La irresistible est¨¦tica burguesa
Adineradas, feministas y cultas. As¨ª eran las ladies europeas de finales de los 60. Una imagen de distinci¨®n que sigue imit¨¢ndose.
Nos vestimos, ante todo, para dejar claro qui¨¦nes somos o qui¨¦nes queremos ser. En ese sentido, elegir un estilo que simboliza a una determinada clase social, que no es la nuestra, ser¨ªa una ficci¨®n?, nos cuenta Mar¨ªa Garrido, doctora en Comunicaci¨®n y autora del libro Revistas femeninas de alta gama, cr¨®nica de un desd¨¦n (Ed. Comunicaci¨®n Social). Un comentario referido a la imagen que luci¨® recientemente Angelina Jolie al ser nombrada dama de honor por la reina de Inglaterra. Su look reinterpretaba el armario de la aristocracia y la alta burgues¨ªa de finales de la d¨¦cada ...
Nos vestimos, ante todo, para dejar claro qui¨¦nes somos o qui¨¦nes queremos ser. En ese sentido, elegir un estilo que simboliza a una determinada clase social, que no es la nuestra, ser¨ªa una ficci¨®n?, nos cuenta Mar¨ªa Garrido, doctora en Comunicaci¨®n y autora del libro Revistas femeninas de alta gama, cr¨®nica de un desd¨¦n (Ed. Comunicaci¨®n Social). Un comentario referido a la imagen que luci¨® recientemente Angelina Jolie al ser nombrada dama de honor por la reina de Inglaterra. Su look reinterpretaba el armario de la aristocracia y la alta burgues¨ªa de finales de la d¨¦cada de los 60, con Catherine Deneuve, Romy Schneider o Jean Seberg como referentes. Mujeres que inspiran las colecciones de oto?o-invierno 2014/2015 de firmas como Boss by Jason Wu, Carven, Salvatore Ferragamo, Givenchy o Roberto Cavalli.
En primer plano, Marisa Berenson, en 1968, en la casa del pintor Cy Twombly.
Henry Clarke / Vogue.
Para Laura Luce?o, doctora del Centro Superior de Dise?o de Moda de Madrid (UPM), la atracci¨®n de los estadounidenses por la est¨¦tica de las clases altas europeas tiene una explicaci¨®n: ?Las tendencias en el vestir se inician en el Viejo Continente, en las cortes de los soberanos, como uno de sus privilegios. En otras palabras, la moda nace en Occidente; y Estados Unidos forma parte de esa cultura, de ah¨ª que la alta sociedad europea todav¨ªa sea un referente al otro lado del Atl¨¢ntico?.
Por su parte, Rafael Mu?oz, periodista de RTVE y autor del blog La vida al bies, entiende que la elecci¨®n de Jolie, como ocurri¨® con Madonna en su ¨¦poca brit¨¢nica, ?es un gui?o a la historia del pa¨ªs, pero tambi¨¦n conlleva el deseo de gustar, de querer ser aceptada, de encajar en ese nuevo escenario. No es casualidad que su traje fuera de los ingleses Ralph & Russo?.
Catherine Deneuve, con gabardina anudada y camisa de gasa con lazo.
Terreno seguro (de estilo). El regreso a la sobriedad de hace cinco d¨¦cadas ¨Ccuando estallaba la emancipaci¨®n femenina, el flower power, la psicodelia y los primeros movimientos hippies¨C guarda similitudes con la actualidad, seg¨²n el escritor Francisco de Sousa Congosto, autor de Introducci¨®n a la historia de la indumentaria en Espa?a (Ed. Istmo). ?Entonces la moda europea se afianz¨® frente a la pujanza norteamericana?, explica. ?Se apost¨® por una l¨ªnea sinuosa, centrada en blusones y su¨¦teres. Y como novedad se introdujo el cintur¨®n-joya o cadena como complemento a los trajes sastres?, contin¨²a. Fueron las actrices de la Nouvelle Vague las que usaron estas prendas como uniforme. ?Eran mujeres complejas, instruidas, interesadas por los pensamientos existencialistas; deseaban emanciparse, si no lo estaban ya; y eran conscientes de su cuerpo y sus deseos. Ellas se distanciaron de los usos generales de la ¨¦poca. Y fue precisamente su singularidad la que las hizo tan atractivas?, explica Mar¨ªa Garrido. ?Que esa imagen vuelva ahora a la pasarela es fruto de una necesidad: recordar los derechos que las mujeres consiguieron y que hoy parece que peligran?, concluye Rafael Mu?oz.
Fotograma de El discreto encanto de la burgues¨ªa (Luis Bu?uel, 1972).
Cordon Press