La gran evasi¨®n de las directoras de moda
La prensa de moda brit¨¢nica sufre una fuga de cerebros. Directoras y redactoras se han pasado al comercio. Analizamos el ¨¦xodo que promete marcar pautas dentro de la industria.
¡°Un mill¨®n de chicas matar¨ªan por este trabajo¡±, le advierten a la protagonista de El diablo se viste de Prada en la revista de moda donde acaba de ser contratada. Eso era en la d¨¦cada pasada. Porque en 2013 con la explosi¨®n del comercio online los puestos m¨¢s codiciados en el mundo de la moda est¨¢n alej¨¢ndose del kiosco. Cada vez m¨¢s profesionales de los medios se pasan al lado oscuro (como se conoce entre periodistas este salto laboral). Que se lo digan a las publicaciones de moda brit¨¢nica que en un breve periodo de tiempo ha perdido a varias de sus directoras a ...
¡°Un mill¨®n de chicas matar¨ªan por este trabajo¡±, le advierten a la protagonista de El diablo se viste de Prada en la revista de moda donde acaba de ser contratada. Eso era en la d¨¦cada pasada. Porque en 2013 con la explosi¨®n del comercio online los puestos m¨¢s codiciados en el mundo de la moda est¨¢n alej¨¢ndose del kiosco. Cada vez m¨¢s profesionales de los medios se pasan al lado oscuro (como se conoce entre periodistas este salto laboral). Que se lo digan a las publicaciones de moda brit¨¢nica que en un breve periodo de tiempo ha perdido a varias de sus directoras a manos del comercio.
Se podr¨ªa decir que todo empez¨® en 2011 cuando Kate Phelan, del Vogue ingl¨¦s, se convirti¨® en la directora creativa de Topshop. Tras un par de a?os dedicada en cuerpo y alma a la marca, Phelan ha vuelto recientemente a colaborar con Vogue, pero sin dejar su codiciado puesto en Topshop. Poco a poco fueron cayendo las siguientes. Lucy Yeomans, exdirectora de Harpers Bazaar es desde el a?o pasado la jefa de contenidos de Net-a-porter. La encargada de estilo de la misma revista, Carmen Borgonovo ahora es directora de moda de My-wardrobe.com. Jeremy Langmead, exdirector de Esquire se encarga de Mr Porter, la tienda masculina de Net-a-porter. Paula Reed cambi¨® su puesto en Grazia por los grandes almacenes Harvey Nichols.
Aunque el n¨²cleo del fen¨®meno est¨¦ en el Reino Unido, estas profesionales de la prensa se est¨¢n pasando a tiendas con p¨²blico internacional. Es m¨¢s que probable que el tema no se quede ah¨ª.
Kate Phelan en una de las tiendas de Topshop
Getty Images
Es f¨¢cil entender por qu¨¦ el comercio busca este perfil. En un momento en el que muchas marcas de moda intentan producir contenido editorial de calidad ¨Ccon marcas como COS y Acne publicando revistas¨C las periodistas de moda pueden aportar experiencia. El valor a?adido de un buen contenido del que se pueda disfrutar a pesar de que no se consuma. O que al menos incite a la compra recurriendo a t¨¦cnicas m¨¢s sutiles que el ¡°venga, que me lo quitan de las manos¡±. Adem¨¢s son profesionales que llegan acostumbradas a entender la sensibilidad de los anunciantes. Que saben predecir tendencias, fijarse en los creadores que despuntan y tienen buen ojo a la hora de elegir, priorizar y depurar.
?Razones por las que abandonar el periodismo? La m¨¢s obvia son los sueldos. Pero tambi¨¦n tiene que ver con la inmediatez de los resultados. Una buena presentaci¨®n de la mercanc¨ªa puede traducirse en m¨¢s ventas y mejores resultados econ¨®micos. El cambio no es del todo radical ya que en su nuevo puesto pueden seguir sent¨¢ndose en la primera fila de los desfiles, asistiendo a fiestas, estando al tanto de las novedades y seguir en contacto con los dise?adores. Y, como en las revistas, este trabajo tambi¨¦n conlleva una infinitiva jornada laboral.
Las intenciones de Nick Robertson, el fundador de Asos era montar una revista de moda desde que la que se pudiera comprar. Juzgando sus ingresos de 648 millones de euros durante el a?o pasado, no cabe duda de que fue una buena idea. Y el indicio de que en breve las becarias de publicaciones ya no tendr¨¢n como ¨²ltimo objetivo encabezar la mancheta. Querr¨¢n el puesto de Anna Wintour pero para ser como Natalie Massenet.