La noche m¨¢s oscura de River Phoenix
En el vig¨¦simo aniversario de su muerte, el libro ¡®Last night at the Viper Room¡¯ reconstruye las ¨²ltimas horas del chico que so?¨® con ser James Dean.
Nunca llev¨® su cazadora roja ni lo vimos embutido en unos jeans Lee 101 Z Rider (el primer slim fit de la historia), pero al joven River Phoenix ?en adelante, simplemente River? lo consideraban el heredero natural de James Dean. Estrella adolescente, curtida en decenas de pel¨ªculas y otras tantas series donde explotaron su aspecto m¨¢s vulnerable, cuando lleg¨® a la mayor¨ªa de edad hubo quien estim¨® oportuno transformarlo en ¨¦mulo de Dean. Sus ¨²ltimos trabajos, deliberadamente dise?ados para este fin, desprend¨ªan un tufo mal disimulado de ese empe?o. Sin dema...
Nunca llev¨® su cazadora roja ni lo vimos embutido en unos jeans Lee 101 Z Rider (el primer slim fit de la historia), pero al joven River Phoenix ?en adelante, simplemente River? lo consideraban el heredero natural de James Dean. Estrella adolescente, curtida en decenas de pel¨ªculas y otras tantas series donde explotaron su aspecto m¨¢s vulnerable, cuando lleg¨® a la mayor¨ªa de edad hubo quien estim¨® oportuno transformarlo en ¨¦mulo de Dean. Sus ¨²ltimos trabajos, deliberadamente dise?ados para este fin, desprend¨ªan un tufo mal disimulado de ese empe?o. Sin demasiado esfuerzo, los vicios a los que se abandon¨® fueron percutiendo su fr¨¢gil aspecto y en la madrugada del 31 de octubre de 1993, con solo veintitr¨¦s a?os, un c¨®ctel de estimulantes le dio el tiro de gracia. As¨ª lo cuenta el libro Last night at the Viper Room, que reconstruye las ¨²ltimas horas del chico que jug¨® a ser James Dean, y cuya publicaci¨®n coincide con la triste efem¨¦ride.
Escrito por el periodista Gavin Edwards, el relato cuenta ampliamente lo sucedido aquella noche: "El joven con convulsiones se llama River Phoenix. Su hermano llama al 911 desde una cabina telef¨®nica mientras su hermana, sentada junto al cuerpo que lucha tumbado, trata de que este no se autolesione, pues sus m¨²sculos se contraen y sus extremidades se agitan contra el asfalto". Y remata fiel al estilo del viejo periodismo: "V¨ªctima de una sobredosis por speedball (mezcla de hero¨ªna y coca¨ªna), solo le restan escasos minutos de vida". Seg¨²n el testimonio de los servicios sanitarios que lo atendieron a las puertas de la discoteca angelina Viper Room, el coloc¨®n que le provoc¨® la muerte habr¨ªa tumbado incluso a un T-Rex. Adem¨¢s de los altos ¨ªndices de coca y hero¨ªna, encontraron restos de alcohol, morfina, diazepam (Valium), marihuana y GHB.
La respuesta de su familia no se hizo esperar: "Esperemos que sea una llamada de atenci¨®n al mundo, pues una cosa as¨ª lleva a preguntarse por qu¨¦ hay gente joven abocada a hacer eso". Quien fuera en su d¨ªa portada del Vegetarian Times, presum¨ªa de las ventajas de una alimentaci¨®n saludable en la que no cab¨ªan ni carnes ni l¨¢cteos, lo que hace todav¨ªa m¨¢s incomprensible la causa de su fallecimiento. Tanto ¨¦l como su familia ?sus padres eran misioneros de la secta Ni?os de Dios? se significaron por su militancia en organizaciones en defensa de los animales y de una vida en comuni¨®n con la naturaleza. Pero en los ¨²ltimos a?os de su existencia los excesos a espuertas eran de sobra conocidos por la profesi¨®n.
River Phoenix en las pel¨ªculas ¡®Un lugar en ninguna parte¡¯ (1988) y ¡®Cuenta conmigo¡¯ (1986).
