Qui¨¦n teme a la vengadora de violadores o cuando una mujer idea la revancha perfecta en el cine
La sublimaci¨®n de la ira femenina en tonos rosas y estampados infantiles de ¡®Una joven prometedora¡¯ o la posibilidad revanchista de ¡®Podr¨ªa destruirte¡¯ abren nuevas v¨ªas alejadas de la victimizaci¨®n, sexualizaci¨®n y cosificaci¨®n que caracterizaba al g¨¦nero de la ¡®rape revenge¡¯.
??C¨®mo puedes arruinar a alguien la vida, o al menos su d¨ªa, sin amenazarlo o tocarlo? Si las mujeres no estamos naturalmente inclinadas a ser violentas, entonces, ?qu¨¦ tipo de actos de revancha o ira podemos cometer??. La brit¨¢nica Emerald Fennell llevaba toda su vida?...
??C¨®mo puedes arruinar a alguien la vida, o al menos su d¨ªa, sin amenazarlo o tocarlo? Si las mujeres no estamos naturalmente inclinadas a ser violentas, entonces, ?qu¨¦ tipo de actos de revancha o ira podemos cometer??. La brit¨¢nica Emerald Fennell llevaba toda su vida?pregunt¨¢ndose esto.??Qu¨¦ pasa con la ira femenina cuando la vemos en pantalla? ?C¨®mo se materializa, qui¨¦n la ha imaginado para nosotros y de qu¨¦ forma la toleramos socialmente? Ella, que sab¨ªa que quer¨ªa escribir historias sobre asesinatos desde que cumpli¨® ocho a?os, dice que le dio especialmente vueltas a este tema a partir de 2016, antes de que el? terremoto Me Too amenazase con arrasar con todos los cimientos de la cultura de la violaci¨®n (spoiler: no lo consigui¨®) pero intuyendo que la oleada feminista allanaba el terreno a nuevos imaginarios femeninos. Tambi¨¦n para la revancha feminista. La fantas¨ªa de esta actriz y cineasta era materializar a mujeres vengativas. Mujeres que parec¨ªan buenas a los ojos de todos, pero muy capaces de hacer cosas malas contra la mala gente. ?Qu¨¦ pasa cuando esa joven de coraz¨®n de oro no lo es, precisamente, ante aquellos que pervierten y degradan a las mujeres? ?Qu¨¦ se gana y qu¨¦ se pierde personalmente cuando se busca aleccionar a los depredadores?
Fennel quer¨ªa a una hero¨ªna cuya ira?pod¨ªa manifestarse?de forma cre¨ªble para otras mujeres, especialmente en el g¨¦nero de la?rape revenge?movie,?esas pel¨ªculas en las que una mujer es agredida y decide vengarse, uno por uno, de sus agresores. Normalmente, en la mayor¨ªa de ocasiones y por el hecho de estar creadas y desarrolladas en la mente masculina, de forma ultraviolenta y gore. A Fennel todas esas vengadoras le parec¨ªan marcianas, ?hombres con falda?. As¨ª que escribi¨® y dirigi¨®?Promising Young Woman (Una joven prometedora), la pel¨ªcula que pas¨® el a?o pasado por Sundance y, tras ver interrumpido su paso a cines por un encierro global, se estren¨® hace unos d¨ªas en diversas plataformas (a Espa?a llegar¨¢ a los cines el pr¨®ximo mes de marzo).
?Cada semana voy a un bar, act¨²o como si estuviese demasiado borracha para mantenerme en pie. Cada semana un buen t¨ªo se me acerca para ver si estoy bien?, dice Cassie (Carey Mulligan) a una de sus v¨ªctimas y as¨ª, precisamente, la conocemos. Simulando una borrachera en un bar, sola y tirada en un sof¨¢. Esperando a que ese supuesto buen t¨ªo se le acerque con ??Est¨¢s bien?? para supuestamente socorrerla, pero cuya verdadera motivaci¨®n es aprovecharse sexualmente de su vulnerabilidad y abusar de ella.
Cassie, que tampoco discrimina por g¨¦nero ¨Caqu¨ª tambi¨¦n recibir¨¢n lo suyo las mujeres aliadas de la cultura de la violaci¨®n¨C, acumula el conteo de sus venganzas contra esos buenos t¨ªos que intentar¨¢n agredirla en un diario. Marcada por un episodio traum¨¢tico de su pasado, Cassie renunciar¨¢ a su propia existencia, a su vida prometedora, por su af¨¢n vengativo.??Crec¨ª en un mundo en el que en las pel¨ªculas, es normal ver a hombres acostarse con chicas borrachas o con mujeres despert¨¢ndose sin saber qu¨¦ hab¨ªa pasado la noche anterior y volver a casa en el camino de la verg¨¹enza?, cuenta la directora. Su hero¨ªna se vengar¨¢ de todos esos depredadores, s¨ª, pero aparcando su vida, estanc¨¢ndose en?casa de sus padres, olvid¨¢ndose de su propio cumplea?os y trabajando en una cafeter¨ªa donde encuentra el consuelo y comprensi¨®n de su jefa y ¨²nica amiga, interpretada por una estupenda Laverne Cox.
