?Es verdad que las mujeres juegan peor al ajedrez que los hombres?
Consultamos a varios expertas y expertos en ajedrez qu¨¦ hay de cierto en esta creencia.
Gambito de dama es una apertura de ajedrez y, desde el 23 de octubre, tambi¨¦n el t¨ªtulo de una miniserie de siete cap¨ªtulos firmada por Scott Franck y Allan Scott basada en la novela hom¨®nima que Walter Tevis public¨® en 1983. Allan Scott adquiri¨® los derechos de la historia en los a?os 90 y la transform¨® en un gui¨®n que Heath Ledger estuvo a punto de convertir en pel¨ªcula con Ellen Page como protagonista, pero la sobredosis que acab¨® con su vida trunc¨® el proyecto y Allan Scott volvi¨® a quedarse sin realizador. Finalmente se asoci¨® con Franck y ahora se puede ver el resultado de esa a...
Gambito de dama es una apertura de ajedrez y, desde el 23 de octubre, tambi¨¦n el t¨ªtulo de una miniserie de siete cap¨ªtulos firmada por Scott Franck y Allan Scott basada en la novela hom¨®nima que Walter Tevis public¨® en 1983. Allan Scott adquiri¨® los derechos de la historia en los a?os 90 y la transform¨® en un gui¨®n que Heath Ledger estuvo a punto de convertir en pel¨ªcula con Ellen Page como protagonista, pero la sobredosis que acab¨® con su vida trunc¨® el proyecto y Allan Scott volvi¨® a quedarse sin realizador. Finalmente se asoci¨® con Franck y ahora se puede ver el resultado de esa alianza profesional.
Anya Taylor-Joy da vida a la protagonista, una joven llamada Beth Harmon, prodigiosa jugadora de ajedrez enganchada a los tranquilizantes. Descubri¨® el deporte del tablero en el mismo orfanato donde empez¨® a consumir los primeros sedantes, que por entonces no estaban contraindicados para los ni?os. Lleg¨® all¨ª despu¨¦s de la muerte de su madre, una experta en matem¨¢ticas con problemas de salud mental y empez¨® a jugar con el bedel del edificio. A partir de ah¨ª, su vida se centra en superarse jugando al ajedrez y a manejar sus adicciones.
Los realizadores contaron con el asesoramiento del Gran Maestro Garry Kasparov y del entrenador Bruce Pandolfini. Necesitaban que los actores movieran las piezas y tocasen el reloj de una manera natural adem¨¢s de hacer las partidas lo suficientemente emocionantes como para mantener la atenci¨®n de los espectadores no aficionados al juego. Y tampoco pod¨ªan caer en inexactitudes que levantasen la cr¨ªtica de los iniciados.
La serie no solo tiene inter¨¦s por la est¨¦tica o por la trama en s¨ª misma, sino que tambi¨¦n desaf¨ªa la afirmaci¨®n de que las mujeres juegan peor que los hombres. En 2013 [se revis¨® en 2016], el divulgador y periodista especializado en ajedrez Leontxo Garc¨ªa public¨® el libro Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas (editorial Planeta) que empieza con un cap¨ªtulo titulado precisamente ?Por qu¨¦ las mujeres juegan peor?. Tildarlo de pol¨¦mica ser¨ªa quedarse corta.
El autor explica por tel¨¦fono a S Moda que ¡°no podemos tener una certeza absoluta hasta que la tecnolog¨ªa no haya avanzado lo suficiente para saber exactamente las diferencias cerebrales entre hombres y mujeres. En los ¨²ltimos 20 o 30 a?os la tomograf¨ªa de positrones, la magnetoencefalograf¨ªa o la resonancia magn¨¦tica funcional han permitido saber del cerebro humano mucho m¨¢s que antes. Pero de momento no se ha contestado a esa pregunta con una claridad total¡±.
A d¨ªa de hoy se sabe que f¨ªsica y qu¨ªmicamente los cerebros de ambos sexos son diferentes, pero eso no significa que se puedan determinar disimilitudes cognitivas. La palabra ¡®neurosexismo¡¯ apareci¨® por primera vez en un art¨ªculo de la psic¨®loga Cordelia Fine en el a?o 2008 y, desde entonces, una parte de la comunidad cient¨ªfica est¨¢ trabajando para erradicarlo.
