Mary Burns, la amante de Engels que le mostr¨® el infierno del proletariado
Olvidada en los libros de Historia, su figura parece desvanecerse entre los vapores infectos del capitalismo primigenio ingl¨¦s.
Lo poco que se sabe de Mary Burns son apenas conjeturas. No hay muchas referencias escritas sobre su persona. Pero entre ellas destaca una carta en la que Karl Marx le da el p¨¦same por su muerte a Friedrich Engels, en la que elogia la ¡°buena naturaleza¡± de Burns y la califica como ¡°inteligente¡±, y otra de la hija del autor de El capital, Eleanor Marx, en la que dice que era ¡°muy bonita, inteligente y una chica encantadora, aunque quiz¨¢s en los ¨²ltimos a?os beb¨ªa demasiado¡±. Mary Burns fue una mujer de origen irland¨¦s que hab¨ªa emigrado siendo una ni?a a la Inglaterra de la Revoluci¨®n In...
Lo poco que se sabe de Mary Burns son apenas conjeturas. No hay muchas referencias escritas sobre su persona. Pero entre ellas destaca una carta en la que Karl Marx le da el p¨¦same por su muerte a Friedrich Engels, en la que elogia la ¡°buena naturaleza¡± de Burns y la califica como ¡°inteligente¡±, y otra de la hija del autor de El capital, Eleanor Marx, en la que dice que era ¡°muy bonita, inteligente y una chica encantadora, aunque quiz¨¢s en los ¨²ltimos a?os beb¨ªa demasiado¡±. Mary Burns fue una mujer de origen irland¨¦s que hab¨ªa emigrado siendo una ni?a a la Inglaterra de la Revoluci¨®n Industrial y que fue amante de Friedrich Engels durante m¨¢s de 20 a?os. Pero Mary fue mucho m¨¢s que eso, aunque su influencia en la obra del escritor alem¨¢n y en su compromiso contra el capitalismo haya sido subestimada durante a?os. Los pocos datos que existen sobre su vida tampoco ayudan.
No se sabe exactamente cu¨¢ndo ni c¨®mo Mary Burns conoci¨® a Engels, pero seguramente ocurri¨® en torno a 1843, tras la llegada del futuro escritor y pensador a Manchester. Engels, que hab¨ªa nacido en 1820 en Barmen, Prusia (ahora Wuppertal, Alemania), en el seno de una familia de ricos empresarios textiles, siempre hab¨ªa sido un chico con ideas independientes, muy alejadas de las que se supon¨ªa que deb¨ªa tener como miembro de la alta burgues¨ªa del Ruhr. En sus a?os de universidad, frecuent¨® a los J¨®venes Hegelianos (con quienes tambi¨¦n simpatiz¨® Marx) y era un ateo convencido. Ambas cosas pon¨ªan los pelos de punta a su padre, Friedrich Engels s¨¦nior, que decidi¨® mandarlo a ver un poco de mundo para ver si de esa manera se olvidaba de esos ¡°peligrosos¡± pensamientos.
El error de Engels padre fue enviarlo al que probablemente era en ese momento el epicentro mundial del capitalismo m¨¢s salvaje de la Revoluci¨®n Industrial. Todo un experimento social: en el Manchester de entonces los obreros trabajaban 16 horas al d¨ªa, seis d¨ªas a la semana, y aunque a muchos les tranquilizaba tener un empleo fijo la mayor¨ªa cobraba menos que si hubiera trabajado en el campo. Engels hijo fue enviado a codirigir una de las empresas de su familia, Ermen & Engels, que fabricaba hilo de algod¨®n y que estaba establecida en Manchester. Por aquel entonces, la ciudad brit¨¢nica estaba colapsada; en pocos a?os, hab¨ªa multiplicado su poblaci¨®n por siete. En los barrios m¨¢s pobres el humo de las chimeneas nublaba el cielo y la mortalidad infantil se hab¨ªa disparado a niveles tan alarmantes que la esperanza de vida se hab¨ªa reducido a los 28 a?os, la mitad de la que ten¨ªan los campesinos de los campos circundantes.