El peaje de exponer al buen t¨ªo
En esta retorc¨ªdisima vuelta de tuerca al g¨¦nero de la venganza por violaci¨®n?la ira no se materializa con violencia. Ni con una escopeta y parche a lo?Thriller?(la pel¨ªcula sueca de 1973 cuya hero¨ªna vengativa inspir¨® a Tarantino para el personaje de Daryl Hannah en Kill Bill) ni?con mini shorts y estilo militar a lo Revenge (la cinta de Coralie Farget de 2017 que triunf¨® en el festival de Sitges de hace unos a?os gracias a su poderosa Rambo femenina lista para ofrecer un ba?o de sangre a los culpables) ni en modo c¨ªnico y perverso sexual a lo Elle (la particular visi¨®n del g¨¦nero que dio Paul Verhoeven con Isabel Huppert como protagonista), o en versi¨®n de vampira vengadora de hombres malvados a lo Una joven camina sola a casa de noche (el fant¨¢stico western persa de Ana Lily Amirpour de 2014, disponible en Filmin, y al que Desir¨¦e de Fez dedica un cap¨ªtulo en Reina del Grito). En la pel¨ªcula de Fennel, la ira contra los perpetradores y sus aliados es retorcida, mental, planificada, estudiada, milimetrada.
Esa tortura sobre los culpables ¨Chombres y mujeres¨C no se materializa con explosiones o lesiones f¨ªsicas. Aqu¨ª nos enfrentamos a una sublimaci¨®n de ese enfado bajo un aparentemente inofensivo mundo en tonos pastel, manicuras multicolor, delicadas trenzas de espiga con lazos rosas y estampados infantiles, con una poderosa banda sonora plagada de hits de nenas ¨Csuena desde Britney Spears a s¨ª, Paris Hilton¨C, y en el que Cassie, a cambio de cumplir su misi¨®n, renuncia a madurar y seguir adelante. La suya es una potente met¨¢fora del mundo que nos ha quedado tras el Me Too ?No hemos comprobado que ha sido ese el peaje del movimiento? ?El de comprobar c¨®mo se han estancado el destino y proyecci¨®n personal de aquellas y aquellos que dieron un paso al frente para?exponer a los depredadores m¨¢s que de aquellos a los que denunciaron? Fennell no solo lleva este peaje hasta el l¨ªmite en su pel¨ªcula, exponiendo?lo que pierden las mujeres por se?alar a los depredadores, tambi¨¦n aporta un dardo envenenad¨ªsimo contra el nice guy.?A ese t¨ªo limpito, listo, majo, ese que viste con polos planchaditos y pantal¨®n chino. A ese t¨ªo con trabajo ejemplar, que ayuda a los ni?os: la fantas¨ªa de una suegra convencional. Ese que parece tenerlo todo, pero que en realidad esconde las mismas pulsiones envenenadas de un sistema podrido que normaliza el maltrato hacia las mujeres en determinados escenarios.
Podr¨ªa destruirte y el peso real de la fantas¨ªa vengativa
Es interesante comprobar c¨®mo Una joven prometedora se alinea en cierto sentido con Podr¨ªa destruirte y con Michaela Coel.?Superviviente de una violaci¨®n por sumisi¨®n qu¨ªmica (droga en la bebida) mientras escrib¨ªa la segunda temporada de?Chewing Gum ¡ªla serie que protagonizaba y guioniz¨® para Netflix¡ª, Coel ha hecho de su trauma la mejor televisi¨®n posible: explorar sin victimismo, con visiones poli¨¦dricas y nada complacientes las consecuencias y ra¨ªces del consentimiento y la cultura de la violaci¨®n en Podr¨ªa destruirte, su segunda serie, que se estren¨® el verano pasado en HBO. Arabella, su protagonista, como ella, debe lidiar con el trauma de una violaci¨®n y, como Cassie, fantasea con la venganza personal.
Si bien Coel ha admitido que ella nunca pens¨® en vengarse de su propio violador (?Mi escenario so?ado era que la polic¨ªa lo encontrase y entrase en prisi¨®n?, cont¨® a Vulture), en su serie aporta tres interesantes finales en los que, en uno de ellos, juega con la posibilidad de un escuadr¨®n femenino vengador. No fue la ¨²nica v¨ªa que pens¨®: ?Ten¨ªa versiones en las que Terry y Theo cargaban con el cuerpo hasta un contenedor y le prend¨ªan fuego. Arabella miraba absorta ese fuego y Terry le gritaba: ??Eres una asesina! ?Vete!?. Ah¨ª me di cuenta de que Arabella tendr¨ªa que vivir con el asesinato¡?y convertirla en una asesina? Eso era muy estresante?. As¨ª que decidi¨® no arruinarle, todav¨ªa m¨¢s, la vida a su hero¨ªna. Coel cree que esa fantas¨ªa vengativa, precisamente, no cierra, ni cura, nada. ?Creo que hay algo que impregna la forma en que contamos historias sobre personas que les hacen cosas terribles a otras personas, que es: ??Y ahora se han cambiado las tornas, y ahora nos vengamos! Y no s¨¦ qu¨¦ bien le hace al observador, la persona que lo experimenta. Porque todos estamos pasando por algo en nuestras vidas y tenemos esta versi¨®n en la que se trata de cambiar las tornas, pero todo lo que estamos haciendo es convertirnos en lo que odiamos?. Ni ella ni Arabella apostaron por eso. Para qu¨¦ arriesgar tu futuro prometedor si el resultado podr¨ªa destruirte.