?ngels Cucarella es psic¨®loga y docente universitaria. Jug¨® al ajedrez desde los 14 a los 19 a?os y gan¨® 8 campeonatos auton¨°micos (desde la categor¨ªa infantil hasta absoluta) en la Comunidad valenciana, fue dos veces campeona auton¨®mica de Euskadi y consigui¨® una norma de WIM. Esto ¨²ltimo significa que es ?Maestra Internacional, hacen falta tres para el t¨ªtulo y 2200 de ELO, mi m¨¢ximo hist¨®rico creo que fue 2050¡± [el ELO es el sistema de clasificaci¨®n en el ajedrez]¡±. Opina para S Moda v¨ªa correo electr¨®nico que la afirmaci¨®n de que las mujeres juegan peor tiene sentido: ¡°Si observamos los logros que hemos conseguido las mujeres a lo largo de la historia. Otra cuesti¨®n diferente es que sea cierta¡±.
Tambi¨¦n a?ade que ¡°tan solo ha existido una mujer, Judit Polg¨¢r, capaz de mantenerse entre los diez mejores jugadores del mundo. La media de ELO de los jugadores es muy superior a la media de las jugadoras y este hecho se repite en cualquier nivel, ya sea aficionado o profesional. No obstante, hay que tener en cuenta un dato fundamental: la proporci¨®n de mujeres respecto a los hombres es muy inferior, apenas hay mujeres que jueguen al ajedrez, por lo tanto, habr¨ªa que considerar datos estad¨ªsticos para conocer si efectivamente es significativo el dato¡±.
En cuanto a la teor¨ªa de la diferencia de cerebros, sostiene que ¡°existe evidencia cient¨ªfica de las diferencias entre los cerebros de las mujeres y los hombres, la neurociencia y la neuropsicolog¨ªa lo han corroborado¡± pero ¡°a pesar de ello, nada explica, justifica o afirma que los hombres jueguen mejor al ajedrez por ello. A d¨ªa de hoy, las investigaciones que se han producido en este campo sobre el ajedrez, son escasas y la mayor¨ªa no han conseguido datos concluyentes que puedan avalar la afirmaci¨®n de que los hombres sean mejores jugadores¡±.
En cuanto a la condici¨®n f¨ªsica tampoco habr¨ªa ning¨²n factor que pudiese inferir en la habilidad de las mujeres para jugar al ajedrez. Javier Ochoa, presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Ajedrez (FEDA), considera que ¡°es cierto que en el ajedrez tambi¨¦n importa la fortaleza, aunque no tanto como en otros deportes. Los campeonatos duran una semana o 9 d¨ªas, con partidas de 4 o 5 horas y evidentemente la capacidad de resistencia ser¨¢ un poco peor para las chicas. Pero vamos, no creo que ese sea un h¨¢ndicap para ellas. Por lo dem¨¢s, la capacidad para calcular es la misma, est¨¢ claro¡±.
Leontxo Garc¨ªa responde as¨ª a la pregunta que expone en su libro: ¡°He hecho la salvedad de que desde un punto de vista estrictamente cient¨ªfico no podemos asegurar nada hasta que no sepamos exactamente cu¨¢les son exactamente las diferencias entre el cerebro de un hombre y el de una mujer, porque me parece importante hablar con rigor. Pero parto de la base de que una mujer puede jugar al ajedrez tan bien o mejor que un hombre¡±.
?Por qu¨¦ hay menos mujeres?
No juegan peor, pero s¨ª es evidente que son muy inferiores en n¨²mero. Seg¨²n Javier Ochoa, el porcentaje de mujeres federadas en Espa?a oscila entre el 8 y el 9% del total, si bien ha ido creciendo poco a poco en los ¨²ltimos a?os. Y a nivel mundial el porcentaje es del 10% m¨¢s o menos. Para Ochoa ¡°el ajedrez suscita menos inter¨¦s entre mujeres que entre hombres, obviamente. Es un deporte que no les atrae lo suficiente como para permanecer en ¨¦l muchos a?os. No es un problema de capacidad ni mucho menos¡± pero no sabe muy bien a qu¨¦ se debe. ¡°Cuando empiezan son muy j¨®venes como en casi todos los deportes. Hay campeonatos en Espa?a de menores de 8 a?os, por ejemplo. En esas edades hay m¨¢s o menos el mismo porcentaje de chicos y de chicas. Quiz¨¢s la proporci¨®n es 60-40. Pero a medida que van pasando los a?os, las chicas lo van dejando. Por mil motivos. El ajedrez es muy absorbente y exige tiempo para perfeccionarlo y es posible que las chicas no le vean la parte pr¨¢ctica¡±.
