La ¨²ltima locura de la moda es salir a la calle en albornoz y zapatillas
Varias firmas suben la bata a la pasarela y otras tantas se atreven con las pantuflas de irse a dormir. La versi¨®n exagerada del ¡®abrigo-bat¨ªn¡¯ y las ¡®slippers¡¯ amezana con ser la microtendencia de la pr¨®xima primavera.
Era cuesti¨®n de tiempo. Despu¨¦s de vivir una invasi¨®n de pijamas de lujo pensados para llevar por la calle o de que lo ¨²ltimo en Liverpool fuese salir de casa con los rulos puestos, el siguiente paso ?l¨®gico? era pisar el asfalto con el albornoz puesto. Desde la opci¨®n ...
Era cuesti¨®n de tiempo. Despu¨¦s de vivir una invasi¨®n de pijamas de lujo pensados para llevar por la calle o de que lo ¨²ltimo en Liverpool fuese salir de casa con los rulos puestos, el siguiente paso ?l¨®gico? era pisar el asfalto con el albornoz puesto. Desde la opci¨®n ¡®reci¨¦n salida de la ducha¡¯ de Alexander Wang hasta el bat¨ªn ¡®tarde en el sof¨¢¡¯ de Band of Outsiders pasando por los ¡®albornoces-toalla¡¯ de Lacoste, la prenda se convierte en una de las microtendencias m¨¢s llamativas que nos dejan las semanas de la moda de cara a la pr¨®xima primavera. Al parecer, Felipe Oliveira ¨Cdirector creativo de la m¨ªtica casa del cocodrilo¨C se inspir¨® en una Brigitte Bardot envuelta en toallas en la pel¨ªcula El Desprecio para crear sus albornoces monocolor, mientras que Alexander Wang se marc¨® un bat¨ªn a lo Jedi de Star Wars en su eterna obsesi¨®n por la ropa c¨®moda y deportiva llevada fuera del gimnasio (y ahora tambi¨¦n de la intimidad del dormitorio).
Pero la tendencia del bat¨ªn callejero no viene sola. Las zapatillas de Dolce & Gabbana, igualitas que las que regalan en cualquier hotel decente, llegaron para confirmar que la ropa y las zapatillas de estar por casa quieren romper barreras y escapar de la familiaridad del hogar. O lo que es lo mismo: la nueva musa de la moda es tu vecina del quinto, esa que baja a por el pan en bata y pantuflas sin ning¨²n tipo de complejo. Y lo m¨¢s rese?able del asunto es que la mism¨ªsima Anna Wintour ha dado su benepl¨¢cito a las babuchas de toalla. ?Mi pieza favorita del desfile son las zapatillas de hotel convertidas en Dolce & Gabbana ¨Clos dise?adores hasta le estamparon las cinco estrellas propias de las posadas de categor¨ªa¨C. Ese fue el ¨²nico elemento que not¨¦ que todas las modelos quer¨ªan tener y que, desde luego, yo misma deseo. Me encanta su apropiaci¨®n de piezas normales y de c¨®mo les han dado el giro Dolce?, ha declarado la editora m¨¢s famosa de todos los tiempos. El calzado, que se present¨® en versi¨®n cerrada y tambi¨¦n tipo chancla dejando los dedos al descubierto, tuvo su r¨¦plica en la colecci¨®n de Giamba (hermana peque?a de Giambattista Valli dirigida a un p¨²blico m¨¢s joven). El italiano present¨® una interpretaci¨®n de la zapatillas de estar por casa m¨¢s sofisticada con distintos estampados y suela de purpurina. Ambas apuestas vienen a confirmar que a los ¡®millennials¡¯, a quienes se dirigen ambas colecciones, le gustan este tipo de extravagancias a la altura de las chanclas peludas de Rihanna.
Si echamos la vista atr¨¢s, caemos en la cuenta de que el albornoz y las zapatillas son la evoluci¨®n natural y exagerada de tendencias que han triunfado bastante las ¨²ltimas temporadas. ?Se acuerdan del abrigo-bat¨ªn, ese que no llevaba botones y se anudaba a la cintura con un cintur¨®n estilo albornoz? ?Y de los zapatos popularizados como slippers por su similitud con el calzado para irse a dormir? Ambas prendas triunfaron en el street style y llegaron a convencer a compradores de a pie, que se pasearon por las ciudades de medio mundo ataviados con sus abrigos rosas con pinta de guardapolvo y sus bailarinas-pantufla. Ahora la moda, siempre dispuesta a ironizar y llevar las cosas al extremo, pone a desfilar las prendas originales que inspiraron aquellas tendencias. Y aunque salir a la calle cual Hugh Hefner no tiene pinta de convertirse en tendencia masiva, a buen seguro ser¨¢ carne de Instagram y de alg¨²n que otro estudiado look en las semanas de la moda venideras. Rihanna, una vez m¨¢s, ya lo hab¨ªa llevado primero y en m¨¢s de una ocasi¨®n.
Antes de que la pasarela encumbrara el atrezzo de lo que los americanos llamar¨ªan ¡®Netflix and Chill¡¯ (tarde de mantita y peli), las firmas especializadas en la ropa de cama para no dormir ya comercializaban varias versiones. Olivia von Halle, autora de los pijamas diurnos de Kate Moss, combina sus aclamados dos piezas de seda con una buena oferta de batines y delicados albornoces a precio de oro. F.R.S (For Restless Sleeper), la firma capitaneada por la italiana Francesca Ruffini, se ha convertido en m¨¢xima representante de los trajes pijameros para salir de fiesta o ir a la oficina y tampoco se olvida de incluir en su cat¨¢logo batas convertidas en vestidos. Si sus pijamas de lujo han conquistado a Giovanna Battaglia o Candela Novembre, sus sofisticados guardapolvos tienen todas las papeletas para seguir ganando adeptas. Al fin y al cabo, la avanzadilla de esta tendencia ya ha llegado a las calles: el kimono largo o bat¨ªn es una de las prendas preferidas por las invitadas a las semanas de la moda y parece el abrigo m¨¢s buscado para estos d¨ªas de entretiempo.
Si van a intentarlo en casa (o m¨¢s bien fuera de ella) no hagan como Katharine K Zarrella. La fundadora y editora de la web especializada Fashion Unfiltered ironizaba en este hilarante art¨ªculo c¨®mo impulsada por la pasarela decidi¨® presentarse en el ¨²ltimo desfile de Hood by Air ataviada con su bata de seda negra sin percatarse de la mancha de pasta de dientes que ten¨ªa en la zona del cuello. Entre el p¨²blico, Mel Ottenberg ¨Cestilista de Rihanna¨C aplaudi¨® su elecci¨®n al mismo tiempo que le confesaba que probablemente ¨¦l jam¨¢s saldr¨ªa de su apartamento en albornoz. Si ni siquiera ¨¦l tiene en mente pasear sus batas de Versace por Nueva York, definitivamente parece poco probable que el resto del universo se atreva a asomarse a la calle con una de franela.
Actualizaci¨®n: Miu Miu cerraba la semana de la moda de Par¨ªs con una colecci¨®n retro inspirada en los 60 en la que sus veraneantes desfilaron ataviadas con abrigos-albornoz. Si lo dice Miuccia Prada va a misa: la bata est¨¢ dispuesta a tomar las calles.