Ir al ba?o o abrir el preservativo: momentos mundanos del sexo que nunca salen en las pel¨ªculas
Hay momentos del sexo real que se eliminan de la ficci¨®n y que quiz¨¢s, de mostrarlos, ayudar¨ªan a romper mitos y visibilizar cuestiones importantes.
Mucho se habla del da?o que hace el cine porno?a nuestra sexualidad. Crea falsas expectativas en cuanto a tiempos, tama?os, intensidad de los orgasmos¡. Pero ojo, que no solo el cine porno afecta a nuestro imaginario colectivo. Pel¨ªculas rom¨¢nticas, novelas er¨®ticas e incluso v¨ªdeos musicales tambi¨¦n ofrecen escenas sexuales bastante alejadas de la realidad. Escenas en las que todo fluye, los ritmos son perfectos, los protagonistas siempre est¨¢n excitad...
Mucho se habla del da?o que hace el cine porno?a nuestra sexualidad. Crea falsas expectativas en cuanto a tiempos, tama?os, intensidad de los orgasmos¡. Pero ojo, que no solo el cine porno afecta a nuestro imaginario colectivo. Pel¨ªculas rom¨¢nticas, novelas er¨®ticas e incluso v¨ªdeos musicales tambi¨¦n ofrecen escenas sexuales bastante alejadas de la realidad. Escenas en las que todo fluye, los ritmos son perfectos, los protagonistas siempre est¨¢n excitados y con ganas de m¨¢s, y adem¨¢s a nadie se le corre el maquillaje ni tiene un contratiempo.
Todos entendemos que la ficci¨®n no siempre retrata todo lo real, pero mostrar esos momentos mundanos quiz¨¢s ayudar¨ªa a eliminar mitos y a visibilizar cuestiones, sobre las que es importante avanzar. Estos son algunos ejemplos:
Echarse un poquito de lubricante
Las escenas de sexo siempre suelen tener un ritmo r¨¢pido. Se excitan, se besan y casi segundos despu¨¦s est¨¢n pasando a la penetraci¨®n. En el cine y la televisi¨®n esto tiene sentido porque el tiempo en pantalla debe concentrarse. Pero a la vez tiene una repercusi¨®n: pensamos que cuando una pareja inicia la relaci¨®n en seguida est¨¢n excitados. Y no es as¨ª. ¡°Adem¨¢s de que la penetraci¨®n no es la ¨²nica pr¨¢ctica que existe, para esta hay que haber estimulado antes otras partes del cuerpo, para que todo fluya mejor.? Y aun as¨ª hay veces que, aunque se realicen otras pr¨¢cticas er¨®ticas previas, se necesita un extra de lubricaci¨®n y es totalmente normal. Para eso tenemos los lubricantes¡±, explica la sex¨®loga y presentadora de + que Sexo?Daphne Bastet. De hecho, el lubricante suele ser una pieza clave en la mesilla de noche o como monodosis en el bolso, pero esta falta de visibilidad hace que a¨²n haya quien crea que solo se usa en casos de sequedad vaginal. Por ejemplo, durante la menopausia. La realidad es que hay m¨²ltiples tipos de lubricantes, para sexo oral, anal, vaginal, para usar con juguetes o con preservativos, que pueden hacer del sexo algo mucho m¨¢s fluido.
Ponerse el cond¨®n
Otro de los grandes ausentes en las escenas de ficci¨®n suele ser el preservativo. Sobre todo, cuando en la escena salen personas adultas y no j¨®venes o adolescentes. Ese momento de empotrarse contra la puerta, ponerte encima de la mesa del sal¨®n o sobre la encimera de la cocina llega lo justo para ense?ar como se bajan los pantalones y la ropa interior. Pero no para ver c¨®mo buscan un preservativo, lo desenrollan, lo colocan con cuidado y ya inician el coito. Y como no vemos nunca ese momento como algo sexy, no sabemos c¨®mo llevarlo con naturalidad en la vida real. ?¡°El momento de ir a por el preservativo o el momento de colocarlo puede ser un momento cr¨ªtico por varias cuestiones: por cortar el rollo, porque te quedas ah¨ª tirada/o en la cama sin saber qu¨¦ hacer o d¨®nde mirar, o por levantarte y pasearte desnudo/a por la habitaci¨®n, etc.¡±, se?ala a sex¨®loga Ana Garc¨ªa de Pong¨¢monos C¨®modos. As¨ª, la propuesta de la experta es mostrar este momento en las pel¨ªculas como una oportunidad de seducci¨®n y no como un corte de rollo. Algo que visualmente puede resolverse tan f¨¢cilmente como una mirada p¨ªcara o de un baile sexy para colocarlo, sin tener que sacar un primer plano.
