La liberaci¨®n del escote (o por qu¨¦ el ¡®push up¡¯ ya no es sexy)
Llam¨¦nlo fen¨®meno anti Victoria¡¯s Secret: las firmas que apuestan por la comodidad triunfan revirtiendo los ideales de sensualidad.
?Recuerdan c¨®mo Eva Herzigova paraliz¨® el mundo en los 90 cuando se convirti¨® en la se?orita Wonderbra? Aquella campa?a en blanco y negro, aquel M¨ªrame a los ojos¡ he dicho a los ojos convirti¨® en leyenda a la checa y supuso una aut¨¦ntica revoluci¨®n en los armarios femeninos: aterrizaba el sujetador que promet¨ªa subir de talla sin pasar por quir¨®fano. Un escotazo de infarto gracias al 'push up'. Falsear la talla de sujetador fue un aut¨¦ntico ¨¦xito. Se...
?Recuerdan c¨®mo Eva Herzigova paraliz¨® el mundo en los 90 cuando se convirti¨® en la se?orita Wonderbra? Aquella campa?a en blanco y negro, aquel M¨ªrame a los ojos¡ he dicho a los ojos convirti¨® en leyenda a la checa y supuso una aut¨¦ntica revoluci¨®n en los armarios femeninos: aterrizaba el sujetador que promet¨ªa subir de talla sin pasar por quir¨®fano. Un escotazo de infarto gracias al 'push up'. Falsear la talla de sujetador fue un aut¨¦ntico ¨¦xito. Se vendieron millones de unidades, los expertos en belleza aseguraban "que toda mujer deber¨ªa tener un wonderbra" y hasta se dijo que los carteles de Herzigova mirando sus pechos con un Hello boys impreso provocaban accidentes de tr¨¢fico all¨¢ donde se colocasen. Los 90 fueron la era de la llamada democratizaci¨®n del escote: cualquier f¨¦mina pod¨ªa aspirar a tener la delantera de Herzigova y cualquiera pod¨ªa so?ar con parar el tr¨¢fico¡ siempre que llevase el sujetador milagroso puesto.
De la oda al artificio de los 90 hemos pasado al elogio del minimalismo. Pregunten a cualquier mujer cu¨¢l es su momento favorito del d¨ªa. Si le responde sinceramente, posiblemente dir¨¢ que cuando llega a casa y se quita el sujetador. Muchas tambi¨¦n responder¨¢n que ni esos estampados infantilizados, ni ese encaje que provoca rozaduras o los sujetadores-prisi¨®n que inundan el mercado son santo de su devoci¨®n. Porque el sost¨¦n no es solo ese fetiche sexual de la fantas¨ªa masculina. El sujetador es una prenda que se viste, por norma general, 7 d¨ªas a la semana y 365 d¨ªas al a?o. Dos d¨¦cadas despu¨¦s del "m¨¢s siempre ser¨¢ mejor" hemos pasado al "menos es m¨¢s" en lencer¨ªa.
Ese, precisamente, es el lema de Negative Underwear, una firma estadounidense de la que todo el mundo habla y que est¨¢ revirtiendo las reglas de la sensualidad femenina. Lauren Schawb y Marisa Vosper, sus fundadoras, creen que comodidad y dise?o minimalista pueden conjugar con sentirse sexy. "Hace cinco a?os nos dimos cuenta de las mujeres odiaban sus sujetadores, por eso creamos una l¨ªnea de ropa interior centr¨¢ndose en otro lado del universo de la moda: quer¨ªamos resolver un problema, no desbarajustar m¨¢s el mundo y, obviamente, los sostenes eran el reto a afrontar", explican por correo electr¨®nico.?
Una de las propuestas del lookbook de Negative Underwear.
