Tras el ¡®mansplaining¡¯ llega el ¡®hepeating¡¯: hombres que se llevan cr¨¦dito por repetir lo que ha dicho una mujer
¡®Hepeating¡¯ describe la situaci¨®n en la que un hombre se apropia de las ideas, opiniones o comentarios realizados por una mujer que han pasado desapercibidos, generalmente dentro del ambiente laboral, mientras que ¨¦l recibe alabanzas y felicitaciones por expresar exactamente lo mismo.
¡®Mis amigas han acu?ado un concepto: hepetead. Para cuando una mujer sugiere una idea y es ignorada, pero cuando un hombre la repite todo el mundo la adora¡¯. La frase pertenece a un tuit del a?o 2017 publicado por la usuaria Nicole Gugliucci, que actualmente cuenta con m¨¢s de 58.000 retuits y m¨¢s de 184.000 ¡®Me gusta¡¯, y que describe la situaci¨®n en la que un hombre se apropia de las ideas, opiniones o comentarios realizados por una mujer que han pasado desapercibidos, generalmente dentro del ambiente laboral, mientras que ¨¦l recibe alabanzas y felicitaciones por la misma idea, opini¨®...
¡®Mis amigas han acu?ado un concepto: hepetead. Para cuando una mujer sugiere una idea y es ignorada, pero cuando un hombre la repite todo el mundo la adora¡¯. La frase pertenece a un tuit del a?o 2017 publicado por la usuaria Nicole Gugliucci, que actualmente cuenta con m¨¢s de 58.000 retuits y m¨¢s de 184.000 ¡®Me gusta¡¯, y que describe la situaci¨®n en la que un hombre se apropia de las ideas, opiniones o comentarios realizados por una mujer que han pasado desapercibidos, generalmente dentro del ambiente laboral, mientras que ¨¦l recibe alabanzas y felicitaciones por la misma idea, opini¨®n o comentario.?Hepeat es una composici¨®n ling¨¹¨ªstica que une las palabras ¡®he¡¯ (¨¦l) y ¡®repeat¡¯ (repetir, repite) y, como explicaban en un reciente art¨ªculo de The Guardian que ha vuelto a despertar inter¨¦s por el t¨¦rmino: ?Hepeat es tan solo el ¨²ltimo de la creciente lista de t¨¦rminos para definir el comportamiento machista, un glosario que comenz¨® con mansplaining?.
El anglicismo mansplaining, que en Espa?a trat¨® de traducirse con escaso ¨¦xito como?machoexplicaci¨®n, y que describe la situaci¨®n en la que un hombre le explica a una mujer algo que esta ya conoce en un tono condescendiente o paternalista, se le atribuye err¨®neamente a la escritora Rebecca Solnit por su ensayo Los hombres me explican cosas. Es cierto que Solnit dio con el germen del problema y lo puso por primera vez en negro sobre blanco, pero fue Internet quien invent¨® la palabra que en 2010 fue escogida como una de las palabras del a?o por el diario estadounidense The New York Times. Desde entonces, el mansplaining dio lugar a una serie de palabras hermanadas que resum¨ªan a la perfeccion situaciones que viv¨ªan las mujeres pero por el momento no ten¨ªan nombre tales como manterruption?(que describe la costumbre masculina?de interrumpir de manera innecesaria a una mujer en medio de una explicaci¨®n o discurso), manologue o mon¨®logo masculino (cuando un hombre se pone a sermonear a una mujer o grupo de mujeres simplemente para exponer sus amplios conocimientos sobre el tema en cuesti¨®n) y?manspreading o despatarre masculino (que define la costumbre de algunos hombres de sentarse con las piernas muy abiertas en espacios p¨²blicos).?El mansplaining o conductas derivadas como la interrupci¨®n masculina no son una invenci¨®n o sensaci¨®n femenina: en 2021, un estudio de la Universidad de Standford investig¨® la discriminaci¨®n de g¨¦nero en el contexto de seminarios sobre econom¨ªa en 33 instituciones estadounidenses, llegando a analizar 468 charlas en todo el pa¨ªs. Los resultados demostraron que los hombres interrumpen a las mujeres m¨¢s a menudo que a otros hombres y tambi¨¦n les hacen m¨¢s preguntas al finalizar una exposici¨®n o discurso, adem¨¢s, el estilo de estas preguntas suelen tener un caracter m¨¢s hostil o paternalista.?
