Los so?adores sin papeles, por Ana Pastor
En los ¨²ltimos tres a?os el Gobierno de EE?UU ha expulsado a 1,2 millones de inmigrantes
Tiene miedo pero ha decidido dar el paso. Est¨¢ convencido de que debe salir de las tinieblas y cambiar su destino. A pesar del riesgo, va a hacerlo. Se lo debe a su familia que luch¨® para que tuviera esa vida mejor que a¨²n no ha llegado. Es la historia de cualquiera de los 1,7 millones de inmigrantes que est¨¢n a punto de evitar ser deportados de Estados Unidos. Se les denomina ?so?adores? y son ni?os y j¨®venes estudiantes. Llegaron al pa¨ªs de manera ilegal de la mano de unos padres que buscaban el sue?o americano. Abandonaron M¨¦xico, Guatemala, Honduras¡ y despu¨¦s de tanto tiempo en EE?UU, a...
Tiene miedo pero ha decidido dar el paso. Est¨¢ convencido de que debe salir de las tinieblas y cambiar su destino. A pesar del riesgo, va a hacerlo. Se lo debe a su familia que luch¨® para que tuviera esa vida mejor que a¨²n no ha llegado. Es la historia de cualquiera de los 1,7 millones de inmigrantes que est¨¢n a punto de evitar ser deportados de Estados Unidos. Se les denomina ?so?adores? y son ni?os y j¨®venes estudiantes. Llegaron al pa¨ªs de manera ilegal de la mano de unos padres que buscaban el sue?o americano. Abandonaron M¨¦xico, Guatemala, Honduras¡ y despu¨¦s de tanto tiempo en EE?UU, a d¨ªa de hoy, no existen para la Administraci¨®n.
Hace unas semanas el Gobierno puso en marcha un proceso legal por el que todos ellos podr¨¢n salir de las sombras si llegaron antes de cumplir los 16 a?os, si pueden demostrar que no tienen en la actualidad m¨¢s de 31 a?os y si pueden acreditar que han vivido en Estados Unidos en periodos superiores a cinco a?os. Adem¨¢s deben estar matriculados en alg¨²n tipo de estudio y no haber sido condenados jam¨¢s por delitos graves.
Es un paso importante porque quienes puedan cumplir los requisitos y presentar toda la documentaci¨®n evitar¨¢n ser deportados. Despu¨¦s podr¨¢n continuar con sus estudios, conseguir el carnet de conducir o un vital n¨²mero de referencia para la Seguridad Social. Sin embargo, no podr¨¢n obtener el permiso de residencia¡ no ser¨¢n ciudadanos de pleno derecho. Y a todo ello hay que sumar la dificultad que implica esta decisi¨®n para el resto de la familia. Los j¨®venes buscan salir de las sombras y su regulaci¨®n, pero es un proceso solo para ellos, sus padres seguir¨¢n sin papeles y quedar¨¢n localizados y expuestos por la salida de sus hijos de esa oscuridad legal. Las autoridades aseguran que en ning¨²n caso entregar¨¢n la informaci¨®n a los responsables de Inmigraci¨®n, pero el miedo es tan real como libre y en este caso se acompa?a de datos incontestables: en los ¨²ltimos tres a?os el Gobierno ha expulsado a 1,2 millones de inmigrantes, muchos de ellos latinos. Y esa decisi¨®n la ha tomado el actual presidente.
?Qu¨¦ ocurrir¨¢ si Obama no gana? El republicano Romney podr¨ªa revocar la denominada ?orden diferida? y todos volver¨ªan a la clandestinidad. Jan Brewer, gobernadora republicana de Arizona, ha dejado claro que ella no acepta esas nuevas reglas de juego y no les conceder¨¢, por ejemplo, el carnet de conducir.
A casi nadie se le escapa que el Gobierno hace este movimiento a meses de las elecciones presidenciales de noviembre, en las que los hispanos tienen cada vez m¨¢s peso. La influencia aumenta en los medios de comunicaci¨®n, pero los latinos son tambi¨¦n una importante fuerza econ¨®mica que est¨¢ contribuyendo a sacar al pa¨ªs de la crisis. Sin embargo, muchos siguen recibiendo el castigo de vivir ocultos, de no poder sentirse parte del pa¨ªs al que pertenecen y al que llegaron sin decidirlo por ser solo unos ni?os.
Estos d¨ªas son cientos los testimonios de ?los so?adores? que aparecen en algunos medios de EE?UU y de sus pa¨ªses de origen. Pero quiz¨¢ hay uno que resume y simboliza cientos de miles de historias personales y ha sido desvelado por The New York Times. Noe tiene 26 a?os. Naci¨® en M¨¦xico pero lleg¨® a EE?UU cuando ten¨ªa cuatro. Desde entonces ha vivido de manera ilegal. Cree que su vida puede cambiar y le da una oportunidad a la esperanza. ?Es como dar alas a la gente que quiere volar?, asegura.