Es en ese horrible entorno donde, horrorizado por lo que ocurre a su alrededor, Engels coincide con Burns, quien, inesperadamente, ser¨¢ su puerta de entrada para conocer la aut¨¦ntica realidad de los obreros y obreras de la ¨¦poca. Sobre la forma en la que se conocieron hay varias teor¨ªas. La primera es que Mary fuera una de las trabajadoras de Ermen & Engels. Algo bastante posible teniendo en cuenta que probablemente desempe?¨® ese trabajo en alg¨²n momento de su vida. As¨ª piensan algunos historiadores locales de Manchester, quienes principalmente se han ocupado de reivindicar e investigar la figura de Mary Burns. Pero algunos comentarios poco halagadores que escribi¨® el autor alem¨¢n sobre las trabajadoras de sus f¨¢bricas parecen ir en contra de esta teor¨ªa. El futuro padre del socialismo las calificaba de ?bajas, rechonchas y mal formadas, decididamente feas en todo el desarrollo de la figura¡±.
Otra de las opciones que manejan los expertos es que ella se dedicara al servicio dom¨¦stico. De hecho, seg¨²n la historiadora Belinda Webb, es muy posible que tanto Mary como su hermana Lizzie optaran por este trabajo debido a que llevaba asociado el alojamiento. Su madre hab¨ªa fallecido en 1835, y ella y su hermana tuvieron que lidiar con una madrastra hostil cuando su padre volvi¨® a casarse un a?o despu¨¦s. Quiz¨¢ las dos j¨®venes quisieron marcharse de casa cuanto antes. Esta teor¨ªa encajar¨ªa tambi¨¦n con lo que ocurri¨® despu¨¦s, ya que ambas hermanas se ocuparon de mantener la casa de Engels desde 1843 en adelante. Otros historiadores defienden la teor¨ªa de que Mary se habr¨ªa dedicado al trabajo sexual, algo tambi¨¦n muy probable, ya que pocas m¨¢s opciones ten¨ªa en aquella ¨¦poca y lugar una chica de clase baja irlandesa.
Una gu¨ªa crucial por la Peque?a Irlanda
Los historiadores locales Edmund y Ruth Frow, autores del libro Frederick Engels in Manchester and ¡®The Condition of the Working Class in England¡¯ (Frederick Engels en Manchester y ¡®La situaci¨®n de la clase obrera en Inglaterra¡¯), afirman que las descripciones que hace Engels del barrio Little Ireland (Peque?a Irlanda) son tan realistas que implican que lo hab¨ªa conocido de primera mano. Todo apunta a que fue precisamente Burns quien lo acompa?¨® por esas zonas y despert¨® en el joven las ganas de luchar contra sus horribles condiciones. Ella ser¨ªa la que se habr¨ªa encargado de cuidar a Engels, ya que parece ser que es improbable que un extranjero de clase alta hubiera salido vivo o, al menos, sin que le robaran todo lo que llevaba encima, de esas zonas marginales.
Aunque Engels ya hab¨ªa visto en su tierra natal c¨®mo funcionaba el sistema fabril de la ¨¦poca, la sordidez y las condiciones de extrema pobreza y desigualdad de Manchester no ten¨ªan comparaci¨®n posible. Adem¨¢s, por su condici¨®n de empresario, tambi¨¦n tuvo la ocasi¨®n de ver de primera mano la extrema codicia de los propietarios, a quienes, sin negar el horror de la vida de sus empleados, solo les importaba ganar dinero. Todas estas observaciones fueron decisivas para dar forma a su pensamiento y para redactar su libro sobre la situaci¨®n de la clase obrera en Inglaterra. Tambi¨¦n ayudaron a forjar su compromiso a favor de los derechos de las mujeres.
