El f¨²tbol: la inesperada obsesi¨®n del mundo de la moda
Sobre la pasarela o en la calle, el balompi¨¦ inspira a darle una segunda vida a la bufanda de forofo, a presumir de ch¨¢ndal o a rescatar los calzones m¨¢s ochenteros.
Si la relaci¨®n del f¨²tbol con la moda fuera un estado de Facebook, probablemente se situar¨ªa en ese limbo del ¡®es complicado¡¯. Un amor no siempre correspondido que trae a la cabeza im¨¢genes de jugadores marcando b¨ªceps con camisetas demasiado apretadas o de un David Beckham aterrizando en el Real Madrid, engominado y con americana blanca (en un gesto tan poco sutil como necesario). ...
Si la relaci¨®n del f¨²tbol con la moda fuera un estado de Facebook, probablemente se situar¨ªa en ese limbo del ¡®es complicado¡¯. Un amor no siempre correspondido que trae a la cabeza im¨¢genes de jugadores marcando b¨ªceps con camisetas demasiado apretadas o de un David Beckham aterrizando en el Real Madrid, engominado y con americana blanca (en un gesto tan poco sutil como necesario). Un idilio plat¨®nico que esta temporada sin embargo, en un inesperado giro de los acontecimientos, se materializa en varias propuestas virales y dignas de abrirse paso en las pasarelas. Quiz¨¢ sea porque estamos en a?o de Mundial, quiz¨¢ porque Espa?a no se ha quedado fuera de la competici¨®n o quiz¨¢ porque asistimos a una carrera entre los dise?adores m¨¢s modernos del panorama por subirse al p¨®dium del ¡®m¨¢s ir¨®nico todav¨ªa¡¯, pero el f¨²tbol est¨¢ m¨¢s de moda que nunca.
Para entender este romance que subvierte los papeles hay que recordar la narrativa dominante en la industria de la moda hoy: esa que se dedica a apropiarse de im¨¢genes que hasta ahora se consideraban la ant¨ªtesis de lo cool. Ll¨¢mese camisetas de la empresa de transportes DHL, bolsas de la compra a 2.000 euros, logos de campa?a revisionados o, esta temporada, elementos propios de una grada de f¨²tbol. Aunque si hay que dar nombres propios como candidatos a subir al p¨®dium, la medalla de oro en la disciplina de la iron¨ªa se la llevan precisamente el creativo detr¨¢s de Vetements, ¨CDemna Gvasalia¨C que ya en 2015 coloc¨® en su desfile las bufandas de forofo, o Gosha Rubchinskiy, obstinado en rescatar la est¨¦tica de los hooligans ingleses en los 90. Pero hay m¨¢s.
Al otro lado del charco el Fashion Institute of Technology de Nueva York (una de las universidades dedicadas al dise?o m¨¢s prestigiosas del planeta) ha colaborado con la liga de f¨²tbol americana, la NFL, para redise?ar los logos de sus 32 equipos. Todo un hito que se suma al ¨¦xito que cosech¨® la pasada temporada la alianza entre la NBA de baloncesto con la firma The Elder Statesman: editaron los souvenirs de cada equipo en el m¨¢s gustoso cashmere, con la consecuente suma de ceros a las etiquetas (1.745 euros los jers¨¦is con el logo de los Lakers o 475 euros el gorrito de los Chicago Bulls). Por su parte, el club de f¨²tbol Paris Saint-Germain ha permitido que la francesa Koch¨¦ tontease con su equipaci¨®n, que se ha convertido en protagonista absoluta de la colecci¨®n para esta primavera-verano 2018.
Tres maniobras que, m¨¢s all¨¢ de amores y odios, buscan canalizar el furor por el merchandising deportivo, acerc¨¢ndolo a la experiencia del lujo. Las tres se suman a la propuesta de darle una segunda vida a la bufanda de f¨²tbol de firmas como Off-White, Givenchy, la ya mencionada Vetements (agotad¨ªsima) y hasta incluso la marca hom¨®nima de Alexa Chung. En Espa?a, de gran tradici¨®n futbolera, las han subido a la pasarela Mois¨¦s Nieto (oto?o-invierno 2017/18) y Davidelf¨ªn en la que fue su ¨²ltima colecci¨®n (oto?o-invierno 2016/17).
Un accesorio relativamente asequible que apela al irrefrenable deseo de presumir de logos que tanto triunfa ¨²ltimamente en Instagram. Una idea que ha sido acogida con ganas entre los invitados a los desfiles de hombre en Mil¨¢n y Par¨ªs el pasado mes de enero. All¨ª las bufandas de colores primarios con logos o nombres estampados se convirtieron en el complemento m¨¢s fotografiado.
Pero no solo de bufandas vive la grada. La pasi¨®n por el f¨²tbol que ha rescatado del ostracismo a marcas como Kappa o Fila, se traduce tambi¨¦n en una renovada exaltaci¨®n del ch¨¢ndal. Esta temporada se viste de la cabeza a los pies, en dos piezas combinadas e inspiradas directamente en los modelos m¨¢s ochenteros. Y lo dicen nada m¨¢s y nada menos que casas como Gucci, Dior o Peter Pilotto.
Gigi Hadid se paseaba por Manhattan hace solo unas semanas presumiendo de sudadera de los Rangers de Nueva York, un equipo de hockey sobre hielo, mientras que las pasarelas para esta primavera reformulaban la est¨¦tica de las equipaciones deportivas. Concretamente la de los calzones de futbolista, que son rescatados en las colecciones de mujer de Louis Vuitton, Public School, Isabel Marant, Margaret Howell o Topshop.
¡°Pens¨¦ que era interesante plantear c¨®mo incorporar piezas que consideramos parte de un traje o disfraz en el armario del d¨ªa a d¨ªa¡±, confesaba Nicolas Ghesqui¨¨re al finalizar su desfile para esta primavera para Vuitton. Antes de Gvasalia ¨¦l ya era un maestro en el arte de deconstruir elementos para liberarlos de sus acepciones. Porque la moda apropi¨¢ndose del lenguaje futbolero, ese al que siempre ha mirado por encima de la hombrera, es el en¨¦simo giro sarc¨¢stico de una industria que sigue buscando la ruta para seguir hacia delante.
?Vivir¨¢n felices para siempre o todo quedar¨¢ en un match visto y no visto?
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