Suzanne Lenglen, la tenista ?indecente y descarada? que se enfrent¨® a los representantes m¨¢s reaccionarios del deporte
Ganadora de seis Wimbledon, arras¨® en las pistas durante los a?os 20 cuando se convirti¨® en todo un icono social dentro y fuera de las canchas gracias a un carisma inigualable y a una apuesta estil¨ªstica que desafiaba los c¨¢nones de decoro y decencia impuestos a las mujeres de su ¨¦poca.
Fue Janet Flanner, inolvidable cronista del grupo de eminentes escritoras estadounidenses que trasladaron sus plumas a la orilla del Sena, quien sintetiz¨® la iron¨ªa del destino de Suzanne Lenglen en su columna quincenal del New Yorker, Carta desde Par¨ªs: ¡°Ella atraves¨® tormentas durante toda su vida, pero muri¨® pac¨ªficamente¡±. La tenista francesa falleci¨® de forma prematura, en 1938, a causa de una leucemia que le hab¨ªan diagnosticado apenas unas semanas antes. Ten¨ªa solo 39 a?os, pero hab¨ªa sido tiempo m¨¢s que suficiente para cambiar no solo el deporte del tenis en su conjun...
Fue Janet Flanner, inolvidable cronista del grupo de eminentes escritoras estadounidenses que trasladaron sus plumas a la orilla del Sena, quien sintetiz¨® la iron¨ªa del destino de Suzanne Lenglen en su columna quincenal del New Yorker, Carta desde Par¨ªs: ¡°Ella atraves¨® tormentas durante toda su vida, pero muri¨® pac¨ªficamente¡±. La tenista francesa falleci¨® de forma prematura, en 1938, a causa de una leucemia que le hab¨ªan diagnosticado apenas unas semanas antes. Ten¨ªa solo 39 a?os, pero hab¨ªa sido tiempo m¨¢s que suficiente para cambiar no solo el deporte del tenis en su conjunto sino la reaccionaria sociedad de su ¨¦poca. La seis veces ganadora de Wimbledon y tres medallas ol¨ªmpicas, entre otros muchos t¨ªtulos, ve c¨®mo su nombre es reivindicado hoy tanto dentro como fuera de las pistas, revolucionando para siempre la moda deportiva gracias a un estilo tan carism¨¢tico, desinhibido y ajeno al recato como contestado entre sus contempor¨¢neas.
¡°Indecente¡± y ¡°descarada¡±. Esos fueron los adjetivos que dedic¨® la prensa brit¨¢nica a Lenglen cuando debut¨® con apenas 20 a?os en las pistas del All England Club para disputar ¨Cy ganar¨C su primer Wimbledon. Ni cors¨¦ ni enaguas, la conocida como ¡®La Divina¡¯ pis¨® la hierba con un vestido de algod¨®n blanco que dejaba al aire sus hombros, brazos y pantorrillas, todo un tab¨² para las tenistas de la ¨¦poca. Tambi¨¦n fue la primera en jugar con los labios y las u?as pintados, lucir corte de pelo bob y desprenderse de la ropa interior m¨¢s voluminosa y restrictiva. Y en lugar de los cl¨¢sicos sombreros de ala ancha, Lenglen remataba su look con una colorida cinta para el pelo a juego con el c¨¢rdigan que usaba durante el calentamiento. La bandana, utilizada por la mayor¨ªa de los tenistas del circuito casi cien a?os despu¨¦s, pod¨ªa presumir de estampado de lunares o ser adornada con peque?os diamantes, y la atenci¨®n a la moda de la joven era tal que sol¨ªa vestir de un color u otro dependiendo de la ronda del torneo en la que se encontrara. ¡°La campeona francesa luce un look de tenis extraordinariamente chic por la libertad, la idoneidad y la excelencia de sus l¨ªneas sencillas¡±, escribi¨® sobre ella la revista Vogue en 1926. Tras ganar el campeonato con un dominio y estilo sin precedentes, Lenglen volvi¨® al a?o siguiente con una falda a¨²n m¨¢s corta, plisada y hecha de seda transl¨²cida. Los cors¨¦s eran historia para el resto de jugadoras.
