Futurista, valiente, extravagante: la fascinante historia de Larry LeGaspi
Creador de las prendas m¨¢s m¨ªticas de bandas como Labelle o Kiss, es la inspiraci¨®n de Rick Owens en su colecci¨®n para este oto?o.
Batallar por la individualidad fue siempre su objetivo: al acabar el instituto, Larry LeGaspi hizo las maletas y abandon¨® Lakewood, ciudad de Nueva Jersey en la que hab¨ªa nacido en 1950. ?Era un ni?o muy introvertido y t¨ªmido que fue acosado durante la infancia. Siempre dese¨® romper con eso?, recordaba la que fuera su esposa, Val LeGaspi. El peque?o Larry devoraba c¨®mics de Flash Gordon, libros de H. G. Wells, pel¨ªculas de serie B y tebeos de Katy Keene, personaje del universo Archie que invitaba a los lectores a dise?arle vestidos, joyas y otros objetos que, posteriormente, e...
Batallar por la individualidad fue siempre su objetivo: al acabar el instituto, Larry LeGaspi hizo las maletas y abandon¨® Lakewood, ciudad de Nueva Jersey en la que hab¨ªa nacido en 1950. ?Era un ni?o muy introvertido y t¨ªmido que fue acosado durante la infancia. Siempre dese¨® romper con eso?, recordaba la que fuera su esposa, Val LeGaspi. El peque?o Larry devoraba c¨®mics de Flash Gordon, libros de H. G. Wells, pel¨ªculas de serie B y tebeos de Katy Keene, personaje del universo Archie que invitaba a los lectores a dise?arle vestidos, joyas y otros objetos que, posteriormente, eran incorporados por los dibujantes en las historias.
?Las ideas para mis dise?os proceden de mis fantas¨ªas infantiles. Sue?o con otros planetas y gracias a mi imaginaci¨®n voy a lugares muy extra?os?, explicar¨ªa LeGaspi: ?Es como si el espacio fuera la ¨²nica direcci¨®n en que debiera ir?. Ante la imposibilidad de viajar al cosmos, Nueva York era lo que m¨¢s se le parec¨ªa. Lleg¨® a la ciudad en 1968, se matricul¨® en el Fashion Institute of Technology y, con una m¨¢quina de coser comprada en Salvation Army, la ONG para veteranos de guerra, empez¨® a experimentar. Su primera colecci¨®n, Mother Superior Clothing, estaba compuesta por t¨²nicas y blusas con iconograf¨ªa cristiana, en la l¨ªnea de lo que se llam¨® Jesus Freaks, t¨¦rmino para referirse a ese movimiento a medio camino entre el hipismo y la est¨¦tica paleocristiana de musicales como Jesucristo Superstar o Godspell. La colecci¨®n se puso a la venta en Abracadabra, popular tienda del SoHo neoyorquino, y fue todo un ¨¦xito. Tanto, que al a?o siguiente, en 1972, LeGaspi se anim¨® a abrir su propio local junto a Richard Erker y Rob Cornucio. Lo llamaron Moonstone, decoraron su interior con estalactitas plateadas, una reproducci¨®n en pedrer¨ªa de la V¨ªa L¨¢ctea en el techo y, por primera vez, mostr¨® las prendas que siempre so?¨®.
?La gente pensaba que vend¨ªa disfraces de Halloween?, recordaba el dise?ador. Y, de hecho, ese fue el t¨¦rmino que emple¨® Patti LaBelle, la int¨¦rprete de soul y rithm and blues, para referirse a sus creaciones cuando el dise?ador le propuso confeccionar gratis los trajes para la siguiente gira de su grupo. ?Cari?o, hazme cualquier cosa. Me encantar¨¢ tener un nuevo disfraz?, le dijo la cantante. Ambos se conoc¨ªan desde que el dise?ador lleg¨® a Nueva York. ?Hab¨ªa una docena de personas que ven¨ªan a todos los espect¨¢culos. Incluso cuando toc¨¢bamos en locales del Village estaban all¨ª?, relataba la cantante. ?Por eso, no le pedimos que nos dise?ase algo en especial, surgi¨® de manera natural por la relaci¨®n que ten¨ªamos?, explica. El modisto y sus amigos eran habituales de los clubes de la ciudad, en los que tambi¨¦n hab¨ªan conocido a estrellas como Grace Jones y Divine, para la que hizo el vestuario de su espect¨¢culo Pork. Fue amigo de John Waters, y la modelo Pat Cleveland acud¨ªa a ¨¦l para que le confeccionara ropa.
LaBelle quedaron tan contentas con el trabajo de LeGaspi, que le encargaron el vestuario para la gala del Met de 1974 cuyo lema era Wear Something Silver, y as¨ª aparecieron, vestidas de plateado. Por si no fuera suficiente, posaron con sus dise?os cuando la revista musical Rolling Stone les propuso ser el primer grupo negro en protagonizar la cubierta de la cabecera.
