El chic franc¨¦s ya no es chic
Adi¨®s a las bailarinas, las camisetas de rayas y la sofisticaci¨®n sin esfuerzo. La nueva moda gala se inspira en lo callejero y hasta en lo feo, un giro que alcanza tambi¨¦n a la cultura y a la sociedad.
Desp¨ªdanse de la petite robe noire. La imagen cl¨¢sica de la elegancia francesa experimenta algo parecido a un terremoto. Cuando la C¨¢mara Sindical de la Alta Costura, inmemorial instituci¨®n que rige el ecosistema de la moda parisina, estableci¨® su lista de desfiles para la pr¨®xima temporada, decidi¨® incluir a un invitado sorpresa. Vetements, fen¨®meno surgido de la escena underground de la capital francesa, present¨® a inicios de julio su nueva colecci¨®n dentro del calendario oficial de la fashion week de Par¨ªs, ¨²ltimo reducto del viejo lujo europeo y sus c¨®digos de ot...
Desp¨ªdanse de la petite robe noire. La imagen cl¨¢sica de la elegancia francesa experimenta algo parecido a un terremoto. Cuando la C¨¢mara Sindical de la Alta Costura, inmemorial instituci¨®n que rige el ecosistema de la moda parisina, estableci¨® su lista de desfiles para la pr¨®xima temporada, decidi¨® incluir a un invitado sorpresa. Vetements, fen¨®meno surgido de la escena underground de la capital francesa, present¨® a inicios de julio su nueva colecci¨®n dentro del calendario oficial de la fashion week de Par¨ªs, ¨²ltimo reducto del viejo lujo europeo y sus c¨®digos de otra ¨¦poca.
Al frente, el dise?ador Demna Gvasalia, el nuevo mes¨ªas de las tendencias en la capital: no solo encabeza la firma junto a media docena de estilistas semian¨®nimos, sino que adem¨¢s fue nombrado director art¨ªstico de Balenciaga en octubre. Su primer desfile para esta marca casi centenaria no decepcion¨®. A partir del legado de su fundador, Gvasalia propuso un giro hacia la cultura urbana y el streetwear, coqueteando con el fe¨ªsmo, pero sin renunciar a la comercialidad: algo parecido a la cuadratura del c¨ªrculo.
Dicho fichaje certific¨® que algo empezaba a moverse en los cimientos de la moda francesa. La ¨²ltima colecci¨®n de Nicolas Ghesqui¨¨re para Louis Vuitton se caracteriz¨® por un cambio similar: aparecieron t¨¦tricos bodysuits, botas militares e incluso piezas de inspiraci¨®n futurista. En la misma direcci¨®n apuntan j¨®venes modistos como Jacquemus, que abre nuevas v¨ªas con sus vol¨²menes abstractos y dif¨ªcilmente llevables, o los vientos de frescura de Arnaud Vaillant y S¨¦bastien Meyer, el d¨²o de estilistas al frente de la hist¨®rica Courr¨¨ges. Mientras tanto, ha emergido una nueva generaci¨®n de marcas j¨®venes que a¨²nan lujo y underground. Liderada por el flamenco Glenn Martens, Y/Project reformula el trash noventero como ant¨ªdoto contra el inmovilismo de las grandes maisons. Detr¨¢s de Koch¨¦ se esconde la dise?adora Christelle Kocher, quien tambi¨¦n dirige Maison Lemari¨¦, una filial de Chanel, a la vez que reinventa los c¨®digos del streetwear con su propia marca. Off White es el nombre art¨ªstico de Virgil Abloh, muy pr¨®ximo al rapero y dise?ador Kanye West. Y Aalto, el de Tuomas Merikoski, joven finland¨¦s formado en Louis Vuitton.
