La crisis rescata los remedios caseros

Br¨®coli, arroz y patata en cremas antienvejecimiento, encurtidos y alimentos cotidianos en la carta de restaurantes exquisitos de Barcelona o Londres, y firmas de famosos que rescatan remedios caseros. La cosm¨¦tica y la nutrici¨®n reivindican lo humilde. ?La crisis ha cambiado las reglas, ya no consumimos como antes, somos menos impulsivos. Ahora exprimimos cada euro. No se trata de comprar menos, sino de hacerlo con prudencia; la racionalizaci¨®n del gasto de nuestros abuelos ha vuelto. La recesi¨®n ha traumatizado al consumidor, que quiere seguir gastando pero necesita m¨¢s argumentos que ante...

Br¨®coli, arroz y patata en cremas antienvejecimiento, encurtidos y alimentos cotidianos en la carta de restaurantes exquisitos de Barcelona o Londres, y firmas de famosos que rescatan remedios caseros. La cosm¨¦tica y la nutrici¨®n reivindican lo humilde. ?La crisis ha cambiado las reglas, ya no consumimos como antes, somos menos impulsivos. Ahora exprimimos cada euro. No se trata de comprar menos, sino de hacerlo con prudencia; la racionalizaci¨®n del gasto de nuestros abuelos ha vuelto. La recesi¨®n ha traumatizado al consumidor, que quiere seguir gastando pero necesita m¨¢s argumentos que antes?, explica Javier Garc¨¦s, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Estudios Sociales y Psicol¨®gicos.

Las marcas se los dan. La belleza tienta al cliente tirando de despensa: las f¨®rmulas incluyen compuestos de frutas y verduras. La tendencia tiene un nombre: gastrocosm¨¦tica. ?El consumidor entiende muy bien estos componentes, porque no son complicados y est¨¢n al alcance de la mano. Nosotros empleamos levadura para rejuvenecer los fibroblastos y arroz para exfoliar?, explica Consuelo Mohedano, directora de Formaci¨®n del grupo Shiseido. ?Nuestra l¨ªnea Skin Ergetic tiene br¨®coli, rico en antioxidantes y vitaminas A y C?, explican desde Biotherm. En realidad, incluye sulforafano, un extracto de esta col. ?Nuestros cient¨ªficos han demostrado que protege contra los radicales libres, estimula las defensas y aumenta la elasticidad?.

Otra raz¨®n detr¨¢s de esta recuperaci¨®n nost¨¢lgica de la botica: el marketing es m¨¢s efectivo cuando emociona. ?Si el producto tiene una tradici¨®n detr¨¢s, si est¨¢ relacionado con una costumbre ancestral y cultural, la gente se identifica y lo adquiere?, opina Mohedano. Es decir, ?compra? la historia.

Para relatos, el de Mathilde Thomas. La fundadora de Caudalie supo ver el potencial de los vi?edos familiares en Burdeos. ?Junto a sus cientos de acres, crecen remedios antiarrugas como el resveratrol, los polifenoles o la viniferita, 62 veces m¨¢s eficaz contra las manchas que la vitamina C?, nos asegura Thomas. Caudalie es una de las marcas familiares con mayor proyecci¨®n y crecimiento: tiene 7.000 puntos de venta. Y un dato: en 2011 (¨²ltima referencia), seg¨²n la consultora NDP Group, las marcas de cosm¨¦tica naturales, categor¨ªa en la que se incluye la mayor¨ªa de las firmas con sabor popular, crecieron un 18% por encima de la media del 12%.

Las famosas rentabilizan la sabidur¨ªa popular. Nuance Salma Hayek, la firma de la actriz mexicana, es un homenaje a su abuela: sus productos para el cabello y la piel contienen ingredientes ind¨ªgenas. El negocio arrasa en EE?UU. Otra actriz y empresaria exitosa es Jessica Alba. The Honest Company, su l¨ªnea para el cuidado del beb¨¦ sin parabenes, acaba de recaudar 25 millones de d¨®lares para dar el salto internacional.?

Jessica Alba vende productos sin parabenes.

Cordon Press

Lo industrial, a la baja. Esta vuelta a la sencillez plantea una duda: ?por qu¨¦ hemos tardado tanto en incorporar estos ingredientes en nuestra vida? ?Porque lo ex¨®tico es misterioso y seduce. Pero hoy vende lo cotidiano: el mercado de lo ins¨®lito se ha saturado?, responde Chris Kilham, etnobot¨¢nico. Este estadounidense recorre el mundo en busca de sustancias para el grupo L¡¯Or¨¦al. ?Adem¨¢s, la era de las mol¨¦culas sint¨¦ticas llega a su fin. La naturaleza es el mejor qu¨ªmico. Se van a recuperar muchos ingredientes cotidianos y no solo en belleza, tambi¨¦n en nutrici¨®n. Pero para demostrar su eficacia, pasaremos horas en el laboratorio?, vaticina. Esa es la segunda raz¨®n de esta nueva ola. ?Hace 10 a?os no dispon¨ªamos de las herramientas para demostrar la efectividad del arroz o la quinoa, ingrediente del a?o [2013] seg¨²n la ONU?, informa Kilham. Mohedano lo corrobora: ?La sabidur¨ªa popular carec¨ªa de aval. Los ensayos cl¨ªnicos prueban su eficacia a trav¨¦s de la biotecnolog¨ªa?.

Lo ordinario vende cada vez m¨¢s. ?Un superalimento infravalorado? ?La cebolla. Est¨¢ cargada de antioxidantes y quema grasas?, contesta Kilham. La reivindicaci¨®n de materias primas frecuentes est¨¢ relacionada con el desprestigio de lo industrial. ?Despu¨¦s de tanta comida procesada, volvemos a la autenticidad?, argumenta Pablo Foncillas, profesor de Marketing del IESE Business School. Y si no que se lo pregunten a los hipsters.

Los gafapastas que desde Brooklyn hacen ganchillo, elaboran mermeladas y hasta preparan encurtidos. Las ciudades se adaptan y se llenan de restaurantes que enaltecen el producto modesto, pero de calidad. ?Detr¨¢s de la aparente sencillez hay una maquinar¨ªa: simple no quiere decir barato, ni poco marketing?, apunta Foncillas. La tendencia es rentable, no solo para el negocio, tambi¨¦n para la salud. Un ejemplo: los encurtidos. Reese Witherspoon y Halle Berry son fans. ?No tienen casi calor¨ªas pero s¨ª vitaminas. Sus probi¨®ticos ayudan a mantener el peso y favorecen la absorci¨®n de nutrientes?, explica Inma Mantero, nutricionista de Nutrici¨®n Center.

La vuelta de los encurtidos Son ricos en vitaminas y probi¨®ticos, sacian y ayudan a mantener la l¨ªnea.

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