentes que han decidido no creer en la vida adulta construyen su propio mito. Impregnan los restos casi inalterados del Romanticismo con bastante ideolog¨ªa capitalista y rescatan algunos mitos heredados (Am¨¦rica como utop¨ªa para pioneros): surge as¨ª la Am¨¦rica Imaginada. Varias d¨¦cadas y muchas aventuras m¨¢s tarde ¡ªde Marilyn a Kurt Cobain, pasando por las novelas alucinadas de K. Dick¡ª, Lana ¡°se sit¨²a en el centro espiritual de esa m¨ªstica¡±. Cuando en 2011 lanza Videogames, con su ¡°doliente pero magn¨¦tica imagen retro¡±, millones de j¨®venes se entusiasman, comprenden su nostalgia renovada y la acompa?an en ese doble movimiento hacia el pasado y hacia el futuro.
Han pasado m¨¢s de diez a?os desde el lanzamiento de Born to die (el ¨¢lbum que contiene Videogames) y, hoy, los pocos profesionales que lo alabaron presumen de olfato. Entonces se acusaba a Lana de no ser aut¨¦ntica y se difundi¨® el rumor de que su padre era un poderoso millonario que financiaba su carrera. El rumor fue desmentido enseguida, sin embargo, la demanda de autenticidad, una constante en la historia de la m¨²sica popular, persisti¨®. Esta exigencia empez¨® midiendo la distancia desde los m¨²sicos de rock hasta aquellos bluesman de los que tomaron sus recursos; pero, ¨²ltimamente, se ha convertido en un desafortunado examen que pasa por alto la naturaleza de la verdad po¨¦tica y comprueba si biograf¨ªa (o realidad) y obra (o ficci¨®n) se acoplan con precisi¨®n o sinceridad. ¡°Lo ¡®aut¨¦ntico¡¯ no existe ¡ªexplica Boullosa¡ª, es una anulaci¨®n de la vida, que es m¨¢s montaraz y m¨¢s contradictoria. La sinceridad con uno mismo es necesaria para crear cosas de valor, pero su primer fruto es, probablemente, la comprensi¨®n de que todos somos m¨¢s de una persona (y m¨¢s de una cosa). Lana Del Rey se divierte jugando con esas paradojas¡±.
Poco despu¨¦s de debutar (en realidad, Lana habr¨ªa debutado varias veces: su ¨¢lbum Lana del Ray sali¨® en 2010 pero la discogr¨¢fica, con problemas financieros, lo retir¨® en dos meses), Lana se traslada de Nueva York a Los ?ngeles. Patricia Bola?os, escritora e ilustradora que acaba de publicar New York is the Thing, un libro sobre la ciudad en la que vive desde hace a?os, entiende esa mudanza: ¡°Lana es puro L.A. y su ambiente r¨²stico-chic se respira mucho m¨¢s en la Costa Oeste¡±. ¡°Esos cardados enmarcados en batines con volantes ¡ªsigue Patricia¡ª, esos paisajes desenfocados en golden hour, esa intensidad mocha de r¨ªmel corrido no la encuentras en Nueva York sin que haya una jeringuilla enganchada a un brazo de por medio¡±. ?Y las coronas de flores? ¡°A¨²n vuelven de vez en cuando o son atrezzo todav¨ªa palpable en festivales de m¨²sica pijos tipo Coachella.?Pero son vestigios y creo que la pel¨ªcula Midsommar cerr¨® ese cap¨ªtulo de?folclore?ornamental¡±.
Norman Fucking Rockwell! (2019), es un disco tan californiano que parece escrito mano a mano con Joni Mitchell en su famosa casa de Laurel Canyon. Es, adem¨¢s, el primero que pone a todo el mundo de acuerdo y barre las comillas de todos los halagos. Se afirma sin iron¨ªa y con rotundidad: es una obra maestra. Y, entonces, el esc¨¢ndalo. Titula el Insider: ¡°Los fans dan la espalda a Lana del Rey. La cantante arruina su propia reputaci¨®n¡±. En el momento m¨¢s inesperado ¡ªen la cresta de la ola NFR!¡ª, Lana publica una nota en su Instagram: ¡°Ahora que Doja Cat, Ariana Grande, Camila Cabello, Cardi B., Kehlani, Nicki Minaj y Beyonc¨¦ han tenido n¨²meros 1 con canciones sobre ser sexy, ir desnudas, follar o poner los cuernos¡ ?Puedo, por favor, volver a cantar sobre sentirme bien con mi cuerpo o con estar enamorada, incluso si mi relaci¨®n no es perfecta, o sobre bailar por dinero, sin que me crucifiquen o me digan que estoy romantizando el maltrato?¡±.