Ahora ha llegado el turno del?hepeated:??Tengo un compa?ero de trabajo que siempre interviene cinco minutos despu¨¦s que yo en las reuniones para repetir lo que yo he dicho con un vocabulario m¨¢s enrevesado?, explica a S Moda Sandra Ram¨ªrez (nombre ficticio), creativa en una agencia de comunicaci¨®n de 27 a?os. ?Por ejemplo, si yo digo que tenemos que hacer unas ilustraciones para el D¨ªa de la Mujer, al poco rato ¨¦l dir¨¢: ¡®queremos hacer una serie de ilustraciones celebrando el D¨ªa de la Mujer para recordar una fecha significativa que los usuarios puedan compartir'?. La creativa le ha dicho en m¨¢s de una ocasi¨®n que esa idea acababa de proponerla ella, pero ¨¦l suele echar balones fuera (?bueno, no exactamente? o ?no te hab¨ªa o¨ªdo?) y volver a hacer lo mismo en la siguiente reuni¨®n. ?En mi caso, siempre tengo que hacer una muy buena primera intervenci¨®n o decir que soy ingeniera para allanar el terreno?, explica Isabel Sanz (nombre ficticio), consultora de 37 a?os, ?muchas veces he estado en una reuni¨®n y he dado con la soluci¨®n al problema, a la media hora un compa?ero dice exactamente lo mismo y entonces se le hace caso, para ponerlo en t¨¦rminos econ¨®micos: si somos tres consultores y se pierde media hora por no escuchar hablamos de una hora y media perdida, cobramos a los clientes 500 euros por jornada, echen cuentas?. ?Lo que a m¨ª me sucede, y supongo que a cualquier mujer dentro de una profesi¨®n creativa, es que cuando se hacen brainstormings o puestas en com¨²n, yo inicio una idea pero, como quien la remata es un hombre, al final parece que ha sido su idea y se lleva el reconocimiento?, explica a S Moda Carlota Navarro (nombre ficticio), productora de 32 a?os, ?y t¨² te sientes un poco ultrajada pero al mismo tiempo te anula la percepci¨®n y te preguntas: ?de verdad esta idea era m¨ªa? ?Tengo derecho a defenderla o quedar¨¦ como una mala compa?era??. Carlota Navarro afirma que, en determinadas reuniones, su actitud es defensiva: ?Cuando presento ideas me siento montando una especie de performance donde no estoy solo presentando la idea, sino presentando su autor¨ªa, para que quede claro en todo momento que es idea m¨ªa?.
?Todas las mujeres saben de lo que estoy hablando?, escribi¨® Rebecca Solnit en Los hombres me explican cosas, ?es la arrogancia lo que lo hace dif¨ªcil, en ocasiones, para cualquier mujer en cualquier campo; es la que mantiene a las mujeres alejadas de expresar lo que piensan y de ser escuchadas cuando se atreven a hacerlo; la que sumerge a las mujeres j¨®venes en el silencio indic¨¢ndoles, de la misma manera que lo hace el acoso callejero, que este no es su mundo?. El ensayo del a?o 2018 sigue siendo relevante a d¨ªa de hoy, tal y como expres¨® la propia autora en una entrevista en The Guardian: ?Si esta palabra nos permiti¨® hablar sobre algo que sucede todo el tiempo, estoy muy contenta de que exista?. En la misma entrevista, la autora de Los hombres me explican cosas reconoc¨ªa que los hombres le siguen explicando cosas.
Se llame hepeating o bropropiation, existe una respuesta ante la conducta de apropiaci¨®n de las ideas de las mujeres por parte de los hombres. En el a?o 2016, la periodista Julie Eilperin cont¨® en el Washignton Post una an¨¦cdota sucedida en la Casa Blanca durante la administraci¨®n de Barack Obama que pronto fue aplaudida como estrategia feminista: ?Cuando el presidente Obama asumi¨® el cargo, dos tercios de sus principales asesores eran hombres. Las mujeres se quejaron de tener que abrirse paso a codazos en reuniones importantes. Y cuando entraban, sus voces a veces eran ignoradas?, escribi¨® la periodista: ?as¨ª que las mujeres del personal adoptaron una estrategia en las reuniones que llamaron ¡®amplificaci¨®n¡¯: cuando una mujer mencionaba un punto clave, otras mujeres lo repet¨ªan, dando cr¨¦dito a su autora original. Esto oblig¨® a los hombres en la sala a reconocer la contribuci¨®n y les neg¨® la oportunidad de reclamar la idea como propia?. Lo?¨²nico necesario son m¨¢s mujeres en la misma sala de reuni¨®n.
En cuanto al mainsplaining y derivados, ya sea apropiaci¨®n de ideas o silenciamiento de las mujeres en entornos laborales, un art¨ªculo del a?o 2018 de la revista Forbes, escrito por la coach y experta en liderazgo Kristi Hedges, recomendaba una serie de acciones para las mujeres, adem¨¢s de la mencionada ¡®amplificaci¨®n¡¯ entre mujeres que se encuentren en la misma sala de reuniones, entre ellas se encontraba la reafirmaci¨®n tajante (es decir, responder de manera en¨¦rgica pero cortante con frases del estilo ?s¨ª, es exactamente lo que he dicho, gracias? o ?d¨¦jame terminar y si tienes dudas resolvemos al final?), el uso del sentido del humor para remarcar la situaci¨®n o incluso la t¨¦cnica m¨¢s simple de todas: volver a repetir la idea m¨¢s alto que la vez anterior para que todo el mundo la escuche.