Silvia P¨¦rez Cruz, la cantante que recuper¨® el alma de la m¨²sica
Su primer disco en solitario, 11 de novembre, ha logrado que por ella suspiren al un¨ªsono cr¨ªtica y p¨²blico exquisito. Su saeta de la pel¨ªcula Blancanieves la ha puesto en el mapa.
Con Padam Padam de ?dith Piaf de fondo surge una dulce Silvia P¨¦rez Cruz desde la sombra para apropiarse, inocentemente, de la luz y las miradas. Al principio habla casi pidiendo permiso y juega como una ni?a con los vestidos preparados para la sesi¨®n de fotos. Pronto se concentra y se mete en el papel. ?Es que la fotograf¨ªa tiene que tener profundidad, no de campo, sino de alma?, dice mientras se pone seria y para eso borra una sonrisa que en realidad acompa?a siempre su rostro. Por un momento parece que el esp¨ªritu de Piaf se ha colado dentro de esta natural belleza hipn¨®tica, mez...
Con Padam Padam de ?dith Piaf de fondo surge una dulce Silvia P¨¦rez Cruz desde la sombra para apropiarse, inocentemente, de la luz y las miradas. Al principio habla casi pidiendo permiso y juega como una ni?a con los vestidos preparados para la sesi¨®n de fotos. Pronto se concentra y se mete en el papel. ?Es que la fotograf¨ªa tiene que tener profundidad, no de campo, sino de alma?, dice mientras se pone seria y para eso borra una sonrisa que en realidad acompa?a siempre su rostro. Por un momento parece que el esp¨ªritu de Piaf se ha colado dentro de esta natural belleza hipn¨®tica, mezcla de una modelo de Maruja Mallo y una Frida Kahlo nacida en el Empord¨¤ en 1983.
?Cu¨¢ndo comenz¨® a cantar?
En mi familia la m¨²sica era nuestra manera de comunicarnos en el d¨ªa a d¨ªa y me apuntaron a clases a los tres a?os. Adem¨¢s, en mi pueblo hay una playa que se llama Calella de Palafrugell donde son muy t¨ªpicas las tabernas de habaneras. Mi padre, que era guitarrista y cantante, siempre iba por esos bares y yo cantaba tres canciones con ¨¦l. Entonces me di cuenta de que pod¨ªa transmitir muchas verdades con mi voz y que a las personas les llegaban porque se emocionaban al escucharme. ?Y no ten¨ªa ni 10 a?os!
?Qu¨¦ temas cantaba?
20 a?os y habaneras an¨®nimas interpretadas por mujeres, algo muy raro porque la habanera es casi 100% masculina. Recuerdo que mi padre me ense?¨® Alfonsina y el mar con ocho a?os y alucin¨¦. Le ped¨ª la letra con los acordes y me la aprend¨ª. Siempre fui un poco tr¨¢gica y mayor para mi edad. El humor en la m¨²sica lo descubr¨ª a los 19 a?os; hasta entonces siempre la ligaba al drama.
?Cu¨¢ndo fue consciente de que ten¨ªa un estilo ¨²nico?
Hace cuatro a?os. Siempre he buscado cosas que me gustaban para combinarlas. Desde la ropa hasta la m¨²sica. Sab¨ªa que no era especialista en ning¨²n tipo de m¨²sica. Buscaba mi propio discurso, pero pasa mucho tiempo hasta que se encuentra. He probado con el jazz, el flamenco, el pop y muchas cosas m¨¢s, y ahora tengo la sensaci¨®n de que he vuelto a cantar como cuando era peque?a. He ido formando mi discurso para quedarme con la base de siempre, pero con los recursos que he adquirido de cada estilo. No domino ninguno en concreto, pero s¨ª sus lenguajes. Si hubiera querido ser cantaora de flamenco, no habr¨ªa tenido ning¨²n futuro, pero encontr¨¦ mi lugar porque lo cantaba a mi manera.
Vestido de Dolce & Gabbana.
Pablo Zamora
En sus conciertos es habitual que el p¨²blico acabe llorando. ?No le asusta tener ese poder?
