Nerea Barjola: ?Conozco a mujeres que por ver ¡®true crime¡¯ ahora temen bajar solas a un ¡®parking?
Miriam, To?i y Desir¨¦e, las ni?as de Alc¨¤sser. Su crimen aterroriz¨® a toda una generaci¨®n en los a?os noventa. La polit¨®loga vasca, autora de Microf¨ªsica sexista del poder, ha sido premiada por investigar la creaci¨®n de ese adoctrinamiento en el terror sexual femenino.
En 1993, Nerea Barjola bajaba a tirar la basura agarrada a una ¡°navajita¡± escondida en su bolsillo. Solo ten¨ªa 12 a?os, pero sent¨ªa que deb¨ªa salir preparada. Su mente estaba atrapada en la tortura sexual que hab¨ªan sufrido Miriam, To?i y Desir¨¦e, las ni?as de Alc¨¤sser. Conoc¨ªa los detalles de todo lo que les hab¨ªan hecho antes de ser asesinadas. De c¨®mo y con qu¨¦ objetos fueron agredidos sus cuerpos en la finca de la Romana. Lo sab¨ªa porque desde la televisi¨®n no dejaban de recrearse en aquella tortura sexual. En aleccionarla sobre lo que les hab¨ªa pasado por salir a divertirse y alejarse de ...
En 1993, Nerea Barjola bajaba a tirar la basura agarrada a una ¡°navajita¡± escondida en su bolsillo. Solo ten¨ªa 12 a?os, pero sent¨ªa que deb¨ªa salir preparada. Su mente estaba atrapada en la tortura sexual que hab¨ªan sufrido Miriam, To?i y Desir¨¦e, las ni?as de Alc¨¤sser. Conoc¨ªa los detalles de todo lo que les hab¨ªan hecho antes de ser asesinadas. De c¨®mo y con qu¨¦ objetos fueron agredidos sus cuerpos en la finca de la Romana. Lo sab¨ªa porque desde la televisi¨®n no dejaban de recrearse en aquella tortura sexual. En aleccionarla sobre lo que les hab¨ªa pasado por salir a divertirse y alejarse de la seguridad de sus casas. C¨®mo no iba a aferrarse a ese peque?o cuchillo al cruzar el umbral de la suya si el asesino pr¨®fugo, Antonio Angl¨¨s, o cualquier suced¨¢neo imitador depravado y monstruoso, podr¨ªa estar escondido en la siguiente esquina de Santurce, donde viv¨ªa. Todav¨ªa no era consciente, pero ya estaba disciplinada. ¡°Aquella ¨¦poca fue de un terror brutal. Pod¨ªas sentir la violencia all¨¢ donde miraras, pero no se verbalizaba. Entre nosotras no lo profundizamos nada, apenas nos dijimos: ¡®?Viste lo que les ha pasado a esas chicas?¡¯. Fue un sufrimiento silencioso, personal, muy individual¡±, recuerda la polit¨®loga en charla por Zoom.
Barjola acaba de ser reconocida por el Gobierno con el Premio a la Investigaci¨®n para la transformaci¨®n social por Microf¨ªsica sexista del poder, un ensayo que public¨® en 2018 en Virus, una editorial peque?a y combativa. El texto era una extensi¨®n a su tesis doctoral de 2014 en la Universidad del Pa¨ªs Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, una investigaci¨®n sobre c¨®mo la narraci¨®n y construcci¨®n medi¨¢tica de aquel triple crimen fue un ataque contra la libertad de las espa?olas tras fruct¨ªferas d¨¦cadas de avance y logros por la igualdad. Sobre c¨®mo aquella excepci¨®n del triple crimen se hizo regla para arraigar la construcci¨®n del terror sexual femenino de toda una generaci¨®n. Y las que la siguieron: ah¨ª est¨¢n los casos de Marta del Castillo o Laura Luelmo, todas caperucitas devoradas por lobos enfermos. Sin m¨¢s ruido que el que le han dado (mujeres) periodistas peleando por defenderlo y vocearlo, desde hace tres a?os, las 300 p¨¢ginas de Microf¨ªsica se han pasado de mano en mano, entre amigas, sinti¨¦ndose casi como fotocopias de contrabando con un p¨®sit pegado: ¡°Lee esto, habla del porqu¨¦ de nuestros miedos¡±. El suyo es un hito de investigaci¨®n pol¨ªtica, que contextualiza la historia de nuestro pa¨ªs. Como avanza Silvia Federici en su pr¨®logo, Barjola no solo ha conseguido aclarar y resituar las violencias sexuales o por qu¨¦ se culp¨® del crimen a unos asesinos anormales en vez de identificar las ra¨ªces sociales, econ¨®micas y pol¨ªticas de la violencia. Tambi¨¦n da respuesta a por qu¨¦ los medios optaron por hacer una apolog¨ªa de la vida familiar y de los valores sexuales conservadores para que toda una generaci¨®n de ni?as y mujeres se replegaran. Cr¨ªas que, como Nerea, sintieron que las calles nunca ser¨ªan suyas, que su seguridad prevalecer¨ªa encerradas y atadas al calor de sus casas.
