La par¨¢bola de Leire y Amaia
?Y si el problema por una vez no fuese entre dos mujeres?
Una de las frases de La Oreja de Van Gogh a las que m¨¢s he vuelto en conversaciones ordinarias, es la que sirve de moraleja final en Rosas: ¡°Y es que empiezo a pensar que el amor verdadero es tan solo el primero, y es que empiezo a sospechar que los dem¨¢s son solo para olvidar¡±.
He vuelto a ella en innumerables conversaciones con amigas que no lograban pasar p¨¢gina de su amor adolescente, y casi siempre ha sido para defender que, aunque la frase sea preciosa, tambi¨¦n es una estupidez como un templo de grande.
Tenemos una extra?a tendencia generalizada a sobreidealizar y romantizar los primeros amores, cuando lo cierto es que, en la mayor¨ªa de los casos, se dan en una situaci¨®n vital completamente inestable e irracional. ?C¨®mo va a ser tu primer amor el verdadero si lo elegiste cuando pensabas que el filtro New York de Instagram era lo m¨¢s y que Hache de 3MSC era un caballero?
Con La Oreja de Van Gogh siempre se asumi¨® que el primer amor, Amaia, era el verdadero, y Leire solo un intento para olvidar. Un reemplazo. Sin embargo, solo hace falta darse una vuelta tontorrona por el perfil del grupo en Spotify para comprobar que no es verdad. La etapa de Leire, adem¨¢s de ser la m¨¢s longeva, nos ha regalado temazos como Jueves, Inmortal, El ¨²ltimo vals o Cometas por el cielo. Y, aun as¨ª, Leire nunca logr¨® sacarse de encima la insoportable sensaci¨®n de ser un reemplazo. De ser ¡°la otra¡±.
En una entrevista con Navarra TV hace unos meses, dijo que sent¨ªa que se le hab¨ªa ninguneado y faltado al respeto, y que se hac¨ªan muchos comentarios en referencia a una posible vuelta de Amaia obviando que LODVG ya ten¨ªa una cantante. Termin¨® diciendo ¡°parece que no importa nada¡±, aunque entre l¨ªneas se pod¨ªa leer un claro ¡°parece que no le importo a nadie¡±.
Y yo me pregunto: cuando no te sientes querida en una relaci¨®n, ?de qui¨¦n es responsabilidad? ?De la ex de tu pareja, de los dem¨¢s o de tu pareja? Siempre hemos seguido esto como una pelea entre Leire y Amaia, pero ?y si en vez de ser Amaia contra Leire, fueran Amaia y Leire contra cuatro maromos incapaces de hacer sentir valorada a su vocalista? En las ¨²ltimas horas, y a ra¨ªz de la marcha de Leire del grupo, se ha reabierto el debate de si la verdadera Oreja de Van Gogh (sea lo que sea lo que signifique eso) es Leire o Amaia.
Resulta parad¨®jico que la discusi¨®n sea esa cuando, en realidad, nadie es capaz de decir el nombre de ni un solo integrante de LODVG que no sean Leire y Amaia. Lo cual demuestra que La Oreja de Van Gogh, de hecho, son ellas. Puestos a especular, puede que eso sea lo que duela a los cuatro se?ores que emiten los comunicados. Tremendos comunicados.
En el primero, el de Amaia, dejaron claro que hab¨ªa sido una decisi¨®n de ella: ¡°Hace unas semanas Amaia decidi¨® no continuar con nosotros en el grupo para comenzar su carrera en solitario¡±, y tambi¨¦n que les hab¨ªa roto el coraz¨®n: ¡°desde que hemos sabido esto, hemos sentido mucha tristeza¡±. El segundo, el de Leire, (m¨¢s fr¨ªo y escueto) destaca sobre todo por un detalle: hablan de ella y del grupo como dos cosas absolutamente separadas. ¡°Queremos anunciar que las trayectorias profesionales de Leire y La Oreja de Van Gogh seguir¨¢n caminos separados¡±. Creo que esto, en cierta forma, da explicaci¨®n a lo que contaba Leire en Navarra TV, y a esa sensaci¨®n de no sentirse valorada o integrada.
El caso es que da igual lo que opinemos en redes o en medios. La verdad sobre La Oreja de Van Gogh solo la sabe La Oreja de Van Gogh. Porque como dice otra de sus canciones (esta de la etapa de Leire, por cierto): ¡°Cuando todo acabe y el silencio hable, solo tus pupilas sabr¨¢n qu¨¦ fue verdad¡±.
Lo que por desgracia s¨ª conocemos casi todas las mujeres es esa sensaci¨®n de que te comparen constantemente, de tener que demostrar lo que vales todo el rato. No s¨¦ lo que ha pasado ni lo que pasar¨¢ con LODVG, pero ojal¨¢ la marcha de Leire pueda verse menos como una lucha contra Amaia y m¨¢s como un recordatorio de que a veces una tiene que dejar de esperar con la carita empapada a que lleguen con rosas.