Lammily, la mu?eca ¡®normal¡¯ con celulitis que compite contra Barbie
Sale a la venta un nuevo juguete con medidas m¨¢s realistas que las de la cintura de avispa de la famosa mu?eca de Mattel. Mientras, un libro de Barbie desata la pol¨¦mica por fomentar el sexismo.
¡°No es como otras mu?ecas. Es m¨¢s fuerte que la Barbie as¨ª que podr¨ªa hacer gimnasia y correr¡±.
¡°Se parece a mi hermana¡±.
¡°Es muy guapa¡±.
¡°Parece normal. Es m¨¢s ancha que la Barbie y sonr¨ªe m¨¢s que ella¡±.
Estas son algunas de las reacciones de varios ni?os y ni?as de segundo grado (entre los 7 y los 8 a?os) cuando ven por primera vez a la mu?eca Lammily y comparan sus dimensiones con las del cuerpo de Barbie.
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¡°No es como otras mu?ecas. Es m¨¢s fuerte que la Barbie as¨ª que podr¨ªa hacer gimnasia y correr¡±.
¡°Se parece a mi hermana¡±.
¡°Es muy guapa¡±.
¡°Parece normal. Es m¨¢s ancha que la Barbie y sonr¨ªe m¨¢s que ella¡±.
Estas son algunas de las reacciones de varios ni?os y ni?as de segundo grado (entre los 7 y los 8 a?os) cuando ven por primera vez a la mu?eca Lammily y comparan sus dimensiones con las del cuerpo de Barbie.
Hace ocho meses el artista digital y experto en viralizar todo lo que toca, Nickolay Lamm, revolucion¨® la red con su idea de ofrecer una alternativa m¨¢s realista a las tir¨¢nicas medidas de Barbie. A las 24 horas de crear su crowdfunding hab¨ªa recaudado m¨¢s de los 95.000 d¨®lares (68.000 euros) que necesitaba para financiar su creaci¨®n y las donaciones llegaron a sumar la escalofriante cifra de 501.384 d¨®lares (unos 400.000 euros), logrando multiplicar por cinco su presupuesto inicial.
¡°La idea surgi¨® porque me di cuenta de que la mayor¨ªa de las mu?ecas parecen super modelos. Aunque no hay nada de malo en ello, quer¨ªa crear algo que demostrase a las ni?as que tambi¨¦n est¨¢ bien no ser como una modelo¡±, cuenta por correo electr¨®nico a S Moda. Esta idea convenci¨® a los medios, que no dudaron en hacer de altavoces del proyecto, y a sus patrocinadores, que le permitieron materializarlo en tiempo r¨¦cord: Lammily, ¡°la primera mu?eca hecha con las proporciones t¨ªpicas del cuerpo humano para promover est¨¢ndares de belleza realistas¡±, ya est¨¢ lista para convertirse en regalo de Navidad por un precio de 25 d¨®lares (unos 20 euros).
Las premisas iniciales promet¨ªan una mu?eca de belleza y medidas alejadas de las imposibles hechuras de Barbie, con unos h¨¢bitos de vida saludables y un estilo distinto que prescind¨ªa del maquillaje. El artista ha estudiado la altura y proporciones medias de las chicas americanas de 19 a?os (edad de Lammily) para que su aspecto sea lo m¨¢s fiel posible al de la mujer promedio. Esto se traduce en un cuerpo m¨¢s ancho y corto que el de la ic¨®nica mu?eca de Mattel.
Lammily (quien no est¨¦ conforme con el nombre puede crearle un pasaporte y cambi¨¢rselo) no viene sola. Como toda mu?eca, cuenta con una variada oferta de prendas y complementos para variar su aspecto inicial (su atuendo por defecto est¨¢ compuesto por camisa degradada, shorts vaqueros y zapatillas blancas). Pero su vestuario est¨¢ en las ant¨ªpodas de los vestidos y taconazos rosas de Barbie. Inspir¨¢ndose en los estilos estereot¨ªpicos de varias ciudades del mundo, su guardarropa apuesta por los tejidos vaqueros, los cortes amplios y la comodidad del calzado plano.
Sus medidas corresponden a las de una mujer (de 19 a?os) promedio.
Cortes¨ªa de Nickolay Lamm
Pero lo m¨¢s sorprendente llega con los accesorios. Por 6 d¨®lares (algo menos de 5 euros) se puede adquirir un pack de pegatinas que permite cambiar el aspecto de la mu?eca y adaptarlo a las distintas situaciones que puede experimentar una chica de su edad: desde adhesivos que simulan el acn¨¦, la celulitis, las estr¨ªas o las pecas hasta los que reproducen peque?os rasgu?os, picaduras de mosquito, tatuajes o gafas.
