?Siendo ni?a, Whitney vio a su madre en la cama con el pastor de la iglesia y la oblig¨® a participar?
Whitney Houston sigue dando que hablar seis a?os despu¨¦s de su muerte. Dos documentales sobre su vida desvelan nuevos secretos.
Whitney Houston falleci¨® hace seis a?os. Desde entonces, pr¨¢cticamente todas las figuras en la primera l¨ªnea del pop se han declarado bicuriosas o han hablado de su orientaci¨®n sexual fluida. La estrella, Beyonc¨¦, est¨¢ inmersa en un viaje de reivindicaci¨®n de su negritud, que culmin¨® con Lemonade y su actuaci¨®n en Coachella. Y la manera normativa de estar en la esfera p¨²blica en 2018 pasa por demostrar cierta vulnerabilidad, sobre todo desde la sacudida del #MeToo. Teniendo todo eso en cuenta, resulta dif¨ªcil no unir la l¨ªnea de puntos y no l...
Whitney Houston falleci¨® hace seis a?os. Desde entonces, pr¨¢cticamente todas las figuras en la primera l¨ªnea del pop se han declarado bicuriosas o han hablado de su orientaci¨®n sexual fluida. La estrella, Beyonc¨¦, est¨¢ inmersa en un viaje de reivindicaci¨®n de su negritud, que culmin¨® con Lemonade y su actuaci¨®n en Coachella. Y la manera normativa de estar en la esfera p¨²blica en 2018 pasa por demostrar cierta vulnerabilidad, sobre todo desde la sacudida del #MeToo. Teniendo todo eso en cuenta, resulta dif¨ªcil no unir la l¨ªnea de puntos y no llegar a la conclusi¨®n de que Houston vivi¨®, y muri¨®, demasiado pronto. ?Acaso no le hubiera ido mejor en esta era?
Tras un periodo de indiferencia general, de pronto la figura de Houston se est¨¢ revisando y aparece en todas partes. Hasta en la boda del pr¨ªncipe Enrique y Meghan Markle, que escogieron I Wanna Dance with Somebody como primer baile. Kanye West no dud¨® en pagar 73.000 euros por el derecho a usar en la portada del disco de su protegido Pusha T la famosa foto del lavabo de la cantante en Atlanta, repleto de parafernalia yonqui. Y no solo se ha rodado un documental sobre la cantante, es que se han hecho dos, complementarios y hasta cierto punto opuestos en sus puntos de vista. Whitney, de Kevin McDonald, autor de pel¨ªculas sobre Oasis y Bob Marley, se estren¨® en cines hace unas semanas y cuenta con la participaci¨®n de la madre y los hermanos de la cantante, aunque no salen muy bien parados, especialmente la temible Cissy Houston. La gran revelaci¨®n de la cinta es que Whitney podr¨ªa haber sufrido abusos sexuales de ni?a por parte de una t¨ªa lejana, la cantante Dee Dee Warwick, hermana de la legendaria Dionne Warwick. En cambio, Can I Be Me, el otro documental, que se puede ver en Netflix, tuvo a la familia en contra desde el primer momento ¨C?Me pusieron cinco querellas y las he ganado todas?, dice el director, Nick Broomfield¨C y presta m¨¢s atenci¨®n a otro dato silenciado en la vida de la cantante, su relaci¨®n de m¨¢s de 15 a?os con la que se presentaba como su amiga y colaboradora, Robyn Crawford, que no quiso hablar ante la c¨¢mara pero anim¨® a varios amigos comunes a que lo hicieran. Seg¨²n Broomfield, a la familia que sobrevive a la artista, y que sigue viviendo de los derechos de su obra, le conviene convertir en villanos a Crawford, al exmarido, Bobby Brown, y a Warwick, que falleci¨® en 2008. ?l tiene otra versi¨®n, que no incluy¨® en su filme porque, seg¨²n dice, ?no podr¨ªa probarlo, me sal¨ªan las demandas por las orejas y no quer¨ªa que paralizasen el estreno?.
En su entrevista con Tina Brown, cu?ada de Whitney ¨Cy ?su principal compinche de drogas, pasaban much¨ªsimas horas juntas encerradas en su mansi¨®n de Atlanta consumiendo crack?, relata Broomfield¨C, esta le cont¨® entre l¨¢grimas que quien abus¨® o promovi¨® abusos contra su hija fue Cissy Houston. ?Tina me dijo que siendo una ni?a, Whitney volvi¨® un d¨ªa pronto de la escuela y se encontr¨® a su madre en la cama con el pastor de la iglesia (de la que era directora del coro). Entonces, Cissy habr¨ªa obligado a Whitney a participar de esas relaciones?, cuenta el cineasta, que da credibilidad a la historia. ?Eso la obsesion¨® durante a?os, la desmont¨®?, a?ade. Mientras preparaba la pel¨ªcula, varios testigos le contaron tambi¨¦n que Cissy sol¨ªa pegar a Whitney de peque?a hasta dejarla seminconsciente en el suelo.