No me doy cuenta hasta que no llegan con l¨¢grimas al camerino. Es extra?o porque entro en la intimidad m¨¢s profunda de personas que no conozco de nada. Me pueden llegar a contar cosas muy personales. Esto me da mucho respeto porque soy consciente de que remuevo sentimientos que normalmente no se muestran y de que entro en sitios a los que nadie me da permiso. Y con esto no se juega. A la vez me gusta porque es algo que no hago a prop¨®sito. No s¨¦ c¨®mo funciona. Me sorprende y me emociona, y evita que se me suba nada a la cabeza. No ocurre siempre, pero cuando surge es de una inmensidad sin l¨ªmites en la que el cuerpo desaparece. Cuando canto, conecto con mi alma eterna, con mi parte m¨¢s atemporal. Y eso hace que el p¨²blico se vaya abriendo.
Y despu¨¦s de tanta intensidad, ?qu¨¦ hace?
Juego al futbol¨ªn [r¨ªe]. Es algo tan f¨ªsico y tan divertido que es lo mejor para descargar. Cuando llegamos a un nuevo lugar a tocar, lo primero que hacemos es buscar uno.
Ha compuesto temas en varios idiomas. ?Qu¨¦ le pide hacerlo en uno u otro?
Fundamentalmente, me tengo que sentir c¨®moda. Puedo hacerlo en espa?ol, catal¨¢n, portugu¨¦s y franc¨¦s. Pero un idioma puede cambiar completamente una canci¨®n; hacerla m¨¢s cursi o dotarla de fuerza. Yo he crecido hablando catal¨¢n y espa?ol, pero el catal¨¢n me cost¨® cantarlo porque no ten¨ªa referentes que me gustaran. Al hacerlo en brasile?o aprend¨ª a encontrarle otra melod¨ªa al catal¨¢n.
?Y en qu¨¦ idioma es m¨¢s usted misma?
En catal¨¢n. Yo no digo ?te quiero?, digo ?t¡¯estimo?. Es la parte que tiene m¨¢s que ver con mi infancia. El discurso musical es igual que tu manera de ser: trocitos de personas.
?Es cierto que tiene un p¨²blico muy distinto en Catalu?a que en el resto de Espa?a?
S¨ª, porque en Catalu?a llevan m¨¢s tiempo siguiendo mi carrera y conocen mis interpretaciones de habaneras, flamenco, jazz o pop. Los he despistado mucho y entienden que 11 de novembre es un resumen de todo lo anterior. Para el resto de Espa?a y para Francia tengo un punto m¨¢s indie porque solo conocen este ¨²ltimo trabajo y el p¨²blico es m¨¢s joven. Pas¨¦ de llenar el Palau de la M¨²sica de Barcelona una noche a probar suerte al d¨ªa siguiente en el Caf¨¦ Central de Madrid, donde no me conoc¨ªa nadie. Pens¨¦: ?Esto es la verdad, a ver si viene alguien?.
Y acab¨® colgando el cartel de entradas agotadas en el Circo Price de Madrid este a?o. ?No le da miedo que el ¨¦xito la cambie?
Me preocupa m¨¢s la repercusi¨®n que pueda tener en quienes me rodean. En el Price pens¨¦: ??Qu¨¦ bien! Aqu¨ª estoy con los valores que he defendido siempre. Me hace ilusi¨®n que haya tanta gente, porque as¨ª m¨¢s personas ver¨¢n estos valores?. Es un milagro lo que estamos viviendo ahora, producto de much¨ªsimo trabajo, constancia y suerte.
?Se ha sentido presionada alguna vez?
Nunca. Ahora he entrado en una discogr¨¢fica m¨¢s grande, Universal, y han sabido ver mi perfil desde el principio: el de una artista de largo recorrido. Si alguien me corta las alas, no sirvo para nada. Y como lo importante es el contenido, me morir¨ªa de pena si hiciera una carrera distinta.
Silvia lleva vestido largo con falda plisada de Hoss Intropia.
Pablo Zamora
Ahora que lo que quieren todos los artistas es llegar r¨¢pido, va usted y habla de un planteamiento a largo plazo.
Para m¨ª es una necesidad. No tiene que haber techo. No es un ?ya he llegado donde quer¨ªa llegar?, sino un ?he llegado en el estado en el que quer¨ªa llegar?. Siempre procuro ser muy honesta conmigo misma.