Y si Barbie ten¨ªa a Ken como compa?ero de juegos, Lammily tambi¨¦n compartir¨¢ su reci¨¦n estrenada existencia con un 'hombre' menos musculado que el de Mattel. Seg¨²n nos cuenta su creador, tiene previsto ampliar en 2015 la l¨ªnea de juguetes comercializando una versi¨®n masculina y varios mu?ecos de diferentes etnias y cuerpos.
La pegatina con granos en la frente de esta mu?eca materializa el lema de su creador: ?La imperfecci¨®n no es un problema?.
Cortes¨ªa de Nickolay Lamm
La pol¨¦mica profesi¨®n de una mu?eca
Lamm tambi¨¦n refiere a ese debate que lleva a?os acompa?ando a la mu?eca rubia m¨¢s famosa de todos los tiempos. ¡°Cuando nos fijamos en el mercado de la mu?ecas vemos que est¨¢ dominado por divas, princesas y sirenas. Tambi¨¦n es cierto que encarnan diferentes profesiones y lo aplaudo pero ?qu¨¦ pasa con los pasos reales que tienen que dar las ni?as para alcanzar esas metas?¡±, se pregunta el artista.
Solo hay que ver el video que da comienzo a estas l¨ªneas para percibir que el aspecto f¨ªsico de uno u otro juguete puede influir en las connotaciones que los ni?os perciben. Cuando se les pregunta por las profesiones que podr¨ªa desempe?ar Lammily entre sus respuestas figuran las de profesora, piloto, inform¨¢tica o nadadora. Sin embargo, Barbie sigue estigmatizada por su aspecto a pesar de que haya pasado por 150 profesiones hasta la fecha. ¡°Modelo, maquilladora o profesora de nataci¨®n¡± son los trabajos que los peque?os asocian al juguete de Mattel.
Aunque esto no es una pol¨¦mica nueva, se ha visto avivada en los ¨²ltimos d¨ªas por la ¨²ltima metedura de pata de la mu?eca rubia. El libro titulado: Barbie: Puedo ser ingeniera inform¨¢tica ha desatado una aut¨¦ntica tormenta de cr¨ªticas en Amazon. Aunque el libro ya lleva tiempo en el mercado, un art¨ªculo de la actriz, productora y guionista estadounidense Pamela Ribon ha puesto todas las miradas sobre ¨¦l por incluir contenido sexista.
El argumento sit¨²a a Barbie como una ingeniera programadora que trabaja en el dise?o de un juego de perritos. El problema viene cuando Skipper le pregunta si puede jugar. ¡°S¨®lo estoy creando el dise?o", contesta Barbie riendo. ¡°Voy a necesitar la ayuda de Steven y Brian para convertirlo en un juego de verdad¡±, espeta la mu?eca.
Pero la cosa no queda aqu¨ª. Cuando Barbie intenta enviar un mail a sus amigos para solicitar su ayuda, un virus transmitido a su ordenador por culpa de su pen drive con forma de coraz¨®n se lo impide. Aunque una profesora de inform¨¢tica se ofrece a repararlo, son Steven y Brian los que terminan solucionando el problema porque ¡°ellos lo hacen m¨¢s r¨¢pido¡±.
Las cr¨ªticas tachan a la mu?eca rubia de convertirse por en¨¦sima vez en un referente negativo para los ni?os y una p¨¢gina web llamada Feminist Hacker Barbie nace con el objetivo de mejorar los pol¨¦micos di¨¢logos (cada usuario puede escribir su propia correcci¨®n) y conseguir que Barbie sea por s¨ª misma, y sin ayuda masculina, una buena ingeniera.
Esta es una de las modificaciones que en Twitter retira el sexismo del di¨¢logo inicial:
Mattel ha pedido disculpas en su p¨¢gina de Facebook alegando que ¡°la representaci¨®n de Barbie en esta historia espec¨ªfica no refleja la visi¨®n que la marca tiene sobre lo que esta mu?eca representa. Creemos que las ni?as deben estar en facultad de entender que todo es posible y que viven en un mundo sin l¨ªmites. Lamentamos que este libro no refleje esa filosof¨ªa¡±. La firma de juguetes tambi¨¦n se compromete a retratar a Barbie a partir de este momento como una 'mujer' poderosa que pueda servir de inspiraci¨®n para las m¨¢s peque?as.