Ni el espectador de mente m¨¢s truculenta pod¨ªa sospechar la mitad de todo esto cuando Whitney Houston apareci¨® por primera vez en televisi¨®n, en 1985, vestida como lo har¨ªa una buena chica del coro el d¨ªa de su baile de graduaci¨®n, y cantando la balada Home, del musical The Wiz. La present¨® Clive Davis, su descubridor, un viejo zorro de la industria discogr¨¢fica (fund¨® Arista Records en los setenta) que quiso hacer de ella la ¨²ltima estrella pop prefabricada, una figura virginal con voz de oro desprovista de toda amenaza y africanidad, apta para el consumo del p¨²blico blanco. Y hasta cierto punto, Davis lo consigui¨®. ?Es significativo que nunca vi¨¦ramos su pelo real, siempre llev¨® pelucas. El p¨²blico negro se preguntaba: ¡®?De qui¨¦n eres?¡¯. Ella misma nunca lo supo y no quiso saberlo. El d¨ªa que fue a los premios Soul Train ni siquiera se llev¨® a los raperos cool del momento, parec¨ªa que iba a misa?, comenta Jenna Wortham, analista cultural de The New York Times que le dedic¨® a la cantante un episodio de su podcast Still Processing. Wortham se refiere a una noche crucial en la vida de Houston, que aparece en ambos documentales. En 1988, la cantante acudi¨® a los premios Soul Train, los m¨¢s importantes entonces para la m¨²sica negra, y el p¨²blico la abuche¨® llam¨¢ndola ?Whitey? (?Blanquita?), por considerarla una vendida. Para entonces, ya hab¨ªa tenido siete hits consecutivos en el n¨²mero uno de la lista Billboard, un r¨¦cord que nadie ha batido a¨²n. En esa misma gala actuaba uno de esos ?raperos cool? a los que alud¨ªa Wortham, un tipo de Atlanta llamado Bobby Brown, que ten¨ªa todo el recorrido callejero que le faltaba a Houston. Describir como t¨®xica la relaci¨®n en la que se embarcaron en ese mismo momento ser¨ªa quedarse bastante corto. Hubo denuncias por violencia de g¨¦nero, adicciones mutuamente incentivadas ¨Cseg¨²n Broomfield, a Brown le gustaba el alcohol y a Houston las drogas¨C, infidelidades aireadas en los tabloides, un divorcio que no cort¨® del todo la uni¨®n, un show de telerrealidad ¨CBeing Bobby Brown¨C y una hija, Bobbi Kristina, que tuvo asiento de primera fila en la degradaci¨®n p¨²blica de sus padres y falleci¨® en 2015, en circunstancias similares a las de su madre. Ambas fueron halladas en una ba?era tras haber consumido alg¨²n combinado de sustancias, si bien la hija pas¨® seis meses en coma hasta que muri¨®. Uno de los momentos m¨¢s duros del documental Whitney llega cuando la t¨ªa que cuid¨® a la ni?a desde que era un beb¨¦, Aunt Bae, rompe a llorar al recordarla y asegura que ?nunca le dieron una oportunidad?.
Como se?ala el periodista Wesley Morris en Still Processing, refiri¨¦ndose a Whitney Houston, ?no ha habido una celebridad que haya pasado en tan poco tiempo de ser la m¨¢s famosa del mundo al lugar en el que acab¨® ella?. En 1992, el mismo a?o en que se cas¨® con Bobby Brown, El guardaespaldas la catapultaba a la estratosfera. En el 2000, firm¨® el que entonces se dijo que era el contrato m¨¢s jugoso de la industria, por cien millones de d¨®lares, pero para entonces ya se hablaba de ella m¨¢s por su aspecto enfermizo y sus adicciones que por su trabajo. Ese mismo a?o apareci¨® tan desmejorada en un concierto-homenaje a Michael Jackson que se la dio por muerta. A los pocos meses, concedi¨® una entrevista televisada a Diane Sawyer admitiendo parte de sus problemas. Deber¨ªa haber servido como control de da?os, pero tuvo el efecto contrario.
Por eso cuando la encontraron ahogada en su habitaci¨®n del Beverly Hilton en febrero de 2012, la noticia tuvo un calibre bajo, que no se correspond¨ªa con el ¨¦xito descomunal que hab¨ªa alcanzado una d¨¦cada antes. Al contrario de lo que ocurre con Michael Jackson, David Bowie o Amy Winehouse, nadie recuerda qu¨¦ estaba haciendo cuando supo que Whitney Houston hab¨ªa muerto. Demasiado pronto, sin tiempo a conducir su propio revival.