La concentraci¨®n es un m¨²sculo
El cerebro, como cualquier ¨®rgano, se fatiga. Cuando la concentraci¨®n disminuye, baja la productividad.
Apartar la mente de todo aquello ajeno al proyecto en el que estamos y centrarnos en ¨¦l: hasta la fecha, esta era la estrategia dada por v¨¢lida para mejorar la atenci¨®n. Sin embargo, recientes descubrimientos aseguran que hacer un par¨¦ntesis peri¨®dico es fundamental. El profesor John Trougakos, de la Universidad de Toronto, ha analizado el funcionamiento de la productividad y ha descubierto que la concentraci¨®n es similar a un m¨²sculo: se fatiga tras mucho tiempo de uso y necesita descansos para recuperarse, de la misma forma que un culturista debe parar entre una y otra serie de pesas. Silv...
Apartar la mente de todo aquello ajeno al proyecto en el que estamos y centrarnos en ¨¦l: hasta la fecha, esta era la estrategia dada por v¨¢lida para mejorar la atenci¨®n. Sin embargo, recientes descubrimientos aseguran que hacer un par¨¦ntesis peri¨®dico es fundamental. El profesor John Trougakos, de la Universidad de Toronto, ha analizado el funcionamiento de la productividad y ha descubierto que la concentraci¨®n es similar a un m¨²sculo: se fatiga tras mucho tiempo de uso y necesita descansos para recuperarse, de la misma forma que un culturista debe parar entre una y otra serie de pesas. Silvia ?lava, psic¨®loga especializada en d¨¦ficit de atenci¨®n del Centro ?lava Reyes, en Madrid, lo confirma. ?Es complicado que la atenci¨®n permanezca m¨¢s de 25 minutos, por eso es bueno introducir descansos de 5 minutos cada 25 minutos de trabajo. Se trata de entrenar la concentraci¨®n, de ser m¨¢s productivos. El cerebro, como cualquier otro ¨®rgano, se fatiga. Cuando llevamos mucho tiempo trabajando, el nivel de concentraci¨®n disminuye y baja la productividad?.
Ignacio Morgado, catedr¨¢tico de Psicobiolog¨ªa de la Sociedad Espa?ola de Neurociencia (SENC), a?ade que la atenci¨®n no es finita. ?Esta puede verse facilitada o bien por cambios en el est¨ªmulo o por descansos, que reducen la habituaci¨®n a un est¨ªmulo?. Ahora bien, no vale cualquier descanso: no se trata de consultar el correo electr¨®nico o las redes sociales; hay que levantarse, estirar los m¨²sculos y fijar la vista en un punto lejano. Y si se puede, caminar. La memoria a corto plazo mejora un 20% si se camina entre la naturaleza o incluso si solo se miran im¨¢genes de escenas naturales.
Otro par¨®n ideal: el de la comida. Uno de cada tres trabajadores renuncia a su hora del almuerzo, seg¨²n una encuesta realizada por Monster (medidor especializado en el mundo laboral). En Espa?a, el 38% dedica entre 30 y 45 minutos a comer, cifra similar a la de Europa. Pero ojo, porque la calidad de lo que nos llevamos a la boca influye. Gema Maldonado, nutricionista de la Cl¨ªnica Salud y +, en Madrid, cuenta que la clave est¨¢ en el zinc, el hierro, la vitamina B, las grasas omega 3 y beber agua.
En cuanto a parar para comer, no es el m¨¢s importante de los descansos. El nocturno es el principal. Para Daniel Pe?a, especialista en Trastornos del Sue?o, ?dormir es esencial para la consolidaci¨®n de los aprendizajes y para un adecuado rendimiento intelectual. Privarnos del sue?o hace que la atenci¨®n sea inestable y la capacidad de retenci¨®n menor?. ?Y la siesta de toda la vida? El especialista, en funci¨®n de un informe del National Institute of Industrial Health en Jap¨®n, indica que ayuda, pero no es la panacea. Cuando no supera los 30 minutos, reduce los efectos de la falta de sue?o sobre la atenci¨®n; pero si es larga, es perjudicial.
El ¨²ltimo eslab¨®n de la productividad est¨¢ en el deporte. Como apunta Montserrat Monta?o, del Centro de Psicolog¨ªa ?lava Reyes, contribuye a reducir el estr¨¦s, mejora la salud y el intelecto. ?Existen otros trucos: mantener la mesa de trabajo despejada, dejar el m¨®vil silenciado, fijar los momentos para consultar el correo electr¨®nico, controlar el ruido ambiental, la temperatura, mantenerse hidratado, evitar la sensaci¨®n de hambre y fijar un objetivo realista para los pr¨®ximos 25 minutos?, concluye.