Negative underwear
Sus creadoras decidieron investigar a qu¨¦ se enfrentaban antes de encarar la empresa. "Fue muy clarificador ver c¨®mo el mercado estaba dominado por hombres, desde las f¨¢bricas a los tejidos, pasando por los fabricantes de el¨¢sticos o el dise?o de las grandes marcas (y de las peque?as tambi¨¦n)", apuntan. Aunque creen que no es atribuible el hartazgo de las consumidoras con un mundo dominado por la mirada masculina, tanto Schawb como Vosper toparon con un gremio en el que la funcionalidad brillaba por su ausencia. "En la investigaci¨®n de producto encontramos much¨ªsimos aspectos relacionados con la incomodidad y que eran poco pr¨¢cticos. Cosas como el¨¢sticos muy finos que hac¨ªan demasiada presi¨®n, bordados arbitrarios, adornos que se clavan, cuerdas que se marcan bajo la ropa (o sobre el cuerpo). Hasta algo tan (aparentemente) obvio como las etiquetas, porque todav¨ªa es un misterio para nosotras por qu¨¦ la lencer¨ªa sigue llevando etiquetas".
Una serie de excesos que poco ayudan al d¨ªa a d¨ªa femenino y que, adem¨¢s, puede causar hartazgo, como demostr¨® su investigaci¨®n sobre las consumidoras. "Se hizo m¨¢s que palpable una derrota e indiferencia rozando el disgusto: las mujeres no adoraban su ropa interior, pero tampoco ve¨ªan muchas opciones disponibles para mejorar la situaci¨®n", cuentan. O c¨®mo bien resumen en su? cuenta de Instagram: "?Sabes de todos esos sujetadores en tu caj¨®n que nunca te pones porque son a) inc¨®modos y horribles, b) vergonzosamente viejos, c) mal hechos y d) te hacen m¨¢s escote que a Dolly Parton? S¨ª, pues esto no es as¨ª".
Con su firma minimalista, los rellenos brillan por su ausencia (y el push up tambi¨¦n). El pecho vuelve a su armon¨ªa natural. "Negative no es una firma 'anti push-up', simplemente ofrecemos un producto diferente y un mensaje distinto para un p¨²blico que busca salirse del status quo". Cuando dicen status quo se refieren a Victoria's Secret. El gigante lencero. "Victoria's Secret es una de las marcas con m¨¢s ¨¦xito de todos los tiempos. L¨ªderes de mercado con una estrategia de marketing l¨ªder. Su ideal de lencer¨ªa pasa por el push up, s¨ª. Desde nuestra perspectiva, si un push up te hace sentir bien y te hace sentirte orgullosa, v¨ªstelo. Por otro lado, si te hace sentir inc¨®moda, acaba con ¨¦l y encuentra algo mejor".?
Para estas mujeres que defienden que "Diana Vreeland o Emily Dickinson" posibliemente ser¨ªan fans de su marca, la industria de la lencer¨ªa vive una era de cambios con nuevas voces y nuevas perspectivas. "No es que las mujeres no quieran sentirse sexis nunca m¨¢s, es que la definici¨®n de lo sexy cambia continuamente y seguir¨¢ cambiando. De la forma en que nosotras lo vemos, dif¨ªcilmente te sentir¨¢s sexy y segura si no est¨¢s c¨®moda". Desde Oysho, la divisi¨®n lencera de Inditex, tambi¨¦n perciben este cambio de rumbo. "Hemos notado una demanda cada vez m¨¢s amplia de modelos de sujetador con formas m¨¢s sencillas, triangulares y sin foam (relleno)".
Marissa Vosper y Lauren Schwab, fundadoras de Negative Underwear.
Negative Underwear
Y no son los ¨²nicos. Otra forma de vender lencer¨ªa triunfa en la red con el apoyo del crowdfunding. Firmas como la brit¨¢nica Neon Moon han triunfado a base de publicitarse como la "lencer¨ªa feminista", Dear Kate es otra marca que, como Lane Bryant, declara la guerra a los cuerpos perfectos de Victoria's Secret y apuesta por ropa interior ultrac¨®moda y favorecedora para todos los cuerpos (con iconos femeninos como Frida Kahlo o Marie Curie) y tambi¨¦n tenemos a Feminist Style, que logr¨® los 25.000 d¨®lares de Kickstarter para lanzar una l¨ªnea lencera de algod¨®n con lemas antiviolaci¨®n. Vaya, se?orita Wonderbra, parece que la liberaci¨®n del escote llega para quedarse.