Un libro lleno de p¨¢ginas en blanco
De cualquier modo, la historia de la vida de Friedrich Engels con Mary Burns tiene enormes lagunas. Poco se sabe, por ejemplo, de c¨®mo fue la relaci¨®n entre ellos en los a?os que Engels pas¨® fuera de Inglaterra, entre 1844 y 1849, un tiempo crucial en la historia de su vida, ya que fue cuando finalmente conoci¨® a Karl Marx y juntos redactaron en Bruselas El manifiesto comunista. Se sabe que en alg¨²n momento ambos viajaron a Irlanda, donde Engels descubri¨® c¨®mo trataba Gran Breta?a a sus colonias, lo que lo convirti¨® tambi¨¦n en defensor de la independencia de Irlanda. Tambi¨¦n que Burns lo visit¨® en B¨¦lgica, donde Marx no aprob¨® su relaci¨®n por considerarla demasiado burguesa (a pesar de que Engels y Mary nunca se casaron por sus convicciones pol¨ªticas).
De cualquier modo, seg¨²n explica Webb, tras volver a Manchester en 1849, Engels y Burns se establecieron de forma m¨¢s s¨®lida en una peque?a casa situada en un modesto suburbio, viviendo como pareja y present¨¢ndose as¨ª ante sus amigos y conocidos. En la casa tambi¨¦n viv¨ªa Lizzie, la inseparable hermana de Mary. Todo este periodo, sin embargo, es complejo de reconstruir dado que Engels orden¨® destruir toda su correspondencia personal de estos a?os. Hay evidencias de que la pareja vivi¨® en varios lugares de Manchester durante la d¨¦cada de los 1850 y 1860, siempre acompa?ados por la fiel Lizzie. Pero conforme la importancia internacional de Engels fue en aumento tambi¨¦n lo hicieron sus ausencias, tanto por razones empresariales como revolucionarias. Parece ser que eso tuvo un fuerte impacto en la salud mental de su pareja que, seg¨²n hemos visto que contaba la hija de Marx, Eleanor, comenz¨® a beber demasiado, lo que pudo provocar su muerte prematura el 6 de enero de 1863, cuando contaba solo con 40 a?os.
Engels se qued¨® absolutamente destrozado con la muerte de su compa?era y le escribi¨® a Marx estas palabras: ¡°Anoche se acost¨® temprano y cuando Lizzie subi¨® las escaleras a medianoche, ya hab¨ªa muerto. Bastante repentinamente. Enfermedad card¨ªaca o derrame cerebral. Recib¨ª la noticia esta ma?ana, el lunes por la noche todav¨ªa estaba bastante bien. No puedo decirte c¨®mo me siento. La pobre chica me amaba con todo su coraz¨®n?. Tras la muerte de su compa?era, Engels sigui¨® viviendo con Lizzie durante 15 a?os m¨¢s. Est¨¢ claro que, aunque quiz¨¢ su relaci¨®n nunca lleg¨® a ser como la que hab¨ªa tenido con Mary Burns, el autor sent¨ªa un gran aprecio por su hermana. De hecho, poco antes de que ella muriera por culpa de un tumor cerebral en 1878, el alem¨¢n se cas¨® con ella. ?Era un ejemplo de aut¨¦ntica cepa proletaria irlandesa?, escribi¨®, ?y sus sentimientos apasionados e innatos por su clase fueron de mucho mayor valor para m¨ª y me ayudaron en momentos de crisis m¨¢s que todo el refinamiento y la cultura de las j¨®venes damas educadas y asc¨¦ticas?.
La relaci¨®n entre Engels y Burns es un ejemplo de c¨®mo las experiencias personales pueden dar forma a las creencias y las acciones de las personas en la lucha por la justicia social y econ¨®mica. El historiador W. O. Henderson, que escribi¨® en 1976 una biograf¨ªa de Engels, resumi¨® muy bien la importancia que la relaci¨®n con Mary Burns tuvo en el joven escritor. Los 10 o 15 meses que pas¨® con ella entre 1843 y 1844, en los que conoci¨® la realidad sangrante del capitalismo salvaje, ¡°convirtieron a un jovencito inexperto en un hombre joven que encontr¨® un prop¨®sito en su vida¡±.