Cordon Press
River era muchas cosas y todas a la vez. Edwards lo define como "actor, pros¨¦lito cristiano, icono gay, drogadicto y vegano". Adem¨¢s fue guitarrista aficionado, y a menudo tocaba junto a su amigo Keanu Reeves. Pero sobre todo se trataba de alguien muy especial. "Hay quien lo llama brillo, otros prefieren emplear la palabra luz, y algunos se decantan por alma", asegura el autor. La noche de su muerte, el Viper Room ?regentado por Johnny Depp?, celebraba una fiesta de Halloween atestada de famosos. Depp hab¨ªa invitado a River para que tocara en directo, pero nunca lo hizo. Seg¨²n cuenta el libro, una serie de catastr¨®ficas coincidencias hicieron que el actor se equivocara de copa y se tomara algo que no hab¨ªa elegido, es decir, que breg¨® con la dosis que llevaba puesta y con la de otro.
Su historia empez¨® pronto. De actor infantil de televisi¨®n, en 1986 dio el salto a la gran pantalla de la mano del director Rob Reiner, que lo llam¨® para Cuenta conmigo. Ese mismo a?o particip¨® junto a Harrison Ford en la pel¨ªcula La costa de los mosquitos, pero fue su papel en Un lugar en ninguna parte lo que le vali¨® el reconocimiento de cr¨ªtica y p¨²blico ?fue nominado al Oscar al mejor actor secundario?. En 1991 Gus van Sant lo eligi¨® para firmar una de las interpretaciones m¨¢s importantes de su carrera gracias a la cinta Mi Idaho privado ?copa Volpi al mejor actor en el Festival de Venecia?. Su ¨²ltimo trabajo estrenado en Espa?a fue Los fisgones, de Phil Alden Robinson.
En febrero de este a?o la Berlinale acogi¨® la proyecci¨®n de una pel¨ªcula que River dej¨® a medias. Dark blood, del director holand¨¦s George Sluizer, fue recibido con cierta indiferencia, pero seguro que para muchos nost¨¢lgicos ver a nuestro protagonista en acci¨®n debi¨® resultar una especie de morbosa epifan¨ªa. Veinte a?os despu¨¦s, y a pocos meses del aniversario de la desaparici¨®n de River, Sluizer consigui¨® desprenderse de una espinita ya encarnada.
River Phoenix en 1990.
Getty
Last night at the Viper Room menciona de forma tangencial el inevitable parecido entre James Dean y River, pues su estilo es otro de los pilares que sustenta el mito. A diferencia de River, la otra estrella fugaz de Hollywood solo necesit¨® un a?o de carrera para ser inmortal. Y as¨ª, cuatro a?os despu¨¦s de que Marlon Brando reivindicara la camiseta blanca en Un tranv¨ªa llamado deseo, en 1955 llegaba Dean para apropiarse de la gesta. Rod¨® Al este del ed¨¦n, Gigante y Rebelde sin causa, ese manifiesto brutal sobre las cosas importantes de la adolescencia. Natalie Wood y Sal Mineo, que tambi¨¦n participaron en el filme, murieron como el protagonista, j¨®venes y en tr¨¢gicas circunstancias: con solo 24 a?os Jimmy estamp¨® su Porsche 550, Wood se ahog¨® en el mar y a Mineo lo apu?al¨® un yonqui.
River tambi¨¦n corri¨® demasiado, tanto que falleci¨® la misma noche en que lo hizo Federico Fellini. Las estrellas rutilantes del actor y el director se apagaron juntas, en la ¨²ltima d¨¦cada de un siglo que nos permiti¨® empaparnos en la Fontana di Trevi junto a Anita Ekberg, as¨ª como emocionarnos con la defenestraci¨®n creativa de Guido Anselmi en 8?, o desear con todas las fuerzas que esa prostituta ninf¨®mana llamada La Volpina alg¨²n d¨ªa fuera rescatada por alguien que la convirtiera en la nueva reina de Saba. El siglo de Fellini y el tiempo de River acabaron de la mano. La d¨¦cada que empez¨® con un muro en ruinas quiso para s¨ª a quien, con permiso de Kurt Cobain, fue la ¨²ltima estrella maldita del siglo XX.
Portada del libro ¡®Last night at the Viper Room¡¯.
D.R.