La revoluci¨®n de las solteras y su imparable fuerza social
El n¨²mero de mujeres solteras no para de crecer en el mundo occidental. En Espa?a, lo hicieron un 2¡¯6 % en el ¨²ltimo a?o.
No se si se han dado cuenta pero, ¨²ltimamente, abundan reportajes y art¨ªculos que cantan las excelencias de la vida de los sin pareja, adem¨¢s de innumerables libros y algunas pel¨ªculas como Mejor solteras (2016), en la que Dakota Johnson ¨Cque da vida al papel de Alice¨C harta de los latigazos de Christian Grey saborea la vida sin cadenas ni ataduras. El mercado proporciona tambi¨¦n productos para solitarios: agencias de viaje para singles, cruceros, webs de contactos o nuevos espacios habitables, que combinan la independencia de tener el propio apartamento con la ventaja de que...
No se si se han dado cuenta pero, ¨²ltimamente, abundan reportajes y art¨ªculos que cantan las excelencias de la vida de los sin pareja, adem¨¢s de innumerables libros y algunas pel¨ªculas como Mejor solteras (2016), en la que Dakota Johnson ¨Cque da vida al papel de Alice¨C harta de los latigazos de Christian Grey saborea la vida sin cadenas ni ataduras. El mercado proporciona tambi¨¦n productos para solitarios: agencias de viaje para singles, cruceros, webs de contactos o nuevos espacios habitables, que combinan la independencia de tener el propio apartamento con la ventaja de que ¨¦ste se englobe en un entorno com¨²n, con servicios compartidos. Es el caso del co-living space, Old Oak, que se abrir¨¢ este mayo en el este de Londres o de WeLive, en el epicentro financiero del mundo, Wall Street. Alone together, (Basic Books, 2012) el libro de Sherry Turkle, que hace posible esta contradicci¨®n por obra y gracia de la tecnolog¨ªa, es tambi¨¦n la nueva consigna. Estamos hablando, por supuesto, de una tendecia creciente en el mundo Occidental, que ya hemos visto, gracias a este v¨ªdeo que se ha hecho viral en S Moda, que en otros lugares como China lo de estar soltera es casi una maldici¨®n.
Seg¨²n apunta The Washington Post, en el 2015 m¨¢s de la cuarta parte de las casas de EEUU conten¨ªan una sola persona, mientras que en 1940 esa proporci¨®n era solo del 7%. De acuerdo con BBC News, los ¨²ltimos datos de la Office for National Statistics, revelan que el 51% de la poblaci¨®n inglesa y de Wales es soltera, aunque si descontamos a las parejas que viven sin estar casadas, la cifra baja al 40%. En Espa?a, el INE confirma que el n¨²mero de hogares unipersonales es del 25%, uno de cada cuatro, pero est¨¢ cifra va en aumento. Por el momento, los integrantes de esos hogares son sobre todo hombres menores de 65 y viudas en la tercera edad; aunque el n¨²mero de mujeres que viven solas ha crecido en el ¨²ltimo a?o ¨Cun 2,6 %¨C, mientras el de varones en la misma situaci¨®n se ha reducido en un 0,6%. Pero adem¨¢s, el ritmo de crecimiento de los hogares unipersonales habitados por menores de 65 a?os es cinco veces mayor que el de los formados por mayores de esa edad.
Somos animales sociales y nos mantenemos m¨¢s sanos y felices si vivimos acompa?ados. Esta fue la letan¨ªa que escuchamos durante d¨¦cadas, pero ahora que nos comunicamos por email con el compa?ero de trabajo que tenemos enfrente y que podemos tener sexo sin hijos e hijos sin sexo, los lazos sociales, inherentes a la raza humana, parecen haberse redise?ado; mientras nuestro supuesto bienestar f¨ªsico y ps¨ªquico, derivado de nuestra vida en pareja, se pone tambi¨¦n en entredicho. Bella DePaulo es psic¨®loga y cient¨ªfica de proyectos de la Universidad de California, Santa B¨¢rbara; adem¨¢s de una de las m¨¢s fervientes estudiosas y abanderadas de la vida en soledad, que defiende en libros y blogs como Living Single, de Psychology Today; Single at Heart, de PsychCentral y All Things Single (and More). Su ¨²ltima obra, How We Live Now: Redefining Home and Family in the 21 Century (Atria Books, 2015), se a?ade a otros t¨ªtulos anteriores como Lo mejor de ser soltero (Babelcube Inc., 2015) o Solteros se?alados: c¨®mo son estereotipados, estigmatizados e ignorados y a¨²n son felices (Babelcube Inc., 2015).