En este periodo de transici¨®n, todos han logrado encontrar su hueco. ?Tras varios a?os de neoclasicismo y neorromanticismo, asistimos a un giro en el lujo franc¨¦s. Las marcas hist¨®ricas son paquidermos a los que cuesta mucho mover, pero no tienen m¨¢s remedio que adaptarse a la nueva manera de entender la moda y el lujo por parte del consumidor?, afirma la soci¨®loga de la moda ?milie Coutant, que preside el Grupo de Estudios sobre la Moda de la Sorbonne (Gemode) y para quien la tendencia actual consiste en ?valorizar el confort y la inspiraci¨®n que vienen de abajo, de la calle?. No est¨¢ de m¨¢s recordar al colectivo Andrea Crews, que sent¨® precedente durante la d¨¦cada pasada. Una de sus estilistas, Maroussia Rebecq, afirm¨® que se vest¨ªa ?recogiendo ropa de la basura?.
Si la moda consiste en una sucesi¨®n de ciclos, el actual equipara el lujo con anoraks sobredimensionados y faldas tubulares inspiradas en carteles de Star Wars. ?En la ¨¦poca m¨¢s reciente, esta inspiraci¨®n urbana resulta novedosa y rompe con un periodo de 15 a?os marcado por lo vintage. Pero tampoco se trata de algo nuevo?, asegura Jean-Marc Chauve, profesor del Instituto Franc¨¦s de la Moda y consultor para distintas marcas parisinas. ?El chic franc¨¦s siempre ha utilizado la calle para inspirarse y vivificarse. No hay que olvidar que Yves Saint Laurent ya lo hizo en los 60, que Chanel propuso deportivas con tac¨®n a principios de los 90 o que Hedi Slimane se inspir¨® en el rock underground para sus colecciones masculinas para Dior?, se?ala.
Pero ahora es el turno de Vetements, que reinventa prendas de segunda mano, a menudo de inspiraci¨®n callejera o deportiva, para volver a trabajarlas como productos de alta gama. En sus colecciones, ch¨¢ndales salidos de un armario de los 80 conviven con sus ya m¨ªticas camisetas presididas por un logo DHL, vendidas al m¨®dico precio de 300 euros. Sus desfiles acontecen en lugares tan improbables como un restaurante chino en Belleville o un club homosexual en el Marais, lejos de los fastos de la rue Saint-Honor¨¦ y la avenue Montaigne. Sus modelos llevan el pelo grasiento, se distinguen por su andar desgarbado y son seleccionadas por las calles de barrios gentrificables como Ch?teau d¡¯Eau o Barb¨¨s, antiguas colonias africanas donde se concentra hoy la juventud parisiense. ?Tienen 23 a?os y son fot¨®grafos, m¨²sicos, modistos, camareros y peluqueros. Son libres y se niegan a obedecer?, ha dicho Gvasalia.
EXPANSI?N EN OTROS MUNDOS
En tiempos de incertidumbre pol¨ªtica y conflicto social, esta inclinaci¨®n por lo turbio se extiende incluso m¨¢s all¨¢ de la moda. En el ¨¢mbito cultural, esa imagen idealizada de la Francia eterna, tan f¨¢cilmente exportable al resto del mundo, tambi¨¦n empieza a verse alterada. La geograf¨ªa humana del cine galo, por ejemplo, empieza a cambiar. Lo demuestran cintas como Bang Gang, que describe la existencia de un grupo de adolescentes franceses sin rumbo definido y pegados a las redes sociales; o Love, lo nuevo de Gaspar No¨¦, pornograf¨ªa de autor sobre parisinos de adopci¨®n con trabajos creativos, pero precarios, y graves problemas de desamor e insatisfacci¨®n cr¨®nica. Fen¨®menos musicales como Christine and The Queens, reina del nuevo pop franc¨¦s, o Hyphen Hyphen, banda de adolescentes de Niza que terminaron siendo imagen de H&M, se enmarcan en ese mismo contexto. La primera cuenta con fans declaradas como Madonna, que la invit¨® a actuar en uno de sus conciertos, y Lena Dunham, que la hizo sonar en Girls. Por ¨²ltimo, la exposici¨®n de la temporada en Par¨ªs no transcurre en el Louvre ni el Museo de Orsay, sino en el Palais de Tokyo, un espacio de interiores posindustriales donde el enfant terrible de la literatura francesa, Michel Houellebecq, expone sus desangeladas fotograf¨ªas de la periferia de las grandes ciudades.