?Cree usted que existe un nexo com¨²n entre las cantantes mediterr¨¢neas?
Yo soy una chica de mar y esto forma parte de mi m¨²sica. Necesito sentarme frente a ¨¦l y dialogar con el horizonte. Pero me siento m¨¢s en sinton¨ªa con una cantante gallega, una andaluza, una mallorquina o una portuguesa. Mi manera pura de cantar tiene mucho que ver con los cantes populares de la pen¨ªnsula.
En muchos de los v¨ªdeos de sus actuaciones, que se pueden ver en Youtube, juega a menudo con su pelo. Se lo recoge, se lo suelta. ?Le pide el tema que interpreta llevarlo de un modo u otro?
Si hay canciones en las que quiero ser muy directa, necesito tener la cara despejada. Es una parte de m¨ª que me voy atando y desatando seg¨²n el momento. Si tengo que tocar la guitarra, me lo recojo. Es casi un tic.
A la hora de subir a escena, ?c¨®mo se plantea el vestuario?
Tengo que sentirme c¨®moda y guapa, porque no se canta solo con la boca. He de estar muy segura con lo que llevo puesto para olvidarme de mi cuerpo y poder moverme con tranquilidad. Cuando estoy inc¨®moda no canto igual. Me gusta llevar el escote desnudo porque las emociones se transmiten por el coraz¨®n. Si voy muy tapada, siento como si me estuvieran poniendo barreras para expresarme.
Pero siempre lleva vestidos largos.
Es que me dan mucha serenidad. Me los compra mi madre, que me tiene pillado el rollo completamente. Tengo ganas de descubrir cosas nuevas para vestir. Pero en la moda voy entrando poco a poco porque estaba muy preocupada por la m¨²sica. Gracias a una sesi¨®n de fotos como esta descubro Silvias distintas dentro de cada vestido. Cada uno me ha dado un estado de ¨¢nimo.
Tiene una hija peque?a. ?Qu¨¦ le canta para que se duerma?
Al principio, si le cantaba canciones infantiles, no le gustaba, ten¨ªa que cantarle de verdad. Durante el embarazo di muchos conciertos. Me dol¨ªa tanto la espalda que me ten¨ªa que tumbar en el suelo del camerino en los solos de piano. Grab¨¦ el disco a los ocho meses y medio de embarazo. Cuando naci¨®, descubr¨ª que los temas que yo ten¨ªa en el repertorio la tranquilizaban porque hab¨ªa estado dentro de m¨ª en todos esos conciertos. As¨ª que le cantaba Pena, penita, pena y dejaba de llorar.
Confiese un pecado musical.
Me gusta la lambada [r¨ªe]. Puedo convertirla en balada y hacer algo precioso. Y hay un tema discotequero, Stereo Love, que s¨¦ que acabar¨¦ versionando [r¨ªe]. Me emociona el momento en el que incluyen una melod¨ªa tradicional. Cada vez me cuesta m¨¢s decidir lo que me gusta y lo que no. Estoy en una etapa en la que los extremos se tocan. A veces escucho algo y pienso: ?Es una mierda, me encanta?.
Silvia, sobre una silla Emmanuelle de L.?A. Studio, lleva un vestido nude asim¨¦trico de Cortana. Rosellas disecadas de Pepe Leal y escultura de porcelana de Vista Alegre.
Pablo Zamora
Elvira Lindo, Maribel Verd¨², Carmen Linares y Martirio hablan de Silvia.
Elvira Lindo
Me gusta Silvia P¨¦rez Cruz. Me gusta mucho. Hab¨ªa escuchado distra¨ªdamente alguna cosa suya por esos cibern¨¦ticos muros de Dios en los que se cazan tesoros que cuelgan los amigos y me hab¨ªa chocado su peculiar manera de hacer suya toda canci¨®n que interpreta. Un buen d¨ªa decid¨ª dedicarle el tiempo y la atenci¨®n que se merec¨ªa y escuch¨¦ un? disco entero, como se hac¨ªa antes, del primer minuto al ¨²ltimo. Se trataba del cd ¡°En la imaginaci¨®n¡±, que grab¨® con el contrabajista Javier Colina. Lo disfrut¨¦ mientras preparaba la comida, una tarea que te permite atender otra sin que se vean afectados ni la calidad del plato ni la compresi¨®n de la m¨²sica.