Lo interesante de DePaulo es que introduce nuevos t¨¦rminos entorno a la solter¨ªa, como ¡°single at heart¡± y ¡°singlism¡±, que sirve para denominar la marginaci¨®n que sufren los que no est¨¢n casados. Seg¨²n cuenta esta psic¨®loga a S Moda, ¡°los solteros tienen m¨¢s dificultades, ya que viven en una sociedad que celebra el matrimonio. Esto es as¨ª en muchos pa¨ªses, incluidos los Estados Unidos. Aqu¨ª la gente que est¨¢ oficialmente casada recibe 1.000 beneficios (fiscales, sociales, laborales) m¨¢s que los que obtienen los solteros. Aunque se puede tener hijos fuera del matrimonio, la mayor parte de las sociedades esperan que las parejas casadas tengan descendencia¡±.
Como apunta Jorge Garc¨ªa Mar¨ªn, soci¨®logo, profesor de la Universidad de Santiago de Compostela y miembro del Centro de Investigaci¨®n de G¨¦nero de dicha universidad, ¡°Engels sosten¨ªa que el concepto de familia actual est¨¢ muy ligado al capitalismo y sistema de producci¨®n, por lo que no es extra?o que si el capitalismo se redefine, esta idea haga lo mismo. Una de las caracter¨ªsticas de la postmodernidad es el individualismo. Con el fin de las utop¨ªas de los a?os 70, se acent¨²a el car¨¢cter hedonista, de vivir el presente y no complicarse mucho la vida. Es lo que Zygmunt Bauman, uno de los soci¨®logos contempor¨¢neos m¨¢s influyentes, llama la modernidad l¨ªquida. El ser humano se adapta a la nueva realidad como un liquido a su envase y los v¨ªnculos humanos son cada vez m¨¢s fr¨¢giles, duran cada vez menos, como la ropa de Zara¡±.
Muchas parejas, si su condici¨®n econ¨®mica se lo permite, optan por vivir su amor en pisos separados, aunque pasen juntos los fines de semana. Para algunos, la explicaci¨®n ser¨ªa que puesto que, en el fondo, saben que la cosa no durar¨¢ mucho, ?para qu¨¦ embarcarse en proyectos y mudanzas! Otros, sin embargo, como DePaulo, creen que existen personas ¡®solteras de coraz¨®n¡¯, que no desean ir en contra de su verdadera naturaleza. ¡°La vida de soltero tiene mucho que ofrecer¡±, asegura esta autora, ¡°cuando est¨¢s solo puedes crear la vida a tu medida. Si tienes los recursos para ello, puedes perseguir tus sue?os y tratar de trabajar en lo que te gusta. Puedes vivir como quieras, viajar a donde quieras. En vez de tener una sola persona importante en tu vida ¨Ctu marido o mujer¨C, puedes cultivar un c¨ªrculo de amigos y familiares que te apoyen y a los que apoyar. Muchos solteros de vocaci¨®n agradecen tener tiempo para ellos mismos. En vez de sentirse desgraciados, cuando est¨¢n solos se sienten reconfortados¡±.
Cada vez m¨¢s mujeres empiezan a engrosar las filas de los solteros de esp¨ªritu; aunque, todav¨ªa, el t¨¦rmino ¡°bachelor¡± describa a un hombre sin pareja, elegante, inteligente y bon vivant; mientras que el equivalente femenino, ¡°solterona¡±, carezca de ese glamour y denote a una mala bestia que no ha podido enganchar a ning¨²n hombre. El diario de Brigitte Jones (2001), ahondaba en el hist¨¦rico d¨ªa a d¨ªa de una treinta?era soltera, cuyas m¨¢ximas obsesiones eran adelgazar y encontrar a su media naranja. Si en la nueva versi¨®n se divorcia es para volver a encontrar pareja y as¨ª cumplir con el obligatorio happy ending. En Y de repente tu (2015), la llegada del hombre y del amor ordenan, al fin, la complicada, alcoh¨®lica y promiscua vida del personaje de Amy Schumer, con una err¨®nea idea del concepto de monogamia, y la canci¨®n Singles ladies, de la Beyonc¨¦ convertida al feminismo, grita en su estribillo ¡°porque si te gustaba eso, deber¨ªas haber puesto un anillo en mi dedo¡±. El mensaje de una sociedad que cambia m¨¢s lentamente que sus individuos es claro: por muy modernas e independientes que seamos, la felicidad y el merecido descanso a nuestros destrozados nervios viste siempre calzoncillos.
Las solteras, una poderosa fuerza social
El creciente n¨²mero de solteras puede tener tambi¨¦n grandes implicaciones a nivel social y pol¨ªtico, como se?ala un interesante art¨ªculo de The Cut titulado The Single american woman y firmado por Rebecca Traister, que ha publicado tambi¨¦n un libro sobre el tema titulado All the single woman. Seg¨²n esta autora, la mujer soltera norteamericana es uno de los grupos que m¨¢s influencia va a tener en las pr¨®ximas elecciones presidenciales de EEUU. Como Traister dice, ¡°para las mujeres menores de 30 a?os, la posibilidad de casarse es, sorprendentemente, peque?a. Hoy, solo el 20% de las norteamericanas de entre 18 y 29 a?os est¨¢n casadas, en comparaci¨®n con el 60%, en 1960¡±.