El momento coleta
Si en las pelis de acci¨®n se criticaba a los ¡°h¨¦roes¡± que sal¨ªan sin despeinarse de una explosi¨®n o de un edificio en llamas (hasta que lleg¨® Bruce Willis), en las escenas er¨®ticas a¨²n no hemos superado ese mito. Nadie se despeina, pese a llevar el pelo suelto, a nadie se le corre el maquillaje y todo el mundo se levanta con una camisa blanca super seductora, que nunca sabemos de d¨®nde ha salido. Por eso hay qui¨¦n se mira al espejo tras una buena sesi¨®n de sexo y se siente quiz¨¢s algo m¨¢s vulnerable por la visi¨®n que ofrece a su amante. ¡°En pleno acto sexual es totalmente normal que se te enganchen los pantalones, se te escape un pedo (anal o vaginal) o necesites recogerte el pelo en una coleta, para que no se te meta en la boca (todos y todas sabemos que esto puede pasar). Dejemos de vivir estos actos con verg¨¹enza y disfrutemos de ellos. Muchas veces son momentos graciosos que el sexo nos da y que pueden ayudar a crear un clima de confianza con la otra persona¡±, apunta como contrapunto Daphne Bastet. Como dijo Woody Allen ¡°el sexo s¨®lo es sucio si se hace bien¡±.
¡°Es que hoy esa postura me molesta¡±
El sexo no deber¨ªa de doler. Pero la realidad es que nuestro cuerpo no siempre reacciona igual ante los mismos est¨ªmulos. El ciclo menstrual puede hacer que la vagina o los pezones est¨¦n m¨¢s sensibles un d¨ªa que otro. Y a veces eso que tanto te gusta, ese d¨ªa te molesta. Pero nunca veremos en una pel¨ªcula decir a la protagonista: ¡°Espera, que es que en esta postura me molesta un poco, ?cambiamos?¡±. O quiz¨¢s: ¡°Hoy no me apetece nada que me estrujes los pezones porque estoy premenstrual¡±. Una vez m¨¢s, como no visualizamos ese di¨¢logo con naturalidad, podemos sentirnos m¨¢s cohibidos para expresar nuestras necesidades en la vida real. ¡°Una penetraci¨®n no tiene por qu¨¦ ser siempre placentera: si penetramos sin lubricaci¨®n, antes de tiempo, o demasiado tarde, las sensaciones provocadas son muy diferentes.? Desmitifiquemos tambi¨¦n las posturas sexuales: no siempre y no todas son c¨®modas. Hay veces que ciertas posturas son dif¨ªciles, molestas o sencillamente imposibles. Todo esto tiene una f¨¢cil soluci¨®n: la comunicaci¨®n¡±, resume Ana Garc¨ªa. Si en las pel¨ªculas vi¨¦ramos la comunicaci¨®n como algo sexy, m¨¢s all¨¢ de tener que intuir todo por la intensidad de los gemidos, evitar¨ªamos muchos y a veces muy desagradables malentendidos.
El momento despu¨¦s y la importancia de ir al ba?o
La pareja empieza a besarse, vemos unos planos de su piel desnuda con una luz tenue y tras volver a enfocar a sus rostros concentrados entre sombras, pasamos directamente al momento de despu¨¦s. Abrazados, en la cama, felices y enamorados. Y sin ninguna de necesidad de ir un momento, seg¨²n acabas, a limpiarte y recolocarte al ba?o. Algo que no solo es habitual, sino que de hecho es totalmente recomendable. ¡°Lo m¨¢s normal es tener que limpiarse, ir por algo de beber para recuperar fuerzas y necesitar ir al ba?o¡±, recuerda Daphne Bastet. Como insiste la experta, ¡°ir a orinar es muy importante sobre todo para las personas con vulva para evitar infecciones¡±. No obstante, orinar despu¨¦s de una penetraci¨®n ayuda a eliminar las posibles bacterias y por lo tanto previene infecciones, como la cistitis. M¨¢s all¨¢ de romanticismo, en el sexo, como en la vida, la salud siempre es lo primero.