Cuando la portada de LaBelle se public¨® en julio de 1975, el dise?ador Rick Owens estaba a punto de cumplir 13 a?os. Aunque en esa edad tal vez no fuera consciente de qui¨¦n era realmente Larry LeGaspi, la aparici¨®n de sus creaciones en revistas y programas de televisi¨®n hicieron mella en ese chaval nacido en el peque?o pueblo de Porterville, California. M¨¢s de cuatro d¨¦cadas despu¨¦s, Owens ha presentado una colecci¨®n oto?o-invierno 2019-20 inspirada en los dise?os futuristas del dise?ador de Lakewood. El inter¨¦s del californiano por el trabajo de LeGaspi comenz¨® alrededor de 2002, cuando descubri¨® la importancia del dise?ador y tambi¨¦n que no hab¨ªa apenas documentaci¨®n sobre su carrera. ?Voy a hablar de ¨¦l siempre que pueda?, declar¨® a la revista Plaza. La obsesi¨®n de Owens fue lo que convenci¨® a su viuda, que le dio acceso al archivo de su esposo: bocetos, fotograf¨ªas, recortes de prensa y prendas que se encontraban en su casa de Long Island desde la muerte del dise?ador y que Val hab¨ªa catalogado con la ayuda de dos amigas.
Juntos han dado forma a LeGaspi: Larry LeGaspi, the 70s, and the Future of Fashion, las memorias in¨¦ditas del dise?ador que publicar¨¢ la editorial Rizzoli en septiembre acompa?adas de fotograf¨ªas personales y figurines como los realizados para Kiss. La banda formada en 1973 por Gene Simmons, Paul Stanley, Peter Criss y Ace Frehley se hizo famosa por su espectacular directo que inclu¨ªa pirotecnia, juegos de luces, escenograf¨ªa y en el que, en consecuencia, era imprescindible un vestuario llamativo. El grupo, harto de tener que comprar parafernalia sadomasoquista en sex shops para sus atuendos, le encarg¨® a LeGaspi el vestuario de sus giras. El resultado fue tan impactante, funcionaba tan bien con la iluminaci¨®n y puesta en escena y era tan c¨®modo para moverse en el escenario, que artistas como George Clinton, l¨ªder de Parliament y Funkadelic, tambi¨¦n recurrieron a ¨¦l para desarrollar sus espect¨¢culos afrofuturistas.
Si bien lo m¨¢s ic¨®nico de sus trabajos era el aspecto exterior, LeGaspi fue un pionero en la experimentaci¨®n con nuevos tejidos como el Thinsulate. ?Son telas que abrigan sin necesidad de pesar?, explicaba sobre unos materiales que eran todo ventajas salvo por una cosa: el precio. De hecho, el alto coste de sus creaciones fue el mayor escollo para producir una l¨ªnea pr¨ºt-¨¤-porter de trajes futuristas. Nunca lo logr¨®. Lo que s¨ª mantuvo fue su l¨ªnea de ropa en la que mezclaba prendas futuristas hechas a medida y otras m¨¢s accesibles que llegaron hasta la alta sociedad. Tal y como Val declar¨®, algunas mujeres utilizaban LeGaspi en lugar de Halston. De hecho, en su colecci¨®n conviv¨ªan los vestidos voluptuosos venidos del futuro y los monos y leotardos de tejido tecnol¨®gico con vestidos de sat¨¦n o prendas de punto delicado.
La venganza del tiempo
Larry LeGaspi falleci¨® en 2001 de sida. Desde que se conocieron en los setenta, ¨¦l y Val mantuvieron una relaci¨®n abierta que les permit¨ªa disfrutar de la amplia oferta de placeres que ofrec¨ªa el NuevaYork de la ¨¦poca. Se casaron en el 82 y, adem¨¢s de pareja sentimental, fueron un prol¨ªfico d¨²o profesional que ten¨ªa su atelier en la misma manzana que su apartamento, para alargar las jornadas de trabajo lo que fuera necesario. All¨ª, en ese taller que no cerraba nunca, recib¨ªan a amigos outsiders del mundo de la moda como Bill Cunningham.
Larry y Val LeGaspi conformaron un equipo antol¨®gico de la escena de los a?os setenta. Su primera aparici¨®n oficial como pareja fue en la gala Met en diciembre del a?o 1979, en la que Val luci¨® un vestido rojo con vol¨²menes, cola de sirena y un maquillaje marcado con el cabello platino, algo inusual en aquel momento cuando solo Madonna y Debbie Harry se atrev¨ªan a utilizarlo. Aquella se convirti¨® en una foto ic¨®nica de la pareja. Ella ha declarado en ocasiones que verse en uno de esos trajes, normalmente reservados para mujeres de f¨ªsico poderoso, la elev¨® a otra dimensi¨®n. ?Larry nunca recibi¨® una cobertura mayor que cuando llev¨¦ aquel vestido?, contaba la pareja del dise?ador.
En 1984 esa efervescencia creativa novedosa y ese ¨ªmpetu que caracterizaba su obra se agotaron. LeGaspi se retir¨® del mundo de la moda, se radic¨® en el campo, en su casa de Long Island. All¨ª se dedic¨® a descansar, dej¨® de dise?ar y tambi¨¦n de relacionarse con su grupo de vanguardia neoyorquino. ?l y su ropa cayeron en el olvido. Como explicaba su viuda, Val LeGaspi: ?La industria de la moda nunca le tom¨® en serio, sab¨ªa que estaba demasiado adelantado a su tiempo?. Ahora, gracias a la colecci¨®n de Rick Owens y a su biograf¨ªa, su tiempo ha llegado. De nuevo.