Ley¨® Teor¨ªa King Kong de Virginie Despentes y supo que deb¨ªa investigar el terror sexual.
Me lo pasaron diciendo que ella contaba su agresi¨®n. Yo ya estaba cansada de estas historias, pero al leerlo entend¨ª que la suya no era violencia gratuita: su representaci¨®n no te genera terror sexual, te puede empoderar. Desde ah¨ª entend¨ª que pod¨ªa analizar qu¨¦ relatos a m¨ª me han generado terror, pero coloc¨¢ndolos, ubicando y politizando todo aquello en otro lugar.
?Fue duro a nivel emocional?
Ha sido un trabajo de investigaci¨®n de tres a?os y nueve meses. Arrastraba una herida sin cerrar desde los 12 a?os y cuando me enfrento de nuevo a este relato, con 30, volv¨ª a los terrores nocturnos. Pero ha sido sanador. He disuelto ese miedo.
Cada generaci¨®n hemos tenido la moraleja de nuestras caperucitas. Tambi¨¦n escribe que estos cr¨ªmenes se narran como ¡°caza de brujas¡±. Torturadas por salirnos de lo decente, por salir de casa.
Vivimos bajo campa?as constantes de terror sexual. Con estos cr¨ªmenes est¨¢ la idea de que no deber¨ªamos haber estado ah¨ª: nos resit¨²an para poner el cuerpo y la vida de las mujeres en el lugar correcto del patriarcado. Siempre digo que la violencia sexual es una din¨¢mica que no ser¨ªa posible sin un fuerte sistema punitivo social. La represi¨®n es el peligro sexual que conforman todas las narrativas.
Defiende que estos casos de cr¨ªmenes sexuales no son desapariciones puntuales, sino ¡°desapariciones forzadas¡±.?
As¨ª se llama a los casos de violencia sexual de Latinoam¨¦rica en reg¨ªmenes autoritarios. Entend¨ª que necesit¨¢bamos ese t¨¦rmino, un concepto para ubicarnos. Las mujeres no desaparecemos, se nos obliga a desaparecer. ?Por qu¨¦ no podemos hablar de la desaparici¨®n forzada de nuestras compa?eras??
?No hay ninguna narraci¨®n, adem¨¢s de Despentes, que le haya parecido adecuada?
La serie Podr¨ªa destruirte, de Michaela Coel, es mi excepci¨®n, es revolucionaria tanto a nivel conceptual como de guion. No soy partidaria de que ni en series, ni obras de teatro o en pel¨ªculas se explicite la violencia sexual. Tenemos que tener en cuenta d¨®nde est¨¢ la l¨ªnea de la violencia sexual y las consecuencias que esa denuncia puede tener en el cuerpo, en la vida y en las emociones de las mujeres a las que nos est¨¢ interpelando.
?C¨®mo valora el impacto del caso de Roc¨ªo Carrasco en televisi¨®n reviviendo su trauma?
Entiendo que sea controvertido ese formato, pero Roc¨ªo Carrasco ha podido poner sobre la mesa algunos conceptos, ayudar a otras personas. Ten¨ªa voz y su testimonio ha sido importante.
?El true crime (ficciones basadas en cr¨ªmenes reales) se recrea en estos miedos?
Totalmente. Conozco a mujeres que ahora tienen miedo a bajar a un parking por un cap¨ªtulo de Crime. Lo llaman documentales y no lo son, son series de entretenimiento. Desde la de Alc¨¤sser de Netflix, todas y cada una reproducen la violencia sexual heterosexual. Estas revisiones no aportan nada. Suelen estar pensadas por hombres que reviven las investigaciones y vuelven al espect¨¢culo. No se puede hacer ninguna de estas series sin perspectiva feminista en todo el conjunto. Como tampoco se puede cubrir en prensa un crimen sexual as¨ª y luego solucionarlo con una columna de opini¨®n de una feminista. No sirve de nada.?