¡°Creo que hay razones muy contundentes para decir que ella revolucion¨® completamente la manera en la que vest¨ªan las mujeres en el siglo XX. Su dominio del juego coincidi¨® con una sociedad de posguerra y con los locos a?os 20, que fueron testigos del desarrollo del deporte y la cultura celebrity. La gente quer¨ªa distraerse. Lenglen estaba en el centro de todo esto y su personalidad y su bell¨ªsima forma de jugar tuvieron un impacto indudable en las it girls, gar?onnes y flappers de la ¨¦poca. La moda deportiva de una era se convirti¨® en la moda casual de la siguiente¡±, afirma a S Moda Tom Humberstone, profundo conocedor de la estrella francesa. En su novela gr¨¢fica Suzanne: The Jazz Age Goddess of Tennis, este ilustrador presenta a las nuevas generaciones la revolucionaria historia de quien da nombre a la segunda pista m¨¢s grande Roland Garros y que solo perdi¨® un partido entre 1919 y 1926.
El artista denomina a Lenglen como inventora de la est¨¦tica flapper, que desviar¨ªa el foco medi¨¢tico de la aristocracia hacia estrellas del cine o de la m¨²sica y desafi¨® los ideales de belleza de la ¨¦poca con un esp¨ªritu transgresor y pomposo, protagonizado por el maquillaje y las joyas. De car¨¢cter tan hedonista como temperamental, la tenista se convirti¨® en la m¨¢xima representaci¨®n de la tendencia, con sus chupitos de co?ac entre juego y juego y su inseparable abrigo de armi?o en su trayecto al club. Humberstone la califica como su prenda m¨¢s ic¨®nica, y no por casualidad. ¡°Su padre, Charles Lenglen, insist¨ªa en que vistiera abrigos de armi?o porque pensaba que evocaban a la realeza. Es una prenda que denota el ¨¦xito que Lenglen siempre persegu¨ªa y la influencia dominante de su padre en ella¡±.
Detr¨¢s del influcto e impacto social de Suzanne estaba el dise?ador Jean Patou, que convirti¨® a la tenista en musa y chica p¨®ster de su osada apuesta por popularizar la moda deportiva. ¡°Mis modelos est¨¢n concebidos para la pr¨¢ctica del deporte. Procuro que sean tan agradables de mirar como de llevar y que permitan una gran libertad de movimiento¡±, asegur¨® en una ocasi¨®n el bon vivant que rivalizar¨ªa con Coco Chanel por el dominio de la escena estil¨ªstica parisina. Aunque a la vista est¨¢ que Patou perdi¨® la batalla de la memoria colectiva en favor de Chanel, s¨ª consigui¨® establecer este protoathleisure en las calles de la capital gala. ¡°Tres cuartas partes de la moda diurna que se ofrece hoy en Par¨ªs son de tipo deportivo. Sencilla, pr¨¢ctica y juvenil, constituye una influencia que cada vez se siente m¨¢s alejada del ¨¢mbito de los deportes activos en favor de indumentaria para el d¨ªa en general, para vacaciones y para viajar¡±, sentenciaba Vogue.
¡°Entre Chanel y Patou dise?aron la mayor¨ªa de los looks de los tenistas de los a?os 20 y hasta se podr¨ªa establecer un v¨ªnculo entre su rivalidad y la competici¨®n actual de marcas deportivas como Nike y Adidas. Los dos abrieron camino en la moda y, pese a todo, la mayor¨ªa de la gente solo conoce el nombre de Chanel. Y eso supone otro paralelismo con Lenglen. Ella era la deportista estrella m¨¢s popular de su tiempo ¨Cy probablemente tambi¨¦n la celebrity m¨¢s famosa¨C y hoy poca gente conoce su nombre y su legado¡±, evoca el ilustrador.
La relaci¨®n entre tenis y moda es tan longeva como fruct¨ªfera. Ah¨ª est¨¢ la hist¨®rica vigencia de firmas creadas por tenistas como Ren¨¦ Lacoste o Fred Perry, la atemporalidad de las Stan Smith ¨Cjugador estadounidense de los setenta¨C y hasta el imparable crecimiento burs¨¢til y de ingresos de On, la marca que cuenta con Roger Federer como accionista y cara visible. Sin embargo, la periodista Hannah Jane Parkinson sostiene en The Guardian que la moda ten¨ªstica ¡°le debe todo¡± a la tormentosa Lenglen. ¡°Su influencia en el estatus de la piel bronceada supuso un renacimiento en el dise?o de los trajes de ba?o, que ense?aban cada vez una mayor cantidad de piel. Sus exclusivas zapatillas de lona blancas inspiraron los spin-offs unisex del ¡®zapato Lenglen¡¯, un precursor de las Adidas Stan Smith que los minoristas tildaron de ¡®ligero, elegante y pr¨¢ctico¡¯. La forma femenina empezaba a liberarse¡±.