Para Leontxo Garc¨ªa, las razones pueden resumirse en una palabra: ¡°educaci¨®n. Todav¨ªa hoy en el siglo XXI mal que nos pese en la mayor¨ªa de los pa¨ªses del mundo el ajedrez tiene una etiqueta de masculinidad. Regalarle una mu?eca a un ni?o sigue siendo casi tan raro como regalarle un juego de ajedrez a una ni?a. En Espa?a menos, pero si hablamos de todo el mundo sin duda alguna¡±. Sin embargo, es optimista porque ¡°Espa?a es el pa¨ªs que est¨¢ en la vanguardia mundial de ajedrez como herramienta educativa. 10 de las 17 comunidades aut¨®nomas lo han introducido ya en horario lectivo sin contar los miles de colegios que lo tienen como actividad extraescolar. Obviamente, sobre todo si hablamos de horario lectivo, eso implica a muchas ni?as. Y, por tanto, a medio plazo creo que el n¨²mero de jugadoras en Espa?a va a aumentar considerablemente¡±.
Sabrina Vega es Gran Maestra de ajedrez, ha sido seis veces campeona de Espa?a, subcampeona de Europa en 2016, mundialista en 2018 y miembro de la selecci¨®n espa?ola en siete Olimpiadas y siete campeonatos europeos. Actualmente se dedica a dar clases de ajedrez y sigue compitiendo. Para ella ¡°podemos compararlo como un reflejo de la vida, de la evoluci¨®n social. En ese sentido, este deporte ha sido considerado algo del sector femenino bastante m¨¢s tarde que del masculino. Y tenemos unos puntos de inflexi¨®n que son las edades de los 14 a los 16 a?os donde mucho volumen de jugadoras va cayendo¡±, declara a S Moda por tel¨¦fono.
Cree que hay dos factores b¨¢sicos: ¡°Por un lado creo que hay una falta de toque femenino, somos menores en n¨²mero y estamos hablando en una edad de desarrollo de la personalidad. Cuando pasas del juego a un deporte de competici¨®n tambi¨¦n lo tienes que compaginar con tu desarrollo personal. Tener apoyo femenino al lado puede marcar mucho la diferencia¡±. El otro estar¨ªa relacionado con la visibilidad: ¡°En la ¨¦poca en la que empec¨¦, que pr¨¢cticamente fue ayer, el referente que hab¨ªa eran Judit Polg¨¢r y sus hermanas. Son unos grand¨ªsimos referentes en el mundo del ajedrez femenino y siempre las vamos a admirar como tal, pero hablamos de un fen¨®meno que se nos presentaba como muy lejano¡±.
La historia de las tres hermanas Polg¨¢r a las que se ha hecho referencia repetidamente en este art¨ªculo tambi¨¦n podr¨ªa convertirse en una serie de televisi¨®n. Los padres de Susan, Sofia y Judit, pedagogos de profesi¨®n, decidieron educar a sus hijas en una especie de experimento para convertirlas en genios. Todas estudiaron en casa ¨Csolo fueron al colegio a hacer los ex¨¢menes¨C y el ajedrez fue la base de su formaci¨®n. El resultado fue que dos de ellas se convirtieron en exitosas competidoras. Susan consigui¨® ser campeona del mundo en categor¨ªa femenina y Judit ha sido la ¨²nica mujer que ha estado entre los diez primeros jugadores del mundo y est¨¢ considerada como la mejor jugadora en 1.500 a?os de ajedrez. Nunca quiso participar en torneos exclusivamente femeninos, excepto cuando era muy peque?a.