Este numeroso grupo de mujeres solas y votantes, se traduce en nuevas demandas que van encaminadas a objetivos como la igualdad salarial, el permiso familiar pagado (un ingreso parcial que obtienen los trabajadores que se ausentan de su puesto para cuidar a un hijo o familiar), el sueldo m¨ªnimo (ellas son mayor¨ªa en los trabajos menos remunerados), el derecho al aborto, colegios subvencionados por el estado, un sistema de salud m¨¢s accesible o derechos reproductivos. Cuestiones que hasta ahora no hab¨ªan sido decisivas, pero que los partidos pol¨ªticos y candidatos empiezan a incluir en sus agendas, excepto Donald Trump, que contin¨²a en los a?os de la guerra fr¨ªa, por no decir en el pleistoceno.
La autora de este art¨ªculo relaciona los periodos en los que las mujeres, especialmente las solteras, tuvieron m¨¢s protagonismo, con los de mayor avance social. Por ejemplo, tras las dos guerras mundiales en las que los hombres, ocupados en la batalla, dejaron que ellas tomaran moment¨¢neamente los mandos. ¡°La expansi¨®n de la poblaci¨®n de mujeres no casadas en todas las clases sociales supuso una ruptura pol¨ªtica y social tan profunda como la invenci¨®n del control de natalidad, la revoluci¨®n sexual, la abolici¨®n de la esclavitud, el voto femenino, los derechos civiles, los derechos de los homosexuales o los movimientos obreros, que conformaron la sociedad que hoy conocemos¡±.
Ni menos comprometidos ni menos felices
Aparentemente, la vida de casado multiplica contactos, familia, amigos y oportunidades para socializar, como nos mostraban las pel¨ªculas del Hollywood de los a?os 50, en los que el marido vuelve del trabajo a su chalet con piscina, en el que le espera su esposa con un Martini y un evento programado para la tarde-noche. En el siglo XXI los planes quedan relegados al fin de semana y los vertiginosos d¨ªas laborables de las parejas acaban con una sesi¨®n de tele en el sof¨¢. Cualquiera que tenga amigos casados, y sobre todo si estos tienen hijos, sabr¨¢ lo dif¨ªcil que resulta quedar con ellos face to face.
¡°Generalmente los solteros son los que m¨¢s siguen conectados con sus amistades, vecinos, hermanos o familiares¡±, afirma De Paulo. ¡°Cuando la gente se casa se vuelve m¨¢s insular y se concentra en su n¨²cleo familiar. Es otro concepto err¨®neo sobre los solteros, el que los dibuja como personas que huyen del compromiso. Muchos de ellos tienen m¨¢s tiempo libre que lo dedican a los amigos, familiares mayores o, incluso, a hacer alg¨²n tipo de trabajo social o voluntario para la comunidad¡±.
Vivir rodeado de gente y relaciones tampoco asegura una mayor felicidad o bienestar psicol¨®gico. Si el concepto de paleodieta -comer como nuestros antepasados del paleol¨ªtico- es conocido ya por muchos, ahora viene lo que se empieza a llamar ¡®paleofelicidad¡¯. Una nueva filosof¨ªa que tiene que ver con vivir algo m¨¢s apartado de la sociedad, en peque?as ciudades, sin demasiados amigos y con tiempo para uno mismo. Como explica un art¨ªculo de la revista Times, esta idea conecta con lo que dos psic¨®logos evolutivos; Satoshi Kanazawa, de The London School of Economics and Political Science y Norman Li, de la Singapore Management University, llaman ¡®la teor¨ªa de la felicidad de la sabana¡¯. En su experimento, en el que participaron 15.000 personas de 18 a 28 a?os, llegaron a la conclusi¨®n de que la gente que vive en zonas muy pobladas se siente menos satisfecha con sus vidas, pero este efecto es todav¨ªa m¨¢s evidente entre aquellos individuos con un alto coeficiente intelectual, que necesitan m¨¢s soledad e aislamiento que los dem¨¢s. Estos investigadores explican la teor¨ªa de la sabana mediante la premisa de que ¡°el cebero humano se desarroll¨® satisfaciendo las demandas de un medio como la sabana africana, con una densidad de poblaci¨®n similar a la de la Alaska rural de nuestros d¨ªas, con menos de una persona por kil¨®metro cuadrado¡±. Los evolucionistas creen que la sociedad ha cambiado a un ritmo mucho m¨¢s r¨¢pido que nuestra biolog¨ªa, por lo que nuestro cerebro no est¨¢ todav¨ªa preparado para vivir en un d¨²plex en pleno Manhattan¡±.