Llamadnos cursis, pero nos sigue encantando ¡®Sonrisas y l¨¢grimas¡¯
Se cumplen 50 a?os del estreno de la pel¨ªcula que Lady Gaga homenaje¨® en los Oscar. Recordamos por qu¨¦ sobran las razones para reivindicar esta obra maestra de la felicidad.
Sonrisas y l¨¢grimas (The Sound of Music, Robert Wise, 1965) celebra 50 a?os de existencia por todo lo alto. La cosa no es para menos. Desde su estreno en 1965 no ha dejado de estar entre los espect¨¢culos favoritos de sucesivas generaciones y entre las pel¨ªculas m¨¢s populares del siglo XX. Del seguidor recalcitrante de musicales de Broadway al p¨²blico general y de todas las edades, Sonrisas y l¨¢grimas es capaz de unir las sensibilidades m¨¢s diversas y opuestas. Las canciones de la obra han acabado por convertirse en cl¨¢sicos para g¨¦...
Sonrisas y l¨¢grimas (The Sound of Music, Robert Wise, 1965) celebra 50 a?os de existencia por todo lo alto. La cosa no es para menos. Desde su estreno en 1965 no ha dejado de estar entre los espect¨¢culos favoritos de sucesivas generaciones y entre las pel¨ªculas m¨¢s populares del siglo XX. Del seguidor recalcitrante de musicales de Broadway al p¨²blico general y de todas las edades, Sonrisas y l¨¢grimas es capaz de unir las sensibilidades m¨¢s diversas y opuestas. Las canciones de la obra han acabado por convertirse en cl¨¢sicos para g¨¦neros como el jazz o el pop. Julie Andrews confirmaba su liderazgo y estatus de estrella cinematogr¨¢fica despu¨¦s de su triunfo con Mary Poppins y el musical como g¨¦nero cinematogr¨¢fico viv¨ªa su ¨²ltima gran explosi¨®n en la pantalla. Tuvimos que esperar hasta Grease para que vuelva a producirse un fen¨®meno cinematogr¨¢fico de igual proyecci¨®n popular. Hace cincuenta a?os la leyenda de Sonrisas y l¨¢grimas se abr¨ªa de par en par en 70mm y sistema Todd-AO.
Llamadnos cursis, pero estas son las razones que nos llevan a seguir amando esta pel¨ªcula cinco d¨¦cadas despu¨¦s:
1.Do-Re-Mi
?Qui¨¦n no ha tarareado en su vida alguna de las canciones de Sonrisas y l¨¢grimas? Pocos musicales han conseguido reunir en su banda sonora canciones tan pegadizas, recordadas e invencibles al paso del tiempo como My Favorite Things, Do-Re-MI, Edelweiss o la misma The Sound of Music que daba t¨ªtulo a la comedia musical. Richard Rodgers, en la m¨²sica, y Oscar Hammerstein II, en las letras, creaban una serie de secuencias musicales mezclando la m¨²sica popular, la balada tradicional, himnos y canciones folkl¨®ricas que acabar¨ªan dando como resultado uno de los discos de bandas sonoras m¨¢s vendidos de la historia de la m¨²sica en pleno reinado de los sonidos pop.
2. La novicia rebelde
Su ¨¦xito no se puede entender sin la figura de Julie Andrews, aunque en el teatro la comedia musical hab¨ªa sido estrenada en 1959 por la veterana Mary Martin, para la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica no hubo ninguna duda: el papel hab¨ªa nacido para la actriz brit¨¢nica. Por cierto, que emocionante fue verla aparecer emocionada en ls ceremonia de los Oscar, aunque de eso hablaremos m¨¢s tarde.
Andrews se quit¨® aceptando el papel la espina que hab¨ªa supuesto My Fair Lady (aunque la hab¨ªa interpretado con ¨¦xito en el teatro junto a Rex Harrison, en su adaptaci¨®n a la pantalla fue sustituida por Audrey Hepburn). El personaje de la pel¨ªcula y las canciones se funden en la figura y en la voz de la actriz que transmite ese aliento de juventud eterna que parece haberse conservado en todo este medio siglo en la pel¨ªcula. ?Qui¨¦n se atreve a realizar un remake del filme con estos antecedentes?