A partir de ah¨ª, la busqu¨¦ en youTube. La he visto cantar ¡°20 a?os¡± con C¨¢stor P¨¦rez, ¡°Paraules d ?amor¡± acompa?ada por Toti Soler o ¡°Las Habaneras de C¨¢diz¡± de Carlos Cano. Da la impresi¨®n de que Silvia puede con todo. Cualquier canci¨®n en su boca adquiere una cualidad distinta. Su voz fusiona estilos y g¨¦neros y a trav¨¦s de ella nos llegan ecos del flamenco, el jazz o la m¨²sica latinoamericana. Pero si hay algo que define por encima de todas las cosas a Silvia es su dulzura, la dulzura en estado puro que aprecia en cada rizo de la voz. Su manera de interpretar es tan f¨ªsica que cuando canta todo su cuerpo muestra un peque?o temblor, un temblorcillo que te anima a admirarla y tambi¨¦n a protegerla, por ser su presencia tan delicada como la de un p¨¢jaro.
Martirio
Como una virgen en un bosque espeso. Esa imagen po¨¦tica estremecedoramente bella, de Herrera Reisig, define lo que siento cuando veo a Silvia en un escenario. Una vestal con la naturalidad del viento mediterr¨¢neo, acostumbrado a acariciar dioses. Porque es sacerdot¨ªsamente virgen, pero fieramente humana, como el ¨¢ngel de Blas Otero, con defensas de amazona superviviente y corajuda para alumbrar en su vida su vocaci¨®n y enamorarnos con su sutileza y su pasi¨®n? no derrochada. ?Qu¨¦ buen gusto para elegir canciones, para crearlas y para versionarlas! ?Qu¨¦ sent¨ªo para rodearse de m¨²sicos excelentes! Se a¨²nan en su obra una misi¨®n principal por la m¨²sica, una frescura sabia de los cantes de esencias ib¨¦ricas y latinas, un melisma dulce y v¨¦rtiginoso del que nace una sensualidad de alcoba.
Hace a?os que la conozco, la admiro y la voy siguiendo, desde su disco con el excelente grupo femenino: Las migas, ¡°Reinas del matute¡± luego ese soberbio homenaje cubano con Javier Colina, ¡°En la imaginaci¨®n¡± y el hallazgo de su ¨²ltimo disco propio ¡°11 de Novembre¡±, adem¨¢s de colaboraciones imprescindibles con los m¨¢s grandes m¨²sicos de jazz del pa¨ªs, entre las que me mata el d¨²o con Toti Soler. Este es un momento espl¨¦ndido para ella y su carrera, para que la gente la descubra y la disfrute, gloria para los sentidos. Cada trabajo es una joya cuidada y mimada al pairo de las modas, con intenci¨®n, coraz¨®n, emoci¨®n y conocimiento. Y para nosotros o¨ªrla, una de las oportunidades ¨²nicas que nos ofrece el Arte, de ba?arnos de luz en este bosque espeso que se ha convertido en nuestra sombra.
Maribel Verd¨²
Tuve la suerte de compartir este a?o escenario con ella en el teatro romano de M¨¦rida unos cuantos d¨ªas y juro que nunca vi ah¨ª arriba tanto arte, tanta verdad. Te da, sabe recibir, sonr¨ªe, mira, te hace c¨®mplice y te enamora, y todo como lo hacen los grandes, sin que parezca que le cuesta. Desde la naturalidad y espontaneidad en la que tanto creo y que ella derrocha porque la tiene de verdad. Y con su voz, sus delicados movimientos y su pelo te convierte en su amiga y te hace volar con su cari?o y su humor.? Adoro a Silvia P¨¦rez cruz. Que conste aqu¨ª.
Carmen Linares
Silvia P¨¦rez Cruz canta desde el alma, como decimos los flamencos "canta por derecho". En su concierto de Madrid disfrut¨¦ much¨ªsimo con su m¨²sica y pude apreciar el talento que atesora su voz. Estoy segura que escucharemos hablar de su arte en el futuro. Suerte Silvia.