La relaci¨®n de Lana con el feminismo llevaba tiempo siendo tormentosa. Por un lado, versos como ¡°he hit me and it felt like a kiss¡± (¡°me pega y siento que me besa¡±, Ultraviolence) hab¨ªan dado lugar a juicios m¨¢s que justificados sobre su universo presuntamente machista. Kim Gordon, de Sonic Youth, fue tajante en 2015: ¡°Lana ni siquiera sabe lo que es el feminismo. Piensa que consiste en que las mujeres puedan hacer lo que les d¨¦ la gana, algo que en su mundo equivale a autodestruirse acost¨¢ndose con hombres horribles. Quiz¨¢ fuera mejor luchar por la igualdad salarial y de derechos¡±. La escritora Laura Snapes se mostr¨® m¨¢s comprensiva en The Guardian (¡°es leg¨ªtimo que busque incorporar al feminismo algunas experiencias ambiguas que la cultura contempor¨¢nea insiste en apartar¡±) pero tambi¨¦n mostr¨® su rechazo a la nota publicada en 2020: ¡°es dif¨ªcil de creer que la sexualizaci¨®n de todas esas artistas negras que nombra puede ser peor para el feminismo que sus letras sobre novios violentos¡±.
Cuando en muchas de sus canciones Lana se presenta a s¨ª misma ¡ªo a su personaje¡ª como objeto, si tensamos al m¨¢ximo nuestro af¨¢n interpretativo, es posible descubrir en ella ese ¡°objeto puro¡± que el fil¨®sofo Jean Baudrillard ¡ªotro traficante de mitos¡ª describi¨® en Las estrategias fatales. Sagrado y en ¨¦xtasis, el objeto puro gira sobre s¨ª mismo, jam¨¢s confiesa del todo su secreto y, finalmente, vence al sujeto (o al amante, o al espectador) convirti¨¦ndolo en su reh¨¦n. Somos rehenes de Lana, pero, despu¨¦s de tantas capas, el significado de ¡°he hit me and it felt like a kiss¡± sigue pareciendo un¨ªvoco.
En septiembre de 2021, Lana borr¨® todas sus cuentas en redes sociales. Algo antes hab¨ªa lanzado Chemtrails over the Country Club, su s¨¦ptimo disco, producido, como NFR!, por Jack Antonoff y merecedor de una recepci¨®n igual de positiva. Tambi¨¦n hab¨ªa publicado Violet bent backwards over the grass, su primer libro de poemas. A pesar de las pol¨¦micas, en ninguna de las dos obras se aprecia un cambio de rumbo, m¨¢s bien, Lana profundiza en sus motivos y refuerza su mito con temas como White Dress, sobre su etapa como camarera (figura central de la Am¨¦rica Imaginada y de las canciones de Tom Petty y Neil Young).
Blue Banisters, su ¨²ltimo trabajo, pasa algo m¨¢s desapercibido, quiz¨¢ porque hay quien echa en falta la frescura que aport¨® la producci¨®n de Antonoff a los dos anteriores. En cualquier caso, Boullosa explica que ¡°cada uno de los tres ¨²ltimos discos tiene cualidades inexpugnables y Blue Banisters es un disco sanador. NFR! era una guerra. Chemtrails, un reinado. Y Blue Banisters es un hogar¡±.
Se cierra el c¨ªrculo y el misterio sigue intacto. Otra de las cosas que Sontag recuerda en Contra la interpretaci¨®n es que Arist¨®teles otorg¨® un valor terap¨¦utico al arte, que ser¨ªa ¨²til para purgar emociones peligrosas. Puede que toda interpretaci¨®n est¨¦ atrapada entre l¨ªmites as¨ª de antiguos y que sea in¨²til seguir interrogando a quien no oculta nada. Lana, por ejemplo, dice que pasa muchas horas tomando el sol en la Playa de Venice. De tanto en tanto, se levanta y baila.