3. Rodgers y Hammerstein, un d¨²o irrepetible
El musical The Sound of Music se?al¨® la ¨²ltima colaboraci¨®n entre Richard Rodgers y Oscar Hammerstein a causa del fallecimiento de este ¨²ltimo unos meses despu¨¦s de su estreno teatral. Sonrisas y l¨¢grimas cerraba dos d¨¦cadas de creaci¨®n de grandes musicales, con sus ¨¦xitos y tambi¨¦n con sus fracasos ¨Cel conocido flop¨C que se hab¨ªa iniciado con Oklahoma y que dar¨ªa, entre otros, cl¨¢sicos de la historia del musical como South Pacific, El rey y yo y, por supuesto, Sonrisas y l¨¢grimas, su mayor ¨¦xito popular. La versi¨®n original alcanzar¨¢ las 1.443 representaciones y desde su estreno no ha dejado de reponerse cada temporada en alguna parte del mundo. Gran ¨¦xito de taquilla para la Fox que no dud¨® en lanzarse a producir una serie de musicales para la pantalla: Hello Dolly, Doctor Dolittle¡ Ninguno de ellos conseguir¨¢ repetir el bombazo de Sonrisas y l¨¢grimas. La propia Julie Andrews ser¨¢ la protagonista de uno de sus fracasos m¨¢s sonados: Star (Robert Wise, 1967).
Cordon Press
4. La melod¨ªa de la felicidad
La reivindicaci¨®n del derecho a la felicidad como la fuerza que mueve el mundo frente a todas las adversidades, incluido un r¨¦gimen tan perverso como el nazismo que acecha al clan familiar. Los personajes de Sonrisas y l¨¢grimas ¨Cbasados en la c¨¦lebre Familia Trapp¨C conquistan esa felicidad gracias al poder de la m¨²sica y las canciones que entran en sus vidas de la mano de esa novicia mel¨®mana ¨Cde aspecto algo asexuado¨C que desembarca en la mansi¨®n con su guitarra a cuestas. Casi medio siglo despu¨¦s otra 'monja' mucho m¨¢s lenguaraz e irreverente interpretada por Whoopi Goldberg volver¨¢ a poner de relieve esa alianza poderosa entre h¨¢bitos monjiles y m¨²sica pop.
5. Toda obra de arte necesita de unas gotas de kitsch
Sentimental, almibarada, cursi, no apta para diab¨¦ticos¡ Los anatemas no han dejado de llover a lo largo de todos estos a?os sobre la comedia musical, pero, ?qu¨¦ ser¨ªa de este espect¨¢culo sin esas gotas de kitsch que corren por su ADN? Como g¨¦nero donde la fantas¨ªa sustituye a la realidad o a la l¨®gica m¨¢s aplastante, el musical necesita del kitsch como arte supremo de lo artificio, como emisor infatigable de sentimentalismo, como operador inoxidable de emociones. Sonrisas y l¨¢grimas no renuncia a esos ingredientes pero acaba por transformarlos por la misma fuerza de sus im¨¢genes, de su m¨²sica y de sus int¨¦rpretes. En ese paisaje de tarjeta postal tan querido por el kitsch, la ciudad de Salzburgo a?ad¨ªa al nombre de Mozart, otra referencia imprescindible a partir de ahora en su geograf¨ªa ic¨®nica: la pel¨ªcula Sonrisas y l¨¢grimas.
6. Lady Gaga y Julie Andrews, el abrazo que nos puso la piel de gallina
Una artista como Lady Gaga puso de relieve la inmortalidad de Sonrisas y l¨¢grimas y de paso a nosotros, la carne de gallina, cuando en esta ¨²ltima edici¨®n de los Oscars interpret¨® una selecci¨®n de canciones de la comedia musical. Gaga levant¨® de sus asientos a lo m¨¢s importante de Hollywood y recibi¨® una gran ovaci¨®n. La diva musical y emblema de la transgresi¨®n art¨ªstica escrib¨ªa el pen¨²ltimo cap¨ªtulo de Sonrisas y l¨¢grimas y lo sellaba con un abrazo emocionante con la gran Julie Andrews.