¡°Ahora tenemos a la Gran Mestra china Hou Yifan y referentes muy cercanos de Francia, de Italia, tampoco tan extra?os. Y tambi¨¦n en Espa?a creo que se hace un poquito por visibilizar a la selecci¨®n espa?ola femenina. Estos ejemplos les pueden animar a continuar porque saben que hay alguien que ha llegado a lo m¨¢s alto y ellas tambi¨¦n pueden¡±, afirma Sabrina Vega. Sin embargo, ?ngels Cucarella critica la falta de esfuerzo por parte de las federaciones: ¡°no invierten en la promoci¨®n del ajedrez femenino. Si bien es cierto que existen algunas actuaciones, soy muy puntuales y sin un objetivo general definido. Las actividades que organizan suelen ir m¨¢s bien asociadas a la justificaci¨®n de alguna subvenci¨®n que han cobrado, pero no est¨¢n dirigidas a fomentar el ajedrez femenino o a conocer el motivo o la forma necesaria para conseguir mayor participaci¨®n de mujeres¡±.
Todas contra todos
El tema de los torneos femeninos ha sido motivo de pol¨¦mica durante a?os. ¡°Hist¨®ricamente las chicas jugaban con las chicas y como excepci¨®n hab¨ªa alguna que participaba en campeonatos mixtos [las mujeres pueden participar tanto en femeninos como en mixtos]. Entonces la pol¨ªtica que sigui¨® la Federaci¨®n Espa?ola fue la de eliminar los campeonatos femeninos para que as¨ª subiera el nivel, como ha ocurrido realmente. Lo hicimos no solo a nivel absoluto, sino tambi¨¦n en las categor¨ªas peque?as, desde el nivel sub 8 [hay sub 10, sub 12, sub 14, sub 16, sub 18 y sub 20]¡±, explica Javier Ochoa.
Esto sucedi¨® en 2002, pero hubo un gran n¨²mero de jugadoras que mandaron una carta pidiendo que se reinstaurasen (cosa que ocurri¨®, aunque actualmente en Espa?a ya no los hay otra vez). El argumento era que si hubiese un campeonato femenino habr¨ªa campeona, pero en uno mixto puede que las mujeres no pasasen del puesto 25. Eso har¨ªa que su visibilidad fuese a¨²n menor y por lo tanto, menos estimulante.
Sabrina Vega, que en aquel momento estaba empezando en la competici¨®n, fue una de las pocas que pidi¨® torneos unificados, pero ¡°s¨ª entiendo ciertas matizaciones que son importantes. En Espa?a las categor¨ªas est¨¢n unificadas y por mi en ese sentido est¨¢ muy bien. Pero en lo que es la esfera internacional (Olimpiadas, europeos, mundiales) s¨ª creo que, de momento al menos, deben permanecer separados. Si no fuese as¨ª, el n¨²mero de jugadoras que tienen la oportunidad de seguir en el mundo del ajedrez como profesionales ser¨ªan una o dos¡±.
Una gran pregunta es si, m¨¢s all¨¢ de que los hombres sean mayor¨ªa en este deporte, existe un machismo notable en el sector. Leontxo Garc¨ªa comenta que ¡°hab¨ªa un gran componente machista cuando yo era jugador semiprofesional hace 40 a?os, por ejemplo. Los que hab¨ªamos sido educados en un pa¨ªs muy machista como Espa?a ten¨ªamos un especial miedo a perder ante una mujer, sent¨ªas una presi¨®n especial, no pod¨ªas perder esa partida. Esto en pa¨ªses como Espa?a pr¨¢cticamente ha desaparecido. Hoy cualquier ajedrecista sabe que hay muchas mujeres capaces de ganarle¡±.
Las respuestas de Sabrina Vega y ?ngels Cucarella concuerdan bastante con la del periodista. Seg¨²n la primera, ?como en todos lados siempre puede haber alguna an¨¦cdota, pero en general creo que es un mundo bastante sano. Es importante que en la etapa inicial hagan un buen trabajo de club para generar un ambiente de unificaci¨®n, de que el grupo es el grupo y da igual de qu¨¦ sexo seas. Cuando creces tiendes a crearte tu peque?o grupito cada vez m¨¢s afianzado, porque si no es un deporte bastante solitario e intenso y es mixto¡±.
Por su parte, Cucarella afirma que ha ?participado en un sinf¨ªn de competiciones. Me he encontrado con situaciones machistas en las que me han tratado de forma degradante y humillante por el hecho de ser mujer, pero la frecuencia con las que he padecido esta situaci¨®n es tan remota que no por ello considero que el mundo del ajedrez sea machista. El ajedrez siempre ha formado y formar¨¢ parte de mi vida, a pesar de jugar siempre entre tantos hombres, siempre me han tratado como uno m¨¢s y as¨ª me lo han hecho sentir¡±.